Conversación Privada con el Sacerdote Principal
No hay
mucho que yo pueda hacer con mi decisión de ayudar a los huérfanos mientras me
encuentro en casa. Tuve una discusión con Lutz y Fran, después de acordar que
“la vida es preciosa”, comenzamos nuestro trabajo secreto.
Desde que
no tengo idea de qué, si hay algo, los niños de allí puedan digerir de manera
segura en este punto, acabamos decidiendo que empaparemos un pan desmenuzado en
sopa para hacer una papilla de pan, y Gil las llevará a través de la entrada
secreta. Con Fran llevando las bendiciones de los dioses desde el frente, y Gil
llevando a escondidas las papillas desde atrás, lo más probable es que podamos conseguir
que los huérfanos coman sin que nadie logre notarlo, o eso fue lo que dijo
Fran.
“Gil fue
quien estaba más interesado en esto,” Fran continúa, “así que creo que debería
estar dispuesto a tomar la iniciativa.”
“Si Gil lo
hará,” Lutz agregó, “entonces dile que puedo prestarle un conjunto de ropa para
que pueda hacer ese tipo de trabajo sucio.”
Esto es
todo lo que podremos hacer hoy, pero solo porque puedo decirme a mí misma que
ninguno de esos niños va a morir de hambre literalmente durante esta noche, así
que puedo relajarme un poco. Dejé que mi cara se aflojara, dejando salir un leve
suspiro de alivio, pero el rostro de Fran permanece tenso mientras me mira.
“Hermana Maine,
es muy probable que el Maestro del Templo desapruebe su plan para salvar a los
huérfanos, así que tenga mucho cuidado con Delia,” él me dice.
“... ¿Piensas
que el Sacerdote Principal estará de acuerdo con esto?”
Pensé que
no únicamente el Maestro del Templo sería quien desaprobaría este plan, sino que
también el Sacerdote Principal, pero me pregunto ¿qué piensa Fran?
“Le
transmitiré sus pensamientos. Con total seguridad, usted no se encuentra sola al
estar disgustada por el estado del orfanato y el trato que están recibiendo los
sacerdotes y las sacerdotisas de allí.”
“¿Huh?” Le
digo, inclinando mi cabeza dubitativamente. “¿Aunque obtuve la impresión
exactamente opuesta?”
Los ojos de
Fran se abren momentáneamente en leve shock, luego, con una expresión de
resignación, baja sus ojos.
“¿Usted no
estaba escuchando lo que Delia estaba diciendo? El Maestro del Templo tiene más
poder que el Sacerdote Principal. Además, el Padre mantiene sus verdaderas
intenciones profundamente ocultas para que el Maestro del Templo no pueda ver
cada uno de sus movimientos, lo que lo hace muy difícil de leer, pero siento
que realmente él está irritado por el estado actual del templo.”
“...No
tenía idea en absoluto de eso.”
¿En qué
parte de nuestra conversación el Sacerdote Principal manifestó su irritación?
¿Fran acaso es capaz de escuchar sus pensamientos internos así como las
palabras que él está diciendo?
Mientras presionó
mi cerebro, tratando y fallando de comprenderlo, Lutz simplemente se encoge de
hombros.
“Probablemente
deberías decirle al Sacerdote Principal que Maine no pudo entender su
significado,” Lutz le dice a Fran.
“Es justo como
dice. Y será muy necesario, Hermana, que usted aprenda los particulares eufemismos
con los cuales la nobleza encubre sus palabras.”
La manera
en que me miran con sus ojos cálidos, como si fuese un inútil niño pequeño,
realmente duele.
◇◇◇
Durante los
siguientes días, mientras Gil introducía la comida a escondidas, Fran y yo
discutimos la forma más fácil de transmitir nuestras peticiones al Sacerdote
Principal. También pedimos la opinión de Lutz, y como esto involucra al Taller
de Maine, Benno también se involucró, refunfuñando sobre cómo lo estaba
arrastrando a otro gran dolor en el trasero.
Originalmente
quería obtener el permiso del Sacerdote Principal lo antes posible y hacer que
los planes de mejora de mi orfanato se iniciaran por la fuerza, pero Benno se
enojó nuevamente y me gritó que soy una pequeña niña despreocupada.
“¡No fuerces
tu camino! Cuando estás tratando con la nobleza, no importa cuánto odies todo
el esfuerzo adicional hagas tomando un camino indirecto, ¡absolutamente necesitas
sentar las bases primero! Más bien, tú necesitas tener todo decidido de
antemano. ¡Si te presentas abruptamente, ni siquiera podrás estar segura de si
te hablarán para empezar!”
“Es
exactamente como ha menciono el Maestro Benno. Sé que normalmente comienza a
actuar en el momento en que decide sus metas, pero cuando necesita conversar,
primero debe transmitirles la información relevante y sus solicitudes, y luego
solicitar la reunión. En una reunión con la nobleza, no puede apresurase.
Necesita tomar todo el tiempo que usted necesite para hacer sus preparativos en
silencio y asegurarse de que el resultado sea ventajoso para usted.”
Cuando yo, ante
mi sorpresa por ver el estado del orfanato, le pedí ayuda al Sacerdote Principal
y le pregunté: ¿no hay algo que pueda hacer?”, Yo estuve incurriendo en una
grave violación de los modales, fue lo que Fran me dijo. El Sacerdote Principal
no pudo hacer los preparativos apropiados para reunirse conmigo, ni tampoco había
sido capaz de recopilar alguna información relevante.
“Esta vez será
una excelente oportunidad para que usted aprenda, Hermana Maine. Por favor, observe
atentamente mientras organizamos la reunión y hacemos los preparativos
necesarios, y luego asegúrese de aprender de la experiencia. Esto será importante
en el futuro.”
Después de
todas nuestras discusiones, determinamos que, para comenzar, yo asumiré el rol
de directora de orfanato, luego usaré mis fondos del Taller de Maine para
reformar el orfanato con el pretexto de establecer un taller en él.
Bañaremos a
los huérfanos y limpiaremos a fondo el orfanato. A partir de ahí, vamos a
instalar el taller en el sótano del dormitorio de los chicos, a continuación, para
cocinar y hacer papel, instalaremos estufas y traeremos las herramientas
necesarias.
Vamos a
dividir a las personas viviendo dentro del orfanato varios equipos—el equipo de
recolección del bosque y fabricación de papel, el equipo de trabajo doméstico del
orfanato y el equipo de trabajo del templo—y luego vamos a rotarlos a través de
cada uno de ellos en intervalos de un mes hasta que ellos hayan experimentado
todo. Luego, vamos a preguntarles su preferencia y asignarlos a ese equipo.
Podrán elegir libremente lo que ellos quieren realizar.
A medida
que vamos descubriendo los tipos de ropa y herramientas que necesitaremos, vamos
a tener que pasar a través de Benno para adquirirlas. Para adquirir los fondos
que vamos a necesitar para hacerlo, les pedí a Lutz y Ralph que hicieran
perchas de madera. Específicamente, el tipo de percha-colgador con las que
estoy familiarizada, construida para imitar la redondez de los hombros humanos.
“Éstos mantendrán la ropa con un aspecto más agradable que los colgadores en
forma de cruz que vi en la tienda de ropa usada,” le dije a Benno, y con los
ojos brillantes, inmediatamente me abalanzó por ello.
Gracias, regrese
nuevamente.
“¿Cuál es
el objetivo final de la sucursal del orfanato del Taller de Maine?” Benno me pregunta,
mirándome. Sé que si no puedo responderle ahora, él se enojará conmigo por ser tan
imprudente otra vez.
“Para
asegurarnos que el orfanato pueda cubrir sus gastos de subsistencia. Cuando las
bendiciones de los dioses sean insuficientes, pienso que sería bueno para ellos
puedan ganar el dinero que necesitan para comprar alimentos suficientes para
compensarlo.”
“¿Sólo
comida?”
“El templo
generalmente proporciona las necesidades básicas que necesitan para vivir, así que
pienso que estaría bien si pueden ganar lo suficiente para pagar la comida.”
Cuando
respondo a la pregunta de Benno, Lutz comienza a trabajar en los cálculos del
precio del papel y el costo de la cantidad necesaria de alimentos.
“...Si es
solo comida, entonces es mucho más fácil hacer que eso suceda de lo que había
pensado.”
Lutz había
dicho originalmente que si los huérfanos no tenían dinero, entonces podrían
recolectar alimentos en el bosque, pero cuando piensas detenidamente en el
tamaño del orfanato, no hay forma de que ellos puedan reunir de manera
sostenible todo lo que van a necesitar. Pero, si consideramos que podrían ganar
suficiente dinero a través del taller, entonces, si las cosas van de acuerdo al
plan, podrán alimentarse de los fondos del taller.
“Si vas a
proporcionarles fondos,” Benno dice, “¿Hay algún punto para que aprendan a
recolectar alimentos?”
“Solo
quiero que aprendan cómo hacerlo mientras están haciendo papel. Si ellos saben,
y se están muriendo de hambre, entonces ellos podrán comer algo, ¿no? Si no lo
saben, entonces quizás podrían recoger hongos venenosos como yo solía hacerlo.”
“Recogiste
una tonelada de hongos venenosos, ¿no...?” Lutz me dice.
Mientras
tanto, Fran trabajó desde las sombras para transmitir la mayor cantidad de
información que pudo al Sacerdote Principal y obtener su aprobación informal
para mi plan de convertirse en la Directora del orfanato y establecer una
sucursal de mi taller. Además de eso, Fran organizó una reunión con el Sacerdote
Principal para tener una discusión formal al respecto.
Tal parece
que la solicitud formal para una reunión debe realizarse con varios días de
anticipación, por lo que Fran me enseñó cómo darle formato a esa carta en
particular y la escribí.
... Huh,
los nobles son un dolor en el trasero.
Para cuando
la invitación por escrito del Principal Sacerdote llega, los huérfanos están
mucho más sanos debido a los esfuerzos secretos de Gil. Me dice que han
comenzado a ganar apetito y que han pasado de comer solo sopa a poder comer un
poco de comida sólida, y están empezando a sentirse un poco más animados.
Parece que están llegando al punto en que están lo suficientemente sanos como
para ser completamente limpiados mientras higienizan sus habitaciones
absolutamente sucias.
◇◇◇
El Sacerdote
Principal había comunicado que me reuniera con él después de la tercera campanada,
por lo que cuando suena el timbre, camino junto con Fran a sus aposentos. De
vuelta en mis habitaciones, Gil y Lutz se encuentran esperando, preparados para
ponerse en movimiento en cualquier momento.
“Padre,” le
digo, “Gracias por tomarse el tiempo para reunirse conmigo.”
“Ah, Maine.
…Ven por aquí.”
Tal parece
que el Sacerdote Principal ya ha hecho salir a las personas, dado que no hay
nadie más en su habitación aparte de Arnaud. Cuando comienzo a caminar hacia su
mesa de trabajo, como suelo hacerlo, él se levanta y comienza a caminar hacia
su cama.
“¿¡Padre?!”
Arnaud dice, sorprendido.
Fran luce igualmente
sorprendido, sus ojos están bien abiertos. No tengo idea de lo que está
sucediendo, pero sigo avanzando detrás del Sacerdote Principal de todos modos. Él
empuja el dosel alrededor de su cama a un lado, moviendo su mano para decirme
que me acerque. Inclino mi cabeza, preguntándome si hay algo más profundo
detrás de la cama, mientras me acerco cautelosamente. Detrás del dosel, puedo
ver otra puerta.
“Vamos a
tener nuestra conversación aquí,” él dice.
El Sacerdote
Principal extiende su mano hacia la puerta, como si él la presentara a un escáner
de huellas dactilares. En ese momento, surge un círculo mágico azul-blanco
resplandeciente, y desde la gema en el anillo de su dedo derecho brilla una luz
roja brillante. La luz traza el borde del círculo una vez, luego se atenúa.
“Ningún
asistente puede pasar por esta puerta. Ven aquí, Maine.”
La puerta
se abre cuando él la empuja, a continuación entra, sin que Arnaud o Fran lo
sigan. Cuando observo el cuarto oscuro más allá, soy momentáneamente colmada por
la ansiedad, así que miro por encima del hombro a Fran, quien levemente me
asiente con su cabeza, instándome a avanzar.
“P... Perdone
mi intrusión,” digo, entrando por la puerta.
Tan pronto
como atravieso la puerta y la cierro detrás de mí, dejando la habitación en total
oscuridad, ventanas aparecen repentinamente, inundando la habitación con luz,
como si se hubieran abierto las persianas, revelando las ventanas detrás de
ellas.
“¡¿Whoa?!”
Mientras
entrecierro mis ojos, tapándolos esperando que se ajusten, escucho el sonido
provocado por el Sacerdote Principal al mover las cosas en la habitación.
Lentamente abro mis ojos y veo que la antigua sala negra se ha revelado como
algo que me recuerda claramente a la oficina de un profesor universitario.
Cada mesa y
estante está cubierto de montones de rollos, fajos de pergaminos y pilas de
varios libros. En las estanterías puedo ver filas de herramientas que nunca
había visto y que de alguna manera parecen equipos científicos. En la esquina,
veo un sofá que parece que se supone que es para relajarse, pero aún hay más
pilas de documentos esparcidos sobre él.
Desde que
los asistentes no tienen permitido entran en este lugar para mantener todo
ordenadamente en su sitio, esta habitación no se parece en nada a las otras
habitaciones del Sacerdote Principal, sino que luce mucho más como a su propio
espacio privado.
“No puedes
entrar a esta habitación a menos que poseas una cierta cantidad de maná. Creo
que podrías ser la única miembro del clero viviendo actualmente en este templo,
aparte de mí, que incluso puede ingresar a esta sala. Este es un lugar perfecto
para una conversación.”
“¡Esta es
una habitación secreta realmente genial! Es, como, súper mágica...”
El Sacerdote
Principal me mira mientras empuja algunas pilas de papeles en el sofá a un
lado.
“...Tus aposentos
debería tener algo como esto, ¿no?”
“¿En serio?
No lo sabía.”
Mi cama no posee
dosel encima. Todo lo que tengo es el marco, sin siquiera un colchón. Sin
embargo, recordando el momento en que colapse, podría ser una buena idea para
mí conseguir algún tipo de ropa de cama allí.
“Tu maná
necesita estar registrado en la puerta, así que probable que no puedas usarla.”
“¿Registrado?”
“No es
importante en este momento. Vamos a discutir por qué estamos aquí. Siéntate ahí,
por favor.”
El Sacerdote
Principal cambia el tema por la fuerza, indicando el lugar que él acaba de
limpiar en el sofá para mí. Él empuja la silla de su escritorio para sentarse.
Cuando lo miro, su rostro no se encuentra alerta e inexpresivo como el rostro de
Fran. Su frente se encuentra fruncida, pareciendo disgustado.
... ¿Quizás
está a punto de sermonearme?
He estado
en el extremo receptor de varias lecciones de Fran en los últimos días, así que
creo que puedo adivinar qué va a pasar hoy. Me pregunto si tal vez eligió este lugar
en particular para poder sermonearme a un nivel que no puede mostrarle a sus
asistentes. Incluso si quiero que Fran venga a salvarme, no hay nadie en este
lugar, salvo nosotros dos, nadie vendrá en mi ayuda.
“Uh, umm,
entonces, Padre. ¿Por qué me ha traído aquí?”
“Escuché de
Fran que no me entenderías si utilizará las frases indirectas que usamos los
nobles,” él responde.
Él me mira
fijamente. Ya que normalmente es el tipo de persona que mantiene su rostro frio
e inexpresivo, ver su frente arrugada por el disgusto es realmente algo aterrador.
A diferencia de Benno, cuyas reprimendas resuenan como truenos, la ira del Sacerdote
Principal es fría y lentamente me congela desde los pies hacia arriba.
“Del mismo
modo,” él me dice, “el otro día, mencionaste sin pensar algunas cosas muy
importantes y muy peligrosas sin rodeos. ¿Te habías percatado que uno de los
asistentes del Reverendo se encontraba en mi habitación por asuntos del
templo?”
“No lo
hice, no. De ningún modo.”
“Criticar
las acciones del Reverendo justo frente a su asistente, para hacer tal cosa...”
él toma una respiración lenta. “En otras palabras, habías puesto en riesgo mi
vida con esa conversación. No te habías dado cuenta de este hecho, ¿cierto?”
“...Yo, yo
lo siento mucho.”
Pensé que
lo que yo había hecho era intentar que el Sacerdote Principal comprendiera la
situación, pero lo que realmente había hecho fue criticar cómo el Maestro del Templo
estaba manejando las cosas. Todos los que están allí, desde el Sacerdote
Principal hasta sus asistentes, deben haber estado congelados por el miedo.
“Al menos, deberías
aprender los nombres y rostros de los demás cleros vestido de azul, así como
las caras de sus asistentes. Si no te das cuenta de lo que sucede a tu
alrededor, ¿cómo podrían entender que podrían estar haciendo tus enemigos sin
tu conocimiento? Eres demasiado descuidada.”
Su
expresión atónita se parece mucho a la de Benno. Parece que, sin importar a
dónde vaya, seré regañada.
“... El Señor
Benno me llama mucho precipitada,” le digo.
“Ahora que
pienso un poco, él dijo que carecías de cautela y no aprendes tu lección, sin
importar cuántas veces te engañen. Estoy totalmente de acuerdo con su opinión.
Como una sacerdotisa de túnica azul, trabajarás junto a la nobleza, por lo que
debes aprender y entender cómo interactúan los nobles.”
“Si,
Padre.”
El Sacerdote
Principal parece estar completamente preocupado acerca de mi posición. Al igual
que Fran había dicho, sus verdaderos motivos habían estado tan ocultos que no
había podido leerlos, pero parece que él me estaba protegiendo del Maestro del Templo.
“No tiene
ningún sentido que te permita descubrir el significado oculto en mis palabras,
y sin importa cuál sea tu opinión, quizás puedas expresarla de manera desnuda,
pero en la sociedad noble esto puede ser literalmente fatal. No debes, de
ninguna manera, hablar con tan aterrador de la manera en que lo hiciste. Desde
que soy incapaz de determinar si te estaré comunicando o no con éxito mis
intenciones, juzgue que sería mejor usar esta sala cada vez que yo necesite
tener una discusión contigo cuando no deseo que otros escuchen.”
“Realmente
lo siento mucho, Padre.”
Desde que
el Sacerdote Principal no puede decirme lo que realmente quiere sin decirlo con
franqueza, parece que ha decidido tener nuestras conversaciones aquí. Sé que es
una gran molestia, pero me siento aliviada de poder hablar abiertamente con él.
“Escuché
esto de Fran,” él me dice, “pero parece que has decidido que te convertirás en la
Directora del orfanato, ¿no? Habías dicho que no podías asumir esa
responsabilidad; Así que ¿realmente serás capaz de hacerlo?”
Me estudia
de cerca, sus fríos y brillantes ojos parecen mirar directamente a mi corazón.
Me enderezo, solidificando mi deseo de ayudar a los niños. Lo miro de vuelta,
tratando de transmitir mi determinación.
“Para ser
honesta, el concepto de asumir la responsabilidad sigue siendo aterrador. Sin
embargo, las cosas no pueden permanecer como están, así que si puedo ayudar,
quiero hacerlo.”
“Hmm. Si
estás resuelta a hacerlo, entonces no me importa.”
El hecho de
que él aceptara tan fácilmente es casi una completa decepción.
“¿Huh? Le digo,
mirándolo con curiosidad. “¿Usted está bien con esto?”
“Ya le dije
esto a Fran informalmente, así que ya deberías haber recibido mi aprobación,
¿verdad?”
“Escuché
eso, sin embargo, fue tan diferente de lo que había escuchado de usted durante
nuestra última conversación que me sorprendió bastante...”
“Dado que
hablé de manera indirecta, no lo entendiste, así que algo así era inevitable.”
“Whoa, lo
siento.”
Mientras me
disculpo por lo que debe haber sido la milésima vez, el Sacerdote Principal recoge
unas hojas de papel. Pasa su dedo sobre ellas brevemente, y a continuación me
mira nuevamente.
“Escuché
los detalles generales de Fran, pero no pude entenderlos. Creo que esto puede
ser debido a que Fran no tenía una comprensión completa de ellos él mismo. Dijo
que sus conversaciones contenían mucho lenguaje y una peculiar comprensión
tácita de los comerciantes. Por favor, explícame qué planeas hacer una vez que
te conviertas en la Directora del orfanato.”
Comienzo a
explicarle el plan que todos han ideado.
“Voy a
establecer el Taller de Maine en el orfanato. Mi primera prioridad es mejorar
las condiciones alimentarias de los niños quienes servirán como mis
trabajadores, así como limpiar a fondo el orfanato en el que van a trabajar.
Luego instalaré las herramientas y equipos necesarios para su trabajo. A partir
de ahí, con el fin de mejorar su dieta, planeo permitirles cocinar su propia
comida. Si ellos son capaces de hacer sopa para sí mismos, entonces cuando ellos
agreguen esta a las bendiciones de los dioses, podrán mejorar dramáticamente su
nutrición.”
“Ya veo,” dice,
mirándome. “¿Y qué fue lo que Fran quiso decir por tomar a todos en el orfanato
como tus asistentes?”
“...Si son
mis asistentes, entonces podré enviarlos a hacer recados fuera del templo.”
“Si esa es
la única razón, entonces renuncia. Si, por ejemplo, otro clero con túnica azul
se uniera al templo y no quedaran individuos capaces en el orfanato para convertirse
en sus asistentes, el hecho de que los haya adquirido a todos causaría
involuntariamente un conflicto. Si tú eres la Directora, entonces debería estar
bien que los envíes afuera para hacer algunos recados.”
“Entendido.”
Si puedo
sacar a los niños del templo, entonces no hay ninguna razón en particular para
que yo los haga mis asistentes. Asiento con mi cabeza para mostrar mi
comprensión.
“Cuando tengas
sus dietas bajo control, ¿a continuación qué harás?”
“Planeo
hacer que ellos elaboren papel a base de plantas para mí. Originalmente, yo fui
capaz de hacerlo sola junto a Lutz, así que una vez que los niños aprenden el
método apropiado, incluso ellos deberían poder hacerlo.”
“Papel a
base de plantas, has dicho...”
Sus ojos se
dirigen brevemente a la pila de papel en su escritorio. Pensándolo bien, de
todos los regalos que Benno le había traído, él había más interesado en el
papel.
“Para
evitar, por ejemplo, la apropiación indebida,” digo, “ya firmé un contrato
mágico para garantizar que todos los productos producidos por el Taller de Maine
se vendan a través de la Firma Gilberta, así que me temo que no pueden ser
tomados directamente por el templo.”
“Excelente
juicio, muy mercantil. Así, por ejemplo, incluso si el Reverendo se enterara de
ello, él no podrá fugarse con él. Sus ojos se entrecierran desinteresadamente.
“Muy bien. Entonces, cuando puedas vender el papel, ¿qué seguiría?”
“Una vez
que vendan el producto, podrán comprar alimentos suficientes para satisfacer
sus necesidades. Si lo hacen, entonces no tendré que llevarles comida
directamente, y no correrán el riesgo de morir de hambre por su dependencia de
la cantidad de sacerdotes y sacerdotisas de túnica azul.”
“¿Por qué
una persona tan ordinariamente apática hacia los demás como tu va tan lejos
como para hacer esto, incluso aunque no podrías ganar nada con esta tarea tan
difícil?”
La
intensidad en sus ojos me dice que esta es la pregunta más importante que él quería
hacer. Lo miro nuevamente a los ojos.
“Sería para
que pudiese proteger mi capacidad de leer sin preocuparme, ¿no?”
“¿Qué
dijiste?” Él me dice, con sus ojos abiertos por la incredulidad.
“Conociendo
que me encuentro separada por una pared de niños que mueren de hambre, no puedo
evitar estar molesta. Aunque estoy bien mientras estoy inmersa en un libro, en
el momento en que dejo de leerlos recuerdo esa horrible escena. La culpa y el
disgusto son demasiado difíciles de soportar.”
“Entonces,
en otras palabras, es por el único propósito de eliminar los obstáculos en tu
lectura que está asumiendo el papel de Directora de orfanato y estableciendo tu
taller.”
“Precisamente,”
le digo, asintiendo vigorosamente con mi cabeza.
El Sacerdote
Principal frota sus sienes.
“Eres, más
allá de todas las expectativas, una colosal idiota.”
“A menudo
me dicen eso,” le respondo con suavidad.
“…Bien.
¿Cuál es tu lapso de tiempo? ¿Cuánto tiempo estimas que tomará ahora que te han
dado el permiso? "
“Mis
preparativos iniciales están casi terminados, por lo que dada la temporada
actual, deberíamos poder producir papel, venderlo y comprar alimentos dentro
del mes.”
“¿Oh?” Él
responde, impresionado.
Él murmura
para sí mismo sobre lo minuciosos que son mis preparativos esta vez. Tanto
Benno como Fran examinaron cuidadosamente este plan más veces de las que yo
puedo contar, asegurándose de que fuese hermético desde el punto de vista de un
comerciante y un noble, por lo que no debería haber problemas aquí. Su
afirmación de que el eslabón más débil en el plan era yo aun siendo inmadura en
mi mente.
“Muy bien.
Aprobaré tu plan.”
“Muchas
gracias,” le contesto. “Fran me había dicho que si le explicaba todo a fondo, usted
en particular, indudablemente lo entendería. El Señor Benno también lo
considera altamente bien, diciendo que tiene excelentes ojos para ser un
sacerdote y me dijo que si tenía que hablar con alguien en el templo, debería ser
con usted. ...Si puedo preguntarle, ¿por qué usted es tan diferente comparado con
los demás sacerdotes?”
Si le
hubiese preguntado en otro lugar que no fuese este, él probablemente me
regañaría hasta el final. Y efectivamente, tan pronto como lo hice, él suspira,
diciéndome que no debería preguntar cosas como esta fuera de esta habitación.
“No tengo
la intención de hondar en los detalles precisos, pero al igual que tú, no me
criaron aquí en el templo. Fui criado en la sociedad noble y luego me uní al
templo por ciertas razones. Por eso me molesta tanto la forma en que el
Reverendo hace las cosas, pero como están las cosas en este momento, no hay
ningún beneficio real en enfrentarlo. Te pediré que tengas cuidado para no
provocar más ira de la que ya tiene.”
“... ¿Mi
gestión del orfanato no provocará su ira?”
Si los huérfanos
son capaces de ganar un salario por sí mismos, se vería afectado por la forma
en la cual se han hecho las cosas hasta el momento. Cuando hago mi pregunta con
nerviosismo, él resopla, preguntando por qué hasta ahora estoy preocupada por
esto.
“Por ahora,
tengo la intención de hacer que parezca que te estoy imponiendo este papel,
pero debes tener cuidado de no hacer nada demasiado ostentoso. En tu caso
particular, tu idea de conocimiento común es tan diferente del resto de nosotros
que, francamente, no tengo idea de hasta donde podrías llegar. Sin importar lo
que quieras hacer, dímelo primero. Además, presta mucha atención a lo que Fran
te diga. ¿Fui claro?”
“Sí, señor,”
le contesto.
◇◇◇
Después de
que él me recuerda, una y otra vez, que debo informar, contactar y consultar
con él, salgo de su habitación secreta y, con Fran, regreso a mis aposentos.
“Maine,
¿cómo te fue?,” Lutz me pregunta.
“Estaba
realmente enojado conmigo. Me dijo que tenía que tomar en serio el estudio de
cómo se relacionan los nobles. Me llamó imprudente y descuidada, también...”
“Entonces,
uh, ¿eso significa que no podemos trabajar en el orfanato?”
Lutz y Gil
me miran preocupados, la ansiedad nubla sus caras. Sacudí frenéticamente la cabeza.
“No, no,
soy la Directora ahora. Estamos bien para establecer el taller. Pero, en serio,
no importa a dónde vaya, alguien siempre se enoja conmigo...”
“Bueno, eso
es solo porque eres tú,” Lutz se ríe, dándome una palmadita en la cabeza.
◇◇◇
Antes de
que podamos comenzar nuestro plan por completo, Falta una última cosa que me
queda por hacer: necesito conversar con Delia. Su trabajo es reportar
información al Maestro del Templo, y quiero sobornarla en secreto.
No importa
qué tan bien piense que le esté ocultando cosas, mis otros dos asistentes han
estado deambulando y Benno y Lutz han estado yendo y viniendo constantemente.
Si el orfanato comienza a estar más animado repentinamente, podría ser
imposible que ella no diese cuenta de lo que está sucediendo. Sin embargo,
hasta que el taller se encuentre en camino a ser rentable, no quiero que el Maestro
del Templo interfiera.
Desde que
Delia había dicho que si podía ayudar a los huérfanos, entonces debería, creo
que al menos estará de acuerdo con la idea real de que yo ayude a los
huérfanos. Espero que, considerando que hemos hecho todos los preparativos
necesarios para ayudarlos, ella probablemente no va a decir que preferiría
dejarlos morir.
Decidí
mirarla directamente a los ojos y decirle honestamente. Como Delia también me dijo
que ella se reúne con los otros asistentes del Maestro del Templo, creo que es
mejor pedirle ayuda directamente, en lugar de andar por las ramas.
“Bueno,
Delia. Estoy planeando hacer algo para ayudar a los huérfanos que no han sido
bautizados, y no quiero que el Maestro del Templo interfiera con eso. Me
gustaría que mantuvieras silencio sobre esto por ahora. Esto es lo que puedes
hacer para ayudar a los huérfanos, y pienso que ayudarlos es algo que quieres
hacer. ¿Puedo pedirte que hagas esto por mí, tal vez?”
Delia
permanece en silencio durante largo tiempo, pero luego cierra los ojos con
fuerza y menea su cabeza como si intentara aclarar algo que recordó.
“... No
quiero ir al orfanato. No quiero recordar nada al respecto, y no quiero tener
nada que ver con eso.”
“Si lo sé.
Por eso creo que deberías quedarte aquí y vigilar a los cocineros. Todo lo que
quiero que hagas es mirar hacia otro lado, solo un poco. ¿Puedes hacer eso?”
Realizar un
seguimiento de los ingredientes y monitorear a los cocineros es una tarea
absolutamente esencial, por lo que es absolutamente necesario dejar a alguien
en mi habitación. Si le dejo esta tarea a Delia, quien no quiere ir al
orfanato, entonces no es necesario que Delia se enfrente a ello.
Por un
momento, ella se ve un poco aliviada, pero luego gira la cabeza con altanería. “Bien
entonces, me quedaré en silencio. Pero seamos claros: no lo haré por tu bien.
Lo hago por los huérfanos. No pienses que me has conmovido por tu amabilidad.”
Me siento
muy aliviada al escuchar su promesa de guardar silencio, y le prometo algo a
cambio.
“Gracias,
Delia. Definitivamente voy a salvarlos.”
“Y-Yo, ¡no
te estoy pidiendo nada! Pero no importa lo que estés haciendo, si arruinas,
nunca te lo perdonaré.”
Ella está
actuando muy irritada, pero ¿está mal para mí pensar que de alguna manera es optimista
sobre esto?