Capítulo 17. Intermisión. La
Melancolía de Liza
“--No puedo pararme al lado del Maestro.”
Murmuré para mí misma en el sub-espacio Gran Desierto.
Según lo que oí de Arisa y Mito.
Los Montículos Púrpuras que han aparecido por todo el mundo son obra de
los dioses, y que no pueden ser dañados por otra cosa que no sea la Magia
Anti-Dioses.
Miro la Lanza del Dragón en mi mano.
No hay manera de que yo pueda hacer algo contra algo que ni siquiera la
espada del colmillo de un dragón antiguo que el Maestro utiliza es capaz de dañar.
Una enorme sombra está colgando sobre mí justo cuando me lamento mi
impotencia.
[¿Cuál es
el asunto de mi lastimosa rival?]
La enorme sombra aterrizó cerca de mí mientras
soplaba la arena de todo el lugar.
Es el amigo del Maestro, el Dragón Negro Heiron.
[¿Combate
a muerte?]
“No, no tengo ganas de tener uno en este
momento.”
[...Curioso.]
El Dragón Negro Heiron giró su largo cuello y
me miró desde el frente.
[Por
favor, cuéntame tus preocupaciones.]
“Yo.”
¿Cómo debería expresarlo?
“Soy una codiciosa lizardkin.”
Quiero ser útil para el Maestro.
Quiero ser alguien en quien el Maestro pueda
confiar.
Y para convertir eso en realidad--.
“Quiero convertirme en un ser capaz de dañar a
los Dioses.”
[Entonces
solo hazlo, ¿por qué no?]
El Dragón Negro Heiron dijo eso
despreocupadamente.
“Es una hazaña imposible incluso con la espada creada
del colmillo de un dragón antiguo que el Maestro lleva consigo. Con la espada tan inferior que poseo…”
[No tienes
suficiente espíritu.]
“--¿Eh?”
El Dragón Negro Heiron me está mirando desde
arriba.
[Estoy
diciendo que no tienes suficiente espíritu.]
“Esta no es una brecha que puede ser enterrada
solo por tener espíritu--.”
El Dragón Negro Heiron me interrumpió.
[Nosotros
lo hicimos.]
Espero a que él continúe.
[Después
de luchar contra un oponente fuera de nuestro alcance durante miles, diez mil
años, el resultado fue la creación de nuestros colmillos capaces de [Perforar Cualquier
Cosa].]
“Eso fue posible porque ustedes los dragones
poseen vidas eternas.”
Le doy una excusa justo como una niña lo haría a
alguien que está intentando animarle.
Notando cuan malcriada fui, agaché mi cabeza por
la vergüenza silenciosamente.
[¡Qué
pena! Conseguiste poner tus manos sobre armas de colmillo de dragón, tienes una
fuerza que puede rivalizar conmigo incluso a pesar de ser diminuta, pero mira
tu estado ahora.]
El intenso bufido que el dragón negro soltó
casi me dejó boquiabierta.
[Oh, mi
pequeña rival, ¿qué es lo que has aprendido de la abuela dragón antiguo?]
--¿Antigua Dragón?
“Pero, ¿pero yo nunca he conocido a la antigua
dragón-sama?”
[¿No?
Fumu, ¿supongo que fue Kuro entonces?]
Los ojos del Dragón Negro Heiron se desviaron.
Algo me intrigó más que tener una oportunidad
para provocar su error.
“Por favor, dime, ¿qué aprendió el Maestro de
la Antigua Dragón-sama?”
El Dragón Negro Heiron me contó lo que el Maestro
aprendió.
Incluso mientras él se quejaba de que no le
gustaba hacerlo porque era algo molesto, el Dragón Negro Heiron continuo su
demostración creando una cabra a partir de la arena.
“E-Esto es magia primigenia--”
[En
efecto. Una antigua magia capaz de alterar formas mediante fuertes deseos.]
Ese será el poder que romperá mi límite.
Esto es lo que el Dragón Negro Heiron estaba
tratando de transmitirme.
[Veo que
la fuerza ha vuelto a habitar en tus ojos una vez más. Enfréntalo, o mi pequeña
rival. Y romper tus límites.]
*Bwoosh*, el Dragón Negro Heiron extendió sus alas, y a
continuación se elevó en medio del aire mientras conjuraba una magia de viento
como si estuviese cantando.
Incliné mi cabeza para agradecerle al Dragón
Negro Heiron por darme mi [Realización].
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Ahora que lo pienso--.
“Tama.”
“¿Aye~?”
Tama apareció desde mi sombra en el suelo.
“Por favor, trae a Pochi aquí.”
“Aye.”
Tama se sumergió en la sombra e inmediatamente
apareció junto con Pochi.
Tal parece que ellas estaban jugando en la
sombra juntas.
“Me llamaste, y Pochi salió, jambalaya
nanodesu.”
“Pochi, tengo una pregunta para ti.”
Recordé la historia acerca de cómo Arisa hirió
al Dios Zaikuon con Magia Anti-Dios durante el Castigo Divino y le pregunté a
Pochi quién estuvo presente en el sitio acerca de los detalles.
“Ryuuga Kakujirain, el Gran Señor de los demonios
Comadreja, fue como boom bajo el gigante amarillo y lo derribó nodesu.”
La onda de choque de esa explosión rompió la
espada sagrada Durandal que Pochi tenía con ella e incluso atravesó su Falange.
Ryuuga Kakujirain--si recuerdo bien, aquel es
el nombre de un maestro de armas mencionado anteriormente.
Utilizando la detonación de una gran explosión
para dispersar fragmentos rotos de colmillos de dragón por todas partes, provocando
daños mientras se ignora cualquier tipo de defensa.
En pocas palabras, los colmillos de dragón pueden
dañar incluso a los dioses dependiendo de la forma en que sean utilizados.
Ryuuga Kakujirain podría haber sido encendida utilizando
la Habilidad Única del Gran Señor de los demonios Comadreja--la Autoridad de
los Dioses.
Sin embargo, cualquier cosa que los dragones o los
Señores de los demonios sean capaces de realizar también debería ser factible
para nosotras.
“Pochi, Tama, me embarcaré en una misión para
entrenarme ahora mismo. ¿Les gustaría venir conmigo?”
“Pero, por supuesto, nanodesu. Pochi se hará
aún más fuerte y recibirá muchos elogios del Maestro nodesuyo.”
“¿Tama también~?”
Las dos inmediatamente dieron una respuesta
positiva a mi pregunta.
Además, en este momento no tenemos que preocuparnos
por dónde entrenar.
[Arisa,
me gustaría pedirte algo.]
Llamé a Arisa a través de la herramienta mágica
de comunicaciones y le pedí que nos enviara a un lugar deshabitado con un Montículo
Púrpura.
No hay mejor lugar para realizar nuestras pruebas.
Empujo mi Lanza del Dragón hacia el Montículo
Púrpura.
Como era de esperar, mi Lanza del Dragón simplemente
pasar a través del montículo.
“--La yo actual no puede estar de pie al lado
del Maestro.”
Levanté mi rostro que estaba a punto de colgar.
“Pero definitivamente llegaré a ese lugar.”
Justo como los dragones cambiaron por sí mismos
a través de sus determinaciones, también nos esforzaremos por ser las nuevas
nosotras.
Con la determinación de perforar absolutamente eso
dentro de mi corazón, empujé mi Lanza del Dragón hacia adelante.
Con el fin de estar al lado del Maestro con mi
cabeza en alto.