martes, 12 de febrero de 2019

Honzuki no Gekokujou 94


Desarrollando un Nuevo Producto.

El orfanato ha tenido un gran comienzo.
Incluso desde la clase de cocina, han estado haciendo un montón de sopa, y a medida que ellos se han ido acostumbrando cada vez más al proceso, gradualmente se están volviendo más rápidos y su técnica con el cuchillo está mejorando también. De vez en cuando, uno de los niños intenta añadir algunos ingredientes extraños, pero los demás niños saltan inmediatamente para detenerlos, es bastante divertido de verlo.
Creo que todos lucen más tranquilos en estos días, quizás porque sus vientres están más llenos de lo que habían estado antes.
Por ahora, ellos se han acomodado en su nueva rutina diaria: por las mañanas, hacen su trabajo en el templo y por las tardes limpian el orfanato y hacen sopa. Afortunadamente, en unos pocos días, el día libre de Tory se va a alinear exactamente con el de mi Padre. Benno acaba de regresar del viaje a otra ciudad en la cual ha estado durante los últimos días, así que me dirijo a hablar con él para pedirle que me preste a Lutz.

“¡Señor Benno! ¡Por favor, présteme a Lutz un par de días!”
“Por supuesto, pero serás mía al día siguiente.”
“... ¿Por qué tiene esa perturbadora mirada en sus ojos?”
“Completamente tu imaginación.”
...Ciertamente no lo es.
Su mirada aún fija me pone un poco en guardia, pero ya que cualquier manera, obtuve el permiso para pedir prestado a Lutz, mi siguiente paso es hacer que Tory y mi Padre se suban a bordo.
“¿Podrían por favor llevar a los niños del orfanato al bosque?,” Les pregunto. “Papi, si estás con ellos, entonces nadie hará preguntas cuando un montón de niños que nadie ha visto antes intenten pasar por las puertas, ¿verdad?”
“...No me importa, pero ¿estás segura de que está bien que salgan los huérfanos?”
“Ya conseguí el permiso del Sacerdote Principal, ¡así que está bien!”
No parece que él entienda por qué me las arreglé para conseguir ese permiso, pero como lo hice, está de acuerdo con ello. Tory dijo que ya había planeado ir al bosque de todos modos, por lo que tampoco le importaría ir.
“Los llevaré conmigo,” Tory me dice, “pero ¿qué piensas hacer que hagan ellos?”
“Voy a pedirle a Lutz que les enseñe cómo hacer papel, pero me gustaría que aprendan a ir a buscar comida, también. Nunca han estado en el bosque antes.”
Tory, después de pasar un tiempo con los huérfanos enseñándoles cómo hacer sopa, ya sabe que los huérfanos viven en un mundo donde nuestro sentido común no se alinea en absoluto con el suyo. Ella tuvo que enseñarles cómo utilizar tanto los cuchillos comunes como los cuchillos de cocina.
Ella frunce su ceño “Si esta es la primera vez que irán al bosque, ¿no sería mejor tener más personas para guiarlos?”
“Sí, probablemente tengas razón, pero desde que vamos a mostrarles cómo hacer papel, quisiera mantenerlo en la familia si puedo.”
“¡Está bien! Lo tengo. Te ayudaré.”
“¡Woohoo! ¡Gracias, Tory!”
Y así ambos acordaron llevar a los huérfanos en la edad pre-bautismal o aprendizaje al bosque. Los sacerdotes adultos quieren ir también, sin embargo, esta vez los necesito para defender el fuerte y ocuparse del trabajo en el templo. Los niños necesitan salir a primera hora de la mañana; de lo contrario, no tendrán suficiente tiempo para trabajar en la fabricación del papel.
Además de cestas, cuchillos y hojas similares a hachas para cortar árboles, traen ollas y vaporeras. Lutz les enseñará cómo fabricar papel como ambos solíamos hacerlo antes de nuestro bautismo: reunir ramas de folin, cocerlas al vapor y pelar su corteza. Mientras la madera está siendo hervida al vapor, Tory y mi Padre les enseñarán a recolectar comida.
Sin embargo, queremos evitar darles a los huérfanos demasiada información, desde que existe la posibilidad de que sea filtrada. Les enseñaremos cómo reconocer la madera que estamos utilizando, pero no su nombre, y por ahora no les diremos nada sobre la ceniza o el agente adherente que estamos utilizando. No tengo miedo de que alguien termine copiando nuestro producto. No, lo que me asusta es la posibilidad de que alguien intente venderlo y acabar atrapado en el contrato mágico que nosotros tenemos.
“Hermana Maine,” Gil me dice, “¡Me aseguraré de que aprendan absolutamente todo!”
“Asegúrate de prestar atención tanto a la fabricación del papel como a la recolección de comestibles,” le digo.
Los ojos de Gil brillan cuando él parte hacia el bosque, dejándome atrás, atrapada en el templo. Voy con Fran para ver al Sacerdote Principal, donde trabajo diligentemente a través de la pila de papeles, a continuación tengo una oración tras otra metida en mi cabeza mientras el Sacerdote Principal crítica sin cesar los detalles más finos posibles de mis pasos y las posiciones de los dedos.
Desde el exterior, esto parece un día tranquilo y normal, pero en mi cabeza un tornado está fuera de control. No, quizás no sea un tornado. Es mi situación financiera.
El equipamiento de mi habitación, mi cocina y el orfanato me costó mucho dinero. Fue un enorme deterioro para mis finanzas. No tengo idea de en qué tipo de cosas nobles me veré obligada a gastar dinero en el futuro, y no tengo idea de cuánto eso va a terminar costando, así que realmente quiero averiguar si puedo asegurar una fuente de ingresos.
“Ya vendí los colgadores, y la cocina tomará un poco más de tiempo... Hmmmm, sería bueno si el restaurante pudiese abrir, en cualquier caso... ¿tengo algo, huh? Acaso hubo algo de lo que hablé con Lutz antes que pudiese ser comercializado, ¿quizás? Hmmm...”
“Hermana Maine,” Fran me dice, “tal parece que usted ha estado pensando en algo por algún tiempo, ¿no es así?”
“Solo, recaudar dinero...”
Desde que es hora de que los niños regresen de su primer viaje al bosque, nos dirigimos hacia la entrada del templo para darles la bienvenida. A través de la puerta, escucho el sonido de niños hablando alegremente cada vez más cerca, y poco después una multitud de niños entra en estampida.
“¡Hermana Maine! ¡Hemos regresado!”
“Todos, bienvenidos de regreso,” les digo. “¿Tal vez han reunido mucho?”
“Hemos traído toneladas de corteza,’ un huérfano me dice.
“¡Yo fui quien más trajo!” Otro dice.
“Ya veo,” le contesto. “¡Muy bien! Ahora, tal vez deberíamos llevarlo todo al taller para que se seque. Lutz, ¿si podrías hacerlo?”
“¡Por supuesto que sí!”, Lutz responde.
En el taller, Lutz cuelga la corteza para que se seque, mi Padre repasa los puntos finos de cómo cuidar un cuchillo y Tory les enseña a todos cómo comer todo lo que trajeron consigo.
“Ahora bien, todos,” digo, “vamos a mostrarle nuestro agradecimiento a sus profesores por todas las cosas que ellos les han enseñado hoy.”
Mi intención, al menos, era que todos dijeran “¡muchas gracias!” y envolver las cosas cuidadosamente desde allí, sin embargo, esto es el templo. En su lugar, todos caen sobre sus manos y rodillas, inclinándose profundamente mientras gritan “¡nosotros le damos gracias a nuestros profesores!”
Mi Padre y Tory retroceden por el shock.
“...Umm, así es como ellos muestran su agradecimiento en el templo, entonces, les están tan agradecidos como a los dioses, supongo...”
“Sí, lo había imaginado,” mi padre dice. “Lo imaginé, pero... me sorprendió.”
Después de intentar explicarles las cosas a ambos, los niños, habiendo terminado de expresar su gratitud, comienzan a regresar a sus dormitorios.
“Los sacerdotes que permanecieron aquí están haciendo sopa para ustedes justo ahora,” les digo mientras se marchan. “Asegúrense de lavar sus manos antes de cenar. Además, asegúrese de tomar un baño antes de irse a dormir esta noche. Hoy fue muy caluroso, así que deben haber sudado bastante, ¿cierto?”
“¡Sí, Hermana!” Ellos corean, arrastrando sus pies hacia sus dormitorios.
Después de despedirme de ellos, dejo escapar un enorme suspiro.
“Lo siento. ¿Podrían esperar aquí, por favor? Necesito ir a cambiarme también.”
Fran y yo regresamos a mi habitación, y Delia me ayuda a cambiarme la ropa. En los días en que planeo pasar por la tienda de Benno, vengo al templo vistiendo mi ropa de aprendiz, por lo que solo es necesario quitarme mi túnica azul, pero hoy vine con la ropa de calle para concordar con Tory y los demás que fueron al Bosque, por lo que necesito quitarme la blusa con sus mangas ondeantes y cambiar mi ropa.
“Necesita tener unas cuantas túnicas azules más para que las use alrededor del templo,” Delia se queja. “Sus túnicas terminan cubiertas de polvo después de bajar al sótano. Quiero lavarlas, así que por favor consiga un repuesto.”
Estas túnicas están hechas de una tela de muy alta calidad similar a la seda. Si también necesitan ser ajustadas, entonces sin duda eso va a ser extremadamente costoso. Parece que necesitaré tomarme en serio la recaudación del dinero.
“¡Gracias por esperar!”
Recién cambiada, regreso al taller. Cerramos todo, le entrego la llave a Fran para que la guarde, y todos comienzan a dirigirse a casa.
“Maestro Lutz,” Fran dice, sosteniendo una tablilla de madera, “aquí está el informe de hoy sobre las actividades de la Hermana Maine.”
Él leyó su informe, detallando lo que había hecho durante el día y cómo se encontraba mi condición física. Mientras lo observo, un pensamiento repentinamente se me ocurre. Él tiene que entregar un informe cada vez que vengo aquí, pero como es difícil sacar un bolígrafo y abrir una botella de tinta cuando estamos afuera, si algo sucediera, entonces no podría anotarlo.
... Hm, si hiciera algo como eso, ¿no sería muy útil?
El papel sigue siendo muy costoso, así que las libretas de notas no son una idea popular. Sin embargo, creo que probablemente habrá una demanda de ellas. Existe la posibilidad de que algo similar ya exista en el mercado, pero al menos sería un regalo perfecto para Fran y Lutz.
Mi Padre me toma, colocándome sobre sus hombros y nos dirigimos hacia nuestra casa. Estoy tan perdida reflexionando sobre cómo hacer estas cosas y qué tipo de materiales podría utilizar que arribamos a la plaza central antes de siquiera pudiese notarlo.
“¡Lutz, Lutz!” Le digo, llamándolo mientras él camina junto a Tory.
“¿Qué ocurre?”
“El Señor Benno tiene contactos con un taller de metalurgia, ¿cierto?”
“Él... sí, pero... ¿se te ha ocurrido algo?”
“¡Sí! Pero primero quiero pedirles a Ralph y a Zeke que hagan un trabajo con madera.”
Sin importar lo bueno que Lutz sea con sus manos, sus habilidades en la carpintería no son rival para Ralph y Zeke, trabajadores profesionales quienes laboran en un taller de carpintería. Eso lo aprendí muy bien después de que me ayudaran con los colgadores. Además, lo que quiero que hagan esta vez será un regalo para Lutz, por lo que creo que sería mejor si él no tuviese que hacerlo él mismo. Debería preguntarle a Ralph o Zeke.
“¿Qué?", ​​Mi padre dice, sonando herido, “¿no vas a preguntarle a tu papi?”
“¡Ya trabajaste muy duro para mí hoy! Así que está bien.”
“Podría hacer un poco más, ¿sabes?”
“¿En serio? No irás a tomar una copa e ir a dormir ¿cierto?”
Lo miro, haciendo pequeños pucheros. Desde que ya pasó el día guiando a los novatos por el bosque, estoy bastante segura de que está en camino a ir a casa, beber un poco de alcohol y dormir.
“…Estaré bien.”
“No puedo confiar en ti cuando dices eso,” Tory le dice, repitiendo las palabras en mi corazón. “Definitivamente iras a beber y dormir.”
Mi Padre hace pucheros malhumorado por haber sido señalado.
“Ir a la casa de Lutz en este momento tampoco es grandioso,” le digo, “así que mientras prometas hacerlo antes de beber, puedes hacerlo.”
“Tomaré mi bebida más tarde, así que estaré bien, ¿de acuerdo? Santo dios, ustedes dos son como su madre.”
“...Pero ellas son tan lindas que no puede evitarlo, ¿cierto, Señor Gunther?,” Lutz se ríe, encogiéndose de hombros. “Al menos eso es lo que usted me sigues diciendo.”
Le pido a mi Padre que mida la mano de Lutz, y luego nos dirigimos a casa.
“Entonces, ¿qué voy a hacer?”
Después de regresar a casa, mi Padre soporta una cena sin beber una sola copa, luego se dirige al almacén y comienza a hurgarlo buscando una madera apropiada y sacar sus herramientas.
“Bueno, pregunta,” le digo. “¿Qué sería más fácil: tomar una tabla gruesa y rectangular y cavar su interior, o tomar una tabla más delgada y clavar un borde alto a su alrededor? De cualquier forma, estaré vertiendo cera en el agujero.”
“Hmm, creo que agregar un borde sería más simple, ¿no?”
¿La cera no va a filtrarse?”
“Depende de cómo lo hagas, pero creo que debería estar bien.”
Desde que se hizo cargo de mí, empecé a hurgar en la pila de madera, buscando piezas del tamaño correcto.
“Entonces, me gustaría que hicieras algunas tablillas con este grosor. ¿Podría conseguir dos del tamaño de mi mano, dos tan grandes como las de Lutz y dos tan grandes como las tuyas?”
“¿Qué tan alto quieres el borde?”
“Tan grueso como mi dedo, yendo por todo el camino alrededor de la tablilla para que así la cera no se derrame... Ah, y voy a querer agujeros a lo largo de un lado para poder atar una cuerda o hacer un anillo, ¿podrías también perforar esos agujeros? Así,” digo, dibujando un diagrama en mi pizarra mientras lo explico.
Mi padre asiente, acariciando su barbilla y luego comienza. Mientras él trabaja, Tory y yo nos bañamos. Desde que los días más calurosos del verano se acercan más y más, me puse bastante sudorosa, solo haciendo papeleo todo el día, y Tory quiere limpiar toda la suciedad que la cubre después de pasar todo el día en el bosque.
“Y bien, Maine,” ella me dice, “¿qué estás haciendo?”
Recoge un poco de agua desde el lavabo, al cual ya le he agregado un poco de nuestro Rinsham hecho a mano, sobre mi cabeza, y comienza a introducirlo en mi cabello. Disfruto la sensación del masaje en el cuero cabelludo cuando respondo a su pregunta.
“Un memo.”
“Entonces, te refieres a un tipo de memo diferente al que intentaste hacer con el papel estropeado que trajiste a casa, ¿verdad?”
“Sí,” le digo, sonriendo, “pero en algún momento realmente quiero intentar utilizar un buen papel para uno de esos.”
Limpio todo mi cuerpo y seco mi cabello. Cuando termino con eso, cambio de lugar con Tory y desde que es mi turno de lavar su cabello.
“Realmente se llama algo como ‘tablero de escritura’ o ‘libro de tablillas’ o ‘díptico’, sin embargo, puedes pensar que esto es algo sobre lo que puedes tomar notas que serán difíciles de borrar, a diferencia de una pizarra.”
“Entonces, ¿por qué quieres que el Señor Benno te lleve a un taller de metal?”
“Quiero que ellos me hagan algunos ‘estiletes

◇◇◇

Al día siguiente, puse las tablillas que mi padre hizo para mí en mi bolso, el cual hago que Lutz cargue por mí, y ambos partimos hacia la tienda de Benno como siempre lo hacemos. Dado que tomé prestado a Lutz el día de ayer, prometí permanecer con Benno por un día a cambio, así que este es el momento perfecto.
“Buenos días, Señor Benno,” le digo. “¿Usted podría decirme dónde podría encontrar una tienda que venda cera y también un trabajador de metales?”
“¿Qué estás maquinando esta vez?”
“Decir ‘maquinar’ me hace sonar tan poco confiable... Tengo una idea para regalos que me gustaría entregarles a Lutz y Fran, pero no puedo hacerlos yo misma, por lo que me gustaría que me presente a algunos talleres. Podría hacer eso por mí.”
“... ¿Para mí?,” Lutz dice, mirando hacia abajo mi bolso de mano, frunciendo su ceño a las tablillas que contiene.
“¡Es correcto! Es un regalo de agradecimiento por todo el duro trabajo que tú y Fran han estado haciendo por mí.”
“¿Qué hay de Gil?”
“Él todavía no puede escribir, así que creo que será mejor para él y para Delia obtener un par de pizarras, en cambio.”
“Ahh…”
Cuando una placentera sonrisa se extiende por el rostro de Lutz, Benno frunce su boca.
“Hey. ¿No estás haciendo nada para mí?”
“Creo que cuando usted vea el producto terminado, vas a querer uno, pero pienso que el suyo debería hacerse profesionalmente, en un taller de carpintería. No creo que le guste algo hecho por un aficionado.”
Benno es el propietario de una tienda importante quien está rodeado por productos de muy alta calidad de toda clase, así que él utilizando un díptico hecho a mano se sentiría completamente fuera de lugar. Estaría bien como un regalo de agradecimiento, pero por mi parte no quisiera utilizarlo si no hubiese sido hecho por un artesano experto.
“¿Una tienda de cera y un taller de metales? Está bien, vamos.”
Benno primero me lleva a una tienda que hace y vende velas, donde les pido que llenen los depósitos en el centro de cada tablilla con cera. Observo el mostrador mientras el hombre alinea las seis tablillas que mi padre hizo para mí, luego vierte la cera derretida sobre cada una de ellas. No le llevó mucho tiempo. Esperar que la cera se endurezca lo suficiente como para poder trasladarla llevó mucho más tiempo.
“Es realmente simple de hacer,” el vendedor de cera me dice, mientras esperamos, “pero es un extraño proyecto el que tienes aquí. ¿Qué estás haciendo?”
“Umm, estoy haciendo ‘dípticos’.”
“¿Qué’son esos?,” Él me dice escépticamente.
Intento explicarlo, sin embargo, parece que él no lo entiende. Aunque no es realmente inesperado; ya que no es el tipo de cosas que a alguien que no tuvo que escribir afuera le resultaría útil. Ahora que lo pienso, existe una gran posibilidad de que estos dípticos no sean realmente un buen producto para vender.
...Es posible que necesite pensar en otras ideas.
Después de esperar a que la cera se endurezca lo suficiente como para trasportarla, nos dirigimos al taller de metales. Me sorprende cuan fácil ha sido conseguir esta vez lo que quiero. Realmente puedo ver cómo tener activos y conexiones es súper importante. Esto es completamente diferente de todas aquellas pruebas y errores que cometí en casa justo después de convertirme en Maine.
Arribamos a un taller a lo largo de la ruta de los artesanos y Benno abre la puerta.
“¿Está el capataz?,” Benno dice adentro. “Soy Benno, de la Compañía Gilberta.”
Una ráfaga de aire caliente, más caliente que el calor del día de verano, sale de la puerta abierta. Dado que esto es, después de todo, un taller de metales, es natural que estén haciendo uso del fuego, pero la gran intensidad de este me sorprende.
Cuando miro con entusiasmo, tratando de ver qué tipo de trabajo hacen, veo que la parte más caliente del taller está bien cerrada detrás de otra puerta. Aquí hay un aprendiz que parece estar atascado mirando la parte frontal de la tienda, un mostrador que parece que también sirve como una mesa para tomar pedidos, unos taburetes de madera simples y no mucho más.
Cuando miro los alrededores de la parte frontal la cual no tiene productos en exhibición, un hombre muy corpulento sale de lo más profundo. Sus dos brazos son más anchos que mi cintura, y el grosor de su barba solo se compara con la delgadez de su cabello. Sus grandes ojos fijos dan un poco de miedo.
“Hey, Benno. ¿Qué’estás buscando? ¿Más botones para la nobleza?”
“No hay botones esta vez,” Benno responde. “Escucha lo que esta niña está buscando.”
“¿Esta pequeñita niña? Muy bien, déjamelo a mí.”
“Uh, ¡umm! P, primero, me gustaría algunos anillos circulares para juntar dos tablillas, algo como esto.”
En mi pizarra, esbozo un diagrama de cómo los anillos deben conectar las dos tablas.
“Eso es fácil,” él responde.
“Y luego, también me gustaría algunos ‘estiletes’, también.”
“Estil-tes”, Él repite, inseguro.
“Como esto.”
Borro la imagen que había dibujado del díptico y empiezo a dibujar el estilete que quería que hiciera. Un extremo está afilado como un lápiz mecánico para rascar palabras en la cera, y un extremo es plano como una espátula para borrarlas. Si es posible, me gustaría que hubiera un clip en él también para poderlo unir a los anillos vinculantes.
“Me gustaría tres de estos, por favor”
“¿Qué’son esos?,” Él dice escépticamente, inclinando su cabeza. “Eso llevará un trabajo muy preciso. … ¡Hey, Johann, tengo una orden para ti!,” Grita por encima del hombro, llamando a alguien más allá de la puerta cerrada del taller.
Brevemente después, un adolescente con el cabello muy rizado y naranja brillante sale. Parece que tiene entre catorce y dieciséis años.
“Este es mi aprendiz, Johann,” el capataz dice. “Puede que aún sea un aprendiz, pero hace un trabajo muy preciso. Sus habilidades son reales.”
Le muestro mi pizarra y le doy la misma explicación que le hice al capataz. Johann saca una tablilla de madera y comienza a dibujar algo como un plano. Es mucho más exacto que mis garabatos. Como era de esperar de un artesano.
“¿Qué tan fina necesitas que sea su punta?”
“Por favor afílelo tanto como una aguja de coser. Aunque, podría ser difícil de sostener; ¿podría hacer que la parte que vamos a sostener sea tan gruesa como una pluma?”
“Eso no es muy exacto,” él interviene.
Johann suspira, deja el bolígrafo y a continuación vuelve a desaparecer en el taller. Él regresa momentáneamente, cargando consigo una serie de varillas con diferente grosor. Las coloca sobre el mostrador, haciéndome un gesto para que intente sujetarlas una a una.
“¿Cuál de ellas es la más fácil de sostener?,” Él me pregunta.
“Umm, esta es la más fácil para mí. ¿Qué tal para ti, Lutz?”
“Si voy a usarla como un bolígrafo, esta se ajusta perfectamente a mi mano.”
Como mi mano y las de Lutz son de diferentes tamaños, el grosor y el peso de nuestros lápices tendrán que ser diferentes si queremos que sean fáciles de sostener.
Miro hacia Benno. “¿Podría elegir uno para Fran?”
“...Esta,” él dice, después de un momento. “Haz dos de estos, uno para mí también.”
“¿Huh? Pero, incluso si tiene su ‘estilete’ si no tiene un ‘díptico’, ¿no podrá usarlo?”
“Está bien, ya que tendré uno de esos hechos. Trabajar con metales lleva mucho tiempo, así que es mejor ordenar por adelantado.”
Asiento con mi cabeza, luego me vuelvo hacia Johann. “¡Cuatro de ellos, entonces, por favor!,” Digo, sacudiendo mi cabeza vigorosamente.
“Entendido,” dice. “Ahora, ¿podrías describir esta parte plana? ¿Para qué será utilizado? ¿Qué tan ancho le gustaría? ¿En qué ángulo debería estar esta parte? ¿Qué es este ‘clip’ aquí? Ah, ¿le gustaría que se enganche a los anillos? En ese caso, debe coincidir con el grosor de los anillos, ¿cierto? ¿Cuán largo le gustaría que fuera?”
Las preguntas vienen una tras otra, pero con lo obsesivo que está, estoy bastante segura de que entenderá exactamente lo que estoy buscando. Con mucho gusto respondo a cada pregunta que me hace.
Mientras tanto, el capataz habla con Benno sobre Johann. Él tiene el temperamento de un verdadero artesano, obsesionado con los detalles más finos. Su trabajo es impecable, pero es esta parte en la cual es muy lento. Parece que se deprime cuando los clientes le dicen que hace demasiadas preguntas, lo cual sucede a menudo. Es más feliz cuando alguien como yo se presenta y le da una orden tan precisa como lo necesita, pero parece que no hay muchas personas así por aquí.
“Si él fuera un poco más comprometido,” el capataz dice, “tendría una vida mucho más fácil. Sin embargo, al ser testarudo, significa que puede hacer grandes cosas. Lo que él realmente desea es un patrón que aproveche al máximo sus habilidades, pero no conoces a nadie así, ¿cierto?”
Benno vacila, brevemente, mirándome.
“No, esa chica es demasiado joven,” el capataz dice. “Es difícil ser un patrón cuando no eres adulto y no puedes gastar tu dinero libremente.”
“...Tienes razón,” Benno le dice.
Él interrumpe bruscamente la conversación allí, así que me quedo callada.
.. A pesar de que técnicamente soy el jefe de un taller, realmente no tengo dinero que pueda usar libremente, después de todo. Me gusta lo preciso que es, aunque aún no he visto el producto terminado, pero cuando esté buscando por trabajos con metales en el futuro, creo que me encantaría patrocinar sus servicios. Sí.
“Hey Maine,” Benno me dice. “Deja de simplemente mirar al espacio. Si has terminado con tu pedido, nos dirigimos a un taller de madera.”
Él repentinamente me levanta y rápidamente sale del taller de metales.
Al parecer está lleno de emoción por crear su propio díptico.