viernes, 11 de enero de 2019

Tensei Shitara Ken Deshita 256


Capítulo 256. Suarez

Fran desarmó a los dos ejecutivos que ella capturó antes de sentarlos para que pudiera interrogarlos.
Su objetivo es, por supuesto, hacer que ellos divulguen los secretos del Barco de Guerra Dragón de Agua.
[¿Cómo controlan el dragón?]
[N-Ni idea.]
[¿Nn?]
[Giiiiiiiii!]
Uno de los ejecutivos trató de hacerse el tonto, a lo cual Fran reaccionó utilizándome para apuñalar sin piedad su muslo.

[¿Cómo controlan el dragón?]
[¡Los únicos que pueden decirte eso serían el jefe y los chicos que están bajo él!]
[¡E-Estamos diciendo la verdad! ¡Solo somos piratas regulares conseguimos subir rango entre sus filas! ¡No nos dirían algo como eso nosotros!]
[Contar toda la información conocida. Aunque sea insignificante.]
[¡T-Te diré todo lo que sé, así que por favor, saca tu espada de mi pierna!]
[Nn.]
El pirata que accedió a hablar comenzó a gemir en una mezcla de dolor y miedo cuando ella me sacó de su muslo.
Su compañero, el mago, palideció. Él se dio cuenta de que pronto sufriría el mismo destino que su amigo si se negaba a hablar. Por aquel fin, inmediatamente el pequeño lanzador comenzó a escupir todo lo que él sabía, e incluso llegó a elaborar cosas sin que nosotros tuviéramos que preguntar.
Aunque realmente no él sabía demasiados detalles, al menos fue capaz de confirmar que el dragón simplemente parecía estar obedeciendo órdenes; no estaba siendo controlado a través de algún tipo de objeto mágico a gran escala. Dicho esto, simplemente escuchará al príncipe, al tipo al que estos piratas se referían como su jefe.
Preguntarles exactamente cómo el príncipe está controlando al dragón no obtuvo ningún resultado. Ni siquiera sabían si solo lo reconoce como alguien a quien debe escuchar, o si está siendo manipulado por otros medios. En otras palabras, objetos, habilidades y hechizos de menor escala son todas las posibilidades que aún tenemos que considerar.
Lo más útil que conseguimos que hicieran fue contarnos un poco sobre el príncipe. Su nombre es Suarez Sheedran, y podría describirse mejor como abultado hombre de piel marrón y cabello rubio plateado adornando su cabeza. Suárez está bastante versado en combate; el aventurero promedio supuestamente no sería capaz de igualarlo. Su arma principal es una enorme hacha de batalla, una que probablemente debe estar llevando en este momento. Capturarlo parece que será mucho más fácil decirlo que hacerlo.
Por supuesto, también conseguimos que ellos hablaran sobre el dispositivo mágico que están usando para fortalecer al dragón. Aparentemente es bastante grande, y está cerca de la parte trasera del barco, pero como la parte del barco que lo sostiene está aislado del resto, así que no podremos encontrarla si simplemente vamos caminando.
Bastante molesto, ninguno de los dos que capturamos sabía cómo entrar en la sección separada. De hecho, ambos ignoran su ubicación precisa. Esto, por supuesto, se debió al hecho de que el príncipe no confia en ellos. A diferencia de muchos otros ejecutivos, no habían comenzado como sus seguidores. En su lugar, eran solo antiguos miembros de las brigadas piratas que solían ocupar el área antes de la llegada del príncipe. Aunque él confia en ellos lo suficiente como para permitirles mantener sus posiciones, el príncipe, básicamente, nunca les permitió entrar en algo demasiado importante.
[¡T-Te hemos dicho todo lo que pediste!]
[A-Así que por favor, ¡no nos mates...!]
[Entiendo.]
[¡G-Gracias, mguraaaaghh!]
Fran le dio una patada al mago en la cara. La fuerza pura de su golpe lo envió volando en espiral fuera de la cubierta de la nave.
[¿N-No dijiste que no nos matarías si te decíamos lo que querías?]
El lancero gritó indignado mientras observaba a su amigo sumergirse en el mar.
[No maté. Simplemente tire al mar porque en el camino.]
[¿Q-Qué coño fue esa suaaaghghhhhh?]
Ella no estaba equivocada. Fran no había matado a ninguno de estos dos hombres. En su lugar, solo los había arrojado por la borda al tiempo que les privaba de su conciencia. Aunque es bastante probable que mueran, aún podrían vivir si tienen suerte, por lo que sería más acertado atribuir su muerte a su propia incapacidad de despertar en lugar de atribuírsela a ella. Además, eran piratas, plagas marineras profesionales. En lo que a mí respecta, estoy seguro que sobrevivirán.
[Maldita sea Profesora, ¡usted es totalmente despiadada!]
[Realmente amo esa parte de ella.]
[Tal parece que deberíamos tomar su ejemplo y comenzar a hacer cosas así también.]
Los aprendices de Fran hicieron algunos comentarios mientras observaban al segundo hombre seguir al primero hacia el mar. Los dos primeros, Miguel y Naria, parecían impresionados, mientras que el tercero, Liddick, comenzó a tomar una nota de su comportamiento. Darme cuenta de que habían estado observando me llevó a contemplar si ellos se beneficiarían o no de imitar sus despiadadas tendencias. Mi primer instinto fue refutar tal pensamiento, pero entonces, consideré la posibilidad de que algún día pudieran ser apuñalados por la espalda y morir porque simpatizaron con un enemigo. A partir de eso, determiné que el enfoque de Fran probablemente sería el mejor para ellos a largo plazo. Probablemente.
[D-De todos modos, ¿por qué no vamos a cazar a Suárez?]
[Nn.]
Informamos a todos los demás aventureros que todavía estaban en la cubierta del barco acerca de Suárez para que pudieran ayudarnos a buscarlo. No habíamos podido hablar directamente con el grupo de Mordred, ya que ya habían comenzado a invadir el interior del barco, pero intentamos compensarlo pidiéndoles a todos los demás que transmitieran la información en caso de que lo vieran.
No tengo ni idea de cuán fuerte sea Suárez, pero hay una posibilidad de que, aparte de Fran, el grupo de Mordred sea el único capaz de lidiar con él.
[Urushi, busca también.]
[¡On!]
Todos los marineros del Algieba ya saben que Urushi es el familiar de Fran, por lo que la posibilidad de ser atacado por uno de nuestros aliados en mitad de nuestra búsqueda es increíblemente baja.
[Captúralo si puedes, sin embargo, regresa si crees que es demasiado fuerte para ti, ¿de acuerdo?]
[¡On’On!]
[Vamos.]
Con una sola palabra y nada más, Fran se aventuró en el interior del barco a través de la salida más cercana.
Nuestros aliados ya han acabado con la mayoría de los piratas, así que pudimos mirar a nuestro alrededor sin ninguna interferencia, o por lo menos así era hasta que bajamos un tramo de escaleras.
Los enemigos empezaron a atacarnos en el momento en que descendimos y continuaron haciéndolo mientras explorábamos. Ninguno de ellos estaba cerca de ser un problema de Fran, pero aun así fueron bastante molestos.
Un aura de batalla densa comenzó a asaltarnos a medida que avanzábamos un poco más. Parecía que habíamos encontrado nuestra marca.
[¡Fran!]
[¡Nn!]
Fran lo rastreó hasta una puerta muy grande, que ella pateó para revelar algo parecido a un almacén vacío.
Varios aventureros y piratas se enfrentaban en el centro de la sala. La sed de sangre que Fran había rastreado se había originado de las dos personas más poderosas en la sala.
Una provenía de nuestro aliado, Mordred. Y, naturalmente, la otra provenía de Suárez, el pirata que estábamos buscando capturar.
El Príncipe Sheedran honestamente es bastante fuerte. Él posee Arco Divino [Artes], y varias otras habilidades indican que obviamente él es un guerrero consumado. Pero, a pesar de ello, no lo encontré lo suficientemente competente para funcionar como el capitán de un barco pirata. Le falta demasiado en el departamento de navegación para que yo realmente lo considere un marinero.
Desafortunadamente, evaluarlo no me dijo mucho acerca de cómo está controlando al dragón. Ninguna de sus habilidades indica que él podría ser capaz de domar o convocar monstruos.
[¡Idiotas, retrasados! ¿Realmente pensaron que podrían derrotar a un Barco de Guerra Dragón de Agua?]
[Es cierto que tu barco es fuerte, probablemente el más fuerte que existe, pero eso significa una mierda si podemos llevar gente a bordo.]
[¡Gyahahaha! ¡Buen chiste! ¡Te torturaré incluso más que todas mis presas habituales antes de alimentar a los peces!]
¿Entonces le gusta torturar a la gente que captura? Eso es bastante bajo...
Ambos combatientes se enfrentaron mientras yo meditaba acerca de las desagradables aficiones del príncipe.
[¡Dorryaaaahhhh!]
Suárez hizo girar su hacha de batalla directamente a la punta de la cabeza de Mordred. Su ataque tenía bastante velocidad; Parecía ser al menos tan fuerte como un Aventurero Rango C.
Pero a pesar de ello, no estábamos preocupados en lo más mínimo.
[Demasiado lento.]
[Kuh! ¡Qué impertinente!]
Mordred recibió el golpe con su lanza y lo bloqueo limpiamente, un movimiento que apareció estar dentro de los cálculos de Suárez. El usuario del hacha no dejó que el impacto resultante lo desequilibrase. Rápidamente giró el arma y la trajo de vuelta para un segundo corte. Tengo que admitir que la técnica fue hábil y que habría sido más que suficiente para derribar a un aventurero promedio.
Pero Mordred no es un aventurero promedio.
[Control de Metal]
[¿Q-Qué de--?]
[Tu hacha es mía. Ya está bajo mi control.]
A simple vista, casi parecía como si Mordred hubiese liberado su brazo derecho por desesperación después de darse cuenta de que no podría bloquear el ataque, pero claro, ese no era el caso.
La enorme hacha que parecía estar en curso de colisión para así cortar el desprotegido brazo doblado de Mordred en el momento en que estaba a punto de hacer contacto, casi pareció que el hacha de batalla estuviese hecha de arcilla y no de acero.
Aunque Suárez ya había perdido básicamente, Mordred no cedió. Aseguró su victoria manipulando el metal del hacha, envolviéndolo alrededor del cuerpo de Suárez. La forma en que se enrolló alrededor de su antiguo portador casi la hacía parecer como una especie de criatura viviente.
Las acciones de Mordred habían demostrado por qué la Magia [Lava] es tan temible. Le permite a su usuario tomar el control y manipular libremente las sustancias a base de metales.
[¡Mierda! ¡¿Que acaba de pasar?!]
El hacha de Suárez, o mejor dicho, su reciente atadura, ya había regresado a un estado endurecido. El príncipe intentó liberarse, pero pronto se encontró incapaz de escapar de sus restricciones. El acero no solo había sido derretido y remodelado. Sino que también había sido fortalecido.
[¡Guooooooohhhhh! ¡Suéltame, maldita sea!]
[Deja de luchar. No es posible que alguien tan débil como tú escape.]
Y con eso, el Príncipe fue hecho nuestro prisionero.