martes, 29 de mayo de 2018

Honzuki no Gekokujou 75


Interludio: El Maestro Benno y Yo

Mi nombre es Mark. Soy el asistente del Maestro Benno, quien es el gerente de la Firma Gilberta. Supongo que tengo unos treinta y siete años, si no recuerdo mal. Cuando uno es tan viejo como yo, la edad no es algo que puedes recordar claramente.
He servido en la Firma Gilberta desde que su gerente anterior estaba a cargo. Si incluyes mi tiempo como aprendiz, he permanecido en ella durante treinta años de mi vida. El año en que yo comencé a aprender en esta tienda como Dalua fue el año en que nació el Maestro Benno, los años pasan increíblemente rápido.

Hay dos tipos de aprendizajes entre comerciantes y mercaderes: Dalua y Dapla. Para explicarlo de manera simple, un Dalua hace un contrato con el gerente de la tienda para simplemente trabajar en la tienda por un plazo fijo, mientras que un Dapla estudia para poder asistir en la administración y los asuntos de la tienda misma. Existen diferencias sustanciales en los honorarios del contrato y el contenido del contrato en sí, pero en este momento no hay necesidad de una explicación más exhaustiva.
La Firma Gilberta, esencialmente, emplea a los niños de otras tiendas como Dalua. Los hijos e hijas de mercaderes pasan una cierta cantidad de sus vidas estudiando en otras tiendas. La duración particular de aquella estadía es una cuestión de negociación entre la administración de la tienda y los padres del niño. Pienso que los arreglos más comunes son entre tres y cuatro años, tal vez.
Las razones para hacer esto son múltiples. Al trabajar en otra tienda, el campo de visión del niño se amplía, ellos se colocan en una posición en la cual pueden trabajar, se retiran de un lugar donde quizás ellos puedan ser mimados, se hacen amigos con otros niños, quienes eventualmente se convertirán en la próxima generación de dueños de tiendas, etc., sin embargo, lo más importante es que ellos servirán como puentes metafóricos construidos entre las tiendas.
Mi empleo original en Firma Gilberta fue como Dalua, con la intención de que cuando mi contrato hubiese expirado regresara a la tienda de mi familia. Sin embargo, durante mi empleo, mi padre falleció, y mi hermano mayor tomó su lugar como gerente de la tienda. Sin embargo, su actitud hacia el comercio era muy diferente a la mía, así que en lugar de regresar a la tienda de mi familia, decidí renovar mi contrato como un Dalua varias veces. Eventualmente, cuando yo cumplí los quince años, firmé un contrato para convertirme en un Dapla.
El término del aprendizaje para un Dapla es de ocho años. En esencia, cuando un niño acaba su aprendizaje como Dalua en otra tienda, en algún momento entre las edades de diez y doce años, trascienden para convertirse en un Dapla en su lugar. Para cuando ellos tienen veinte años de edad, ellos se vuelven capaces de confiarles los asuntos de la tienda en lugar del gerente.
Desde había comenzado mi aprendizaje como Dapla muy tarde, pasé los primeros ocho años de mi vida adulta en un estudio renovado. Por supuesto, aunque estoy diciendo que fueron ocho años de estudio, en realidad, ya había trabajado como Daula en la tienda durante ocho años, así que ya estaba bastante familiarizado con las operaciones de la Firma Gilberta. Gracias a la gentileza del gerente anterior, no me pagaron el salario de un aprendiz como podría ser típico de un Dapla, sino que en cambio me pagaron tanto como a cualquier otro empleado adulto de la tienda. Por lo tanto, la perspectiva de ocho años adicionales de estudio no fue para nada particularmente dolorosa. Yo estaba muy emocionado por lo mucho que se comparó mi trato como cuando yo había sido Dalua, así que me lancé a mi trabajo con recelo.
Sin embargo, no todo se mantuvo así de bien. Cuando mi período de aprendizaje como Dapla estaba a punto de terminar, desafortunadamente el gerente de la tienda falleció. El Maestro Benno, en aquel momento, acababa de llegar a la adultez y estaba bastante preocupado de que aún no estuviera listo para administrar la tienda por su cuenta. De los Daluas que habían formado un contrato con el gerente anterior, no hubo pocos que se negaron a restablecer sus contratos con el Maestro Benno.
Desde que mi propio período de empleo aún no había terminado, para asegurarme de poder continuar trabajando en la Firma Gilberta, le propuse a mi familia que nuestra propia tienda podría prestarle su ayuda al Maestro Benno. Sin embargo, mi hermano mayor, quien aún se encontraba a cargo de la tienda, no solo se negó a ofrecerle algún tipo de apoyo, sino que él incluso fue tan lejos como burlarse de la muerte del gerente anterior y cortó todos los lazos entre la tienda de mi familia y Firma Gilberta.
Me pregunto, ¿cómo podría describir la ira que sentí en ese momento? El momento en que me juré a mí mismo decirle adiós a mi familia y permanecer en la Firma Gilberta para apoyarla y su nuevo gerente hasta el final, sigue estando excepcionalmente vívido en mi memoria, incluso hasta el día de hoy.
Cuando terminé mi período de aprendizaje como Dapla el Maestro Benno, me preguntó si regresaría a la tienda de mi familia. Yo, sin embargo, ya había cortado los lazos con mi familia y, por lo tanto, no tenía un lugar al cual regresar. Además, la tienda que más necesitaba de mis esfuerzos seguía siendo la Firma Gilberta. Después de expresarle eso, ambos nos lanzamos de cabeza al duro trabajo de revivir la compañía. Rápidamente la devolvimos a su estado original y, poco después, pudimos hacerla crecer aún más. El trabajo que hice en las sombras usando la tienda de mi propia familia como un simple trampolín en el camino hacia el resurgimiento de la Firma Gilberta es una historia que sería mejor no contar.
La hija mayor del gerente anterior, la Señorita Corinna, se casó. Pero, el Maestro Benno perdió todo su interés en el matrimonio después de que su amor, Liese, falleciera. Yo también nunca me casé; Mientras yo me encontraba tan absorto en mi trabajo, mis años para matrimonio pasaron sin darme cuenta. La vida, al parecer, nunca ira como piensas.
Debido a que nuestro trabajo va tan bien, y desde que el Maestro Benno ya ha decidido que los hijos de la Señorita Corinna heredarán la tienda, ahora puedo decir que nuestros días se encuentran libres de cualquier problema que pueda poner en riesgo el futuro de la tienda.
Ahora entonces; debido a que hay una reunión hoy a la que deben asistir los propietarios de todas las grandes tiendas, el Maestro Benno actualmente se encuentra ausente. Como tal, cada uno de los asuntos importantes que necesite una decisión inmediata está siendo tratado por mí.
“Señor Mark, el taller de Rinsham nos contactó para informar que su envío se retrasará,” uno de los empleados dijo.
“Ya veo. El pedido de leve que esperaban se retrasó también, así que era de esperar. Por favor, ponte en contacto con el capataz y pídale que entregue inmediatamente lo que ya han completado, y que terminen el resto tan pronto como les sea posible.”
“Um, Señor Mark,” otro empleado dijo. “Hemos recibido una solicitud de comisión por la Señorita Corinna de la hija del Barón Bron.”
“Es extraño que ella comisione una prenda en el verano. Deberíamos darnos prisa, creo. Por favor entrega esto a la Señorita Corinna inmediatamente.”
Transcurre el tiempo, ligeramente más ocupado que de costumbre, después de lo cual el Maestro Benno regresa a la tienda, cargando a Maine en sus brazos.
“Mark, vamos a hablar. ¡Ven!”
Él camina rápidamente hacia su oficina en la parte posterior, con sus ojos brillantes con determinación. Maine parece perpleja. Lutz corre detrás de ellos, sin aliento. De repente tengo un mal presentimiento de que estoy a punto de recibir otra irracional solicitud.
Hasta el momento, he tenido que comprar los materiales y los ingredientes para el taller del Rinsham, correr como loco para asegurar que existiera un mercado para el Rinsham, de modo que pudiese proporcionar garantías a los artesanos, recorrer toda la ciudad para encontrar las herramientas y los materiales que Maine y Lutz pidieron como parte de sus experimentos en fabricación del papel, ayudar en los esfuerzos para reducir la tensión con la asociación de fabricantes de pergaminos y efectivamente hacen absolutamente todo para establecer el taller a gran escala para la producción de papel... Ahora que lo pienso un momento, tal parece que este pasado año se me han impuesto bastantes tareas irracionales. ¿Cuál podría ser la próxima cosa?
“¡Mark, vamos a entrenar cocineros para hacer postres! ¡Prepárate!”
¿Entrenar cocineros para hacer postres? La sugerencia que acaba de salir de su boca no tiene absolutamente nada que ver con ninguno de nuestros negocios hasta ahora. Tengo un sentimiento asombrosamente malo sobre esto. No hay duda: lo abrupto de esto debe haber sido el resultado de algo que Maine ha hecho. En cuanto al Maestro Benno, sus ojos brillan con determinación mientras excava entre montones de tablillas de madera, verificando algo. Me complace verlo tan enérgico, pero al mismo tiempo siento que esto podría tener un impacto terrible en quienes lo rodean.
“Cuando usted habla sobre cocineros para postres, ¿Qué cosa en este mundo es lo que usted planea que ellos hagan?”
“Pregúntale a Maine.”
Ah, ¿así que realmente es obra de mane? Parece que, de alguna manera, otro problema difícil ha comenzado a elevarse.
Originalmente, la Firma Gilberta fue fundada para que la bisabuela del Maestro Benno, Gilberta, pudiera vender sus mercancías. Esencialmente, la esposa haría sus mercancías dentro del taller de la compañía, mientras que el esposo manejaría las ventas. El nombre del esposo siempre ha sido el registrado como el propietario de la empresa, sin embargo la verdadera línea de la propiedad ha sido finalmente matrilineal.
La clientela principal de la Firma Gilberta es la gente rica de la ciudad, pero los diseños que ideó la madre del Maestro Benno atrajeron la atención de algunos miembros de la nobleza de menor rango. Como tal, esta firma ha podido ganar una pequeña cantidad de influencia en la sociedad noble. Su habilidad para hacer negocios con la nobleza solo ha surgido en la última década. Es algo muy reciente. Desde que el sentido de la moda de la Señorita Corinna sigue manteniendo cierto interés de la sociedad noble, la posición de la Firma Gilberta se podría decir que es bastante estable.
En otras palabras, la Firma Gilberta comercia con ropa, accesorios y otros productos de belleza similares.
El Rinsham que Maine nos trajo es un excelente producto de belleza el cual ha sido muy valorado entre nuestros clientes, y las horquillas que el taller de la Señorita Corinna pronto hará ya han despertado un gran interés entre las personas de la ciudad. La propia Señorita Corinna ha expresado su profunda alegría debido a que se le han otorgado los derechos para producir las horquillas, y dice que si la calidad del hilo y los diseños son ajustados, es probable que sean bien recibidas entre las esposas e hijas de los miembros de la nobleza.
Sin embargo, por otro lado, el papel a base de plantas que Maine nos trajo causó que la Firma Gilberta se desviara un poco de su camino, y el entrenamiento para los cocineros de postres es algo completamente diferente al negocio del que hemos sido parte hasta la fecha. Me pregunto ¿En qué demonios podría estar pensando el Maestro Benno?
“Lo que estoy intentando decirle,” Maine dice, “es que si no tiene azúcar, ¡todo esto no tiene sentido!”
“Incluso si ellos no tienen azúcar, aún pueden hornear pan. Esa es una buena práctica para usar un horno, ¿cierto?
“Sin embargo, ya existen talleres de pan, lo cual significa que ya existe una asociación de fabricantes de pan, lo que significa que vamos a tener otra batalla sobre los intereses creados de las personas. ¡Incluso si eso es simplemente para practicar! Y además de eso, ¡¿no está pensando en contratar a personas que ya trabajan en talleres de pan, cierto?!”
“Si tú siempre vas a estar tan preocupada por algunos intereses creados, ¿cómo podrías conseguir sacar algo nuevo desde el suelo?”
El Maestro Benno se sienta en su silla. Frente a él, Maine está en una silla propia, sobre sus rodillas para que así el nivel de sus ojos se encuentre en el mismo nivel que el del Maestro Benno. Verlos a ambos ir y venir de esta manera me recuerda fuertemente cómo él solía discutir con la Señorita Liese. Me pregunto ¿si sería mejor describirlos como si ellos estuviesen en términos demasiado buenos para ser una disputa, o si tienen tanta confianza en sí mismos hasta el punto en que ellos pueden tener peleas como esta sin preocuparse demasiado por ello?
Tal parece que, recientemente, el Maestro Benno nunca ha estado tan animado como él cuando pelea con Maine por cuestiones de negocios. Quizás sea porque arrinconar a una comunicadora tan habilidosa como Maine en una discusión le da la misma alegría que cuando podía superar a la Señorita Liese en alguna de sus discusiones. Esto, por cierto, no sucedía muy a menudo.
“Lutz,” le digo, “tal vez nosotros deberíamos dejar a esos dos con sus propios asuntos. ¿Podrías por favor describirme qué fue lo que sucedió para que esto ocurra? ¿Por qué el Maestro Benno abruptamente decidió que él necesitaba entrenar cocineros para hacer postres?”
“Ah, sí,” él responde.
Lutz, quien los había estado mirando mientras discutían, se sobresalta, se endereza y comienza a explicarme lo que sucedió. Desde que está tan acostumbrado a ser arrastrado por los caprichos de Maine, su mente es notablemente ágil para cambiar hacia un nuevo enfoque. Él es capaz de absorber reservadamente cualquier información que se le arroje y tiene una personalidad muy paciente. Él podría describirse como alguien con talentos difíciles de encontrar. Él suavemente relata los eventos del día en un orden fácil de entender, como si él hubiese hecho esto durante toda su vida.
Según su explicación, después de la reunión en el Gremio de Comerciantes, se celebró una fiesta de degustación para el Pastel de Libra, durante la cual parece que el Maestro Benno tuvo una discusión con la cocinera del Maestro del Gremio. Declaró, Lutz dice, que si él no tenía un cocinero capaz de hacer dulces, no hay nada que le impida entrenar uno por sí mismo.
Al Maestro Benno no le gusta perder, y tal parece que en este caso simplemente no fue capaz de soportarlo.
“Lo que Maine estaba diciendo,” Lutz dice, “es que para hacer postres, uno necesita un cocinero capaz de usar hábilmente un horno. También deben tener una mente inquisitiva y no tener miedo a pasar mucho tiempo experimentando con la receta para hacerlo más deliciosa. Originalmente, el Maestro Benno pensaba que podría encontrar a alguien que ya dominara como utilizar un horno en un taller de pan, Sin embargo, Maine dijo que ya que ellos terminarían haciendo otras cosas además de pan, parece que a menos que estén entusiasmados con algo nuevo, no iría particularmente bien...”
Después de que Lutz termina de explicar las circunstancias, finalmente comienzo a ver los puntos de compromiso que pueden ser alcanzados en la discusión entre el Maestro Benno y Maine.
“Parece que el Maestro Benno ha determinado que aquellos postres serían adecuados para ser vendidos a la nobleza, ¿cierto?”
“Sí, pero--”
“Lutz, no puedes decir ‘pero’. Cuando el Maestro Benno está determinado a hacer algo, nosotros no tenemos más opción salvo seguirlo.”
Esto podría reflejar mi particular parcialidad hacia el Maestro Benno, sin embargo, creo que él tiene un excelente sentido para los negocios. No recuerdo ningún caso en el cual él haya decidido que algo se vendería y, después de perseguir ese objetivo con todo su poder, no logró obtener ganancias.
Junto mis manos dos veces, atrayendo la atención del Maestro Benno y Maine hacia mí.
"Maestro Benno, cuando usted dice que va a entrenar a los cocineros para hacer postres, ¿podría preguntarle cuánto tiempo cree que podría tomar? ¿Tal acción sería rentable?”
“Él asiente calmadamente. “...Sí, sería rentable. Estoy planeando contratar a alguien que ya pueda utilizar un horno de un taller de pan y usarlo para enseñar a otras personas, así que no debería tomar tanto tiempo.”
Sus ojos están llenos de confianza en sí mismo, y su rostro refleja que no está viendo ni la más mínima oportunidad de fracaso.
“Puesto que Maine acaba de decirnos que usted no podrá hacer sus postres sin el azúcar, entonces, ¿usted debe creer que es posible adquirir algo?”
“Ha pasado un tiempo desde que hablé con mis parientes, pero si me pongo en contacto con ellos, creo que podré conseguir algo, incluso si será un poco difícil. Creo que el Tío Emil podría tener un poco de influencia en la Central. También podría hacer que Otto se ponga en contacto con sus amigos de sus días como comerciante viajero. Mientras tanto, puedo hacer que los trabajadores preparen pan para acostumbrarlos a trabajar con los hornos.”
“Hm,” le respondo. “Ciertamente eso no parece del todo imposible.”
Parece que debido a que es imposible asegurar la victoria cuando hay fundamentalmente cero posibilidades de éxito, el Maestro Benno debería haber estado considerando cómo podría adquirir azúcar desde el momento en que Maine comenzó a hablar sobre postres.
Organizar un taller y comprar hornos es un proceso tedioso y complicado, sin embargo, aquello no es excepcionalmente difícil. Parece que, después de todo, el problema más importante que deberá abordarse será la negociación con aquellas empresas que ya han creado interés en dicho campo. Me atrevo a decir que el Maestro del Gremio también tendrá sus propias objeciones. Pensando en todos los conflictos que habían sucedido con la asociación de fabricantes de pergaminos cuando nosotros deseábamos comenzar a vender papel de origen vegetal, mis ojos se estrecharon. Estas disputas que han sucedido acerca de las cosas fuera de nuestro negocio principal, como hacer el papel o entrenar cocineros, son extremadamente difíciles en comparación con el resto de mi trabajo.
“Maine,” le digo, “¿podría tener alguna idea de cómo podríamos evitar conflictos con la asociación de fabricantes de pan, similar a la solución que surgió para garantizar que no invadimos los beneficios de la asociación de fabricantes de pergaminos?”
“¡¿Huh?! ¿Usted quiere que sea yo quien lo piense?”
El Maestro Benno es un hombre que prefiere resolver sus problemas rompiéndolos con fuerza pura, fundamentalmente le disgustan los acuerdos. Maine, quien no es hábil en los conflictos directos y por lo tanto ella los evita tanto como sea posible, es mucho más adecuada para encontrar un buen acuerdo. Sin mencionar que el entrenamiento de los cocineros para hacer postres está tan fuera de mi área de especialización que no tengo la información de fondo necesaria para encontrar puntos de coincidencia.
“De las cuatro personas aquí, creo que debes ser el más familiarizada con el tema de los cocineros para postres, ¿no? Debido a aquello eres mucho más adecuada que el Maestro Benno para encontrar puntos comunes, ayúdanos a determinar si existe algún punto de vista que permita a ambas partes obtener ganancias.”
Soy totalmente consciente de que es una exigencia irrazonable para una jovencita que apenas acaba de ser bautizada, pero yo, junto con el Maestro Benno, no pienso en Maine como una pequeña niña ordinaria.
“¡¿Eh?! Umm... ¿terreno común? Bueno, me dejan un poco fuera de lugar, pero, uh... si quieren que ambas partes se beneficien, umm...”
“Déjenme ver... tal vez podrían hacer algún otro prototipo de pan a parte del pan que es elaborado ahora, o algo por lo cual podría usar un horno además de hacer pan...”
Mientras ella reflexiona, le ofrezco un par de sugerencias, reformulando las ideas de su acuerdo en papel para que puedan aplicarse al pan. No se me ocurre nada en absoluto, por supuesto, sin embargo, puesto que Maine es una fuente constante de ideas extrañas, creo que debe haber algo en lo que ella pueda pensar.
Confirmando mi hipótesis, Maine rápidamente gira su cabeza para mirarme, su cabello azul oscuro se balancea detrás de ella. Sus ojos dorados brillan mientras eleva su mano izquierda hacia el cielo.
“¡Hay algo! ¡Realmente he estado anhelando comida ‘italiana’!”
“… ¿‘Italiana’?”
Ella ha sacado una palabra que nunca había escuchado antes. Tanto el Maestro Benno como Lutz inclinaron sus cabezas, mirándola con extrañeza, pero a Maine eso parece no importarle en lo más mínimo desde que ella entra rápidamente al tema.
“Incluso si nosotros no tenemos azúcar, entonces si hay un estilo de cocina que usa un horno, entonces seguiría siendo una buena práctica, ¿cierto? Entonces, si podemos hacer cosas como ‘pizza’, ‘platos gratinados’ o ‘lasaña’, entonces definitivamente funcionará. ... ¡Ah! Además, también puedes cocinar carne en un horno y también hacer cosas como ‘quiches’ y ‘pies’. Aaah, ¡no puedo esperar!”
Maine enumera alegremente un nombre tras otro de platos posibles, sin embargo debido al hecho de que ella mencionó cocinar carne en un horno, no me puedo imaginar que el resto de ellos sea algún tipo de postre. Ella mira a lo lejos, con sus ojos brillantes, tan encantada con la idea de la comida que podría empezar a babear en cualquier momento. Lutz, parado a mi lado, deja escapar un pequeño gemido.
“Uh oh. Ella se está volviendo loca de nuevo.”
“¿Oh?” Le respondo.
“Ella está imaginando algo que realmente quiere. Una vez que se pone a pensar en algo, ella corre a toda marcha... No sé si el Maestro Benno será capaz de ganar, ¿huh?”
La forma en que él está gestando hace que sea fácil entender que los alborotos de Maine a menudo implican arrastrarlo por la fuerza para hacer tales cosas. Ella y el Maestro Benno son muy parecidos, al parecer. Una vez que tienen un objetivo en mente, corren directamente hacia él, tal vez ni siquiera se dan cuenta de las dificultades que pueden causarles a otros a su alrededor en el proceso.
“Señor Benno,” Maine dice, “vamos a dejar de lado los postres. Deberíamos hacer un ‘restaurante’...ah, una especie de lugar de clase alta donde se puede comer comida.”
“¡Hey, espera! ¡No puedes simplemente declarar que nos estamos rindiendo así!”
“Oh, una vez que consigamos el azúcar, también podemos hacer postres ‘italianos’ allí también. ¡Está bien! Vamos por lo ‘italiano’.”
“¿Cómo eso podría estar bien?”
Justo como Lutz temía, el Maestro Benno parece estar perdiendo. Me doy cuenta de lo parecidas que las circunstancias de Lutz y las mías son, de cómo Maine lo arrastra y de cómo soy arrastrado por el Maestro Benno. Derramé una lágrima por él, en mi mente.
“Lutz, debes fortalecer tu corazón. No te dejes arrastrar por el camino. Debes aprender a predecir cuándo ella podría comenzar a correr salvajemente. Si tú puedes lograr cambiar las cosas antes de que seas arrastrado, tu vida será mucho más fácil.”
“¿Señor Mark...?”
“Hay un truco para todo, incluso para ser arrastrado a las cosas.”
Lutz me mira, sus ojos verdes brillan con una admiración pura. Mirándolo hacia abajo, silenciosamente me juro a mí mismo que lo entrenaré lo mejor que pueda, para que sin importar cuan irrazonables sean las cosas que él y Maine se encuentren haciendo, él será capaz de soportarlas por completo.
Todo el tiempo que ambos compartimos un momento de apreciación por las dificultades de cada uno, Maine no dejó de hablar. Actualmente está describiendo razón tras razón de por qué establecer un restaurante es superior a simplemente comenzar un taller.
“Lo que estoy diciendo es que si puede cocinar cualquier cosa, no solo dulces, entonces será mucho más comercializable, ¿sabe? Y si ofrece la comida que sus trabajadores hagan a clientes reales, entonces no solo no se desperdiciaría la comida, sino que los propios trabajadores estarán mucho más motivados, ¿no? Y así, si llega a un punto en el que ellos pueden empezar a hacer dulces, entonces antes de que comiences a venderlos a la nobleza, pueden hacer que sus clientes los prueben primero y usar sus comentarios para hacerlos aún mejor.”
Mientras Maine enlista sus argumentos, con niveles de persuasión y expresión que uno no pensaría que saldrían de la boca de una niña, Lutz me mira, con sus cejas caídas, con una expresión preocupada.
“Yo... cuando escucho lo apasionada que es, no puedo evitar comenzar a pensar que en realidad ella podría estar en lo cierto,” Lutz dice.
Murmuro pensativo, asintiendo. “La capacidad de hacer que alguien quiera comprar lo que tu estás vendiendo es un talento muy codiciado entre los comerciantes.”
Lutz se encoge de hombros, dándome una pequeña sonrisa. “Pero, en el caso de Maine, es un talento que en realidad no usa en absoluto a menos que sea por algo que quiere.”
“Observa cuidadosamente cómo ella dice las cosas para así convencer a los demás de lo que está diciendo. Recuerda, todo a tu alrededor puede ser un ejemplo para aprender.”
El poder persuasivo para hacer que tu oponente crea lo que haces es una habilidad muy atractiva, pero en última instancia, si Lutz va a administrar una tienda en un futuro, no puede vivir una vida simplemente arrastrado por el entusiasmo de Maine.
“Todo eso aparte, Lutz. ¿Maine se encuentra bien? No puedo evitar preguntarme si ella podría ser un poco agitada...”
“¡Aah! ¡Maine! ¡Cálmate un poco!”
Tan pronto como Lutz le dice eso, Maine deja de hablar y se deja caer sobre la mesa, apoyando su cabeza sobre la superficie. Tal parece que realmente ella se ha excedido. Sin embargo, parece que aún tiene más que decir. Mientras está en la parte superior, ella comienza a mascullar, continuando con su pensamiento anterior.
“Hay una gran diferencia entre lo que come un persona rica y lo que come un miembro de la nobleza, sabe. Si puede proporcionarles comida sabrosa, pienso que las personas vendrán a comerla, incluso si es un poco cara. Definitivamente.”
“¿Una gran diferencia? ¿En qué parte del mundo podría haber aprendido lo que comen los nobles?... el maestro del gremio, ¿huh?”
“¿Ve? Usted también estás interesado, ¿cierto?” Ella se ríe alegremente. “Son realmente diferentes. Pero, todavía tiene una oportunidad. Aún tengo mucha información que no le he entregado a la Señorita Ilse, después de todo.”
Puedo decir que sus palabras han influenciado significativamente al Maestro Benno, Sin embargo, en este punto, él no debería tomar decisiones firmes. Él necesita dar un paso atrás, calmarse y repasar la propuesta de Maine cuidadosa y deliberadamente. Si hay tantos puntos a favor de este plan, también debería haber puntos en contra.
“Justo como has dicho,” interrumpo, “debemos considerar cuidadosamente si realmente necesitamos capacitar a los trabajadores para que puedan hacer postres. Maine, muchas gracias por esta maravillosa sugerencia. Es una gran ayuda. Sin embargo, ¿no volverías a casa para así tomar cuidado de tus propias necesidades? Debes estar bastante cansada después de ser presionada por el Maestro Benno de esa manera.”
“Oooh, Señor Mark", ella dice, aun desplomada sobre la mesa, “su bondad siempre va directo a mi corazón.”
Instruyo a Lutz para que se asegure de que Maine llegue a casa sana y salva, y luego los veo a los dos salir de la tienda. Después de despedirlos, regresé a la oficina trasera, sólo para descubrir que el Maestro Benno se encontraba desplomado como Maine hace un momento, con su rostro enterrado en una pila de documentos.
“¿Maestro Benno?”
“Seriamente. Esa chica está llena de sorpresas, ¿no es así?”
“Tiene mucha razón. Nunca esperé en lo más mínimo que su plan para evitar la fricción con la asociación de fabricantes de pan se podría convertir en esto.”
El Maestro Benno se rasca la cabeza, haciendo crujir su cabello, mientras lentamente se sienta. Él me mira, con un agudo brillo en sus ojos marrón rojizo.
“... ¿Qué piensas, Mark?”
“Creo que sería mucho más fácil establecer un comedor de lo que sería capacitar a los trabajadores para hacer postres. Con un comedor, no nosotros corremos el riesgo de iniciar ningún conflicto con la asociación de fabricantes de pan. En cambio, deberíamos considerar cómo trataríamos con la asociación de vendedores de alimentos, pero si seguimos los procesos adecuadamente, no pienso que el acto de establecer la tienda en sí sea particularmente difícil.”
“Estoy de acuerdo.”
La propuesta de Maine es para un lugar para comer de clase alta. Una tienda como esa no debería molestar a los vendedores mucho más baratos que operan en el mercado de la ciudad, así que me siento cómodo teniendo en cuenta que la asociación de vendedores de alimentos no presentará ninguna oposición significativa.
“Un restaurante no es una mala idea. Una gran cantidad de gente rica ya emplea a chicas cocineras, pero esas chicas son, fundamentalmente, plebeyas. Así que, incluso si ellos les arrojan un montón de dinero, todo lo que sucederá es que podrán comer mucha comida. La comida en sí misma no va a cambiar tanto. La comida que come la nobleza utiliza recetas que no pueden ser elaboradas a menos que tengas un cocinero muy bueno trabajando en una casa noble, por lo que todo, por supuesto, sabe diferente, y hay una gran variedad. Incluso si es un poco costoso, teniendo en cuenta el tema y los sabores involucrados, creo que una tienda de este tipo podría tener éxito.”
Nunca he tenido la oportunidad de comer la comida de los nobles, así que no tengo una idea clara de lo que está en juego aquí. El Maestro Benno, sin embargo, la ha comido una cantidad de veces que podría contar con una mano, como resultado de haber sido invitado a una comida por un noble en varias ocasiones. Si el Maestro Benno lo dice, entonces no tengo dudas de que existen diferencias significativas entre la comida que comen los miembros de la nobleza y la comida que comen las personas ricas.
“Sin embargo, ¿cómo sabe Maine las recetas de la comida de los nobles? Esa chica solo ha estado en la casa del Maestro del Gremio por un par de días en total. ¿Por qué sabe tantas variedades diferentes de recetas? ¿Cómo puede ella simplemente producir recetas que requieren un horno sólo con su cabeza?”
“Porque ella es Maine, señor.”
Suspiro mientras contesto su pregunta. Él parece insatisfecho con mi respuesta, pero no tengo una mejor explicación para darle.
“Mark, tú solo--”
“No tiene sentido perder el tiempo pensando en preguntas que no podemos responder. ¿No fue usted quien dijo que no importa quién fuese, siempre y cuando fuese útil para nosotros, los comerciantes, cuando ella nos vendió el Rinsham? Incluso después de todo este tiempo, no hemos aprendido nada nuevo. Es mucho mejor usar nuestro tiempo para pensar en formas de garantizar que no permitamos que su preciosa información se filtre a nadie más.”
Encojo mis hombros y niego con mi cabeza. Benno mira hacia otro lado, como si él se sintiera mal por algo, luego aplaude, cambiando torpemente el tema de la conversación.
“Ah, bueno, claro, pero... he estado pensando en adoptar a Lutz. ¿Qué piensas, Mark?”
“Parece que Maine tiene bastante influencia sobre usted, señor, si está dejando escapar ideas que en realidad no ha pensado profundamente.”
“¿Huuhhh? Hmm, ¡eso fue grosero! ¡No me juntes con esa irreflexiva niña!”
Sin importa cuán amenazante él me grite, no puedo imaginar que la idea de adoptar a Lutz sea otra cosa que irreflexivo. Si no es así, ¿en qué él podría estar pensando? Si el Maestro Benno, el gerente de una tienda, está buscando un hijo adoptivo, tal vez esté buscando encontrar un heredero entre las personas que lo rodea. Sin embargo, esto sería problemático, ya que sembraría las semillas de la discordia con la Señorita Corinna, que todavía no ha tenido un hijo.
“Bueno, entonces, si realmente tiene una razón de por qué propones algo que causaría una gran discordia entre usted y la Señorita Corinna, ¿podría explicarme su pensamiento cuidadosamente?”
Él suspira. “Vas a simplemente enfatizar esa parte, ¿no?”, Refunfuña, antes de explicar el por qué quiere adoptar a Lutz.
“Primero, si queremos mantener nuestras conexiones con Maine, necesitamos asegurar a Lutz. Estás conmigo hasta ahora, ¿cierto?”
“Tiene toda la razón.”
Ya soy consciente de aquello, debido al contrato mágico que estipula que las cosas que produzca el Taller de Maine se venderán a través de Lutz, mantenerlo es muy necesario. Adicionalmente, como Lutz está actualmente empleado como Dalua, cuando termine su período de empleo, si él tuviese la inclinación de irse a la tienda de otra persona, sería completamente capaz de hacerlo. Parece que impedir que esto ocurra es el objetivo del Maestro Benno.
“Yo estaba pensando que podría contratarlo como Dapla, pero he estado pensando que si quiero a alguien con quien definitivamente pueda confiar en la tienda, entonces quizás adoptarlo para forjar una posición más sólida podría ser una mejor idea.”
“¿No sería suficiente contratarlo como Dapla, si ese es el caso? Si realmente necesita a alguien en quien pueda definitivamente confiar, entonces cuando la Señorita Corinna dé a luz a una hija, ¿usted no podría casarlos?”
En lugar de criarlo como hijo adoptivo, dándole una educación completa como Dapla, y entonces casarlo con la familia podría causar mucho menos conflicto, creo. El Maestro Benno, sin embargo, simplemente se encoge de hombros, agitando su mano con desdén.
“No va a funcionar con Lutz. Solo tiene ojos para Maine. De cualquier manera, el sueño original de Lutz es convertirse en un comerciante viajero. Él había estado buscando la oportunidad de irse de la ciudad. Y esa es una razón más por la que creo que vincularlo a esta tienda va a ser realmente difícil.”
“... ¿Un comerciante viajero, ha dicho? Eso es…”
Esto es bastante sorprendente. Es bastante raro que una persona nacida y criada en una ciudad sueñe con convertirse en comerciante viajero.
Benno se encoge de hombros, torciendo las comisuras de su boca. “He estado pensando que la razón principal de eso era debido a que su vida en casa era muy limitada, pero, sinceramente, si él no tuviese a Maine atada, no habría nada que lo mantuviera aquí. No hay duda de que Maine será absorbida por la nobleza en el futuro cercano. No sé si va a ser la nobleza en esta ciudad, o si se va a enredar con la nobleza de alguna otra ciudad, o incluso si será llamada a la Central, pero... No sé qué probabilidad será, pero hay una buena posibilidad de que ella salga de esta ciudad en algún momento u otro.”
Lutz es actualmente un aprendiz bajo el patrocinio del Maestro Benno, y él no tiene conocimiento ni nada que pueda usar. Sin embargo, cuando alcance la mayoría de edad, habrá aprendido mucho y probablemente se dará cuenta de su propio valor. Si en este punto Maine ha sido removida de esta ciudad y su contrato mágico no tiene sentido, es muy posible que él se vaya a una tienda en otra ciudad.
“Cuando Maine abandone esta ciudad, quiero estar en condiciones de seguirla con Lutz a cuestas.”
Mis ojos se estrechan levemente. “¿Por qué usted iría tan lejos, señor?”
Él da una sonrisa ligeramente preocupada. “El verdadero sucesor de la Firma Gilberta es Corinna. Solo soy un intermediario. Maine dice que quiere hacer libros, pero eso no es lo que hace esta tienda. Esto no va a ser pronto, pero estoy pensando que tal vez lo que realmente yo quiero es dejar la tienda a Corinna y Otto y construir mi propia tienda por separado.”
La propiedad de la Firma Gilberta es, de hecho, matrilineal, así que él está en lo cierto: aquellos a los que se debe confiar la tienda son Corinna y Otto. Sin embargo, no puedo establecer la conexión entre su deseo de independencia y sus intenciones con Lutz. Cuando lo miro con curiosidad, él suspira. “Mark puedes guardar un secreto,” murmura para sí mismo, y una nostálgica sonrisa flota en su rostro.
“Últimamente, cuando he estado mirando a Maine y Lutz, he estado recordando cómo solía ser. Cuando mi padre aún estaba vivo, cuando no tenía nada de qué preocuparme en mi vida... como solía ser cuando estaba con Liese.”
La forma en que Lutz y Maine interactúan entre sí me recuerda mucho a la manera en que la Señorita Liese y el Maestro Benno solían reír juntos. Puedo entender, en algo, lo que está sintiendo. Casi puedo ver, por el rabillo del ojo, imágenes de los dos jugando a ser adultos en la parte trasera de la tienda o planeando a escondidas algún tipo de travesura.
“Mirarlos me hizo recordar. Tuve un sueño, una vez, antes de que mi padre muriera y poner todos mis esfuerzos en mantener esta tienda y mi familia a salvo…”
“Ah, sí, su sueño de ser un comerciante respetado alrededor de todo el mundo.”
Tan pronto como digo eso, los ojos del Maestro Benno se abren de par en par, cayendo en tal estado de desorden que parece, francamente, divertido.
Él me señala acusadoramente. “Por... ¿Por qué recuerdas eso?”
“Porque ese era su sueño, señor.”
No quiero que esto sea tomado a la ligera. Conozco al Maestro Benno desde que nació. Mientras inflo mi pecho con orgullo, él agarra su cabeza, gimiendo. Él es bastante malo tratando con personas que conocen todos los pequeños detalles sobre su pasado infantil. Estoy muy consciente de esto. Después de un momento de seguir agarrando su cabeza y gruñir, aclara su garganta, como si se estuviese liberando de su momentánea vergüenza.
“Si puedo seguir implementando cada una de las cosas que Maine tiene en su cabeza, realmente puedo lograr ese sueño, ¿no?”
“...Esto podría sonar pretencioso, pero si realmente usted puede comprender todo lo que Maine describe, entonces realmente ganará el respeto del mundo.”
“Entonces, para empezar, voy a ir a las ciudades donde están mis hermanos y hermanas, organizar talleres de fabricación del papel y comenzar a tratar de distribuir este papel a base de plantas. ... Mark, ¿qué piensas hacer?”
Él me mira, con su cabeza ligeramente inclinada hacia un lado, reclinándose en su silla con sus dedos entrelazados frente a él. Al verlo mirarme, esperando una respuesta, casi me hace reír a carcajadas. Después de todo, cuando el gerente anterior de la tienda había muerto, y mi período educativo había terminado, cuando él me había preguntado si iba a dejar la tienda o no, había utilizado exactamente la misma expresión en su rostro.
“Creo que Theo podría ser mucho mejor para lidiar con el Señor Otto de lo que yo haría. Iré con usted. Después de todo, Lutz necesitará entrenamiento, ¿no?”
“…Todo está bien entonces.”
Al verlo suspirar aliviado, una sonrisa nostálgica apareció en mi rostro.
El Maestro Benno había olvidado su sueño, reemplazándolo con un obstinado deseo de proteger a su familia y su tienda. Maine lo está impulsando, lo cual lo hará formar una asociación de fabricantes de papel, lo cual lo prepara para comenzar nuevas empresas. Al igual que Otto había dicho antes, Maine, para el Maestro Benno, es la diosa del agua, lo que provoca el final de un largo, largo invierno.
Y gracias a ella, también he recordado mis propios sueños.
Si Maine es su diosa del agua, lo que yo quiero ser, y ahora más que nunca, su dios del fuego, ayudándolo a crecer y florecer.