Procesión del Bautismo.
La mañana
de mi ceremonia de bautismo es bastante ocupada, especialmente para mi Madre.
Ella tiene que armar el desayuno, ordenarlo y conseguir que ambos, mi padre y
ella, entren en su único conjunto de ropa bonita, así que si yo fuese a dormir
o masticar lentamente mi comida, ella se enojaría conmigo. Por lo tanto, me
llevo el desayuno a mi garganta tan rápido que siento que podría asfixiarme, y
mientras continuaba arreglando, me retiro a la habitación con Tory para así poder
cambiarme.
Gracias
tanto a Tory como a mi Madre, que gradualmente hicieron pequeñas adiciones aquí
y allá, mi vestido no únicamente tiene volantes debido a la tela extra que ha sido
unida. Ambas habían utilizado sus habilidades para hacer flores de encaje,
pulidas por el trabajo de invierno, para decorar el vestido con pequeñas flores
aquí y allá, y ahora está decorado casi en exceso. Si Benno no me hubiese
dejado conservar el hilo sobrante de nuestro trabajo de invierno, probablemente
ellas no habrían tenido los materiales para hacerlo, supongo.