Contrato
Mágico.
Por
petición de Mark, una de las empleadas despeja la mesa frente a nosotros.
Mientras ella lo hace, él trae sobre un plato, varias cosas. Quizás podría ser
más exacto llamar la cosa que él está sosteniendo una ‘bandeja’, pero desde que él es tan increíblemente como un mayordomo,
es difícil referirse al redondo y plano disco de madera como cualquier otra cosa
a excepción de un plato.
Mark señalan
los objetos que él trajo sobre la mesa frente a nosotros: varias tablillas
delgadas, un pote de tinta, algún tipo de pluma hecha de bambú o caña, una
pizarra, un lápiz de pizarra y un paño. Él los alinea perfectamente, sin la más
mínima curva en la línea, a continuación mira hacia nosotros.
“Ahora les
enseñaré como escribir una orden para los materiales.”
“Muchas
gracias”, le respondo.
“Gr...
gracias”, Lutz murmura.
Mark mira una
y otra vez entre nosotros dos, comparándonos.
“Lutz,
¿eres capaz de escribir?”
“... Sólo
puedo escribir mi nombre.”
Tal parece
que Lutz se ha aferrado a la lección sobre cómo escribir su nombre que le
enseñé cuando estábamos haciendo las tablillas de arcilla. Sin embargo, la
escritura que nosotros necesitamos hacer aquí no está limitada solamente a un nombre
propio, así que él se gira para ocultar una avergonzada expresión. Mark asiente
una vez, murmurando pensativo, luego toma la pizarra y la coloca perfectamente en
frente de Lutz.
“¿Has dicho
que eres capaz de escribir tu nombre? Había escuchado que ustedes no eran hijos
de mercaderes, así que... me has sorprendido. No tendrá problemas con el
contrato. Sin embargo, si vas a trabajar como un aprendiz aquí, se espera que
sepas escribir cada letra. Mientras Maine y yo trabajamos en la preparación del
pedido de materiales, ¿por qué no tenemos una práctica de escritura con algunas
letras básicas?”
Parece que
Mark había pensado que Lutz, quien no viene de una familia mercantil, no sería
capaz de escribir su propio nombre, y había planeado hacerle aprender cómo para
que él pudiera firmar el contrato. Cambiando sus planes, él escribe cinco o más
letras encima de la pizarra, y hace que Lutz comience a practicar éstas. Me
pregunto ¿si él está a cargo de enseñarles a los aprendices cómo escribir?
Parece muy acostumbrado a este método de enseñanza.
“Maine,
¿eres capaz de escribir?”
“Definitivamente
hay palabras que podría no conocer, pero si usted puede enseñarme estas, seré
capaz de escribirlas.”
“Muy bien.”
Mark coloca
dos tablillas en frente de mí, una con nada escrito sobre ella, y una que ya
tiene algunas cosas sobre ella. Algún tipo de cuaderno, tal vez. Hay algunas
palabras que no entiendo, pero puedo leer acerca de setenta por ciento de ella.
“Esto lee ‘pedido de bienes’”, él dice, indicando
las palabras en la parte superior. Él también me enseña sobre el formato
general del documento. Una vez que me muestra las palabras para ‘propietario de pedido’, ‘bienes solicitados’ y ‘cantidad solicitada’, el resto no es
particularmente difícil.
“Ahora bien,
¿sabes qué materiales y herramientas necesitas ordenar?”
“Sí,
señor.”
Con una
gran confirmación, comienzo a escribir. La pizarra ruge mientras escribo sobre
ella, sin embargo, es más difícil de lo que pensaba que iba a ser. Encima de eso,
esta inédita pluma es muy difícil para escribir, lo que hace que sea bastante
desagradable. Comparados con una pluma como esta, los lápices de hollín que
hice son mucho más fáciles para escribir, incluso a pesar de que las letras se
desmoronan y borran en un lío ilegible de color negro al menor toque.
“Urgh,” digo,
“es tan diferente de escribir en una pizarra.”
“Lo estás
haciendo muy bien para ser tu primera vez”, Mark dice.
Siendo
alabada de esta manera levanta mi espíritu, me presiono. Cuando mi pluma se
desliza sobre la pizarra, Mark mira por encima de mi hombro lo que estoy
ordenando, frunciendo levemente su ceño.
“... Maine,
podemos comprar una olla, pero ¿qué tan grande necesitas que esta sea?”
“Ummm... Pienso
que una del mismo tamaño que la segunda más grande que tenemos en mi casa
estaría bien, pero...”
El ceño de
Mark se profundiza. Está claro que mi explicación no hizo nada para poder aclarar
las cosas para él.
Cierto, ya
veo. No hay manera de que él supiese lo que yo quería decir cuando estaba
hablando de las ollas de mi familia, ¿verdad? Sin embargo, no tengo ni idea de
cómo expresar el tamaño de la olla que quiero. No pienso que usen centímetros
aquí, así que ¿cómo debo explicarlo?
“Hey,
Lutz,” digo. “¿Qué tan grande es la olla que usas para llevar agua?”
“¿Hm? Oh,
um... acerca de este tamaño”, él dice, formando un círculo con sus brazos.
Después de
pasarle la pelota completamente a un niño pequeño... ahem, ahem, quiero decir,
después de preguntarle a Lutz, el más experto en la materia por su opinión,
Mark inmediatamente saca algo similar a una cinta métrica y rápidamente mide el
círculo Lutz ha hecho.
“¿Y su
profundidad?” él pregunta.
“Lutz, ¿qué
tan profundo es?”
“Cerca de
esta profundidad”, Lutz dice, extendiendo sus manos. Una vez más, Mark toma una
rápida medición.
Desde que
nunca ha visto ningún tipo de dispositivo de medición, hasta ahora he estado realizando
todas mis mediciones a simple vista. Nunca ha habido necesidad de algo preciso.
Sin embargo, aunque esto puede estar bien cuando estamos haciendo cosas por
nuestra cuenta, pero cuando estamos haciendo pedidos para que otras personas lo
llenen, este tipo de ambigüedad es inaceptable. Sostengo mi cabeza con mis
manos, y dejo salir un pequeño gemido.
Levanto mi
mano, mirando a Mark. “... Señor Mark, antes de escribir este pedido, ¿podría
por favor enseñarme las unidades de medida de longitud?”
“Por
supuesto”, él responde.
“Además,
después de que nos partamos hoy, no podremos hacer más órdenes desde que nosotros
no tenemos ninguna manera de realizar mediciones por nosotros mismos. ¿Podría
prestarnos una cinta métrica?”
Si no
podemos medir el marco que ya hemos construido, no podremos hacer la estera
para el papel.
“Vamos a
ordenar una cinta métrica para ti también. Parece que necesitarás una ahora.”
Cuando estemos
realizando las pruebas para determinar cosas como los tipos de madera que
necesitaremos y las proporciones para la mezcla que usaremos, vamos a estar
haciendo hojas de tamaño postal. Sin embargo, cuando logremos perfeccionarlo, vamos
a hacer hojas mucho más grandes. Cuando hagamos esto, por supuesto, vamos a
necesitar herramientas más grandes. Así que, es necesario un dispositivo de
medición.
Mark me presta
una cinta métrica. Como él explica cómo usarla, comienzo a trabajar en escribir
el pedido.
Vaporera, olla,
madera rectangular, cenizas, tina, marco papel, camilla de secado, pesos, tabla
plana. También, madera y savia del Aibika.
Puesto que
quiero comenzar a hacer papel tan pronto como pueda, quiero listar
absolutamente todo en este momento, pero hasta que realmente consigamos nuestra
olla, no sabré cuán grande tendrá que ser la vaporera. Y, si no sabemos cuán
grande será la vaporera, tampoco sabremos qué cantidad de la madera vamos a
necesitar.
Describo la
madera rectangular a Mark y le explico cómo se utiliza, y decidimos qué tan
grande y pesada necesitará ser. Para las cenizas, no sabemos cuánta vamos a
necesitar hasta que realmente intentemos hacer papel, así que por ahora pedimos
una pequeña bolsa de ella. Para el resto de lo que necesitamos, me lastimo mi
cerebro furiosamente, intentando encontrar la mejor manera de explicarlo.
“Aaargh,
esto es difícil. Para la estera para el papel, en realidad quiero llevar el
marco que ya hemos hecho directamente a un artesano y hablar con él yo misma.”
“Estoy de
acuerdo”, Mark responde. “No estoy completamente seguro de que serviría bien
como la estera para el papel que describes. Incluso después de mirar este
diagrama que has dibujado para mí, aún no lo entiendo.”
Dejando a
un lado la estera para el papel, la cual hizo que incluso Mark se rindiera, de
alguna manera conseguimos hacer que todo lo demás fuese escrito en una orden.
Mientras he
estado lidiando con este pedido de suministros, Lutz ha estado practicando
valientemente sus letras. Estoy realmente sorprendida al ver eso, incluso
aunque estoy bastante segura de que él no está acostumbrado a sentarse y
trabajar durante largos períodos como este, él está mostrando una increíble
capacidad para concentrarse. Esto es bastante diferente comparado con los
soldados aprendices que vinieron a estudiar a las puertas. Sin embargo, es
natural: por supuesto, puedes concentrarte más en algo que crees que es importante
para ti.
Sin
embargo, la expresión facial de Lutz está completamente en blanco. Me pregunto ¿si
él se ha estado esforzando demasiado duro?
“Ahora
bien, desde que aún tenemos un poco de tiempo restante, ¿qué tal si aprendes a
calcular? Aquí, agregamos nuestras sumas utilizando calculadoras como esta.”
Después de
tomar un breve descanso, Mark comienza a instruir a Lutz sobre cómo usar una calculadora. Desde que tampoco uso las
calculadoras en este mundo, me siento a su lado, observando y escuchando
también. Mientras comparo mentalmente este sencillo dispositivo con un ábaco,
Mark brevemente hace una pausa en su explicación y me mira, con su cabeza
ligeramente inclinada hacia un lado en curiosidad.
“Maine, ¿no
eres capaz de hacer cálculos ya? He escuchado bastante del maestro.”
“Oh, yo, en
realidad no uso una calculadora.”
“Entonces,
¿cómo realizas tus cálculos?”
“Los hago
en mi pizarra.”
En mi
pizarra, comienzo a elaborar a mano los cálculos que Mark me da. Él llama a mi
habilidad para resolver grandes cantidades increíble, así que, de alguna
manera, termino enseñándole un poco sobre cómo hacer cálculos complejos a mano.
“Si tienes
una calculadora”, él dice, “no necesitarías conocer cómo ‘trabajar las cosas a
mano’, como lo has llamado, ¿verdad?”
“Hay veces
en que no tienes una calculadora, y entonces es útil. Además, aunque puedo ver
cómo usa una calculadora, realmente no sé cómo se producen esos números. Es muy
interesante para mí.”
Me asombro
de Mark, quien parece completamente desconcertado por una lección de aritmética
usualmente reservada para estudiantes de primaria. Las cosas que considero
completamente obvias no son del todo obvias. Una vez más, estoy impresionada
por lo impresionante que es el sistema de educación pública de Japón.
¿Quizás podría
ser una buena idea no se extienden por este tipo de cosas demasiado?
En mi
opinión, compartir el conocimiento es una buena cosa, pero no sé si eso engrana
bien con cómo las cosas comúnmente se hacen en este mundo. Tal vez me haya
pasado un poco por la borda, esta vez.
◇◆◇
“Ya casi es
hora para que el maestro regrese. Voy a empezar a realizar arreglos para el contrato
mágico.”
“¿Qué es ‘contrato mágico’?”
No puedo
impedir que mi corazón palpite cuando escucho esas palabras, la primera cosa que
he escuchado desde que vine a este mundo que suena como fantasía. Nunca había
considerado que un mundo tan sucio y desagradable como éste pudiese contener
algo tan fantástico como la magia.
¿Quizás yo
puedo usar magia también? ¡¿Es este mi truco como protagonista de una historia de
reencarnación?! Me deleito y me siento al borde de mi asiento, esperando la
respuesta de Mark.
Él se ríe
de mí. “La magia, como sabes, es algo que sólo posees la nobleza.”
“… ¿Sólo la
nobleza?”
“Sí, es
correcto. Dado que es tan raro que personas como nosotros la vea, no es algo
que entendamos muy bien.”
En un
instante, mi alegría por haberme encontrado dentro de un mundo de fantasía se
rompe a pedazos.
¿Sólo la
nobleza tiene magia? Qué demonios. No sólo mantienen lejos los libros de mí, ¿sino
que la magia también? Esos malditos aristócratas.
“El Contrato Mágico fue creado originalmente
como una manera de mantener a los nobles más violentos en jaque. Para
realizarlo, necesitas una tinta especial y papel. Si escribes y ejecuta un
contrato con éstos, entonces serás atada a los términos del contrato por la
magia. Es una manera poderosa de asegurar que ninguna de las partes rompa los
términos de su acuerdo.”
“Huhhh, eso
realmente es conveniente.”
Un
contrato, garantizado por la magia, el cual no puede ser simplemente desgarrado
e ignorado parece muy útil.
“Es
conveniente, pero el papel y la tinta son herramientas mágicas, y por lo tanto
son muy raros y muy costosos, así que esto no se utiliza excepto para los
contratos más rentables.”
Ya veo. De
alguna manera, parece que Benno ve una tremenda cantidad de beneficios en mi
champú simple.
Ciertamente,
los productos consumibles tienen ese tipo de poder. Si te quedas sin ellos,
entonces tendrás que conseguir más. No puedo imaginar a una mujer por ahí que permita
que su suministro se acabe una vez que ellas se acostumbren a tener el cabello
brillante y sedoso. Esto es doblemente cierto para aquellas mujeres con dinero,
como las mujeres nobles que pusieron tanto esfuerzo en sus apariencias.
... ¿Quizás
vendí este demasiado barato?
Tan pronto
como ese pensamiento cruza mi cabeza, recuerdo que no es bueno ser demasiado codiciosa.
Lo que Lutz y yo necesitamos son seguridad, estabilidad y una sólida base
financiera. Debo concentrarme en asegurar eso.
“Siento
tenerles esperando”, Benno dice, caminando rápidamente mientras él entra por la
puerta de la tienda. Parece como si estuviera realmente preocupado por cuanto
tiempo estuvimos esperando.
“¿Has
terminado con la orden de materiales?”
“Hemos escrito
lo que podemos por ahora.”
Indico el
montón de tablillas que hemos acumulado detrás de mí. “Eso es mucho”, murmura.
Todavía hay cosas que necesitamos medir, Benno, así que habrá más pronto.
Estamos contando con usted.
“¿Qué está
Lutz haciendo?” Benno pregunta.
Mark coloca
con orgullo su mano sobre su pecho mientras responde. “Él ya era capaz de
escribir su nombre cuando comenzamos, así que desde entonces él ha estado dedicado
a aprender a escribir más allá de eso. Este joven tiene una memoria excelente.
“Ah, ya
veo.”
Incluso aunque
Mark lo elogia, Lutz sólo sostiene un pequeño gesto de reconocimiento, como si hubiese
algo grande en su mente. Ha pasado la mitad del día estudiando, así que es
probable que ya esté bastante cansado. Hacer algo que no estás acostumbrado es
muy agotador, después de todo.
“Mark debe
haber explicado esto ya, pero para este contrato mágico usamos un papel
específicamente usado para contratos y un tipo especial de tinta. Esto es algo
que sólo los mercaderes que han sido aprobados para trabajar con la nobleza
puede utilizar.”
Benno saca
una pequeña botella de tinta con un diseño peculiar. A primera vista, parece
que contiene tinta regular, pero parece como si fuese algo completamente
diferente. Mientras la observo atentamente, Benno extiende cuidadosamente el
contrato en blanco sobre la mesa frente a él.
“... ¿Está
bien que usted utilice eso? Parece muy raro y costoso.”
“No estaría
usándolo si yo no pensara que este es un contrato muy importante. No te
preocupes por eso.”
…Si él me
dice que no me preocupe, me preocuparé.
Benno hunde
una pluma dentro del tintero, luego comienza suavemente a escribir los términos
del contrato. La tinta realmente no es negra, sino un azul rico. Mientras Benno
llena la página con una escritura limpia y trabajada, lo sigo muy de cerca.
Maine
acuerda transferir todos los derechos a su Champú Simple a Benno.
A cambio, Benno acuerda asumir todos los
costos de la empresa de fabricación del papel que estará a cargo de Maine y
Lutz, hasta la fecha de su ceremonia de bautismo.
Maine
conservará todos los derechos relacionados con la fabricación del papel, y Lutz
conservará todos los derechos sobre la venta del papel.
Sin embargo,
no conservarán ni el derecho para fijar el precio de venta del papel, ni el
derecho para determinar sus beneficios.
Leo
cuidadosamente el contenido del contrato de extremo a extremo, verificando que
nada extraño ha sido escrito. Esto, sin embargo, es sólo una pretensión. En
realidad, estoy tomando este tiempo para inhalar profundamente el aroma
intoxicante de tinta fresca en papel.
Aaah,
quiero hacer papel, luego hacer libros, tan mal...
“... ¿Hay
algún tipo de problema?” Benno pregunta, incrédulo.
Con un
suspiro, regreso a mis sentidos. Me vuelvo hacia un sospechoso Benno y un
sorprendido Lutz. Creo que Lutz se dio cuenta de que estaba cautivada por el
olor de la tinta.
“¡¿Qué?!
¡T... todo se ve bien! Ha escrito las cosas justo como habíamos hablado sobre ellas,
así que no hay problemas.”
“... Yo
estoy bien también”, Lutz dice.
Benno
asiente, luego hunde la pluma en el tintero una vez más.
Al final
del contrato, Benno firma su nombre. Gira la pluma y me la ofrece. Intercambio
una breve mirada con Lutz y luego la acepto.
Corro un
dedo a través del pergamino. Este es mucho más suave que el papel que estoy
acostumbrada. Satisfecha, ajuste mi agarre en la pluma. La sumerjo
cuidadosamente dentro del tintero, dejando que el plumín absorba la tinta
suficiente para que se forme una pequeña esfera en su punta. Firmo mi nombre
justo debajo de Benno. A diferencia de la escritura en las tablillas de madera,
esta es una superficie muy confortable para escribir.
Escribir en
papel se siente mucho mejor que aquellas tablillas, después de todo...
“Tu turno,
Lutz.”
Con los
labios apretados en concentración, Lutz toma la pluma de mí, sumerge la pluma
en el tintero, y escribe su nombre debajo del mío. El bloqueo en su escritura a
mano revela cuan poco utilizada esta su escritura, pero aun él escribe su
nombre con claridad y legibilidad.
“Ahora
entonces...”
“¡¡Aaah!
¡¿Señor Benno?!”
Benno bruscamente
empuja un cuchillo y corta su propio dedo. Mientras Lutz y yo lo miramos,
sobresaltados, una gota de sangre se hincha en la punta de su dedo. Él frota
esta sobre su otro dedo, a continuación presiona este sobre su firma, sellándola
con su sangre. Mientras presiona firmemente el dedo contra el contrato, la brillante
sangre roja se absorbe en el papel. En ese instante, la tinta azul de su firma
se vuelve abruptamente profundamente negra.
Esta es una
aterradora magia, ¡yikes!
“Correcto,
y el siguiente es...”
Benno me
mira. Estoy paralizada por el miedo, mirando fijamente la gota de sangre roja
que queda en el cuchillo de Benno. Lutz me mira, suspira, luego saca su propio
cuchillo.
“Dame tu
mano, Maine...”
“¡Eek!”
Empujo mis
manos detrás de mi espalda sin pensar en ello.
“Maine, no
puedes hacerlo por ti misma ¿verdad?”
“E... eso
es verdad, pero...”
Cortar y abrir
mi propio dedo es aterrador, pero tener a alguien que lo haga por mí es aterrador
también. Realmente odio el dolor.
“¿De quién
fue la idea de hacer este contrato?”, él dice, con paciencia.
“M...
mía...”
Me preparo,
cierro mis ojos fuertemente, luego tímidamente extiendo mis manos. Rápidamente,
Lutz con destreza corta la punta de mi dedo meñique izquierdo. La sangre
comienza a gotear por mi dedo, acompañada por un dolor agudo, caliente y punzante.
“Extiende
esa sangre a tu pulgar, luego presiona este sobre el contrato”, Benno dice.
“¡Nnngh...
guh!”
Intentando
muy duro no llorar, esparcí un poco de sangre en mi pulgar, luego presione este
firmemente sobre el contrato, donde he firmado. Justo como Benno, la tinta se
vuelve inmediatamente negra. Mientras Mark detiene el sangrado y envuelve un
pequeño pedazo de tela alrededor de mi dedo meñique, Lutz corta sin vacilar su
dedo y deja su propio sello sangriento en el contrato.
¿Cómo puede
él hacer eso sin siquiera vacilar? ¿No es aterrador?
Tan pronto
como la mano de Lutz deja el papel, la tinta del contrato brilla con una luz
brillante, como si esta se estuviera quemando. Separándose de la propia tinta,
un agujero se abre en el espacio, para luego cerrarse, tomando la hoja de
pergamino completa con él. Incluso aunque lo vi suceder justo en frente de mis
propios ojos, no puedo dejar de pensar que es exactamente como un CG que
encontrarías en una película.
...Wow,
esto es realmente fantasía. ¡No puedo creer que he estado viviendo en un mundo
de fantasía!
Mientras me
maravillo de esta extraña y nueva forma de firmar un contrato, de repente me
doy cuenta de que el contrato ha desaparecido por completo y vuelvo a mis
sentidos.
¿No se
supone que voy a conseguir una copia de este?
“Y, con
eso, el contrato está completo. Violar este es un asunto mortal, así que no lo
hagas, ¿de acuerdo?”
“¡Mortal!”
Grito, aterrorizada por sus terribles palabras.
Él me mira
con una amplia y divertida sonrisa. “Bueno, si no lo violas, lo harás bien.
Pero, este es el tipo de garantía que quería, ¿no?”
“... Muchas
gracias”, le digo. “Estoy muy agradecida.”
Al final,
no conseguí una copia para mí.
◇◆◇
Con el
contrato mágico completo, Lutz y yo dejamos la tienda de Benno. Ahora, el sol se
encuentra bastante bajo en el cielo, y lo veo hundirse lentamente hacia el
horizonte, su tono dorado se oscurece gradualmente hasta convertirse en rojo.
Lutz y yo caminamos de regreso por el camino por el cual llegamos, por calles
que parecen tan diferentes ante el resplandor nocturno.
“Es más tarde de lo que pensaba.” le digo. “Vamos a casa rápido.”
Las personas
que nos rodea parecen tener prisa por llegar a casa también, caminando con un
poco de velocidad extra. Mientras somos empujados por la ola de tráfico, me giro
hacia Lutz.
“Hoy fue súper
agotador, ¿huh?”
“…Sí.”
Aún hay más
pedidos de materiales que tenemos que escribir, pero los pedidos que pasé tanto
tiempo llenando hoy van a ser procesados, conseguiremos nuestros materiales y
podremos dedicarnos exclusivamente a hacer papel. Encima de eso, el contrato mágico
significa que Lutz y yo hemos garantizado nuestros derechos. Cuando terminemos
de perfeccionar nuestro papel, no podrán despedirnos abruptamente de la tienda.
“Ahora,
sólo necesitamos hacer este papel, ¡y entonces estaremos totalmente seguros,
Lutz!”
“…Mm.”
La lengua de
Lutz es tan pesada que escasamente puedo escuchar su respuesta antes de que
desaparezca entre el ruido de la multitud. Generalmente, hablamos mucho mientras
caminamos, para distraer el hecho de que soy demasiado lenta. Me pregunto ¿por
qué sus respuestas son tan monótonas ahora?
Me pregunto
¿si esto lo desgastó más que ir al bosque? ¿Quizás memorizar las letras y
aprender a hacer cálculos realmente no son adecuados para él?
Miro a Lutz
mientras camina a mi lado. Su cabello rubio brilla con un rojo brillante por el
sol de la tarde. Cuando lo miro, sin embargo, no puedo distinguir la expresión en
su rostro a través de la sombra que cae cruzándola.
“Hey, Lutz.
¿Qué sucede?”
Aunque le
pregunte, Lutz no responde. Él abre su boca un poco, luciendo como sí él casi quisiera
decir algo, pero de inmediato cierra esta fuertemente. Él cuelga un poco su
cabeza, como si estuviera pensando en algo. Así, caminamos en silencio por un
tiempo.
Lutz
siempre baja su velocidad para mí, actuando como mi compás. Me pregunto ¿si
estamos caminando a la velocidad natural de Lutz en este momento? Casi tengo
que correr para mantener su paso. Él está actuando de manera diferente en
comparación como normalmente él se comporta. Estoy teniendo un muy mal presentimiento
sobre esto.
“Espera,
Lutz.”
Nos detenemos
en la plaza central, y Lutz inmediatamente se vuelve para apartar la mirada de
mí. Él presiona sus labios firmemente, luego se gira para mirarme. Su rostro,
medio envuelto por la sombra del sol de la tarde, es mortalmente serio. Parece
que ha reunido toda su determinación, abre su boca y habla con voz agrietada.
“Tú... tú
eres Maine, ¿verdad?”
“¿Huh?”
Mi aliento queda
atrapado en mi garganta. En un instante, toda la sangre en mi cuerpo se vuelve fría,
y un pesado peso aprieta mi corazón. Los sonidos de la bulliciosa plaza se
desvanecen, sustituidos por un sonido ensordecedor en mis oídos, golpeando con
cada corriente de sangre a través de mis venas.
“Si
realmente eres Maine, entonces... ¿cómo puedes hablar así?”
“¿Cómo?
“Como la
forma en que hablabas con el tendero hoy. Ni siquiera entendí la mitad. Oír a
Maine hablar acerca de cosas de las que no conozco nada y mantenerse al ritmo
con un adulto... es extraño.”
El zumbido
en mis oídos continúa. Trago nerviosamente mientras le escucho.
“Hey.
Realmente eres Maine, ¿verdad?” Él dice, buscando confirmación.”
Forzando la
punzada en mi garganta. Inclino mi cabeza hacia el lado en duda, fingiendo que
no tengo ni idea de lo que él está hablando.
“Bueno,
um... Lutz, ¿Luzco como si no fuese Maine?”
“…Mi error.
Fue algo extraño… Estaba un poco sorprendido de verte hablando como una adulta.”
Lutz logra
poner parecido a una sonrisa en su rostro, a continuación comienza a caminar de
nuevo.
Me quedo
allí, en silencio, pensamientos extraños giran en mi cabeza. Cuando noto que la
figura de Lutz va haciéndose cada vez más pequeña en la distancia, comienzo a
avanzar también.
... Lo
estropeé, ¿verdad?
Es cierto.
No he interactuado con muchas personas hasta ahora. Puesto que no tengo nada de
fuerza o resistencia, no he sido muy útil de cualquier cosa. He estado
trabajando como una asistente de Otto, pero para ello, he sido como mucho una
niña quien es extraordinariamente buena en cálculos, y ninguno de los niños que
conozco entra en contacto conmigo mientras estoy allí.
Lo que he
hecho con Lutz básicamente ha sido hacer tablillas de arcilla y tallar madera.
Incluso si mis motivos eran extraños, eso todavía es algo que una niña podría
hacer realmente, así que haciendo eso no sería particularmente sospechoso.
Sin
embargo, hoy mostré una habilidad para hablar tan buena como la de Benno, y
luché muy duro para asegurar una posición para mí y Lutz. Luché demasiado duro.
Estoy seguro de que Lutz no vio en mí hoy un rastro de la débil y frágil Maine
que tiene que proteger de todo.
A medida
que comencemos a hacer el papel en serio, el número de argumentos con adultos
que necesitaré hacer sólo va a aumentar. Cuando tengamos herramientas hechas
para nosotros, voy a necesitar ser capaz de presentar propuestas y dar
direcciones claras. Voy a tener que hacer más y más cosas poco infantiles, pero
esto es lo que tengo que hacer en orden de obtener papel para mí.
Voy a
alejarme más y más lejos de la Maine que Lutz conoce, creo. Desde que Lutz y yo
trabajamos juntos, él simplemente va a ir creciendo cada vez más convencido de
que yo no soy realmente Maine. Esto no está tan lejos.
¿Qué
pensaría Lutz si supiera esto?
¿Qué debo
yo, quien no soy Maine, hacer ahora?
Cuando regresamos
a casa, el rostro de Lutz está oculto por las sombras del crepúsculo. No puedo
caminar a su lado.