Explorando la
Cuidad
Ayer lloré,
lloré y lloré. Cuando mis padres me llamaron para la cena, e incluso cuando ellos
se enojaron conmigo por volver su ropa de cama así de sucia, la única reacción
que pude reunir era simplemente llorar. Esta mañana, mis ojos están calientes e
hinchados debido a haber llorado tanto, y mi cabeza está palpitando. Sin
embargo, mi fiebre se ha ido completamente, y mi cuerpo ya no se siente lento y
pesado. Todo ese llanto también parece haber limpiado mi mal humor.
Después del
desayuno con mi familia, mi madre se preocupó por mi cara hinchada.
“Ah, tu
fiebre se ha ido.”
Con sus
manos todavía frías debido a la vajilla, ella siente mi frente, y entonces
frota las esquinas de mis ojos. La frescura de su toque se siente increíble.
“Maine”,
dice mi madre, “ahora que te encuentras bien, ¿te gustaría ayudarme con las
compras hoy?”
“¿Huh?
Mamá, ¿qué hay acerca del trabajo? Mi fiebre se ha ido ahora, así que ¿está
bien que no vayas a trabajar?”
¿No dijo ella
algo antes, como... “El trabajo en la
tienda de tintura está increíblemente ocupado en este momento, así que a pesar
de que Maine tiene fiebre, no puedo tomarme el tiempo libre”? ¡Ella es una
mujer trabajadora! ¿Está esto bien?
Ella me
mira, con mi cabeza inclinada curiosamente a un lado, a continuación me mira
tristemente.
“Tory ha
estado tomando cuidado de casi toda tu enfermedad, y pensé que sería una
lástima sino no le permitía salir incluso un poco... pero ayer, estabas
llorando y llorando, y Tory se preocupó mucho. Ella dijo que creía que habías
empezado a llorar porque estabas tan sola, así que ella fue y rogó a nuestros
vecinos que me ayudasen para tomar un tiempo libre.”
Con esas palabras,
mi aliento quedo atrapado en mi garganta. Yo, una mujer con la madurez mental
de una persona de veintidós años, pasó todo el día llorando, sin siquiera
molestarse en pensar en lo que pensaría alguien a mi alrededor. Estoy tan
avergonzada que quiero ir a cavar un agujero y enterrarme en él. Ahora que
finalmente me he calmado, lo que hice realmente luce increíblemente embarazoso.
“Lo... lo
siento...” tartamudeo.
“No
necesitas disculparte, Maine. Estar enfermos hace que todos se sientan un poco
indefensos.”
Mi madre
acaricia suavemente mi cabeza para consolarme. Su gentileza sólo hace que mis
sentimientos de culpa se estrellen contra mí incluso aún más duro.
Lo siento
mucho. Yo estaba llorando por la desesperación notar que no había libros, no en
debido a que estaba sola porque te habías ido. Ir a buscar libros tan pronto
como Tory saliera de la casa... No sé en qué estaba pensando. De verdad lo
siento de verdad lo siento.
“Tory ira
con todo el mundo al bosque cercano”, dice mi madre, “pero no quiero que te presiones
a ti misma cuando acabas de mejorarte. ¿Qué tal si vienes conmigo y haces
algunas compras?
“Sí”, le
respondo.
“¡Oh! Te
has animado rápidamente.”
Mi madre
sonríe feliz hacia mí, probablemente pensando que estoy muy contenta de pasar
algún tiempo con ella.
Le sonreí
de regreso. “¡Va a ser divertido!”
Mi madre
luce realmente feliz, así que no tengo apuro en decirle esto, pero la verdadera
razón de mi cambio de ánimo fue la comprensión de que si salía afuera, podría
ser capaz de conseguir algo para leer. Si voy de compras, ¡podría incluso ser
capaz de conseguir que mi madre me compre un libro! No tiene por qué ser muy
grueso. Por ahora, todo lo que quiero es algo que me ayude a aprender el
sistema de escritura. Un libro de trabajo o algo así, dirigido a los niños,
sería perfecto. ¡Quizás incluso sólo un cuadro con todas las letras en él!
Estoy
segura de que si sonrío lindamente y digo algo como, “¡No voy a sentirme sola
si tengo un libro! Seré una buena chica y permaneceré adentro y ayudaré con las
tareas domésticas”, entonces mi madre eventualmente cederá ante el ruego de su adorable
frágil niña y me comprará un libro de imágenes. Eh heh heh. Esto va a ser
divertido, de hecho.
“Mamá, voy
a salir”, dice Tory, mirando hacia el dormitorio con una enorme sonrisa en su
rostro. Desde que nuestra madre tiene el día libre hoy, Tory, que normalmente
estaría atascada observándome, tiene el día libre también.
“Está bien,
ve a reunirte con todo el mundo. ¡Ten cuidado!”, Dice nuestra madre.
“¡Si,
Mamá!”
Tory ajusta
una gran canasta de mimbre sobre su espalda como una mochila, y luego sale dando
saltitos mientras camina. Ella está actuando como si fuera a ir a jugar con sus
amigos, pero en realidad esto es otra tarea. ¡Ella está recogiendo leña!
Mientras que ella se encuentra en ello, ella también estará mirando por nueces,
bayas, y setas para traer consigo cuando regrese. Si nuestras próximas comidas
serán sabrosas o sosas dependerá enteramente de Tory.
¡Puedes
hacerlo, Tory! ¡Condimenta mi vida!
Los niños
en este mundo parecen ser puestos a trabajar ayudando con las tareas muy
temprano en este mundo. Tal parece que no hay escuelas en este mundo, además de
todo lo que falta. Al menos, no vi nada que se asemejase una escuela cuando
estaba cavando en mis recuerdos en absoluto. Tory ha comenzado a crecer un poco,
por lo que parece que ella está empezando a trabajar como aprendiz.
Si puedo,
me gustaría realizar mi aprendizaje bajo un bibliotecario, o quizás incluso en
una librería. Hoy será un día perfecto para reunir información mientras estamos
fuera. Voy a averiguar dónde está la librería, a continuación, volverme amiga del
dueño, y con el tiempo convertirse en su aprendiz. Hey, está bien estar
impresionado por la astucia de esta niña, heh heh.
“Ahora,
Maine, ¿vamos a salir también?”
¡Esta será
mi primera vez dejando este edificio desde que me convertí en Maine! La primera
vez que he usado ropa que no es sólo un pijama, también. Estas ropas también están
desgastadas, pero son un poco más gruesas, y he sido envuelta en innumerables
capas. ¡Soy tan esponjosa que es difícil moverme! Al parecer hace frío afuera.
Alzo mi
mano para tomar la mano de mi madre y la sigo, por primera vez fuera.
¡Frío!
¡¡Apretado!!
¡¡¡Apestoso!!!
Todos los
edificios están hechos de piedra, y se siente como si sus paredes estuviesen
succionando el poco calor que hay fuera del aire. A pesar de toda la ropa en la
que estoy envuelta, el aire helado se filtra a través de ellas inmediatamente,
enfriándome hasta los huesos.
Daría
cualquier cosa por alguna tela con tecnología térmica, o algo de lana, o
incluso una de esos productos más calientes. Mientras estoy deseando eso, ¡quiero
una máscara facial, también! Algo para bloquear este hedor y evitar que vuelva
a enfermarme.
Inmediatamente
fuera de la casa hay una escalera. Una escalera tan empinada y estrecha que yo,
atascada en la habilidad atlética de una niña de tres años, estoy aterrorizada
de incluso dar el primer paso. Mi madre tira de mi mano, y bajamos, con los deformados
escalones crujiendo bajo nuestros pies mientras giramos y giramos y giramos.
Aunque, después de alrededor de dos pisos, las escaleras de madera son
reemplazadas por unas de piedra robusta y bien mantenida.
Este es el
mismo edificio... ¿por qué hay tal diferencia?
Mi cara quizás
puede estar dañada debido al frío y el hedor, pero finalmente estoy fuera.
Según mi estimación, pienso que nuestra casa se encuentra en el quinto piso de
este edificio de siete pisos. Honestamente, con mi pequeño cuerpo, débil constitución,
y mi falta general de fuerza, incluso sólo salir al exterior es un trabajo
pesado por sí mismo. Supongo que es natural que la mayoría de los recuerdos de
Maine son de permanecer en el interior.
“Haaahh, haaahhhh...
Mamá, no puedo... respirar... ¡Vamos más lento!”
Acabamos de
empezar, y ya estoy completamente sin aliento. Soy tan débil que no tengo ni
idea de si seré capaz de arrastrarme a nuestro destino sin colapsar en la
calle.
“¡Acabamos
de salir de la casa! ¿Te encuentras bien?”
“Sí. Estoy
bien. Vamos.”
Al menos,
quiero averiguar dónde se encuentra la librería. Mientras tomo algún tiempo
para recuperar mi aliento, tomo un vistazo a mi alrededor. Justo fuera de
nuestro edificio de apartamentos se encuentra algo similar a una pequeña plaza,
centrada en un pozo público de agua. El área inmediatamente alrededor del pozo
ha sido pavimentada con piedra, y está lleno de viejas señoras charlando
mientras friegan en sus lavaderos. Este debe ser el lugar donde Tory va a limpiar
los platos, y donde aquella gran jarra de agua es llenada cada mañana.
“Mamá, ¿has
lavado la ropa?”, Pregunto.
“¡Lo hice! Esta
hecho ya.”
Estas ropas
aun parecen un poco sucias, pero ellas aparentemente han sido lavadas. Tal vez
el detergente aquí no es muy bueno... Voy a tener que pensar acerca de hacer un
poco de jabón, también.
La plaza
está rodeada por todos lados por otros altos edificios de apartamentos, con un
solo camino que da hacia el resto de la ciudad. Avanzamos por aquella estrecha calle,
doblamos la esquina y nos encontramos en una enorme avenida principal.
Whoa, las
calles de un país extranjero...
La desconocida
ciudad se extiende ante mí. Animales de carga, vagamente similares a caballos o
burros, se apresuran por los caminos empedrados, pasando por los puestos de los
comerciantes que llenan ambos lados de las calles.
“Mamá”, pregunto,
“¿A qué tienda vamos?”
“Hmm,
Maine, ¿qué estás diciendo? Vamos al mercado de la ciudad, ¿sabes? Usualmente
no vamos a las tiendas.”
Parece que
las tiendas cuidadosamente ubicadas en el primer piso de estos edificios son
usualmente frecuentadas por personas que realmente tienen dinero, y plebeyos
comunes como nosotros generalmente no tienen ninguna necesidad de ir a ellas.
En su lugar, las compras diarias parecen ser realizadas en el mercado de la
ciudad.
...Entonces,
eso significa que la librería debería ser una tienda en uno de estos edificios,
¿cierto?
Mientras
miro a mi alrededor, buscando cualquier signo de una librería, veo un
impresionante y enorme edificio, el cual parece un punto de referencia local. Está
simplemente construido, pero sus paredes de piedra blanca irradian majestad y llama
la atención.
“Oh, ¿un
castillo? pregunto, señalando el edificio.
“Ese es el
templo, ¿sabes? Cuando tengas siete años, irás a bautizarte.”
Ah, una
iglesia. Una iglesia, hmm. Realmente no me gustan las obligaciones de la
religión. Realmente prefiero no estar cerca de ella, si puedo evitarlo.
Gracias a
mi sensibilidad japonesa moderna, quiero mantener mi distancia de la religión. Sin
embargo, no estoy segura de cuan aceptable vaya a ser eso en este mundo, así
que mordí mis objeciones. En cambio, vuelvo mi atención a las paredes que veo
más allá del templo.
“Mamá, ¿qué
hay sobre esas paredes?”
“Esas son
las murallas del castillo”, ella dice. “El señor de la tierra tiene su hogar
allí, al igual que el resto de la nobleza. Aunque, en realidad no tenemos mucho
negocio allí.”
“Hmmm…”
No puedo
ver nada más que altos muros de piedra, por lo que desde aquí parece menos como
un castillo y más como una prisión. ¿Quizás están construidas de tal manera
para que estén fortificados contra ataques externos? Por alguna razón, cuando
pienso en castillos de estilo europeo, me imagino que son realmente lujosos.
Ah, aunque, supongo que es de la clase de castillo que también necesita ser una
fortaleza.
“Entonces,
¿qué es esa pared?”
“Esa es la
pared exterior. Protege este distrito del mundo exterior. Si sigues en línea
recta por este camino, encontrarás una puerta que saldrá al exterior.
Probablemente tu padre esté trabajando allí ahora mismo.”
“… ¿Papi?”
De los
recuerdos de Maine, sé que mi padre es una especie de soldado, pero no sabía
que él era un guardia de la puerta. Más importante aún, el castillo del señor se
encuentra construido como una fortaleza y rodeado por murallas y paredes
exteriores. Con base en eso, me pregunto ¿si debería estar pensando en este
lugar como una ciudad? Juzgando el tamaño de las paredes que rodean este
distrito y la estampida de personas que llena esta calle, este no parece ser un
distrito demasiado grande, pero estoy comparándolo con, por ejemplo, Tokyo o
Yokohama, y por lo tanto no sé cuán válida es esta comparación.
Aaaaargh, ¡El
tamaño de una librería depende del tamaño de la ciudad, y ni siquiera tengo una
base para comparar! ¿Este distrito es grande? ¡¿Es pequeño?! Por favor, dime, ¡oh
gran maestro!
“Maine,
vamos a ir”, dice mi madre. “¡Si no conseguimos llegar al mercado pronto, todas
las cosas buenas se habrán ido!”
Asiento con
mi cabeza. “Está bien.”
Mientras
caminamos, mantengo mis ojos abiertos, constantemente a la espera de cualquier vestigio
de una librería. Curiosamente, noto que las señales que anuncian las tiendas alineadas
a un lado de las calles están ilustradas. Hay letreros de madera con imágenes
pintadas en ellos, y letreros de metal con gráficos grabados o entallados sobre
ellos, pero sin embargo no he visto una sola cosa que parezca una palabra
escrita. Estos letreros están diseñados para que incluso alguien como yo, quien
no puede leer en absoluto, pueda entenderlos fácilmente, lo que ha hecho la
búsqueda de una librería realmente fácil, pero... repentinamente tengo un
pensamiento aterrador.
¿Huh? ¿Hay
algo escrito aquí? No sólo en nuestra casa, ¿sino en todo este distrito? ¿Tal
vez la tasa de alfabetización es baja?... Quizás, ¡¿la escritura ni siquiera se
ha inventado aun?!
El color se
desvanece de mi rostro cuando me doy cuenta de las ramificaciones de esta idea.
Ni siquiera me había molestado en pensar que la escritura en sí podría no
existir. Si la palabra escrita no ha sido descubierta, después de todo, los
libros simplemente no existen.
“Maine, hay
muchas personas aquí. ¡No te quedes atrás!”, dice mi madre, con timidez.
“... Sí,”
digo con débil voz.
Escasamente
tengo conciencia del movimiento de mis pies mientras lucho para contener mi temor,
por lo tanto llegamos al mercado antes de que me diese cuenta. El parloteo de
una multitud asalta inesperadamente mis oídos, y levanto mi cabeza para ver una
plaza bulliciosa, llena de carros, puestos y personas que se mueven por los alrededores.
Me recuerda en algo a las multitudes que veías en festivales en Japón, y por un
segundo me siento extrañamente nostálgica.
Repentinamente,
me encuentro con algo en un puesto de fruta cercano a lo cual había renunciado ya
a ver. Mis ojos se abrieron y empecé a sonreír incontrolablemente, y tire de la
falda de mi madre para llamar su atención.
“¡Mamá,
mira! ¡¡Hay algo ‘escrito’ allí!!
"
Letreros de
madera han sido fijados a cada cesta de mercancías, y escrito sobre ellos hay
una especie de glifos. No puedo leerlos, así que no sé si son números o letras,
pero una cosa es segura: la escritura sí existe aquí. Sólo de ver esta única
cosa, la sangre regresa a mi rostro, y soy realmente consciente de lo
hambrienta que he estado por escribir.
“Oh, ese es
el precio. Aquello está ahí para que sepas cuánto tendrás que pagar si lo
compras.”
“¡Pero está
escrito!” Exclamo.
Mi madre
debe estar confundida acerca de por qué repentinamente me he vuelto tan
enérgica, pero esto no importa en este momento. Mientras caminamos, le hago
leer cada número que puedo encontrar, y me enfoco tan duro como puedo en emparejar
los números con esos símbolos.
¡Bien,
bien! ¡Vamos, mis sinapsis!
“Entonces,
¿éste es treinta leones?” pregunto.
Después de
un tiempo de escuchar los números leídos para mí, interrumpí y leí uno en voz
alta por mi cuenta, entonces mire a mi madre para ver su reacción. Parece que
tengo razón: mi madre me mira, parpadeando en asombro.
“Es
asombroso, Maine, ¡lo has entendido tan rápido!”
“Heh heh…”
Hay diez
números, por lo que parece que el sistema de conteo utiliza la base 10. Estoy
muy contenta de que no esté en base 2, ni en base 60, ni nada como eso. Ahora
que conozco qué símbolo corresponden a que número, realizar cálculos debería
ser un pedazo de pastel.
Ah, podría
ser, ¿Qué he tropezado con la Bandera Genio?
Sin embargo, este es el tipo de bandera que dice que seré una prodigio a las
diez, meramente talentosa a los quince, y luego simplemente ordinaria después
de que golpeé la veintena...