lunes, 5 de marzo de 2018

Honzuki no Gekokujou 63



Contrato con Freida.

Está lloviendo hoy. No hay dudas al respecto, hoy está lloviendo.
El pesado golpeteo de gotas de lluvia golpeando los postigos de madera de la ventana de la cocina causa que mis hombros se desplomen mientras me siento allí, comiendo mi desayuno. Justo porque Freida se había estado riendo, y porque Benno había estado gruñendo, definitivamente está lloviendo. ¡No hay manera de evitarlo, entonces! Desde que ya se había determinado que tengo que ir a la Casa de Freida, al menos haré todo lo posible para conseguir por lo menos un poco de información de ella.
Lutz también va a estar allí, así que todo va a estar bien.

Tomo un pedazo de pan de mijo, lo remojo en la sopa sobrante de la noche anterior y lo mastico lentamente. Utilizo lo último de mi pan para limpiar mi plato, luego, habiendo terminado de desayunar, comienzo a mirar alrededor de la habitación. Dejando escapar un largo suspiro.
“Quiero traerle algún tipo de presente, pero realmente no tenemos nada aquí que pueda llevar a esa casa, ¿cierto?”
La casa de Freida ya está llena del tipo de cosas que sólo la nobleza guarda en sus casas. Aquí no hay nada que pueda darle a una chica que ya lo tiene todo.
Tory traga un poco de agua, luego me mira, con su cabeza inclinada hacia un lado.
“¿Qué tal un poco de 'champú simple'? Ella estaba realmente feliz cuando le trajiste un poco la última vez, ¿cierto?”
“Hmm... ya ha salido al mercado, así que Benno me dijo que si yo iba a seguir haciendo algo para mí, no podía seguir regalarlo a cualquiera.”
“Oh ya veo. Y está lloviendo también, así que no puedes recoger flores ni nada de eso... sí, es un problema.”
Tory utiliza un poco de agua de la jarra de agua para así lavar su plato mientras habla conmigo. Cuando termina de enjuagarlo, comienza a apresurarse para prepararse para ir a trabajar. Nuestra madre ya se marchó, y nuestro padre está profundamente dormido después de llegar tarde a casa de su turno de noche. Comienzo a lavar mi propio plato también, intentando mantener mi voz baja.
“Si solo hubiésemos decidido esto unos días antes. Entonces podría haber ido al bosque en un día soleado y recoger algunas frutas para llevar conmigo...”
Benno ha sido bastante complaciente con Lutz. También ha sido muy amable conmigo, ayudándome a instalar el Taller de Maine para que así pueda seguir pensando en nuevas ideas para productos. Últimamente, he estado intentando evitar hacer algo que lo enoje. Claro, descuidadamente he dejado escapar un par de secretos mientras hablo y estoy totalmente segura de que he caído presa de mis propios deseos y he hecho algunas cosas arbitrariamente, pero nada de eso fue intencional. No hay manera de que realmente yo quisiera que se enoje conmigo. Así que, si quiero evitar su ira, Rinsham está fuera. Todo lo que tenga que ver con el papel también está fuera. Si yo traigo una nueva receta de postres, entonces tanto Freida como Ilse estarían felices, creo, pero Benno se enfadaría absolutamente, así que también está fuera.
Bueno, ahora que no voy a ser su aprendiz, supongo que es mi propio asunto a quien le doy mis recetas de dulces, pero aun así eso sería más problemático de lo que valdría.
Mientras tarareó pensativamente para mí, un fuerte golpe provino desde la puerta de la cocina. Tory, que parece estar lista para ir al trabajo y acaba de ponerse una gruesa capa la cual ha sido tratada con aceite y cera para protegerla de la lluvia, se dirige hacia la puerta.
“Hola, ¿quién está allí?”, Tory dice.
Ah, creo que Lutz ha llegado un poco temprano hoy, pienso para mí, mientras guardo mi plato limpio. Repentinamente, la voz sorprendida de Tory atraviesa la cocina.
“¡¿Freida?! ¡¿Por qué está…?!"”
Tan pronto como escucho esas palabras completamente inesperadas, doy media vuelta para ver a Frieda de pie afuera de nuestra puerta, acompañada por un asistente. A pesar de la lluvia, está magníficamente vestida como siempre, y su asistente viste un uniforme ordenado. Chocan horriblemente con el contexto empobrecido de mi hogar, enfatizando cuán pobre realmente es mi familia.
“He estado tan emocionada desde que me desperté por lo que ya no pude soportarlo, he venido a recogerte a Maine,” Freida dice, sonriendo dulcemente.
Escucho una línea escondida ‘¿pensaste que te dejaría escapar?’ enterrada en aquellas palabras, y un escalofrío recorre mi espina dorsal. Quiero apartar la vista y fingir que no he visto nada, pero no puedo huir y dejar atrás a Tory.
“¡Whoa!,” Tory dice, sonriendo mientras me saluda con la mano, “¡debiste haber estado muy emocionada al venir hasta aquí con este tipo de lluvia!”
Tory, eres un ángel. No pierdas nunca esa pureza.
“¡Ah, pero es exactamente debido a esta lluvia que he venido! No podría posiblemente pedirle a la frágil Maine que salga a la calle con un clima como este. Tengo un carruaje esperándonos en la calle principal.”
Parece que ella pensó que podría negarme a salir porque yo no quería resfriarme bajo la lluvia. No puedo evitar estar ligeramente impresionada con su nivel de preparación.
“Whoa,” Tory dice, con una inocente envidia reflejada sobre su rostro, “¡¿Un carruaje?! ¡Whoa, Maine, eres tan afortunadaaaa! "
Freida mira a Tory, notando que ella está cargando sus cosas para ir al trabajo.
“Oh mi dios,” ella dice, inclinando sutilmente su cabeza hacia un lado, “¿Quizás vas a ir a trabajar?”
“Es cierto,” Tory responde, con una punzada de abatimiento en su voz. “Tengo que irme pronto.”
Frieda mira hacia un lado momentáneamente, como si ella estuviera pensando en algo, y entonces repentinamente aplaude, una significativa sonrisa flota en su rostro.
“Bueno, si es así, quizás nosotras podamos dejarte ahí en nuestro camino.”
“¡¿Qué?! ¡¿En serio?! ¡¿Puedo ir en el carruaje también?!”
El rostro de Tory se ilumina inmediatamente. Un carruaje es el tipo de cosas sobre las cuales personas pobres como nosotras normalmente nunca llegarían a montar. Entiendo perfectamente su emoción. Tal parece que no tengo más remedio que prepararme para ir de inmediato.
“Tory, tengo que buscar a Lutz,” le digo.
“¡Ah, es cierto! Iré corriendo a buscarlo.”
“Oh,” Freida dice, “pero, si Lutz viene, entonces no tendrás donde sentarte...”
Tory dejó caer su equipaje y comenzó a correr cuando Freida la detuvo disculpándose. En este punto, cada vez que salgo, Lutz viene conmigo como mi guardián. Pero, si Lutz viene con nosotras, Tory no podrá viajar en el carruaje y tendrá que quedarse fuera.
“¿Huh? ¿Um? ...Entonces, yo... ¿no puedo ir?
Su breve resplandor hogareño se convierte en desesperación. Ella deja caer su cabeza, como si ella estuviese al borde de las lágrimas. Intento frenéticamente averiguar qué decir para consolarla, pero Freida interviene calmadamente. Tomando la mano de Tory y a continuación, le da una suave sonrisa.
“Tory, hoy, Maine es mi responsabilidad. Me encargaré de recogerla y traerla. Puedo prometer que tomaré precauciones especiales para asegurarme de que no caiga enferma. Entonces, ¿por qué no subes al carruaje con nosotras?”
“... “Maïne,” Tory dice, “si estás en el carruaje, entonces no te cansarás, y no te mojarás debido a la lluvia, ¿sabes? Así que estará bien si Lutz no va contigo hoy, ¿cierto?”
¡¡Cómo demonios estaré bien!!
Es lo que quisiera decirle, pero no puedo ganar contra la mirada suplicante de Tory. No hay forma de que pueda decirle que vaya caminando hacia el trabajo porque estaría en problemas sin Lutz allí conmigo. Incluso el simple hecho de ver lo feliz que ella se veía al ser capaz de viajar en un carruaje se interpone en el camino de esa idea. No quiero ir sola a la casa de Freida, pero simplemente no puedo rechazarla.
“... Sí, todo estará bien, Tory. ¡Deberías venir con nosotras!”
“Gracias, Maine. Iré y le contaré a Lutz, para que te prepares.”
Tory, totalmente feliz, corre hacia la casa de Lutz, dando pequeños brincos. El sonido de sus pasos se aleja rápidamente en la distancia, dejando solo el golpeteo de la lluvia contra los postigos. Miro fijamente a Freida, que acaba de utilizar a mi hermana contra mí para así excluir a Lutz.
“Freida...”
“Tu hermana parece bastante feliz, ¿verdad?”
“Tienes razón. ...Haahhh, supongo que no tengo otra opción. Soy quien no le dijo que no, después de todo.”
Yo fui quien no pudo dejar a Tory a un lado, así que no puedo culpar a Freida más allá de eso. Mientras preparo mi bolso de mano, pienso para mí misma lo enojados que Lutz y Benno estarán conmigo por actuar sin pensar otra vez.
“Lo siento,” le digo, “pero no pude preparar un regalo para ti.”
“Oh mi dios, pero hoy tú me estás dando un día de tu tiempo, ¿no? Tener la oportunidad de hablar contigo es más que suficiente para mí.”
Ella ríe alegremente, demostrando la imagen de una chica que está complacida de poder jugar con su amiga, pero sé muy bien que Freida no es una ordinaria e inocente niña.
“Maine,” Tory dice, “le dije a Tía Karla sobre nosotras. Vamos, ¡Vamos! Voy a llegar tarde.”
El sonriente rostro de Tory y su modo de caminar brincando inmediatamente dispersan la atmósfera sombría que se extendía entre Frieda y yo.
“Bueno entonces, ¿deberíamos partir ya?”
Cerramos la puerta y nos dirigimos afuera. En este lugar, el equipo de lluvia tiende a consistir en un manto grueso y un sombrero con borde ancho. Por supuesto, no es capaz de protegerte perfectamente contra ella, así que este se empapa gradualmente si la lluvia es pesada o si necesitas estar al aire libre durante mucho tiempo. Hoy, sin embargo, solo vamos hasta la calle principal, a través de callejones estrechos, por lo que no tengo que preocuparme por empaparme.
“Rápido ahora, adelante.”
Me apresuré a subirme al carruaje esperándonos en la carretera principal, quitándome el sombrero y el manto y poniéndolos a mi lado. El asistente de Freida se sienta afuera, en el lado del conductor, dejando sólo tres asientos para nosotras dentro del carruaje.
“Whoa,” Tory dice, “¿así es como luce un carruaje por dentro?”
“¡Ven, Tory, siéntate aquí!,” Freida dice. “¿Llevarte hasta la plaza central funcionaría?”
“Sí, el lugar al que voy se encuentra en el camino de los artesanos, pero está muy cerca de la plaza central.”
Freida insta a Tory a tomar asiento cuando ella mira alegremente alrededor del carruaje. Me siento entre las dos. Este carruaje parece haber sido construido para que dos adultos se sienten, pero puede llevar perfectamente tres niños, con un pequeño espacio de sobra. Cuando el carruaje comienza a moverse, tiembla y se mueve tanto como recordaba, pero a diferencia de la ocasión que estuve con Benno y el maestro del gremio, estoy sentada en un asiento adecuado, así que no pienso que esté punto de ser lanzada por los aires.
“Es casi la hora de las ceremonias de bautismo, ¿no? Maine, ¿qué piensas vestir?”
“Oh, va a usar mi ropa de segunda mano,” Tory dice, “pero lo hemos alterado tanto que ya no parece ropa de segunda mano. ¡Luce realmente extravagante!”
El pecho de Tory se hincha con orgullo cuando ella responde la pregunta de Freida por mí. Durante el invierno, Tory ayudó a nuestra madre con sus alteraciones de vez en cuando, así que hay un par de decoraciones más en el vestido de las que había antes.
“… ¿Extravagante?”
“No puedo describirlo, pero pienso que da una sensación diferente. Mamá trabajó muy duro en él, ¡así que es muy lindo!”
Es probable que Freida, viendo el estado de nuestra casa, tenga problemas para imaginar lo que podría ser ‘Extravagante’ para nosotros. Ella tiene una expresión de asombro en su rostro, pero en realidad no estamos mintiendo. Además, hay una gran diferencia entre lo que las personas por aquí suelen pensar que significa ‘Alteraciones’ y lo que hice, por lo que es difícil explicarle.
“¡Tu ropa es realmente esponjosa y asombroso, también, Freida!,” Tory dice. “Quiero intentar usar algo así algún día…”
“Muchas gracias. Así que, ¿acaso hiciste una nueva horquilla para ti misma?”
Freida, feliz de escuchar el cumplido de Tory, dirige el tema hacia las horquillas. Aparte de la que hice para Freida, hasta el momento todas las horquillas han sido variaciones de diferentes colores con el mismo diseño. Sin embargo, parece que ella no puede imaginar que haga una horquilla para mí que luzca exactamente igual a todas los demás, y siente curiosidad sobre que podría ser.
“Oh, es un regalo para Maine,” Tory dice, “así que trabajé realmente duro para hacerla. Tiene tres flores grandes, como las que nosotras hicimos para ti.”
“Entonces, la horquilla de Maine coincidirá con la mía, ¿tal vez?”
Freida me mira, un poco dubitativa, con la cabeza inclinada hacia un lado. Tory parece que realmente no puede vislumbrar cómo explicarle correctamente, por lo que tira de mi manga, con un nervioso aspecto.
“Bueno, ellas son blancas, y se balancean, así que incluso a pesar de que la flor grande es la misma, ellas realmente no coinciden. ¿Cierto, Maine?”
“Nosotras usamos un hilo sin blanquear, por lo que son más de un color crema, aunque desde la distancia ellas parecen blancas. También hemos agregado algunas flores más pequeñas, pero aún existen algunas diferencias más entre las tuyas y la mía. ¡Deberás esperar para verla! ¿Cierto, Tory?”
“Sí, si te contamos todo al respecto, entonces no tendrás nada que esperar.”
Tory cubre su boca, ocultando una sonrisa pícara. Freida parece haber sido atrapada por ella, y sonríe también.
“¡Bien, entonces realmente voy a estar esperando por ello! Estaré esperando por ti.”
Mientras hablamos acerca de las ceremonias de bautismo, una hilera de talleres, donde tory trabaja, aparece a la vuelta de la esquina. El carruaje se detiene, y Tory se pone su manto y su sombrero. Ella agarra su bolsa llena de herramientas, entonces me lanza una breve mirada de preocupación.
“No te preocupes,” Freida dice. “Cuidaré de ella lo mejor que pueda.”
“Tory,” le digo, “¡buena suerte en el trabajo hoy!”
“Gracias por dejarme viajar en tu carruaje, Freida. Maine, me voy, ¡no causes ningún problema!”
Tory se despide agitando vigorosamente sus manos y a continuación ella sale corriendo hacia el taller. Nos despedimos, y el carruaje comienza a sacudirse una vez más.

                             ◇◆◇      

“Bienvenida, Maine. Me alegro de que pudieras hacerlo. Hoy hornee un pastel de libra, y me encantaría saber lo que piensas de él.”
Cuando llegamos a la casa de Freida, Ilse la cocinera está esperando por nosotras. Nos conducen hacia el salón, donde un té y un pastel de libra han sido puestos para nosotras. Le doy un bocado e inmediatamente comienzo a derretirme. La masa húmeda ha sido horneada hasta un tono perfecto de color dorado, y, quizás porque Ilse se ha ajustado a las peculiaridades del horno, el pastel en sí mismo es mucho más delicioso de lo que fue la última vez.
“Delicioso~... ¡Esto es mucho más sabroso de lo que fue antes! Usted hizo un excelente trabajo modificando la receta.”
“¡Me alegra oírte decir eso! Tengo curiosidad, ¿puedes pensar en algo para hacerlo aún mejor?”
“¿Mejor? ...Umm, aunque creo que ya es suficientemente delicioso, ¿no?”
Tomo otro bocado de pastel, saboreo su sabor dulce y medito por un momento. Sé que ella podría exhibirlo extravagantemente cuando ella lo sirva, o podría cambiar el sabor agregando frutas secas o cáscaras ralladas de frutos cítricos, pero también conozco que solamente decirle que aquello podría ser la clase de información que enojaría a Benno.
Hmm, si hago algo, Benno probablemente se enoje conmigo, y es realmente delicioso, incluso si es tan simple, así que no habría ningún problema si me quedara callada, pero realmente quiero ayuda a esta extremadamente ansiosa cocinera a mejorar su trabajo.
“Bueno, no es una mejora, exactamente, pero... ¿qué tal si se lo cuento a cambio de una bolsa de azúcar?”
Recuerdo haber visto una bolsa en la cocina que parecía contener alrededor de un kilo de azúcar. Cuando le pregunto eso, Ilse mira a Freida, quien en realidad tiene derecho a decidir.
“Una bolsa de azúcar... ¿estaría bien dársela, Miss Freida?”
“Sí, por supuesto.”
“Está bien, tengo el permiso de la joven lady, ¡Así que! ¡Dime!"
La pura fuerza voraz detrás de la curiosidad de Ilse me hace chillar debido al susto momentáneo, pero a continuación abro mi boca para hablar.
“Si usted ralla una cáscara de ferigina y agrega esta al rebozado, cambiará tanto el olor como el sabor, y seguirá siendo delicioso. Usted también puede agregar otras cosas, y eso también cambiará el sabor. En cuanto a qué exactamente debe poner y exactamente cuánto, usted puede hacer algunos experimentos por su cuenta. También le contaré esto como un extra: si usted va a llevar esto a servir a los nobles, podrías batir a fondo crema espesa y hacer un borde alrededor del pastel, luego decorarlo con fruta para haz que se vea realmente extravagante.”
“¡¿Hm?! ¡Voy a intentar eso!”
Ilse jadea, luego inmediatamente se levanta y sale de la habitación. Repentinamente, dejamos atrás, Freida y yo parpadeamos un par de veces, y luego sonreímos con ironía.
“Mis disculpas, Maine, por mostrarte a ti, mi invitada, ese espectáculo. Ilse suele ser tan tranquila y serena, pero tan pronto como ella ve una nueva receta...”
“Es bueno estar ansioso por aprender. Si hace todo lo posible, eso aumentará la cantidad de cosas deliciosas, ¿cierto?”
Un celo por estudiar es algo que debe ser admirado. Pienso que difundir cosas sabrosas por todo el mundo sería algo muy feliz, así que definitivamente quiero probar muchas cosas diferentes para intentar crear nuevos tipos de dulzura.
“Ahora que pienso un poco,” le digo, alrededor de un gran bocado del pastel, “¿por qué estás aprendiendo en el Gremio de Comerciantes? ¿No ibas a abrir una tienda dentro del barrio de los nobles? ¿Realmente puedes ser un aprendiz sin ser realmente un futuro empleado?”
Ya se había acordado que Freida se vaya a vivir con la nobleza cuando crezca, así que ni siquiera había pensado que ella estaría aprendiendo en el Gremio de Comerciantes.
Freida toma un sorbo de su té. “Es algo que le pedí a mi abuelo. Es para poder estudiar y establecer conexiones para cuando viva dentro del barrio de los nobles. Cuando abra mi tienda, lo haré sola. No puedo seguir pensando que realmente ese es un trabajo que una persona puede realizar por sí misma, así que necesito formar tantas conexiones interpersonales como me sea posible.”
“¿Todo por ti misma? ¿No tendrás asistentes, como Jutte?”
“A nadie más que a mí se le permitirá quedarse dentro del barrio de los nobles. Aunque, cuando vaya allí, mi compañero habrá preparado algunos asistentes para mí, así que no viviré sola.”
Incluso así, no puedo imaginar que cualquier asistente que ella tenga en el barrio de los nobles esté familiarizado con la economía o la administración de empresas. Hacer que una joven mujer quien apenas acaba de entrar en edad adulta, y repentinamente ha sido despojada de sus aliados, abrir una tienda por su cuenta... ¿no es eso demasiado duro? ¿No pueden dejar que ella tenga al menos a una sola persona para consultarle?
“Definitivamente, una persona no puede administrar una tienda entera sola,” continúa. “A mi familia se le permitirá entrar y salir del barrio de nobles para entregar suministros y cosas por el estilo. No estarán a mi lado todo el tiempo, pero será tranquilizador, ¿no es así?”
“…Supongo que sí.”
No puedo imaginar que realmente sea tan tranquilizador, pero puedo ver que Freida está luchando duro por su propio destino, mirando al frente hacia su camino. No puedo decir nada más además de estar de acuerdo con ella. La manera adulta de pensar y hablar que ella aprendió son sus armas y armadura. Ella debe seguir puliéndolos con determinación para que así ella pueda sobrevivir en el desconocido mundo que la espera.
“Entonces, para asegurarme de que yo puedo manejar lo que pueda ocurrir después de establecer mi tienda, estoy aprendiendo en el Gremio y ayudando en la tienda de mi familia.”
“Eres increíble, Freida. Puedo decir que estás pensando mucho en todas estas cosas que sucederán en el futuro.”
Cuando digo eso, ella inmediatamente adquiere una expresión muy seria sobre su rostro. Ella me mira muy seria, luego de un momento de silencio, abre su boca para hablar.
“También hay algo que me gustaría preguntarte. ¿Puedo?”
“Claro, adelante.”
Ahh, aquí viene, la pregunta principal, supongo. Es bastante obvio lo que está a punto de preguntarme. Sonrío, urgiéndola a seguir.
“¿En qué demonios estás pensando? Maine, con todo el derecho, ¿tú no deberías haber dejado tu empleo con Benno y venir a trabajar con nosotros? He estado esperando a que hagas eso. Si buscas conexiones, entonces venir aquí debería ser...”
Si estuviese buscando una conexión con la nobleza, sería mucho mejor para mí confiar en Freida y en el Maestro del Gremio que en Benno. Esto es algo que Otto también me señaló. Creo que cualquiera se daría cuenta de esto. Trabajar en una tienda que ya tiene una conexión profunda con la nobleza mejoraría, por supuesto, mis posibilidades de encontrar una solución favorable, incluso aunque sea solo un poco. Freida hizo su oferta con gran confianza en sí misma tomado como base la historia e influencia de su familia. Ahora, su tono de voz es un poco feroz, y un rastro de impaciencia tácita se muestra en sus ojos.
“El verano se encuentra bastante cerca, pero tú aún no has hecho ningún movimiento. ¿Realmente has pensado en lo que discutimos antes? Si no encuentras un noble lo antes posible, entonces la forma en que las cosas, van a...”
La molestia de Freida está basada en su preocupación por mí, ya que tengo la misma enfermedad El Devorador que ella. Incluso si fuese llevada a un noble, no sería garantía de que yo pudiese formar un contrato con él inmediatamente. De hecho, me siento un poco cohibida por lo mucho que ella se preocupa por mí, y su sentimiento de que esto necesita apresurarse está siendo amplificado por su naturaleza autoritaria.
Me río, volviendo la mirada fija de Freida.
“Sabes, Freida. Después de pensarlo un montón, decidí que quería estar con mi familia, incluso si eso significaba ser consumida.”
“... ¿Huh?”
Freida se congela, con los ojos muy abiertos y la boca abierta. Sus labios tiemblan, solo un poco, y murmura débilmente, “No puedo creerlo...”
“Ya había desistido a medias. Desde el momento en que Tory comenzó a llorar, le dije que seguiría buscando la forma de sobrevivir de alguna manera, pero no hay otra forma de vivir con El Devorador excepto para hacer un contrato con un noble, ¿cierto?”
Estoy muy segura de que el Maestro del Gremio, con el fin de salvar a su nieta, habría utilizado cada pedacito de su influencia, su dinero, sus conexiones y todas las demás cosas útiles que él tenía que buscar frenéticamente cada solución que pudiese. Él habría comprado algo de tiempo reuniendo esas herramientas mágicas para seguir buscando un método mejor que hacer un contrato. Pero al no encontrar nada, debe haber renunciado a su búsqueda y buscar un noble el cual pudiese otorgarle un contrato con las condiciones más favorables, pensando que ese era el único camino a seguir. La respuesta es obvia
“... No conozco ninguno.”
“Honestamente, me he estado preguntando si podría encontrar otra herramienta mágica en alguna parte que pudiese utilizar, pero no creo que yo quiera hacer un contrato con un noble. No hay un sustituto para las herramientas mágicas si quiero hacer algo acerca del Devorador, ¿cierto?”
“Si supiera alguna, ya la estaría usando.”
Ella me da una mirada irritada, así que me encojo de hombros.
“Lo sé, ¿sabes? Entonces, la pregunta que quería hacerte hoy es si es posible comprar herramientas mágicas de alguien que no es noble. O quizás, podría hacer herramientas mágicas por mi cuenta, o algo así... eso no es posible, ¿cierto?”
Estaba pensando que si no podía encontrar ninguna herramienta mágica, debería intentar hacer una, pero, desafortunadamente, ninguno de los libros que había leído como Urano contenía ningún método para crear herramientas mágicas. Esos conceptos existían en las novelas y juegos de fantasía, pero no pienso que yo pueda usarlos como material de referencia. Además, no hay ningún taller aquí en esta ciudad que produzca herramientas mágicas.
“Necesitas maná para hacer herramientas mágicas, y como solo la nobleza posee maná, ellos son los únicos que pueden hacerlas. Entonces, las únicas personas que conocen los métodos para hacer herramientas mágicas están detrás de esos muros del castillo.”
“Bueno. ...Había estado pensando que si yo supiese cómo hacerlas, podría hacerlas yo misma, pero supongo que eso es realmente imposible.”
Si únicamente los nobles poseedores de maná pueden hacerlas, entonces cualquier taller para crearlas debería estar al otro lado de aquellas altas murallas. Tenía la esperanza de que si yo pudiese aprender los métodos de fabricación, podría utilizar todos mis fondos para que eso sucediese, pero creo que realmente solo estaba siendo ingenua, después de todo.
“... Ni siquiera había considerado hacer la mía,” Freida dice.
“Eso es debido a que perteneces a una familia rica,” le digo, riéndome. “En mi mundo, si yo decido que quiero algo, entonces si no lo hago yo misma, nunca lo conseguiré, así que lo primero que pensé fue en que si podía descubrir cómo hacerlas o no... sabes.”
Rinsham, papel, lápices de hollín y palillos fueron todas cosas que necesitaba, así que fui obligada a hacerlas yo misma, bueno, tanto como pude.
“¿Es tu familia tan importante para ti?,” Ella me pregunta en voz baja. “¿No te da miedo ser tragada por la fiebre?”
“Umm, ¿cómo puedo decirlo? No quiero morir, pero realmente no tengo miedo, creo.”
Ya he muerto una vez. Poder vivir la vida de Maine es sólo una bendición que Dios me otorgó. Finalmente logré hacer mi vida realmente divertida para vivir, pero esta opinión no ha cambiado esencialmente.
“... No tengo ningún libro en este momento, por lo que mi familia es lo único importante que tengo. No elijo morir, elijo estar con mi familia. Eso es todo.”
“¿Libros?”
“Sí. De hecho, he ahorrado una buena suma de dinero, así que me pregunto si podría en realidad comprar uno, ¿quizás?”
Inclino la cabeza, reflexionando, mientras Freida me mira con una sonrisa preocupada.
“Si son libros lo que buscas, ¿entonces no deberías ir al barrio de los nobles después de todo? Debería haber muchos allí, ¿no?”
“Aaah, si un contrato dice que yo podría leer los libros tanto como yo quisiera, entonces probablemente lo firmaría en el acto, pero ¿realmente piensas que un noble el cual me mantendría su alrededor como una mascota dejaría que un plebeyo pobre como yo lea algo tan valioso?”
“Cuanto más pienso en tus condiciones de vida, más difíciles me parecen.”
Desde la perspectiva de un noble, solo soy una plebeya de una ciudad con una baja tasa de alfabetización. Aunque sé leer, aun no sería extraordinario que no quisiesen que yo tocara alguno de los costoso y preciosos libros que ellos mismos poseen. Si tuviese que leerlos por mi cuenta, seguramente ellos se enojarían. Además, hasta cierto punto, me conozco a mí misma. Si hay un libro delante de mí, hay una gran posibilidad de que yo pierda el sentido de la razón. Me puedo imaginar a mí misma saltando hacia un libro y provocando la ira de alguien.
“... Entonces, he estado pensando que, hasta que muera, quiero intentar establecer una forma de producir libros en masa, pero eso parece realmente difícil. Cuando pienso en lo corta que será mi vida gracias al Devorador, llego a la mitad de darme por vencido. Estoy causando muchos problemas a mi familia, así que ahora mismo quiero ganar la mayor cantidad de dinero posible para poder dejarlo atrás cuando me haya ido.”
Mientras alegremente bromeo acerca de eso, repentinamente los ojos marrones claros de Freida destellan.
“Entonces, ¿quizás te gustaría venderme los derechos de tu receta de pastel de libra?”
Miro a Freida, cuyos ojos definitivamente tienen ese brillo de mercader en este instante, tarareando pensativamente para mí. Un pastel de libra es un tipo muy básico de dulce, pero quizás un monopolio de tiempo limitado no sea un gran problema. Entregarle permanentemente todos mis derechos, como lo hice con Benno y el Rinsham, podría ser problemático. Sin duda, se interpondrá en el camino para desarrollar y difundir nuevos dulces.
“... Si fuese a pedir cinco pequeñas monedas de oro por el derecho de monopolizar las ventas de pastel de libra por un año, ¿cómo sonaría eso?”
“Tomaría esa oferta, por supuesto.”
Ella ni siquiera lo dudó por un momento.
“... ¿Qué quieres decir con ‘por supuesto’? ¿Fue demasiado barato?”
“Sí, así es. Los derechos de monopolizar las ventas de un bien nuevo sin precedentes, como el pastel de libra o aquel papel a base de plantas, podrían valer más que una gran moneda de oro.”
“Una gran moneda de oro...”
Una vez más, tal parece que Benno podría haberme engañado para que le vendiera toda mi información por poco dinero.
“¿Te gustaría subir el precio?”
“Nou, está bien. Será únicamente por un año, después de todo. Te venderé derechos del monopolio por cinco pequeñas monedas de oro.”
No me siento cómoda subiendo el precio después de que ya hice mi oferta, así que niego con mi cabeza.
“Bueno, entonces, redactemos un contrato.”
“¿Huh? ¿Quieres decir un contrato mágico?”
¿Esto se volvió realmente aterrador? ¿Tendré que volver a ver sangre y poner en peligro a personas inocentes? Comienzo a temblar incontrolablemente, pero Freida simplemente deja escapar un suspiro de asombro.
“…Maine. Un contrato mágico no es algo que puedas usar tan fácilmente. Es algo que usas cuando tu oponente tiene un poder mágico y político abrumador, poniéndote en una enorme desventaja, y necesitas usar una herramienta mágica extremadamente cara para asegurar tus ganancias. En nuestro caso, un contrato regular escrito en un pergamino de contrato formal será suficiente, ¿no?”
“Supongo que tienes razón.”
Puesto que mi primer contrato fue uno mágico, creo que mi intuición podría haber sido algo sesgada. Sin embargo, si lo que dice Freida es cierto, entonces ¿por qué Benno utilizaría un contrato mágico con Lutz y conmigo, quienes no poseen ni poder mágico ni político? Es un misterio.
“Sin embargo, ¿cómo sabes sobre los contratos mágicos, desde que se usan tan poco?”
“... El Señor Benno se enojará si te digo, así que es un secreto.”
“Oh, ¡estás aprendiendo, ¿no?!”
Ella se ríe para sí misma mientras alcanza una campana en una mesa cercana. Cuando suena, Yutte se desliza dentro de la habitación, apenas haciendo un sonido.
“Por favor, preparen un contrato por escrito para nosotras,” Freida dice.
En el pergamino que Yutte nos prepara, Freida utiliza una pluma para describir los términos de nuestro contrato. Comparado con la pluma de madera que yo compré, su pluma ciertamente luce impresionante, pero me pregunto ¿si es solo mi imaginación que parece difícil de usar? Para Freida, quien es aprendiz en el Gremio de Comerciantes, este es un trabajo ordinario y cotidiano. Para mí, después de haber estado aquí por un tiempo, es algo con lo que estoy al menos familiarizada. Después de repasar el contrato para asegurarnos de que no haya discrepancias, tocamos nuestras tarjetas de gremio para finalizar el trato.
“¿Por qué decidiste un solo año?,” Freida me pregunta.
“Después de un año, todos sabrán que tu tienda fue donde se inventó el pastel de libra, ¿no? Además, para entonces, creo que el azúcar se habrá extendido a más personas, así que estoy tratando de dejar espacio para nuevas entradas en el mercado.”
“¿Nuevas entradas?”
“Si la receta es anunciada, entonces la cantidad de competidores se multiplicará, y rápidamente comenzaremos a ver nuevos tipos de dulces, ¿no? Los dulces deliciosos hacen feliz a las personas, así que si hay muchas personas que los hacen, y comienzan a extenderse por todas partes, entonces creo que eso será algo muy bueno.”
“Hah, realmente no te importan tus propios beneficios, Maine. Ser un comerciante no encaja contigo.”
Freida y yo firmamos nuestros nombres en la parte inferior del pergamino del contrato. Con eso, el contrato entre Freida y yo para así garantizar sus derechos del monopolio de este durante un año está completo.
“Pero, bueno, al anunciar la receta en un año, necesito que realmente esté cerca, ¿no? Si no lo soy, entonces te dejaré ese trabajo.”
“¡Hmph! Pongo mis propios beneficios por encima de todo. Si quieres que se anuncie la receta, ¡entonces será mejor que estés aquí el año que viene para anunciarla tú misma!”
Ella resopla, girando su cabeza. Parece que ella podría estar al borde de las lágrimas.