Capítulo 256. Suarez
Fran
desarmó a los dos ejecutivos que ella capturó antes de sentarlos para que
pudiera interrogarlos.
Su objetivo
es, por supuesto, hacer que ellos divulguen los secretos del Barco de Guerra
Dragón de Agua.
[¿Cómo controlan el dragón?]
[N-Ni idea.]
[¿Nn?]
[Giiiiiiiii!]
Uno de los ejecutivos trató de hacerse el tonto, a lo cual
Fran reaccionó utilizándome para apuñalar sin piedad su muslo.
[¿Cómo controlan el dragón?]
[¡Los únicos que pueden decirte eso serían el jefe y
los chicos que están bajo él!]
[¡E-Estamos diciendo la verdad! ¡Solo somos piratas
regulares conseguimos subir rango entre sus filas! ¡No nos dirían algo como eso
nosotros!]
[Contar toda la información conocida. Aunque sea
insignificante.]
[¡T-Te diré todo lo que sé, así que por favor, saca tu
espada de mi pierna!]
[Nn.]
El pirata que accedió a hablar comenzó a gemir en una
mezcla de dolor y miedo cuando ella me sacó de su muslo.
Su compañero, el mago, palideció. Él se dio cuenta de
que pronto sufriría el mismo destino que su amigo si se negaba a hablar. Por aquel
fin, inmediatamente el pequeño lanzador comenzó a escupir todo lo que él sabía,
e incluso llegó a elaborar cosas sin que nosotros tuviéramos que preguntar.
Aunque realmente no él sabía demasiados detalles, al
menos fue capaz de confirmar que el dragón simplemente parecía estar
obedeciendo órdenes; no estaba siendo controlado a través de algún tipo de
objeto mágico a gran escala. Dicho esto, simplemente escuchará al príncipe, al
tipo al que estos piratas se referían como su jefe.
Preguntarles exactamente cómo el príncipe está
controlando al dragón no obtuvo ningún resultado. Ni siquiera sabían si solo lo
reconoce como alguien a quien debe escuchar, o si está siendo manipulado por
otros medios. En otras palabras, objetos, habilidades y hechizos de menor
escala son todas las posibilidades que aún tenemos que considerar.
Lo más útil que conseguimos que hicieran fue contarnos
un poco sobre el príncipe. Su nombre es Suarez Sheedran, y podría describirse
mejor como abultado hombre de piel marrón y cabello rubio plateado adornando su
cabeza. Suárez está bastante versado en combate; el aventurero promedio
supuestamente no sería capaz de igualarlo. Su arma principal es una enorme
hacha de batalla, una que probablemente debe estar llevando en este momento.
Capturarlo parece que será mucho más fácil decirlo que hacerlo.
Por supuesto, también conseguimos que ellos hablaran
sobre el dispositivo mágico que están usando para fortalecer al dragón.
Aparentemente es bastante grande, y está cerca de la parte trasera del barco,
pero como la parte del barco que lo sostiene está aislado del resto, así que no
podremos encontrarla si simplemente vamos caminando.
Bastante molesto, ninguno de los dos que capturamos
sabía cómo entrar en la sección separada. De hecho, ambos ignoran su ubicación
precisa. Esto, por supuesto, se debió al hecho de que el príncipe no confia en
ellos. A diferencia de muchos otros ejecutivos, no habían comenzado como sus
seguidores. En su lugar, eran solo antiguos miembros de las brigadas piratas
que solían ocupar el área antes de la llegada del príncipe. Aunque él confia en
ellos lo suficiente como para permitirles mantener sus posiciones, el príncipe,
básicamente, nunca les permitió entrar en algo demasiado importante.
[¡T-Te hemos dicho todo lo que pediste!]
[A-Así que por favor, ¡no nos mates...!]
[Entiendo.]
[¡G-Gracias, mguraaaaghh!]
Fran le dio una patada al mago en la cara. La fuerza pura
de su golpe lo envió volando en espiral fuera de la cubierta de la nave.
[¿N-No dijiste que no nos matarías si te decíamos lo
que querías?]
El lancero gritó indignado mientras observaba a su
amigo sumergirse en el mar.
[No maté. Simplemente tire al mar porque en el
camino.]
[¿Q-Qué coño fue esa suaaaghghhhhh?]
Ella no estaba equivocada. Fran no había matado a
ninguno de estos dos hombres. En su lugar, solo los había arrojado por la borda
al tiempo que les privaba de su conciencia. Aunque es bastante probable que mueran,
aún podrían vivir si tienen suerte, por lo que sería más acertado atribuir su
muerte a su propia incapacidad de despertar en lugar de atribuírsela a ella.
Además, eran piratas, plagas marineras profesionales. En lo que a mí respecta, estoy
seguro que sobrevivirán.
[Maldita sea Profesora, ¡usted es totalmente
despiadada!]
[Realmente amo esa parte de ella.]
[Tal parece que deberíamos tomar su ejemplo y comenzar
a hacer cosas así también.]
Los aprendices de Fran hicieron algunos comentarios
mientras observaban al segundo hombre seguir al primero hacia el mar. Los dos
primeros, Miguel y Naria, parecían impresionados, mientras que el tercero,
Liddick, comenzó a tomar una nota de su comportamiento. Darme cuenta de que
habían estado observando me llevó a contemplar si ellos se beneficiarían o no
de imitar sus despiadadas tendencias. Mi primer instinto fue refutar tal pensamiento,
pero entonces, consideré la posibilidad de que algún día pudieran ser
apuñalados por la espalda y morir porque simpatizaron con un enemigo. A partir
de eso, determiné que el enfoque de Fran probablemente sería el mejor para
ellos a largo plazo. Probablemente.
[D-De todos
modos, ¿por qué no vamos a cazar a Suárez?]
[Nn.]
Informamos a todos los demás aventureros que todavía
estaban en la cubierta del barco acerca de Suárez para que pudieran ayudarnos a
buscarlo. No habíamos podido hablar directamente con el grupo de Mordred, ya
que ya habían comenzado a invadir el interior del barco, pero intentamos
compensarlo pidiéndoles a todos los demás que transmitieran la información en
caso de que lo vieran.
No tengo ni idea de cuán fuerte sea Suárez, pero hay
una posibilidad de que, aparte de Fran, el grupo de Mordred sea el único capaz
de lidiar con él.
[Urushi, busca también.]
[¡On!]
Todos los marineros del Algieba ya saben que Urushi es
el familiar de Fran, por lo que la posibilidad de ser atacado por uno de
nuestros aliados en mitad de nuestra búsqueda es increíblemente baja.
[Captúralo si
puedes, sin embargo, regresa si crees que es demasiado fuerte para ti, ¿de
acuerdo?]
[¡On’On!]
[Vamos.]
Con una sola palabra y nada más, Fran se aventuró en
el interior del barco a través de la salida más cercana.
Nuestros aliados ya han acabado con la mayoría de los
piratas, así que pudimos mirar a nuestro alrededor sin ninguna interferencia, o
por lo menos así era hasta que bajamos un tramo de escaleras.
Los enemigos empezaron a atacarnos en el momento en
que descendimos y continuaron haciéndolo mientras explorábamos. Ninguno de
ellos estaba cerca de ser un problema de Fran, pero aun así fueron bastante
molestos.
Un aura de batalla densa comenzó a asaltarnos a medida
que avanzábamos un poco más. Parecía que habíamos encontrado nuestra marca.
[¡Fran!]
[¡Nn!]
Fran lo rastreó hasta una puerta muy grande, que ella
pateó para revelar algo parecido a un almacén vacío.
Varios aventureros y piratas se enfrentaban en el
centro de la sala. La sed de sangre que Fran había rastreado se había originado
de las dos personas más poderosas en la sala.
Una provenía de nuestro aliado, Mordred. Y,
naturalmente, la otra provenía de Suárez, el pirata que estábamos buscando
capturar.
El Príncipe Sheedran honestamente es bastante fuerte. Él
posee Arco Divino [Artes], y varias otras habilidades indican que obviamente él
es un guerrero consumado. Pero, a pesar de ello, no lo encontré lo
suficientemente competente para funcionar como el capitán de un barco pirata.
Le falta demasiado en el departamento de navegación para que yo realmente lo
considere un marinero.
Desafortunadamente, evaluarlo no me dijo mucho acerca
de cómo está controlando al dragón. Ninguna de sus habilidades indica que él
podría ser capaz de domar o convocar monstruos.
[¡Idiotas, retrasados! ¿Realmente pensaron que podrían
derrotar a un Barco de Guerra Dragón de Agua?]
[Es cierto que tu barco es fuerte, probablemente el
más fuerte que existe, pero eso significa una mierda si podemos llevar gente a
bordo.]
[¡Gyahahaha! ¡Buen chiste! ¡Te torturaré incluso más
que todas mis presas habituales antes de alimentar a los peces!]
¿Entonces le gusta torturar a la gente que captura?
Eso es bastante bajo...
Ambos combatientes se enfrentaron mientras yo meditaba
acerca de las desagradables aficiones del príncipe.
[¡Dorryaaaahhhh!]
Suárez hizo girar su hacha de batalla directamente a
la punta de la cabeza de Mordred. Su ataque tenía bastante velocidad; Parecía
ser al menos tan fuerte como un Aventurero Rango C.
Pero a pesar de ello, no estábamos preocupados en lo
más mínimo.
[Demasiado lento.]
[Kuh! ¡Qué impertinente!]
Mordred recibió el golpe con su lanza y lo bloqueo
limpiamente, un movimiento que apareció estar dentro de los cálculos de Suárez.
El usuario del hacha no dejó que el impacto resultante lo desequilibrase.
Rápidamente giró el arma y la trajo de vuelta para un segundo corte. Tengo que
admitir que la técnica fue hábil y que habría sido más que suficiente para
derribar a un aventurero promedio.
Pero Mordred no es un aventurero promedio.
[Control de Metal]
[¿Q-Qué de--?]
[Tu hacha es mía. Ya está bajo mi control.]
A simple vista, casi parecía como si Mordred hubiese liberado
su brazo derecho por desesperación después de darse cuenta de que no podría
bloquear el ataque, pero claro, ese no era el caso.
La enorme hacha que parecía estar en curso de colisión
para así cortar el desprotegido brazo doblado de Mordred en el momento en que estaba
a punto de hacer contacto, casi pareció que el hacha de batalla estuviese hecha
de arcilla y no de acero.
Aunque Suárez ya había perdido básicamente, Mordred no
cedió. Aseguró su victoria manipulando el metal del hacha, envolviéndolo
alrededor del cuerpo de Suárez. La forma en que se enrolló alrededor de su
antiguo portador casi la hacía parecer como una especie de criatura viviente.
Las acciones de Mordred habían demostrado por qué la
Magia [Lava] es tan temible. Le permite a su usuario tomar el control y
manipular libremente las sustancias a base de metales.
[¡Mierda! ¡¿Que acaba de pasar?!]
El hacha de Suárez, o mejor dicho, su reciente atadura,
ya había regresado a un estado endurecido. El príncipe intentó liberarse, pero
pronto se encontró incapaz de escapar de sus restricciones. El acero no solo
había sido derretido y remodelado. Sino que también había sido fortalecido.
[¡Guooooooohhhhh! ¡Suéltame, maldita sea!]
[Deja de luchar. No es posible que alguien tan débil
como tú escape.]
Y con eso, el Príncipe fue hecho nuestro prisionero.