martes, 29 de agosto de 2017

Honzuki no Gekokujou 49



Hacer Pasteles Con Freida.

A la mañana siguiente, dejo la cama por primera vez y observo el resto de la habitación.
Whoooa, esto es como un hotel.
La habitación tiene más de cuatro metros de largo por cada lado. En una esquina está la cama con dosel, pero también una mesa redonda, tres sillas y una chimenea. Además del sencillo mobiliario, el suelo se encuentra cubierto por una gruesa alfombra y las cortinas se balancean en una ventana cuyo cristal tiene un diseño ondulado, para impedir que las personas vea el interior. Esta puede ser una habitación sencilla, pero es muy obvio que un montón de dinero se gastó en ella.

Además, cerca de una silla junto a la puerta, ya hay una criada esperando por mí.
“Buenos días. Por favor, lave su cara. Cuando se vista, le llevaré al comedor.”
“E... está bien.”
Ella rápidamente prepara un cuenco con agua caliente para lavarme la cara y me entrega un paño limpio. Estoy un poco nerviosa al ser tratada tan amablemente.
“Por favor, vista estas ropas. Podría ser grosero de mi parte, señorita, pero podría ser problemático para usted si es vista en esta casa con su propio atuendo.”
“Entiendo.”
La ropa que ella me entrega parece ser la ropa vieja de Freida. A la vista de ellos, sin embargo, mi corazón salta de alegría, viendo que no están extremadamente gastadas y constantemente parchadas como las mías. Rápidamente peino mi cabello también y lo arreglo con mi horquilla. La criada mira mi horquilla con curiosidad, pero no dice nada. Con esto, mis preparativos están completos.
Soy guiada hacia el comedor, donde Freida y el líder del gremio ya están esperando por mí. Me doy cuenta de que todavía no he agradecido al líder del gremio por ayudarme.
“Buenos días, líder del gremio. Estoy muy agradecida por toda su ayuda.”
El líder del gremio asiente ligeramente en respuesta. Freida rápidamente se acerca a mí, entonces ella toca mi frente y la parte posterior de mi cuello. Me estremezco cuando siento sus manos ligeramente frías en mi piel, pero esto no parece importarle.
“¡Buenos días, Maine! Parece que tu fiebre se ha ido totalmente, ¿no es así?”
“Buenos días, Freida. ¡Me encuentro bien! Me siento renovada.”
Ah ¿Ella estaba sintiendo mi temperatura? Ahora que realmente entiendo la razón detrás de su acción repentina, le doy una alegre sonrisa. Ella sonríe alegremente en respuesta hacia mí, y ambas miramos de regreso hacia la mesa de comedor.
El líder del gremio aclara su garganta ruidosamente. “Es bueno ver que estás bien, pero es toda la ayuda que obtendrás para conseguir herramientas mágicas. Compré estas para estar preparados si algo le sucede a Frieda, después de todo.”
“¡Abuelo!”, Freida objetó.
“Es como él dice, Freida” Le digo. “Estas son cosas que él coleccionó por tu bien.” Me vuelvo hacia el líder del gremio. “Señor, estoy profundamente agradecida de que usted me haya vendido tal valiosa herramienta mágica. Gracias.”
Era una cosa extremadamente valiosa en la cual había tenido que usar sus conexiones y dinero en su máxima extensión para adquirir. Incluso a pesar de que voy a pagarle en retorno financieramente, fui increíblemente afortunada que me vendiera ella en primer lugar.
“Maine”, él dice, “piensa mucho sobre lo que harás después de esto.”
“Sí, señor,” Le respondo.
“Ahora bien, debemos decirle a tu familia que estás despierta. Enviaré un mensajero; ¿Hay algo que quieras decirles?”
Estoy un poco asustada cuando menciona enviar a un mensajero, pero me doy cuenta de que no hay forma de que el líder del gremio camine hasta mi casa por sí mismo. Enviar un mensajero es normal para él. Él llama a un joven, quien confirma conmigo dónde se encuentra mi casa.
“Umm”, le digo, “¿Podría preguntarles si ellos podrían traer algo de ‘champú simple y acondicionador’ con ellos como un regalo de agradecimiento para Freida, por favor?”
Nosotros aún lo llamamos champú simple y acondicionador en mi casa, pero realmente no parece el tipo de nombre que puedes recordar inmediatamente después de oírlo sólo una vez. El rostro del mensajero se tensa mientras se esfuerza por recordar exactamente cuál es mi mensaje.
“¿Sim-plu cham...? Um, lo siento muchísimo, pero ¿puedo pedirle que repita eso para mí?”
“Umm, si usted les dices que traigan el líquido que hace el cabello brillante, creo que lo entenderán. Siento tener que molestarle con esto, pero muchas gracias por su esfuerzo.”
“Líquido para hacer el cabello brillante. Lo entiendo, señorita.”
Cuando veo el mensajero partir, me doy cuenta de que el líder del gremio me está mirando atentamente, acariciándose la barbilla. Por alguna razón, repentinamente siento como si él hubiese tenido un inquietante tipo de sonrisa en su rostro mientras me miraba hace un momento.
“Ciertamente tienes algunas cosas interesantes, Maine,” él comenta.
“Es cierto, abuelo”, Freida dice. “Pensé que seguramente la conseguiríamos a cambio de esa herramienta mágica, pero ahora estoy realmente decepcionada de no haber hecho esto.”
Sin Benno o Lutz aquí, la idea de ser acorralada por estos dos es aterradora. Ellos me tragarían en un abrir y cerrar de ojos.
“¡El dinero para la herramienta mágica!” Exclamo. “Déjame pagarle por eso.”
Yo estaría en problemas si me cobraran más por alguna razón u otra, o si el precio sube inesperadamente para mí, así que inmediatamente toco mi tarjeta de gremio con la del líder del clan, completando la transacción.
“Realmente tenías tanto... Benno”, él refunfuñó, irritado.
De alguna manera, Benno logró esquivar a través de la red que el líder del gremio había dispuesto para atraparlo.
¡Buen trabajo, Señor Benno!
“Maine, por favor, come cuanto quieras.”
“¡No le importa si lo hago!"
Es difícil evitar que mi rostro brille. Quiero decir, ¡el pan que trajeron para el desayuno es pan blanco! ¡Real, pan blanco, hecho sólo con harina! Además de eso, puedo usar tanta miel como quiera; ¿No es demasiado lujoso? Después de rellenar mi cara llena de dulce y delicioso pan, alcanzo la sopa.
La sopa es encantadoramente salada, pero siento como si todo el sabor de las verduras hubiese escapado. Tal parece que, como esperaba, una vez que hirvieron las verduras hasta su terminación simplemente arrojaron los sobrantes. Esta parece ser una práctica bastante establecida en las artes culinarias por aquí. El tocino y los huevos son increíblemente deliciosos, y para el postre ellos traen una selección de frutas.
Estoy profundamente conmovida por este lujoso desayuno. Es como si fuese algo que podría haber conseguido en Japón. Los desayunos de los ricos son deliciosos. Mientras entusiasmadamente como, el líder del gremio me mira con su ceño fruncido.
“Maine, ¿quién te enseñó tus modales?”
“No me enseñaron realmente, ¿no creo eso?”
No estoy mintiendo técnicamente: yo había excavado libros acerca de modales y he ido a restaurantes familiares para practicarlos, pero realmente nunca formalmente me enseñaron modales. El líder del gremio, sin embargo, solamente frunce el ceño aún más profundamente, mirándome con una curiosidad evidente escrita en su rostro. Yo, sin embargo, no le prestó atención mientras termino mi desayuno. Si dejo que me moleste, pierdo.
Poco después que el desayuno termina, el líder del gremio se dirige a trabajar. Cuando Freida y yo descansábamos, nos han notificado que los invitados han arribado. Parece que mi familia ha pasado a verme en su camino al trabajo.
“¡Maine!” mi padre dice, saltando a la habitación con los brazos extendidos. Mi madre lo empuja a un lado. “¡¿Queargh?!”
“¡Estás despierta!”, Ella dice. “Estoy tan feliz. Cuando Lutz me dijo que habías colapsado en la tienda del Señor Benno y tuviste que ser cargada hasta la casa de Miss Freida, pensé que mi corazón iba a detenerse.”
“Lamento hacerte preocupar” le respondo. “Freida tiene la misma enfermedad que yo, así que ella sabe muchas cosas sobre ella que yo.”
No hay forma de que yo pueda decirle directamente que acabo de gastar dos monedas pequeñas de oro y ocho monedas grandes de plata para usar una herramienta mágica. Ella se desmayaría en el acto.
“Miss Freida” ella le dice, “muchas gracias.”
“Mami” le digo, “¿has traído el ‘champú simple y acondicionador’ para agradecerle a Freida?”
Realmente no pude pensar en otra cosa para agradecerle, además de dinero, pero desde que su ceremonia de bautismo es mañana, pienso que este es un momento excelente para hacer que su cabello resplandezca.
“Lo hicimos. Sin embargo, No sé si esto es algo bueno como agradecimiento, ¿Tory?”
“Gracias por ayudar a Maine, Miss Freida,” Tory dice, entregándole a Freida una jarra pequeña.”
Freida toma esta con una sonrisa, inclinándose ligeramente hacia ella. “De nada.”
“Realmente estamos muy agradecidos”, mi padre dice. Lutz nos dijo que Maine estaba en una condición muy grave. Muchas gracias por salvar a mi hija.” Él se vuelve hacia mí. “Maine, pareces estar mejor; ¿Vendrás a casa hoy?”
Sus ojos transmiten que él quiere que regrese a casa inmediatamente. Ya que mi familia ya está preocupada, personalmente quiero regresar a casa tan pronto como pueda, pero Freida se interpone en mi camino, sonriendo.
“No, como nosotros discutimos anteriormente, Maine se quedará aquí hasta el día de la ceremonia de bautismo para así vigilar su condición. Estaría profundamente preocupada si ella repentinamente empeora.”
“... Ah, cierto,” mi padre dice a regañadientes.
“Lamentamos causarle problemas”, mi madre dice, volviéndose a mirar a Freida, y haciendo un ligero dobladillo su cintura, “pero, por favor cuide de Maine.”
Mientras me pregunto si aquello es una especie de saludo, me inclino un poco más para tener una mejor mirada, pero Tory extiende ambas manos y me agarra firmemente por mis mejillas.
“Vamos a trabajar ahora. Asegúrate de no actuar como siempre, ¿de acuerdo?”
“De acuerdo, Tory. ¡Ven a recogerme el día del bautismo! ¡Buena suerte en el trabajo!”
Mi familia se apresura, parecen tener un poco de prisa, sobrepasando a Lutz, que acaba de llegar, a su partida.
“¡Estas despierta! ¿Cómo está tu fiebre? ¿Ha bajado realmente?”
Justo como Freida lo había hecho esta mañana, Lutz toca mi frente y la parte posterior de mi cuello, comprobando mi temperatura. Sin embargo, desde que él acaba de llegar, sus manos están heladas en comparación con las de Freida, así que dejé salir un grito.
“¡Espera, Lutz! ¡Tus manos están frías!”
“Oops, lo siento.”
“Siento haberte hecho preocupar. Pero, ahora estoy bien.”
“... Estarás bien por alrededor de un año, ¿cierto?”
Los labios de Lutz están fruncidos, diciendo silenciosamente que no podemos celebrar aun. Sin embargo, el hecho de que ponemos dejar esto fuera otro año es en sí mismo trascendental.
“Sí. ...Usaré ese tiempo para pensar en muchas cosas, e intentaré ver si realmente no hay algo que podamos hacer al respecto. Primero, tengo que hacer un libro.”
“¡Eso es lo único en lo que piensas! Bueno, voy a decirle al Maestro Benno que estás despierta. Él dijo ayer que vendría a visitarte esta tarde.”
Cuando el nombre de Benno aparece, Freida frunce su ceño repentinamente. Ella había dado un paso atrás en algún momento, pero ahora que escuchó este ella se adelanta para inmiscuirse.
“Oh bueno, esta tarde será un problema. ¡Maine y yo prometimos que pasaríamos la tarde haciendo dulces! ¿No es así, Maine?”
De alguna manera, tengo la sensación de que no sería una buena idea dejar que Benno y Freida se conozcan. No puedo dejar de tener una terrible premonición de que terminaría torpemente sentada entre los dos mientras ellos se miran el uno al otro, atrapada entre una roca y un lugar duro.
“Entonces, Lutz, lo siento, pero si dices que iras a la tienda del Señor Benno, ¿podrías decirle eso también?”
“Sí, claro... pero ¿qué están haciendo? ¿Algo nuevo?”
Lutz, por supuesto, encuentra mi conversación acerca de mi promesa de hacer dulces con Freida mucho más interesante que cualquier cosa que tenga que ver con Benno.
Sacudo mi cabeza, riendo entre dientes. “No puedo decidir acerca de lo que vamos a estar haciendo hasta que hablé con la persona que cocina aquí."
“¡Oh!” Freida dice, “¿no lo has decidido aún?”
Hasta que conozca qué tipos de ingredientes y herramientas puedo utilizar, no puedo realmente tener ideas sólidas sobre lo que vamos a hacer. Además, si quien cocina es una persona cooperativa, podríamos hacer algo que tomaría un tiempo elaborar. Sin embargo, si sólo nos están tolerando, prefiero hacer algo más sencillo.
“No tengo ni idea sobre el tipo de ingredientes o herramientas que podemos utilizar, así que no puedo decidir aun.”
“Pero puedes hacer cosas con Lutz, ¿no es así?”
Freida frunce sus labios, mirando como si ella no entendiese mi explicación. Desde que el estilo de vida de Lutz es similar al mío, las herramientas e ingredientes que él tiene en su casa no serán muy diferentes de las que yo tenga en la mía, pero desde que la casa de Freida es tan diferente, no puedo compararlas.
“Yo sólo realmente le digo a las personas cómo cocinar. En la casa de Lutz, utilizo los ingredientes de su familia, y él y sus hermanos ayudan mucho. ¿Cierto, Lutz?”
“Sí, desde que no tienes fuerzas, y no tienes ninguna resistencia, y aun no has crecido.”
“Creo que podemos terminarlo esta noche, así que pienso que podemos guardar un poco para que lo pruebes, ¿sabes?”
“¡¿En serio?! ¡Lo estaré esperando!”
Freida parece estar ardiendo con algún tipo de sensación de rivalidad con Lutz, y después de que ella lo mira, frunciendo su ceño, salir por la puerta, se vuelve hacia mí, con sus mejillas infladas haciendo el más adorable rostro malhumorado.
“Eres demasiado amable con él.”
“Oh, no, en absoluto. Es lo opuesto. Él es quien es demasiado amable conmigo.”
Con esas palabras, Freida solo se enfada aún más. Para ser honesta, absolutamente no tengo ni idea de por qué ella podría estar haciendo esto.
Freida repentinamente apunta directamente a mi cara. “¡Está bien! ¡Entonces yo voy a ser así de amable contigo también!”
“¿Huh? ¿Por qué?”
“Bueno, eres mi mejor amiga número uno, pero no yo soy tu mejor amiga número uno, ¡y eso no está bien!”
¡Qué adorable criatura! Quiero estirar sus pequeñas mejillas.
“Bueno, ¿te haría sentir mejor si hacemos sólo cosas para chicas, las cuales no puedo hacer con Lutz?”
“¿Sólo para chicas?”
Comienzo a pensar en todas las cosas que disfruto charlando con Tory mientras lo hago. El pasatiempo de Freida es dinero. Jugar con muñecas como una chica normal está probablemente fuera de su norma. Aunque podría ser divertido, pero aparte de eso, no hay muchas cosas que podríamos hacer para pasar tiempo jugando.
“Como tomar baños juntas y lavarnos el cabello, o simplemente descansar en la cama y charlar sobre cosas, ¿sabes? ¿Cosas que sólo las chicas pueden hacer unas con otras?”
“¡Por qué, suena tan maravilloso! Bueno, para comenzar, vamos a ver a la cocinera para hacer los dulces, ¿de acuerdo?”
Freida agarra mi mano y me empuja hacia la cocina. Allí, veo a una mujer mayor ligeramente regordeta quien parece haber terminado de ordenar las cosas después del desayuno. Ella parece tener la misma edad que mi madre, y su comportamiento parece ser muy similar al de la madre de Lutz, Tía Carla.
“Ilse, Ilse”, Freida dice. “Sobre los dulces que vamos a hacer hoy...”
“Sí, sí, joven lady”, ella responde. “¿Usted va a hacerlos con su amiga? Usted me ha contado esto muchas veces.
“¿Qué tipo de ingredientes podríamos usar?”, Le pregunto.
Ilse levanta sus cejas un poco. “Cuando usted dice ingredientes, ¿qué está planeando usar?”
“Umm, básicamente, harina, mantequilla, azúcar y huevos. No tenemos azúcar en mi casa, así que usamos mermelada o miel, pero si la pido, ¿tienen algo de esta aquí?”
Dependiendo de tus herramientas e ingredientes, hay una gran diferencia en los tipos de dulces que puedes hacer. Hay una muy buena razón detrás del hecho de que todo lo que he podido hacer en la casa de Lutz han sido panqueques y tostadas francesas.
“Sí, tenemos azúcar.”
“¡¿Realmente?! ¡Asombroso! Um, uh, entonces, ¿tienen un horno?”
“Tenemos uno. ¿Lo ve por allí?”
Ilse se desplaza ligeramente hacia un lado y veo un gran horno de leña detrás de ella. Mi corazón rápidamente se llena con una expectativa cada vez mayor. Cierro mis manos fuertemente en frente de mi pecho, mirando ansiosamente a Ilse.
“Desde que tienen un horno, tienen cacerolas que pueden usar en un horno, ¿cierto?”
“Por supuesto que las tenemos.”
“¿Y escalas?”
“Es correcto.”
Ilse encoge sus hombros como si yo estuviese preguntando las cosas más obvias del mundo; Yo, sin embargo, salto de alegría.
“¡Woohoo! ¡Podemos hornear un pastel!”
Receta tras receta burbujean a través de mi cerebro. Por supuesto, estas son recetas para las que conozco las cantidades de ingredientes diferentes.
¿Huh? Pero... aunque incluso recuerdo las recetas, en realidad no conozco cómo traducir los gramos a las unidades de peso de este mundo. ¿Qué debería hacer ahora?
Desde que había estado tan enfocada en la idea de hacer dulces, esto se me escapó por completo, pero necesitas más que ingredientes y herramientas para hacer dulces. Si no consigues las cantidades adecuadas de cada ingrediente, terminará en un fracaso.
Cuando estaba haciendo parucakes en la casa de Lutz, lo hice todo por intuición, lo que significó que su hinchazón y grosor variaran cada vez. Puesto que mi audiencia era sólo chicos que realmente no prestaba atención a cualquier cosa salvo la cantidad, conseguí manejarlo, pero si quiero hacer algo en serio, necesito medidas exactas.
¿No hay nada que pueda hacer? Una especie de dulce que pueda hacer sin poder medir las cosas en gramos...
Intento recordar todas las recetas que puedo hacer sin conocer las medidas, y consigo algo que encaja exactamente de un libro que leí en la cocina francesa.
"Ummm, creo que deberíamos hacer una especie de dulce llamado Pound Cake.”
<*Pastel de Libra. Debido a que normalmente los 4 ingredientes empleados tienen un peso de una libra cada uno, aproximadamente 454 gramos>
Pound Cake, o Quatre-Quarts en francés, es un pastel hecho con cantidades iguales de harina, huevos, mantequilla y azúcar. Si hacemos un Pound Cake, entonces realmente no importa el peso real de los ingredientes. Todo lo que necesitamos hacer es medir la misma cantidad en la escala.
“No he escuchado hablar de él”, dice Ilse. “¿Qué clase de dulce es este?”
“Es un dulce que pones cantidades iguales de harina, huevos, mantequilla y azúcar.”
“¿Realmente quieres hacer algo así?”
Ilse me mira con ojos sobresaltados. Me estremezco un instante, luego retrocedo mis comentarios anteriores.
“...Si eso no está bien, ¿entonces podemos hacer otra cosa?”
“No es que esto no esté bien, pero ¿realmente sabes cómo hacer algo así?”
“¡Sí!”
Le hago prometer que se asegurará de que el horno esté listo para el momento en el cual estemos listas para hacer los dulces, y entonces Freida y yo nos retiramos de la cocina. Después de eso, empezamos a buscar delantales para las dos. Freida, quien nunca ha ayudado en las tareas del hogar en su vida, parecía que nunca había usado un delantal antes. Una de las sirvientas excava buscando algunas y nos las ofrece, preguntándonos si son lo que estamos buscando. Los ponemos, y a continuación cubrimos nuestro cabello con grandes pañuelos doblados con la forma de un triángulo.
Cuando llega el tiempo que prometimos para cocinar, nos dirigimos a la cocina, donde se encuentra Ilse. Ella nos mira, con un brillo alegre en sus ojos.
“¡Oh, joven lady! Ella le dice a Freida-. -¡Usted luce muy entusiasmada!
“Es correcto. ¡Estaré ayudando a hacerlo también!”
Desafortunadamente, no tenemos una cacerola para tortas, por lo tanto en lugar de esta encontramos una pequeña olla de hierro para usar. Y entonces, comenzamos a trabajar.
“Entonces, ¿qué tal si comienzas a explicar cómo debemos hacerlo?”, Ilse pregunta. “Si no entiendo el proceso de principio a fin, no seré capaz de hacerlo.”
“Por supuesto” le respondo. “Primero, nosotras necesitamos medir los ingredientes. A continuación, necesitamos calentar los huevos hasta la temperatura corporal y luego mezclarlos junto con el azúcar.”
“¿Cómo debemos calentar los huevos?”
“Umm, podríamos llenar un tazón más grande con agua caliente y poner el tazón con los huevos allí.”
“Ah, un baño de agua. A continuación, antes de medir los ingredientes, necesitamos calentar el agua primero.”
A diferencia de una estufa de gas, en realidad no podemos hervir agua inmediatamente. Es realmente obvio, pero desde que no he hecho una torta en serio antes, habrá detalles absolutamente triviales que simplemente no notaré.
“Mezclar los huevos y el azúcar juntos es la parte más importante. Una vez que son mezclados hasta que se ponen firmes, lentamente esparcimos la harina tamizada. Luego, agregamos mantequilla derretida, pero con mucho cuidado con el fin de evitar arruinar los huevos.”
“Necesitaremos fundir la mantequilla también. Una vez que todo está mezclado, ¿lo horneamos?”
“Es correcto.”
Ilse, quien parece haber entendido las instrucciones, saca una escala y la coloca en el mostrador de preparación. A continuación, ella comienza a darnos instrucciones sobre cómo medir los ingredientes, los cuales ya han sido alineados para mí. Mientras Ilse nos instruye sobre el uso de la escala, Freida y yo medimos cantidades iguales de cada ingrediente. Mientras tanto, Ilse comienza a calentar el agua.
Primero, medimos los huevos y el azúcar, a continuación los calentamos en el agua caliente. Cuando llegan a la temperatura corporal, Ilse se dedica a mezclarlos. Cuánto más espumosos sean, tendrán mayor diferencia en la suavidad y el sabor del pastel. Mientras tanto, Freida y yo medimos la harina y la mantequilla.
“Esto debería ser perfecto”, Ilse dice.
“Vamos a cubrir el interior de la cacerola con mantequilla ahora.”
“¿Por qué?”
“Para asegurarnos de que sea fácil sacar el pastel dela cacerola.”
Manchamos con mantequilla todo el interior de la cacerola, a continuación, ligeramente espolvoreamos esta con harina. Desde que no tenemos un molde de pastel ni nada para usar como papel pergamino, no tenemos otra elección.
“Entonces, ¿debemos tamizar la harina?”
Comenzamos a tamizar la harina, teniendo cuidado de no esparcirla por todas partes. Lo tamizamos tres veces en total, desde que es muy importante que esté lleno de aire.
“¡Oh!”, Freida dice, “los huevos eran amarillos, pero ahora son blancos, y han crecido bastante.”
A medida que Ilse bate los huevos, y su batido choca contra el cuenco, Freida la mira con algún tipo de envidia. Es realmente obvio que ella quiere ayudar con el batido, así que Ilse riendo le ofrece el cuenco y el batidor a ella.
“¿Quiere intentarlo?”
“¡Lo haré!”
Ella felizmente comienza a batir los huevos, pero muy rápidamente regresa el cuenco a la fuente. Sin un mezclador de manos, hacer un pastel es un proceso muy agotador.
“¿Cómo se ve esto?”, Ilse pregunta, mostrándome el cuenco de huevos batidos y azúcar.
“¡Perfecto! Ahora añadimos la harina.”
Ponemos el colador una vez más en la parte superior del recipiente y lentamente agregamos la harina. Usando una espátula de madera, mezclé la harina en los huevos y el azúcar.
“Lo vamos a mezclar de esta manera. A continuación será la mantequilla. ¿Se está derritiendo?”
“Así es,” Ilse dice, “después de calentar el agua, pongo la mantequilla junto a la estufa.”
“Miss Ilse, por favor, cambie conmigo. Mis brazos están realmente cansados...”
“Santo cielos”, ella se ríe. “Ninguna de las dos jovencita tiene fuerzas.”
Sonriendo, ella cambia conmigo. Añadimos la mantequilla a la masa de la misma manera, luego comenzamos a mezclarla. Freida trae la olla que estamos utilizando como nuestro molde de pastel, y luego mira con ojos brillantes.
“Mientras la vaciamos, necesitamos golpear la cacerola de esta manera para que no tengamos burbujas.”
Debido a que la olla es demasiado pesada, le dejo esto a Ilse. Desde el comienzo de este proceso, parece que ella no pensaba que Freida y yo pudiéramos hacerlo, así que sigue fructuosamente mis instrucciones.
“Ahora, una vez que se cocine en el horno, todo estará terminado.”
Desde que realmente no sé cómo usar un horno de leña, creo que dejar esto a Ilse es la mejor idea. Cuando ella abre el horno, una ráfaga de calor ruge hacia el exterior. Ella rápidamente pone la pasta en el interior y entonces cierra la puerta con un clank.
“Pienso que estará listo cuando terminemos de limpiar”, les digo.
Intentamos ayudar a Ilse mientras ella se mueve rápidamente a través de la cocina, ordenando las cosas, pero terminan atrapadas en medio del camino entre la ayuda y el estorbo. Freida, que no puede dejar de estar expectantemente inquieta, luce muy linda.
“Me pregunto, ¿Si aún está hecho?”
“Aún no” le respondo.
Ah, ahora que lo pienso, no hay pinchos de bambú en este mundo, ¿no? ¿Cómo diablos voy a comprobar si esto está hecho?