Contrato con Freida.
Está
lloviendo hoy. No hay dudas al respecto, hoy está lloviendo.
El pesado golpeteo
de gotas de lluvia golpeando los postigos de madera de la ventana de la cocina causa
que mis hombros se desplomen mientras me siento allí, comiendo mi desayuno. Justo
porque Freida se había estado riendo, y porque Benno había estado gruñendo,
definitivamente está lloviendo. ¡No hay manera de evitarlo, entonces! Desde que
ya se había determinado que tengo que ir a la Casa de Freida, al menos haré
todo lo posible para conseguir por lo menos un poco de información de ella.
Lutz
también va a estar allí, así que todo va a estar bien.
Tomo un
pedazo de pan de mijo, lo remojo en la sopa sobrante de la noche anterior y lo
mastico lentamente. Utilizo lo último de mi pan para limpiar mi plato, luego,
habiendo terminado de desayunar, comienzo a mirar alrededor de la habitación.
Dejando escapar un largo suspiro.
“Quiero
traerle algún tipo de presente, pero realmente no tenemos nada aquí que pueda
llevar a esa casa, ¿cierto?”
La casa de
Freida ya está llena del tipo de cosas que sólo la nobleza guarda en sus casas.
Aquí no hay nada que pueda darle a una chica que ya lo tiene todo.
Tory traga
un poco de agua, luego me mira, con su cabeza inclinada hacia un lado.
“¿Qué tal
un poco de 'champú simple'? Ella
estaba realmente feliz cuando le trajiste un poco la última vez, ¿cierto?”
“Hmm... ya
ha salido al mercado, así que Benno me dijo que si yo iba a seguir haciendo
algo para mí, no podía seguir regalarlo a cualquiera.”
“Oh ya veo.
Y está lloviendo también, así que no puedes recoger flores ni nada de eso...
sí, es un problema.”
Tory utiliza
un poco de agua de la jarra de agua para así lavar su plato mientras habla
conmigo. Cuando termina de enjuagarlo, comienza a apresurarse para prepararse
para ir a trabajar. Nuestra madre ya se marchó, y nuestro padre está
profundamente dormido después de llegar tarde a casa de su turno de noche.
Comienzo a lavar mi propio plato también, intentando mantener mi voz baja.
“Si solo hubiésemos
decidido esto unos días antes. Entonces podría haber ido al bosque en un día
soleado y recoger algunas frutas para llevar conmigo...”
Benno ha
sido bastante complaciente con Lutz. También ha sido muy amable conmigo,
ayudándome a instalar el Taller de Maine para que así pueda seguir pensando en
nuevas ideas para productos. Últimamente, he estado intentando evitar hacer
algo que lo enoje. Claro, descuidadamente he dejado escapar un par de secretos
mientras hablo y estoy totalmente segura de que he caído presa de mis propios
deseos y he hecho algunas cosas arbitrariamente, pero nada de eso fue
intencional. No hay manera de que realmente yo quisiera que se enoje conmigo. Así
que, si quiero evitar su ira, Rinsham
está fuera. Todo lo que tenga que ver con el papel también está fuera. Si yo traigo
una nueva receta de postres, entonces tanto Freida como Ilse estarían felices,
creo, pero Benno se enfadaría absolutamente, así que también está fuera.
Bueno,
ahora que no voy a ser su aprendiz, supongo que es mi propio asunto a quien le
doy mis recetas de dulces, pero aun así eso sería más problemático de lo que valdría.
Mientras
tarareó pensativamente para mí, un fuerte golpe provino desde la puerta de la
cocina. Tory, que parece estar lista para ir al trabajo y acaba de ponerse una
gruesa capa la cual ha sido tratada con aceite y cera para protegerla de la
lluvia, se dirige hacia la puerta.
“Hola,
¿quién está allí?”, Tory dice.
Ah, creo
que Lutz ha llegado un poco temprano hoy, pienso para mí, mientras guardo mi
plato limpio. Repentinamente, la voz sorprendida de Tory atraviesa la cocina.
“¡¿Freida?!
¡¿Por qué está…?!"”
Tan pronto
como escucho esas palabras completamente inesperadas, doy media vuelta para ver
a Frieda de pie afuera de nuestra puerta, acompañada por un asistente. A pesar
de la lluvia, está magníficamente vestida como siempre, y su asistente viste un
uniforme ordenado. Chocan horriblemente con el contexto empobrecido de mi
hogar, enfatizando cuán pobre realmente es mi familia.
“He estado
tan emocionada desde que me desperté por lo que ya no pude soportarlo, he
venido a recogerte a Maine,” Freida dice, sonriendo dulcemente.
Escucho una
línea escondida ‘¿pensaste que te dejaría
escapar?’ enterrada en aquellas palabras, y un escalofrío recorre mi espina
dorsal. Quiero apartar la vista y fingir que no he visto nada, pero no puedo
huir y dejar atrás a Tory.
“¡Whoa!,” Tory
dice, sonriendo mientras me saluda con la mano, “¡debiste haber estado muy
emocionada al venir hasta aquí con este tipo de lluvia!”
Tory, eres
un ángel. No pierdas nunca esa pureza.
“¡Ah, pero
es exactamente debido a esta lluvia que he venido! No podría posiblemente
pedirle a la frágil Maine que salga a la calle con un clima como este. Tengo un
carruaje esperándonos en la calle principal.”
Parece que ella
pensó que podría negarme a salir porque yo no quería resfriarme bajo la lluvia.
No puedo evitar estar ligeramente impresionada con su nivel de preparación.
“Whoa,” Tory
dice, con una inocente envidia reflejada sobre su rostro, “¡¿Un carruaje?! ¡Whoa,
Maine, eres tan afortunadaaaa! "
Freida mira
a Tory, notando que ella está cargando sus cosas para ir al trabajo.
“Oh mi dios,”
ella dice, inclinando sutilmente su cabeza hacia un lado, “¿Quizás vas a ir a
trabajar?”
“Es cierto,”
Tory responde, con una punzada de abatimiento en su voz. “Tengo que irme
pronto.”
Frieda mira
hacia un lado momentáneamente, como si ella estuviera pensando en algo, y entonces
repentinamente aplaude, una significativa sonrisa flota en su rostro.
“Bueno, si
es así, quizás nosotras podamos dejarte ahí en nuestro camino.”
“¡¿Qué?!
¡¿En serio?! ¡¿Puedo ir en el carruaje también?!”
El rostro
de Tory se ilumina inmediatamente. Un carruaje es el tipo de cosas sobre las
cuales personas pobres como nosotras normalmente nunca llegarían a montar.
Entiendo perfectamente su emoción. Tal parece que no tengo más remedio que
prepararme para ir de inmediato.
“Tory,
tengo que buscar a Lutz,” le digo.
“¡Ah, es cierto!
Iré corriendo a buscarlo.”
“Oh,” Freida
dice, “pero, si Lutz viene, entonces no tendrás donde sentarte...”
Tory dejó
caer su equipaje y comenzó a correr cuando Freida la detuvo disculpándose. En
este punto, cada vez que salgo, Lutz viene conmigo como mi guardián. Pero, si
Lutz viene con nosotras, Tory no podrá viajar en el carruaje y tendrá que quedarse
fuera.
“¿Huh? ¿Um?
...Entonces, yo... ¿no puedo ir?
Su breve
resplandor hogareño se convierte en desesperación. Ella deja caer su cabeza,
como si ella estuviese al borde de las lágrimas. Intento frenéticamente
averiguar qué decir para consolarla, pero Freida interviene calmadamente. Tomando
la mano de Tory y a continuación, le da una suave sonrisa.
“Tory, hoy,
Maine es mi responsabilidad. Me encargaré de recogerla y traerla. Puedo
prometer que tomaré precauciones especiales para asegurarme de que no caiga
enferma. Entonces, ¿por qué no subes al carruaje con nosotras?”
“... “Maïne,”
Tory dice, “si estás en el carruaje, entonces no te cansarás, y no te mojarás debido
a la lluvia, ¿sabes? Así que estará bien si Lutz no va contigo hoy, ¿cierto?”
¡¡Cómo
demonios estaré bien!!
Es lo que quisiera
decirle, pero no puedo ganar contra la mirada suplicante de Tory. No hay forma
de que pueda decirle que vaya caminando hacia el trabajo porque estaría en
problemas sin Lutz allí conmigo. Incluso el simple hecho de ver lo feliz que ella
se veía al ser capaz de viajar en un carruaje se interpone en el camino de esa
idea. No quiero ir sola a la casa de Freida, pero simplemente no puedo
rechazarla.
“... Sí,
todo estará bien, Tory. ¡Deberías venir con nosotras!”
“Gracias, Maine.
Iré y le contaré a Lutz, para que te prepares.”
Tory, totalmente
feliz, corre hacia la casa de Lutz, dando pequeños brincos. El sonido de sus
pasos se aleja rápidamente en la distancia, dejando solo el golpeteo de la
lluvia contra los postigos. Miro fijamente a Freida, que acaba de utilizar a mi
hermana contra mí para así excluir a Lutz.
“Freida...”
“Tu hermana
parece bastante feliz, ¿verdad?”
“Tienes
razón. ...Haahhh, supongo que no tengo otra opción. Soy quien no le dijo que
no, después de todo.”
Yo fui
quien no pudo dejar a Tory a un lado, así que no puedo culpar a Freida más allá
de eso. Mientras preparo mi bolso de mano, pienso para mí misma lo enojados que
Lutz y Benno estarán conmigo por actuar sin pensar otra vez.
“Lo siento,”
le digo, “pero no pude preparar un regalo para ti.”
“Oh mi dios,
pero hoy tú me estás dando un día de tu tiempo, ¿no? Tener la oportunidad de
hablar contigo es más que suficiente para mí.”
Ella ríe
alegremente, demostrando la imagen de una chica que está complacida de poder
jugar con su amiga, pero sé muy bien que Freida no es una ordinaria e inocente niña.
“Maine,” Tory
dice, “le dije a Tía Karla sobre nosotras. Vamos, ¡Vamos! Voy a llegar tarde.”
El sonriente
rostro de Tory y su modo de caminar brincando inmediatamente dispersan la atmósfera
sombría que se extendía entre Frieda y yo.
“Bueno
entonces, ¿deberíamos partir ya?”
Cerramos la
puerta y nos dirigimos afuera. En este lugar, el equipo de lluvia tiende a
consistir en un manto grueso y un sombrero con borde ancho. Por supuesto, no es
capaz de protegerte perfectamente contra ella, así que este se empapa
gradualmente si la lluvia es pesada o si necesitas estar al aire libre durante
mucho tiempo. Hoy, sin embargo, solo vamos hasta la calle principal, a través
de callejones estrechos, por lo que no tengo que preocuparme por empaparme.
“Rápido
ahora, adelante.”
Me apresuré
a subirme al carruaje esperándonos en la carretera principal, quitándome el
sombrero y el manto y poniéndolos a mi lado. El asistente de Freida se sienta
afuera, en el lado del conductor, dejando sólo tres asientos para nosotras dentro
del carruaje.
“Whoa,” Tory
dice, “¿así es como luce un carruaje por dentro?”
“¡Ven, Tory,
siéntate aquí!,” Freida dice. “¿Llevarte hasta la plaza central funcionaría?”
“Sí, el
lugar al que voy se encuentra en el camino de los artesanos, pero está muy
cerca de la plaza central.”
Freida
insta a Tory a tomar asiento cuando ella mira alegremente alrededor del
carruaje. Me siento entre las dos. Este carruaje parece haber sido construido
para que dos adultos se sienten, pero puede llevar perfectamente tres niños,
con un pequeño espacio de sobra. Cuando el carruaje comienza a moverse, tiembla
y se mueve tanto como recordaba, pero a diferencia de la ocasión que estuve con
Benno y el maestro del gremio, estoy sentada en un asiento adecuado, así que no
pienso que esté punto de ser lanzada por los aires.
“Es casi la hora de las ceremonias de bautismo, ¿no? Maine, ¿qué piensas
vestir?”
“Oh, va a
usar mi ropa de segunda mano,” Tory dice, “pero lo hemos alterado tanto que ya
no parece ropa de segunda mano. ¡Luce realmente extravagante!”
El pecho de
Tory se hincha con orgullo cuando ella responde la pregunta de Freida por mí.
Durante el invierno, Tory ayudó a nuestra madre con sus alteraciones de vez en
cuando, así que hay un par de decoraciones más en el vestido de las que había
antes.
“…
¿Extravagante?”
“No puedo
describirlo, pero pienso que da una sensación diferente. Mamá trabajó muy duro
en él, ¡así que es muy lindo!”
Es probable
que Freida, viendo el estado de nuestra casa, tenga problemas para imaginar lo
que podría ser ‘Extravagante’ para
nosotros. Ella tiene una expresión de asombro en su rostro, pero en realidad no
estamos mintiendo. Además, hay una gran diferencia entre lo que las personas
por aquí suelen pensar que significa ‘Alteraciones’
y lo que hice, por lo que es difícil explicarle.
“¡Tu ropa
es realmente esponjosa y asombroso, también, Freida!,” Tory dice. “Quiero intentar
usar algo así algún día…”
“Muchas
gracias. Así que, ¿acaso hiciste una nueva horquilla para ti misma?”
Freida,
feliz de escuchar el cumplido de Tory, dirige el tema hacia las horquillas.
Aparte de la que hice para Freida, hasta el momento todas las horquillas han
sido variaciones de diferentes colores con el mismo diseño. Sin embargo, parece
que ella no puede imaginar que haga una horquilla para mí que luzca exactamente
igual a todas los demás, y siente curiosidad sobre que podría ser.
“Oh, es un
regalo para Maine,” Tory dice, “así que trabajé realmente duro para hacerla.
Tiene tres flores grandes, como las que nosotras hicimos para ti.”
“Entonces,
la horquilla de Maine coincidirá con la mía, ¿tal vez?”
Freida me
mira, un poco dubitativa, con la cabeza inclinada hacia un lado. Tory parece
que realmente no puede vislumbrar cómo explicarle correctamente, por lo que
tira de mi manga, con un nervioso aspecto.
“Bueno, ellas
son blancas, y se balancean, así que incluso a pesar de que la flor grande es
la misma, ellas realmente no coinciden. ¿Cierto, Maine?”
“Nosotras usamos
un hilo sin blanquear, por lo que son más de un color crema, aunque desde la
distancia ellas parecen blancas. También hemos agregado algunas flores más
pequeñas, pero aún existen algunas diferencias más entre las tuyas y la mía. ¡Deberás
esperar para verla! ¿Cierto, Tory?”
“Sí, si te
contamos todo al respecto, entonces no tendrás nada que esperar.”
Tory cubre su
boca, ocultando una sonrisa pícara. Freida parece haber sido atrapada por ella,
y sonríe también.
“¡Bien,
entonces realmente voy a estar esperando por ello! Estaré esperando por ti.”
Mientras
hablamos acerca de las ceremonias de bautismo, una hilera de talleres, donde tory
trabaja, aparece a la vuelta de la esquina. El carruaje se detiene, y Tory se
pone su manto y su sombrero. Ella agarra su bolsa llena de herramientas, entonces
me lanza una breve mirada de preocupación.
“No te
preocupes,” Freida dice. “Cuidaré de ella lo mejor que pueda.”
“Tory,” le
digo, “¡buena suerte en el trabajo hoy!”
“Gracias
por dejarme viajar en tu carruaje, Freida. Maine, me voy, ¡no causes ningún
problema!”
Tory se
despide agitando vigorosamente sus manos y a continuación ella sale corriendo
hacia el taller. Nos despedimos, y el carruaje comienza a sacudirse una vez
más.
◇◆◇
“Bienvenida,
Maine. Me alegro de que pudieras hacerlo. Hoy hornee un pastel de libra, y me encantaría saber lo que piensas de él.”
Cuando
llegamos a la casa de Freida, Ilse la cocinera está esperando por nosotras. Nos
conducen hacia el salón, donde un té y un pastel
de libra han sido puestos para nosotras. Le doy un bocado e inmediatamente comienzo
a derretirme. La masa húmeda ha sido horneada hasta un tono perfecto de color
dorado, y, quizás porque Ilse se ha ajustado a las peculiaridades del horno, el
pastel en sí mismo es mucho más delicioso de lo que fue la última vez.
“Delicioso~...
¡Esto es mucho más sabroso de lo que fue antes! Usted hizo un excelente trabajo
modificando la receta.”
“¡Me alegra
oírte decir eso! Tengo curiosidad, ¿puedes pensar en algo para hacerlo aún
mejor?”
“¿Mejor?
...Umm, aunque creo que ya es suficientemente delicioso, ¿no?”
Tomo otro
bocado de pastel, saboreo su sabor dulce y medito por un momento. Sé que ella podría
exhibirlo extravagantemente cuando ella lo sirva, o podría cambiar el sabor agregando
frutas secas o cáscaras ralladas de frutos cítricos, pero también conozco que solamente
decirle que aquello podría ser la clase de información que enojaría a Benno.
Hmm, si
hago algo, Benno probablemente se enoje conmigo, y es realmente delicioso, incluso
si es tan simple, así que no habría ningún problema si me quedara callada, pero
realmente quiero ayuda a esta extremadamente ansiosa cocinera a mejorar su
trabajo.
“Bueno, no
es una mejora, exactamente, pero... ¿qué tal si se lo cuento a cambio de una
bolsa de azúcar?”
Recuerdo
haber visto una bolsa en la cocina que parecía contener alrededor de un kilo de
azúcar. Cuando le pregunto eso, Ilse mira a Freida, quien en realidad tiene
derecho a decidir.
“Una bolsa
de azúcar... ¿estaría bien dársela, Miss Freida?”
“Sí, por
supuesto.”
“Está bien,
tengo el permiso de la joven lady, ¡Así que! ¡Dime!"
La pura
fuerza voraz detrás de la curiosidad de Ilse me hace chillar debido al susto
momentáneo, pero a continuación abro mi boca para hablar.
“Si usted ralla
una cáscara de ferigina y agrega esta al rebozado, cambiará tanto el olor como
el sabor, y seguirá siendo delicioso. Usted también puede agregar otras cosas,
y eso también cambiará el sabor. En cuanto a qué exactamente debe poner y
exactamente cuánto, usted puede hacer algunos experimentos por su cuenta.
También le contaré esto como un extra: si usted va a llevar esto a servir a los
nobles, podrías batir a fondo crema espesa y hacer un borde alrededor del
pastel, luego decorarlo con fruta para haz que se vea realmente extravagante.”
“¡¿Hm?!
¡Voy a intentar eso!”
Ilse jadea,
luego inmediatamente se levanta y sale de la habitación. Repentinamente,
dejamos atrás, Freida y yo parpadeamos un par de veces, y luego sonreímos con
ironía.
“Mis
disculpas, Maine, por mostrarte a ti, mi invitada, ese espectáculo. Ilse suele
ser tan tranquila y serena, pero tan pronto como ella ve una nueva receta...”
“Es bueno
estar ansioso por aprender. Si hace todo lo posible, eso aumentará la cantidad
de cosas deliciosas, ¿cierto?”
Un celo por
estudiar es algo que debe ser admirado. Pienso que difundir cosas sabrosas por
todo el mundo sería algo muy feliz, así que definitivamente quiero probar
muchas cosas diferentes para intentar crear nuevos tipos de dulzura.
“Ahora que
pienso un poco,” le digo, alrededor de un gran bocado del pastel, “¿por qué
estás aprendiendo en el Gremio de Comerciantes? ¿No ibas a abrir una tienda dentro
del barrio de los nobles? ¿Realmente puedes ser un aprendiz sin ser realmente
un futuro empleado?”
Ya se había
acordado que Freida se vaya a vivir con la nobleza cuando crezca, así que ni
siquiera había pensado que ella estaría aprendiendo en el Gremio de Comerciantes.
Freida toma
un sorbo de su té. “Es algo que le pedí a mi abuelo. Es para poder estudiar y establecer
conexiones para cuando viva dentro del barrio de los nobles. Cuando abra mi
tienda, lo haré sola. No puedo seguir pensando que realmente ese es un trabajo
que una persona puede realizar por sí misma, así que necesito formar tantas conexiones
interpersonales como me sea posible.”
“¿Todo por
ti misma? ¿No tendrás asistentes, como Jutte?”
“A nadie
más que a mí se le permitirá quedarse dentro del barrio de los nobles. Aunque,
cuando vaya allí, mi compañero habrá preparado algunos asistentes para mí, así
que no viviré sola.”
Incluso
así, no puedo imaginar que cualquier asistente que ella tenga en el barrio de
los nobles esté familiarizado con la economía o la administración de empresas. Hacer
que una joven mujer quien apenas acaba de entrar en edad adulta, y
repentinamente ha sido despojada de sus aliados, abrir una tienda por su cuenta...
¿no es eso demasiado duro? ¿No pueden dejar que ella tenga al menos a una sola
persona para consultarle?
“Definitivamente,
una persona no puede administrar una tienda entera sola,” continúa. “A mi
familia se le permitirá entrar y salir del barrio de nobles para entregar
suministros y cosas por el estilo. No estarán a mi lado todo el tiempo, pero
será tranquilizador, ¿no es así?”
“…Supongo
que sí.”
No puedo
imaginar que realmente sea tan tranquilizador, pero puedo ver que Freida está
luchando duro por su propio destino, mirando al frente hacia su camino. No
puedo decir nada más además de estar de acuerdo con ella. La manera adulta de
pensar y hablar que ella aprendió son sus armas y armadura. Ella debe seguir
puliéndolos con determinación para que así ella pueda sobrevivir en el desconocido
mundo que la espera.
“Entonces,
para asegurarme de que yo puedo manejar lo que pueda ocurrir después de
establecer mi tienda, estoy aprendiendo en el Gremio y ayudando en la tienda de
mi familia.”
“Eres
increíble, Freida. Puedo decir que estás pensando mucho en todas estas cosas
que sucederán en el futuro.”
Cuando digo
eso, ella inmediatamente adquiere una expresión muy seria sobre su rostro. Ella
me mira muy seria, luego de un momento de silencio, abre su boca para hablar.
“También
hay algo que me gustaría preguntarte. ¿Puedo?”
“Claro,
adelante.”
Ahh, aquí
viene, la pregunta principal, supongo. Es bastante obvio lo que está a punto de
preguntarme. Sonrío, urgiéndola a seguir.
“¿En qué
demonios estás pensando? Maine, con todo el derecho, ¿tú no deberías haber dejado
tu empleo con Benno y venir a trabajar con nosotros? He estado esperando a que
hagas eso. Si buscas conexiones, entonces venir aquí debería ser...”
Si estuviese
buscando una conexión con la nobleza, sería mucho mejor para mí confiar en
Freida y en el Maestro del Gremio que en Benno. Esto es algo que Otto también
me señaló. Creo que cualquiera se daría cuenta de esto. Trabajar en una tienda
que ya tiene una conexión profunda con la nobleza mejoraría, por supuesto, mis
posibilidades de encontrar una solución favorable, incluso aunque sea solo un
poco. Freida hizo su oferta con gran confianza en sí misma tomado como base la
historia e influencia de su familia. Ahora, su tono de voz es un poco feroz, y
un rastro de impaciencia tácita se muestra en sus ojos.
“El verano se
encuentra bastante cerca, pero tú aún no has hecho ningún movimiento. ¿Realmente
has pensado en lo que discutimos antes? Si no encuentras un noble lo antes
posible, entonces la forma en que las cosas, van a...”
La molestia
de Freida está basada en su preocupación por mí, ya que tengo la misma
enfermedad El Devorador que ella.
Incluso si fuese llevada a un noble, no sería garantía de que yo pudiese formar
un contrato con él inmediatamente. De hecho, me siento un poco cohibida por lo
mucho que ella se preocupa por mí, y su sentimiento de que esto necesita
apresurarse está siendo amplificado por su naturaleza autoritaria.
Me río,
volviendo la mirada fija de Freida.
“Sabes,
Freida. Después de pensarlo un montón, decidí que quería estar con mi familia,
incluso si eso significaba ser consumida.”
“... ¿Huh?”
Freida se
congela, con los ojos muy abiertos y la boca abierta. Sus labios tiemblan, solo
un poco, y murmura débilmente, “No puedo creerlo...”
“Ya había
desistido a medias. Desde el momento en que Tory comenzó a llorar, le dije que
seguiría buscando la forma de sobrevivir de alguna manera, pero no hay otra
forma de vivir con El Devorador excepto
para hacer un contrato con un noble, ¿cierto?”
Estoy muy segura
de que el Maestro del Gremio, con el fin de salvar a su nieta, habría utilizado
cada pedacito de su influencia, su dinero, sus conexiones y todas las demás
cosas útiles que él tenía que buscar frenéticamente cada solución que pudiese.
Él habría comprado algo de tiempo reuniendo esas herramientas mágicas para
seguir buscando un método mejor que hacer un contrato. Pero al no encontrar
nada, debe haber renunciado a su búsqueda y buscar un noble el cual pudiese
otorgarle un contrato con las condiciones más favorables, pensando que ese era
el único camino a seguir. La respuesta es obvia
“... No
conozco ninguno.”
“Honestamente,
me he estado preguntando si podría encontrar otra herramienta mágica en alguna
parte que pudiese utilizar, pero no creo que yo quiera hacer un contrato con un
noble. No hay un sustituto para las herramientas mágicas si quiero hacer algo
acerca del Devorador, ¿cierto?”
“Si supiera
alguna, ya la estaría usando.”
Ella me da
una mirada irritada, así que me encojo de hombros.
“Lo sé, ¿sabes?
Entonces, la pregunta que quería hacerte hoy es si es posible comprar
herramientas mágicas de alguien que no es noble. O quizás, podría hacer
herramientas mágicas por mi cuenta, o algo así... eso no es posible, ¿cierto?”
Estaba
pensando que si no podía encontrar ninguna herramienta mágica, debería intentar
hacer una, pero, desafortunadamente, ninguno de los libros que había leído como
Urano contenía ningún método para crear herramientas mágicas. Esos conceptos
existían en las novelas y juegos de fantasía, pero no pienso que yo pueda
usarlos como material de referencia. Además, no hay ningún taller aquí en esta
ciudad que produzca herramientas mágicas.
“Necesitas
maná para hacer herramientas mágicas, y como solo la nobleza posee maná, ellos son
los únicos que pueden hacerlas. Entonces, las únicas personas que conocen los
métodos para hacer herramientas mágicas están detrás de esos muros del
castillo.”
“Bueno.
...Había estado pensando que si yo supiese cómo hacerlas, podría hacerlas yo misma,
pero supongo que eso es realmente imposible.”
Si únicamente
los nobles poseedores de maná pueden hacerlas, entonces cualquier taller para
crearlas debería estar al otro lado de aquellas altas murallas. Tenía la
esperanza de que si yo pudiese aprender los métodos de fabricación, podría
utilizar todos mis fondos para que eso sucediese, pero creo que realmente solo
estaba siendo ingenua, después de todo.
“... Ni
siquiera había considerado hacer la mía,” Freida dice.
“Eso es debido
a que perteneces a una familia rica,” le digo, riéndome. “En mi mundo, si yo decido
que quiero algo, entonces si no lo hago yo misma, nunca lo conseguiré, así que
lo primero que pensé fue en que si podía descubrir cómo hacerlas o no...
sabes.”
Rinsham,
papel, lápices de hollín y palillos fueron todas cosas que necesitaba, así que fui
obligada a hacerlas yo misma, bueno, tanto como pude.
“¿Es tu familia
tan importante para ti?,” Ella me pregunta en voz baja. “¿No te da miedo ser
tragada por la fiebre?”
“Umm, ¿cómo
puedo decirlo? No quiero morir, pero realmente no tengo miedo, creo.”
Ya he
muerto una vez. Poder vivir la vida de Maine es sólo una bendición que Dios me
otorgó. Finalmente logré hacer mi vida realmente divertida para vivir, pero esta
opinión no ha cambiado esencialmente.
“... No
tengo ningún libro en este momento, por lo que mi familia es lo único
importante que tengo. No elijo morir, elijo estar con mi familia. Eso es todo.”
“¿Libros?”
“Sí. De
hecho, he ahorrado una buena suma de dinero, así que me pregunto si podría en
realidad comprar uno, ¿quizás?”
Inclino la
cabeza, reflexionando, mientras Freida me mira con una sonrisa preocupada.
“Si son
libros lo que buscas, ¿entonces no deberías ir al barrio de los nobles después
de todo? Debería haber muchos allí, ¿no?”
“Aaah, si
un contrato dice que yo podría leer los libros tanto como yo quisiera, entonces
probablemente lo firmaría en el acto, pero ¿realmente piensas que un noble el
cual me mantendría su alrededor como una mascota dejaría que un plebeyo pobre
como yo lea algo tan valioso?”
“Cuanto más
pienso en tus condiciones de vida, más difíciles me parecen.”
Desde la
perspectiva de un noble, solo soy una plebeya de una ciudad con una baja tasa
de alfabetización. Aunque sé leer, aun no sería extraordinario que no quisiesen
que yo tocara alguno de los costoso y preciosos libros que ellos mismos poseen.
Si tuviese que leerlos por mi cuenta, seguramente ellos se enojarían. Además,
hasta cierto punto, me conozco a mí misma. Si hay un libro delante de mí, hay
una gran posibilidad de que yo pierda el sentido de la razón. Me puedo imaginar
a mí misma saltando hacia un libro y provocando la ira de alguien.
“...
Entonces, he estado pensando que, hasta que muera, quiero intentar establecer
una forma de producir libros en masa, pero eso parece realmente difícil. Cuando
pienso en lo corta que será mi vida gracias al Devorador, llego a la mitad de darme por vencido. Estoy causando muchos
problemas a mi familia, así que ahora mismo quiero ganar la mayor cantidad de
dinero posible para poder dejarlo atrás cuando me haya ido.”
Mientras
alegremente bromeo acerca de eso, repentinamente los ojos marrones claros de
Freida destellan.
“Entonces,
¿quizás te gustaría venderme los derechos de tu receta de pastel de libra?”
Miro a
Freida, cuyos ojos definitivamente tienen ese brillo de mercader en este
instante, tarareando pensativamente para mí. Un pastel de libra es un tipo muy
básico de dulce, pero quizás un monopolio de tiempo limitado no sea un gran
problema. Entregarle permanentemente todos mis derechos, como lo hice con Benno
y el Rinsham, podría ser problemático.
Sin duda, se interpondrá en el camino para desarrollar y difundir nuevos
dulces.
“... Si fuese
a pedir cinco pequeñas monedas de oro por el derecho de monopolizar las ventas
de pastel de libra por un año, ¿cómo sonaría eso?”
“Tomaría
esa oferta, por supuesto.”
Ella ni
siquiera lo dudó por un momento.
“... ¿Qué
quieres decir con ‘por supuesto’? ¿Fue
demasiado barato?”
“Sí, así es.
Los derechos de monopolizar las ventas de un bien nuevo sin precedentes, como
el pastel de libra o aquel papel a base de plantas, podrían valer más que una
gran moneda de oro.”
“Una gran
moneda de oro...”
Una vez
más, tal parece que Benno podría haberme engañado para que le vendiera toda mi
información por poco dinero.
“¿Te
gustaría subir el precio?”
“Nou, está
bien. Será únicamente por un año, después de todo. Te venderé derechos del
monopolio por cinco pequeñas monedas de oro.”
No me
siento cómoda subiendo el precio después de que ya hice mi oferta, así que
niego con mi cabeza.
“Bueno, entonces,
redactemos un contrato.”
“¿Huh? ¿Quieres
decir un contrato mágico?”
¿Esto se
volvió realmente aterrador? ¿Tendré que volver a ver sangre y poner en peligro
a personas inocentes? Comienzo a temblar incontrolablemente, pero Freida simplemente
deja escapar un suspiro de asombro.
“…Maine. Un
contrato mágico no es algo que puedas usar tan fácilmente. Es algo que usas
cuando tu oponente tiene un poder mágico y político abrumador, poniéndote en
una enorme desventaja, y necesitas usar una herramienta mágica extremadamente
cara para asegurar tus ganancias. En nuestro caso, un contrato regular escrito
en un pergamino de contrato formal será suficiente, ¿no?”
“Supongo
que tienes razón.”
Puesto que
mi primer contrato fue uno mágico, creo que mi intuición podría haber sido algo
sesgada. Sin embargo, si lo que dice Freida es cierto, entonces ¿por qué Benno utilizaría
un contrato mágico con Lutz y conmigo, quienes no poseen ni poder mágico ni
político? Es un misterio.
“Sin
embargo, ¿cómo sabes sobre los contratos mágicos, desde que se usan tan poco?”
“... El Señor
Benno se enojará si te digo, así que es un secreto.”
“Oh, ¡estás
aprendiendo, ¿no?!”
Ella se ríe
para sí misma mientras alcanza una campana en una mesa cercana. Cuando suena, Yutte
se desliza dentro de la habitación, apenas haciendo un sonido.
“Por favor,
preparen un contrato por escrito para nosotras,” Freida dice.
En el
pergamino que Yutte nos prepara, Freida utiliza una pluma para describir los términos
de nuestro contrato. Comparado con la pluma de madera que yo compré, su pluma
ciertamente luce impresionante, pero me pregunto ¿si es solo mi imaginación que
parece difícil de usar? Para Freida, quien es aprendiz en el Gremio de Comerciantes,
este es un trabajo ordinario y cotidiano. Para mí, después de haber estado aquí
por un tiempo, es algo con lo que estoy al menos familiarizada. Después de
repasar el contrato para asegurarnos de que no haya discrepancias, tocamos
nuestras tarjetas de gremio para finalizar el trato.
“¿Por qué
decidiste un solo año?,” Freida me pregunta.
“Después de
un año, todos sabrán que tu tienda fue donde se inventó el pastel de libra, ¿no? Además, para entonces, creo que el azúcar se
habrá extendido a más personas, así que estoy tratando de dejar espacio para nuevas
entradas en el mercado.”
“¿Nuevas
entradas?”
“Si la
receta es anunciada, entonces la cantidad de competidores se multiplicará, y
rápidamente comenzaremos a ver nuevos tipos de dulces, ¿no? Los dulces
deliciosos hacen feliz a las personas, así que si hay muchas personas que los
hacen, y comienzan a extenderse por todas partes, entonces creo que eso será
algo muy bueno.”
“Hah,
realmente no te importan tus propios beneficios, Maine. Ser un comerciante no
encaja contigo.”
Freida y yo
firmamos nuestros nombres en la parte inferior del pergamino del contrato. Con
eso, el contrato entre Freida y yo para así garantizar sus derechos del
monopolio de este durante un año está completo.
“Pero,
bueno, al anunciar la receta en un año, necesito que realmente esté cerca, ¿no?
Si no lo soy, entonces te dejaré ese trabajo.”
“¡Hmph! Pongo
mis propios beneficios por encima de todo. Si quieres que se anuncie la receta,
¡entonces será mejor que estés aquí el año que viene para anunciarla tú misma!”
Ella
resopla, girando su cabeza. Parece que ella podría estar al borde de las
lágrimas.