Interludio: El
poder del dinero
“Si alguna
vez me desmayo debido al devorador, Lutz, no será culpa tuya. Realmente,
realmente viene sin ninguna advertencia. ...Y no hay ninguna manera de que yo
fuese a perder pronto. Aún no he hecho un solo libro.”
La voz de
Maine es serena, justo al lado de mi oreja, cuando intenta tranquilizarme.
No quiero
que ella vea mi miserable rostro llorando, por lo que la estoy cargando en mi
espalda. Sin embargo, ya que lo estoy haciendo, no tengo una mano libre para
limpiar las lágrimas corriendo por mi rostro. Una por una, las lágrimas caen
sobre la manga de Maine, dejando pequeñas manchas húmedas.
Quiero
ayudarla, pero no puedo. Sólo puedo apretar mis dientes debido a lo impotente
que soy.
Maine
siempre dice que ella es completamente inútil, pero no sé qué haría sin ella.
Cuando dije
que quería ser un comerciante, mi familia me ignoró completamente, diciéndome
que no fuese ridículo, pero Maine sólo sonrió y me dijo que siguiera mi sueño.
Cuando fui presentado por primera vez a Benno, estaba tan aterrorizado que
quería huir en el acto, pero Maine sostuvo mi mano y me ayudó atravesar esto. Cuando
no había nada que pudiese hacer por mi cuenta, Maine se quedó conmigo,
ayudándome a pensar y ayudándome a actuar para poder ser un aprendiz. Incluso
ahora, cuando me preguntaba si incluso era una buena idea para mí convertirse
en un comerciante, Maine me enseña cómo escribir, cómo leer números, cómo hacer
matemáticas, cómo pensar en el dinero... todo.
Y a pesar
de todo eso, no hay nada que yo pueda hacer para ayudarla cuando ella está
sufriendo debido al devorador.
No tengo el
dinero para ayudarla. He comenzado a ganar un poco de dinero, pero todo eso fueron
cosas que ella pensó. Si yo no la hubiese ayudado, si ella fuese más fuerte, si
hubiese obtenido más ayuda de los adultos, me pregunto ¿si ella habría sido
capaz de hacer el papel mucho más rápido y ganar mucho más dinero? Si ese es el
caso, ¿habría ella ganado suficiente dinero para salvarse?
No puedo
pensar acerca de otra cosa. Soy tan débil que soy miserable, lamentable...
vergonzoso.
Si yo no fuese
un niño, si yo fuese un adulto, me pregunto ¿si sería capaz de ayudarla? Si yo
fuese un comerciante como el Maestro Benno, si tuviera ese tipo de dinero, tal
vez yo...
Me trague
todo aquello, apreté mis dientes, y seguí caminando hacia adelante, con Maine
en mi espalda. Si hay alguien que pueda ayudar a Maine, cualquiera que tenga
suficiente influencia y dinero para ayudar a Maine, los encontraré a través de
Benno's.
El Maestro
Benno seguramente salvará a Maine. Él sabe cuánto valen las cosas que Maine
puede hacer, así que estoy seguro de que él me ayudará.
Cuando arribamos
a la tienda, Mark y Benno se encontraban esperándonos. Mark tiene una mirada
preocupada en su rostro mientras Benno frunce el ceño disgustadamente. Desde
que todavía no he podido limpiar mis lágrimas, dejo caer mi cabeza baja, sin querer
que ellos vean mi cara empapada y miserable. Cuando miro abajo hacia el suelo,
las puntas de los zapatos de Benno entran en mi vista.
Él suspira
pesadamente. “…esta niña.”
Pensé que él
sólo se había acercado a suspirar ante nosotros, pero repentinamente todo el
peso desapareció de mi espalda.
“¿Eeek?”, Maine
Grita, sorprendida.
Levanto mi
cabeza para ver a Benno sostener a Maine en alto y luego arrojarla a Mark. Mi
corazón casi salta de mi pecho cuando veo Maine viajando a través del aire
vacío.
“¡¿Qué...?!”
“¿Whoa?”,
Exclama Mark.
Tan pronto
como estoy seguro de que Mark la atrapó con seguridad, me permito un momento de
alivio antes de girar hacia Benno enfadadamente. En el instante anterior a que comenzara
a gritar “¡¿Qué le estás haciendo a una niña enferma?!”, él mueve su barbilla apuntando
hacia la tienda.
“Lutz,
vamos. Tu y yo.”
Abro y
cierro mi boca sin decir palabra, mi fervor se evapora repentinamente, y luego sigo
a Benno para entrar en la tienda. Mientras intento convencerme de que no hay ningún
problema en confiarle Maine a Mark, o al menos que esto es mucho mejor que
dejar que Benno cuide de ella, escucho cerrar la puerta detrás de mí y
frenéticamente limpio mi cara con mi manga.
Nos movemos
con Benno a la mesa que usamos siempre. Tan pronto como me siento, él fija sus
brillantes ojos rojizos sobre mí. Él me estudia desde la cabeza a los pies,
luego abre su boca.
“... ¿Fue
el devorador?”
“Cómo
usted…”
“A pesar de
que la estabas cargando, Maine parecía estar muy bien. Pensé que su fiebre
debía de haber subido repentinamente y a continuación haber bajado nuevamente igual
de repentino. Ustedes están juntos todo el tiempo, pero ¿es tu primera vez que lo
ves?”
Asiento,
tragando saliva. Incluso a pesar de que he estado al lado de Maine siempre que
nosotros fuimos al bosque, a la tienda, y trabajamos en la fabricación de
papel, esta es la primera vez que veo los síntomas manifiestos del devorador.
No había ni
un solo signo de que su condición fuese a empeorar, pero repentinamente ella tuvo
una fiebre tan caliente que me preguntaba si su cuerpo iba a derretirse. Algo tenue
y amarillo se separó de ella, como vapor elevándose desde todo su cuerpo. Fue
asombrosamente aterrador.
“Maestro
Benno, por favor, ayude a Maine. No puedo hacer nada. Soy un niño, no tengo dinero,
no puedo hacer nada...”
“No puedo.”
Con una voz
tranquila, Benno inmediatamente derriba mi petición.
“¡¿Por
qué?! Usted es un adulto, tiene dinero, hace mucho negocio con los nobles...”
Mientras
desesperadamente hago mi argumento, el rostro de Benno se retuerce como si
tuviera dolor, o arrepentimiento. Moviendo sus dientes, sacude su cabeza.
“Te conté
que mi negocio estaba creciendo rápidamente. Cuando se trata de negociar con la
nobleza, soy un recién llegado en la escena, relativamente hablando. No tengo
muchas conexiones. Aún estoy en un punto donde me ven como alguien a sus pies,
listo para ser arrancado. …Yo tampoco puedo hacer nada.”
“Maestro
Benno ... ¿ni siquiera usted puede...?”
Me quedo
sin habla debido a las palabras completamente inesperadas de Benno. Benno, quien
es el dueño de esta gran tienda, quien hace negocios con la nobleza, está
diciendo que él es impotente para ayudar a Maine; ¿curar el devorador es completamente
imposible? Cuando todo delante de mí comienza a oscurecerse, recuerdo a la
única persona que conozco que ha sido curada.
“Pero,
pensé Frieda fue curada... ¡entonces tal vez el líder del gremio...!”
“Ya he
hablado con él.”
“¿Huh?”
Benno toma
una respiración poco profunda, entonces llega justo hasta la partidura en su
cabeza. Una sonrisa irónica y sarcástica flota sobre su preocupado rostro, y se
encoge de hombros.
“Él dijo
que, si tienes dinero, puedes evitarlo temporalmente. Ya que él está dispuesto
a gastar cualquier cantidad de dinero para que su nieta pueda seguir viviendo,
ha estado trabajando con una familia noble degradada todo este tiempo, constantemente
pagándoles por usar una herramienta mágica rota. Usarla sólo una vez le cuesta
dos monedas pequeñas de oro.”
“¡O...
¿oro?!”
Cuando
conseguí una moneda pequeña de plata por vender ese papel, había estado muy
emocionado debido a la cantidad de dinero que acababa de ganar, pero tal parece
que Maine necesita oro, no sólo plata. El pensamiento de una cantidad tan
inalcanzable de dinero hace girar mi cabeza.
“Sin
embargo, incluso eso es sólo lo suficiente para comprar alrededor de medio año
de tiempo. Incluso si gasto tanto dinero una vez para mantenerla viva, tendría
que gastarlo otra vez antes de que lo notes. Maine, especialmente, es demasiado
joven. A medida que crece, los síntomas del devorador sólo van a empeorar, y
cada vez con más frecuencia. ¿Crees que tengo tanto dinero para gastar en solo un
aprendiz? Es imposible, para mí.”
Si lo que
dice Benno es cierto, entonces es realmente imposible. No hay ninguna forma de
que él pueda gastar esa cantidad de dinero. Sin embargo, sólo decir que es
imposible y renunciar es renunciar a la vida de Maine.
“No hay
mucho que yo pueda hacer”, él dice. “Puedo comprar el inusual conocimiento que ella
posee, dándole algo de oro para compensarlo. Cuando empiece a volverse demasiado
mal para lidiar con ello, probablemente voy a entregársela a ese viejo bastardo.
… Bueno entonces ¿qué es lo que puedes hacer?”
Benno me mira
con ojos agudos como los de un depredador. Sin pensarlo, le devuelvo la mirada.
Él es un adulto, con poder, cerebro, dinero y todo, y todavía no puede hacer
nada para ayudar a Maine. ¿Qué podría hacer yo?
“...Yo no
puedo hacer nada en absoluto. Soy solo un niño. No soy fuerte, no soy listo, no
tengo dinero... si hay algo que pueda hacer, dímelo, por favor.”
“No hagas
que ella tenga que cuidar de ti. No la hagas preocupar.”
“¡¿Qué..?!”
Su inmediata
respuesta hace que mi respiración quede atrapada. Él ha golpeado el blanco tan
limpiamente que no tengo forma de responderle en absoluto. Mis ojos se vuelven
calientes debido al disgusto. La expresión facial de Benno se suaviza un poco,
pero sus ojos todavía son agudos cuando abre su boca para hablar.
“Escucha,
Lutz. Esa chica no es la pequeña niña que parece ser. Por lo menos, incluso
cuando ella está sufriendo, no quiere hacer que te preocupes, por lo que ella
pone una sonrisa valiente para ti. Asegúrate de no permitir que ella te engañe
con eso.”
Recuerdo que
después de que la fiebre provocada por el devorador volviese a bajar, cuando su
respiración era aún pesada y desigual, ella tenía una brillante y alegre sonrisa
en su rostro. Al verla sonreír así realmente me hizo sentir aliviado, pero tal parece
que esto quizás fue un error.
“Eres un
hombre, así que no le des más cosas por las cual deba preocuparse. No puedes
pretender que no sabes nada, así que coopera con ella para que pueda comprar un
poco más de tiempo para vivir. Si vas a decir cosas tan grandiosas como “Voy a
hacer lo que a Maine se le ocurra”, entonces, ¡toma cada una de esas ideas, hazlas,
y vende cada una de ellas! Si tienes tiempo para llorar, entonces tienes tiempo
para pensar. Tienes tiempo para trabajar. ¡Y hacer algo de dinero!”
“…Está bien.”
Levanto mi
cabeza, lleno de determinación, mientras los labios de Benno se estiran en una
amplia sonrisa.
“Ahora esa
es la expresión correcta, ¿huh?”
“¡Oh, Lutz!”
Maine dice. “¿Has terminado con tu conversación? ¡Mira, mira! Terminé de
conseguir el pago por las horquillas que trajimos hoy.”
Ella está
sonriendo, como de costumbre, cuando salgo de la oficina de Benno para encontrarme
con ella. Tiene una expresión muy despreocupada, pero cuando recuerdo el
consejo de Benno y miro más de cerca puedo ver que a pesar de su sonrisa hay un
toque de preocupación en sus ojos. Sintiendo que debería estar regañándome a mí
mismo por hacer que ella se preocupe, me puse una sonrisa, negándome a ser
derrotado.
“Es mucho”,
me entusiasmo.
“Creo que
estaremos bien durante dos o tres días más con esto.”
“¡¿Dos o
tres?!”
“Honestamente,
no tengo ni idea de hasta qué punto mi madre va a presionarse a través de este
proyecto, y Tory se encuentra tan entusiasmada como mi madre...”
Mientras estábamos
bromeando, puedo ver que Maine comienza a aflojar, poco a poco. Pienso que
probablemente logré darle un poco de tranquilidad. Detrás de mí, Benno sale de
su oficina con su usual expresión severa, encogiéndose de hombros.
“No sólo parloteen
en mi tienda. Si han terminado con sus asuntos aquí, entonces vayan
directamente a casa y, Maine, ve directo a la cama. Lutz ha dicho que no estás al
cien por ciento en este momento.”
Mientras
Benno agita sus manos para sacarnos de su tienda, él parece que de repente
piensa en algo y enmienda su declaración anterior.
“Mark, ve
con estos dos. Es peligroso que niños como éstos vayan caminando con esa
cantidad dinero.”
“Ciertamente,
señor.”
En orden de
hacer que sea fácil pagar a Tory y a los demás, Maine obtuvo todo el dinero en
monedas medianas de cobre. Debido a que hay treinta y tres de ellas,
probablemente estas sonaran ruidosamente cuando caminemos. Si niños no
bautizados como nosotros llevan esta cantidad de dinero, entonces, por
supuesto, que seríamos increíblemente sospechosos.
Ahora que el
peligro de ser robada o asaltada le ha sido señalado a ella, Maine renuncia a
su habitual “no gracias, está bien” y obedientemente ofrece la bolsa de dinero
a Mark. Mark intercambia una breve mirada con Benno, a continuación se inclina
para recoger la bolsa y a Maine misma.
“¡¡Yo-yo
puedo caminar por mi cuenta!!”
“¿No acabas
de ser cargada aquí por Lutz, Maine? Eres una chica tan buena, así que por
favor ven tranquilamente para que el resto de nosotros pueda descansar
fácilmente.”
“Nnngh...”
Maine,
habiendo perdido cualquier medio de resistencia, deja de luchar y simplemente deja
caer su cabeza. Tal parece que no tiene ninguna manera de luchar contra las
suaves palabras de Mark.
Este es un
buen descubrimiento. Debería trabajar rápidamente para aprender a hablar como
Mark.
En el
camino a casa, Maine y Mark discuten cosas, como manejar el trabajo de invierno
y cómo manejar los productos terminados. Presto mucha atención, desde que voy a
estar haciendo exactamente lo mismo también.
Pensé que
íbamos a seguir nuestros caminos separados cuando llegamos a la plaza con
nuestro pozo de agua, pero Mark no baja a Maine, diciendo que él traerá el
dinero todo el camino hasta llegar a la casa de Maine y explicar las cosas a su
familia. Me separo de ambos, profundamente agradecido de lo considerado que Mark
es.
“Lutz, voy
a pasar más tarde”, Maine dice.
Me despido
de ellos mientras ellos se dirigen al edificio, entonces me vuelvo hacia mi
casa. Mis pies súbitamente se sienten como pesos de plomo mientras me arrastro
hacia delante.
“Estoy en
casa”, digo, mientras cierro la puerta detrás de mí.
“¿Qué, con
las manos vacías hoy?”
Zasha, mi
hermano mayor, me mira de arriba abajo, levantando una ceja. Para niños no
bautizados como yo, ir a recoger cosas al bosque es efectivamente un trabajo a
tiempo completo, pero desde que últimamente he estado yendo mucho a la tienda
de Benno, no he podido recolectar suficiente. Mi familia, lo sé, en realidad no
se preocupan acerca de las circunstancias del por qué.
“Seriamente.
Ni siquiera fuiste a ganar dinero, ¿huh?”
Si regresara
con algo de dinero, las cosas podrían haber sido un poco mejor, pero sólo un
poco. A Ralph realmente no le gusta cuánto dinero he hecho en un período tan
corto de tiempo, y recientemente él ha sido muy estricto conmigo.
Puse mis
cosas dentro de mi habitación, me acuesto en mi cama, y dejó escapar un largo
suspiro. Desde que comencé a decir que quería ser un comerciante, todos en mi
familia han sido incómodamente fríos hacia mí. Sé que si simplemente digo que voy
a renunciar a ello y seré un artesano en su lugar, las cosas podrían mejorar instantáneamente,
pero también sé que me arrepentiría de ello por siempre.
¡TOC, TOC!
“Buenas
tardes, Miss Carla. ¿Está Lutz aquí?”
“¡Oh,
Maine! Es bueno verte. Acabo de oírlo llegar a casa hace poco... Lutz, Maine
está aquí!”
Ante el
sonido de la voz de mi madre, todos mis hermanos mayores se precipitan hacia
adelante, arrastrados por el invisible agarre de Maine sobre sus estómagos.
Para cuando conseguí salir de mi habitación, ella ya está completamente rodeada
hasta el punto en el cual ni siquiera puedo verla.
“¿Qué pasa?
¿Tienes una receta nueva?”
“¡Ayudaré!
¿Qué necesitas?”
“Nuh-uh”, ella
dice, “no hoy. Sólo estoy aquí para pagarle a Lutz lo que le debo.”
“¿Debes?”
“¡Sí! Él me
ayudó con mi trabajo de invierno, así que le debo por eso.”
Maine se
aparta de la multitud y camina hacia mí, con el tipo de sonrisa auto-satisfecha
que realiza cuando ella se encuentra planeando algo. “Lutz, tu mano, por favor”
ella dice eso, y entonces la saco. A continuación, ella exageradamente coloca
monedas sobre la palma de mi mano, una por una.
“Tu ayudaste
con cinco fijadores, así que te debo cinco monedas medianas de cobre. Uno, dos,
tres, cuatro, cinco. Está bien, ¿cierto?
“Sí.”
Las monedas
chocan entre sí mientras ella las pone sobre mi mano, y repentinamente noto que
las miradas de todos mis hermanos mayores se encuentran firmemente fijadas en
el lugar. Mi palma parece hormiguear debido a la presión de sus miradas, y oigo
a alguien tragar nerviosamente.
“Hey,
Maine. Dijiste que Lutz te ayudó, ¿fueron esos palos que estaba haciendo ayer?”
Maine,
esperando que Ralph diga esas exactas palabras, pone una dulce, pero muy, muy
forzada sonrisa.
“¡Es cierto!
Estoy haciendo horquillas, así que le pedí que me ayudara con la parte del
fijador. Un prendedor es una moneda mediana de cobre.”
“¡¿Eso vale
tanto?!”
Los ojos de
Zasha se abrieron ampliamente, mirando nuevamente las monedas sobre mi palma.
Zeke, sus dudas aparentemente fueron eliminadas ahora que él realmente me ve
sosteniendo el dinero, toma una respiración aguda y mira a Maine.
“... ¿Tiene
que ser Lutz quien lo hace? ¿Puedo ayudar también?”
Zeke es quien
hace la pregunta, pero aquello está en todas las mentes de mis hermanos. Todos
se vuelven para mirarla. Ella los mira con facilidad, sonriendo y asintiendo.
“No,
realmente no tiene que ser Lutz. Pero, necesitan ser de un tamaño específico, y
necesitan ser pulido realmente suaves para que así estos no se peguen en el cabello
de nadie, así que realmente no es un trabajo casual, ¿sabes?”
Tan pronto
como mis hermanos escuchan esas palabras, todos ellos se pelean por ser los
primeros en hablar.
“Maine,
Maine. Soy mucho mejor en marquetería y carpintería que Lutz. Lo hago todos los
días en mi trabajo, ¿sabes?”
“Yo, definitivamente
soy mejor que Lutz.”
“Si estamos
hablando de experiencia, entonces yo soy quien posee más, ¿verdad?”
Whoa,
espere un minuto, chicos. ¿Quiénes fueron ayer los que me dijeron que debería
ir y hacer todos esos aburridos palos por mí mismo?
“Oh demonios,
¡no puedo creer que fuimos tan estúpidos ayer!”
“Lutz, ¿por
qué no nos dijiste que te iban a pagar por esto?”
“¿Pensabas
a quedarte con todo el dinero para ti?”
Estoy
bastante seguro de que les dije sobre eso, pero ellos probablemente me
ignoraron, pensando que había inventado las cosas. Los recuerdos de mis
hermanos han sido repintados por el poder del frío y duro dinero, haciéndome ser
el malo aquí. Todos mis hermanos me están mirando fijamente con una peligrosa mirada
en sus ojos, y estoy repentina y extremadamente consiente de cuan aterrador el
dinero puede llegar a ser. Cuando mis hermanos comienzan acercarse alrededor de
mí, Maine aplaude una vez.
“Si es así,
¿ustedes tres podrían hacerlos para mí, entonces? Necesitaría cinco de cada uno
de ustedes. Si ustedes hacen más que eso, no podré usarlos. Voy a regresar en
tres días a buscarlos, ¿esta bien?”
“Sí,
¡déjamelo a mí!”
“Ni
siquiera necesito tres días.”
“Puedo
hacerlos enseguida.”
Maine
levanta un solo dedo, sonriendo impíamente.
“¡La
precisión es más importante que la velocidad! Si ustedes no los hacen fielmente,
no podré utilizarlos y tendrán que rehacerlos. …Oh ¡Cierto! Deben preguntarle a
Lutz qué tan grande necesitan ser y qué tipo de madera deben usar. Bien,
entonces, ¡los veré en tres días chicos para recogerlos!”
Mis
hermanos, con grandes sonrisas en sus caras, despiden a Maine mientras ella
sale por la puerta. Sin embargo, en el instante en que la puerta se cierra
detrás de ella, sus actitudes inmediatamente cambian. Ellos me agarran
fuertemente y me arrastran a nuestra habitación.
“Entonces,
¿qué tipo de madera necesitamos?”
“¿Qué tan
grandes son?”
“Esta vez
no conseguirás nada, heh.”
Sus
herramientas ya están en sus manos mientras ellos se acercan a mí, exigiendo
una explicación. Estoy boquiabierto debido a su completo y absoluto cambio comparado
con ayer, donde ni siquiera ellos se molestaron en prestar atención a lo que
estaba haciendo.
“¡No te
quedes ahí parado!”
“¡Dinos,
rápido!”
“B...
¡bien!”
Respondo a
todas las preguntas que ellos tienen acerca de los tipos de madera y cómo
hacerlos, e inmediatamente ellos se ponen a trabajar. En un abrir y cerrar de
ojos, he sido completamente arrojado hacia un lado. Entonces, lo más
frustrante, mis hermanos empiezan inmediatamente a producir horquillas
hermosas, mucho más rápido de lo que yo podría haber hecho, gracias a su
experiencia laboral.
¡Ah! ¿Es
así como se siente Maine cuando siempre dice que es una buena para nada?
Yo,
habiendo sido olvidado en un rincón, saco mi pizarra y calculadora. Esto es
algo que debería hacer. Puedo dejar la artesanía a los artesanos.
En nuestro
camino a casa, Maine me había dicho que hiciera tres cosas.
En primer
lugar, en un tablero, debo hacer una nota del número de prendedores hechos.
Entonces, debo asegurarme de que mantengo el tablero escondido de manera
segura, de tal modo que nadie pueda añadir más cantidad arbitrariamente. Por
último, debo usar mi calculadora para averiguar cuál es mi comisión total sobre
esto, recordando que mi comisión para cada prendedor es de cuatro monedas medianas
de cobre.
“¡Ah,
hecho!”
“Hombre,
estoy muy por delante de ti.”
“Ralph, esto
luce un poco descuidado. Si no lo haces bien, Maine no podrá utilizarlo,
¿verdad?”
A partir de
los sonidos de esto, mis hermanos han comenzado a competir para ver quién puede
hacer el mejor.
“Lutz,
¿cómo luce esto?”
“...Sí, ¡eso
luce genial! Buen trabajo, Zasha.”
Zasha ha
terminado uno, así que yo he hecho cuatro monedas.
“¡Mira, yo
también he terminado!”
“¡Es
perfecto, Zeke!”
Zeke
terminó otro, así que ahora tengo ocho.
Mientras me
encuentro sentado aquí practicando mi escritura, en realidad no estoy haciendo ninguno
por mí mismo, pero cuando veo mis honorarios debido a la comisión
constantemente marcados en mi calculadora repentinamente entiendo.
Esto de
ahora es ser un comerciante, ¿huh? Ahora que he visto el poder del dinero de
primera mano, mi deseo de saber cómo manejarlo bien sólo se ha fortalecido.