Capítulo 228. Kanna Kamui
[Sé que digo
esto literalmente cada vez que nosotros vamos a algún lado, pero Ulmutt era un
lugar bastante decente.]
[Nn.]
[On.]
Para nosotros, aquella ciudad se había convertido en
un punto de referencia bastante importante. Fue allí donde conocimos a Rumina,
quien ayudó a Fran a evolucionar a través de un método el cual no podría ser
nombrado como nada más que milagroso. El encuentro con Rumina ya era una gran
coincidencia en sí misma. Hubo muchos detalles finos que nos guiaron hasta el
encuentro. Había una buena posibilidad de que nunca nos hubiésemos conocido si
las circunstancias hubiesen sido ligeramente distintas.
Rumina fue una de los primeros miembros de la Tribu
Gato Negro con la cual Fran se había reunido desde que ella perdió a sus
padres, sin embargo, eso no fue todo. Para Fran, efectivamente ella se había
transformado en una figura materna, una que le había mostrado una increíble
cantidad de calidez y afecto. El vínculo que las dos comparten guío a Fran, la hizo
querer trabajar aún más para mejorar la posición social de su clan. Rumina fue
la única razón por la cual Fran finalmente había mostrado su lado menos maduro.
Probablemente nunca hubiese actuado de una manera acorde con su edad si no
fuese por esa Gata Negra mayor.
Una de las principales atracciones de Ulmutt, el
Torneo de Artes Marciales Anual, nos enseñó mucho sobre enfrentamientos,
tácticas e incluso sobre cómo podíamos hacer uso de nuestras fortalezas.
Reafirmamos que la victoria no se basa completamente en lo que se encuentra
escrito en la página de estadísticas de uno, y que nunca deberíamos estar
demasiado confiados debido a que siempre habrá alguien más fuerte que nosotros.
Los dos sabíamos que simplemente no había manera de que pudiésemos vencer a
Forrund o Amanda en una lucha a muerte. Ambos carecemos demasiado en más o
menos todos los aspectos.
Pero está bien.
Fue precisamente nuestro reconocimiento acerca de nuestra
debilidad lo que nos llevó a alcanzar mayores alturas.
[Nn. También participaré el siguiente año.]
[Suena bien. Y
la próxima vez, nos aseguraremos de ganar el primer lugar.]
[¡Nn!]
[¡On!]
El tiempo que pasamos en Ulmutt también nos permitió
establecer una conexión con el Señor de las Bestias y varios otros Hombres-Bestia.
Al hacerlo, nosotros aprendimos de una posible resolución al problema de las
relaciones entre los Gatos Azules y los Gatos Negros, y que la Tribu Gato Azul
efectivamente había perdido su posición.
Hay esperanza de que la Tribu Azul Gato pueda cambiar
en el futuro. No vamos a dejar que el Señor de las Bestias y Zefmate sean los
únicos en manejar esa situación, también pensamos en cómo podríamos ayudar. La
mejor manera que se nos ocurrió hasta ahora fue simplemente eliminar a
cualquier traficante de esclavos Gato Azul con el cual nos cruzáramos en
nuestro camino.
La última vez, nos tomó cerca de cuatro días movernos
entre Barbora y Ulmutt. Ahora conocemos el camino, así que pensé que regresar sería
un proceso mucho más rápido.
Al principio eso había sido bastante acertado, ya que
logramos cubrir aproximadamente el 70% de la distancia en dos días, pero
desafortunadamente, acabamos topándonos con algo que no podíamos pasar por alto.
[O-Oh Dios, ¡por favor ayúdame!]
[¡¡Hiiiiiiiiii!!]
[¡Arrrrrgg!」
Quiero decir, vimos un enjambre de wyverns menores
persiguiendo a un grupo de tres hombres que parecían ser mercaderes. Ante
nuestros ojos, los wyverns menores son en realidad bastante débiles, desde que nosotros
podemos derribarlos con facilidad, pero para esos mercaderes, tales bestias son
enemigos monstruosos que nunca serían capaces de vencer.
Ver a los wyverns me hizo recordar la vez que luché
contra uno hasta la muerte cuando acababa de ser convocado a las Llanuras Maokami.
Tal recuerdo ciertamente no era bueno, pero por alguna extraña razón,
recordarlo me llenó de nostalgia. A diferencia de mí, sin embargo, estos
mercaderes no se enfrentan a un solo enemigo. Hay 10 de estos detrás de ellos.
[Urushi.]
[On.]
Urushi corrió a toda velocidad en respuesta a la orden
de Fran. Solo le llevó un breve momento alcanzar a los mercaderes.
[¡H-Hiiiiii!]
[¡Maldición! ¿¡Por qué!? Primeros lagartijas voladoras,
¡¿y ahora lobos mágicos!?]
[¡Mierda! ¡Estamos tan muertos!]
Nuestra repentina aparición causó que los mercaderes
terminaran bajando su velocidad. La energía dejó sus piernas cuando ellos abandonaron
sus vidas.
[No enemigo.]
[¿Huh? Espera, ¿qué? ¿Un chico?]
Ellos no notaron a Fran, quien se encuentra montada
sobre la espalda de Urushi, hasta después de que ella los llamó.
[¿E-Este lobo es tuyo?]
[¡Espera! ¡¿No eres la Princesa del Rayo Negro?!]
[Nn.]
Los tres mercantes una vez más aumentaron su
velocidad. Conocer la identidad de Fran les había mostrado un rayo de
esperanza. Parecían bastante animados, un semblante que realmente no podía
decir que no me gustaba. Después de todo, estar animado es mucho mejor que
romperse y gritar sin parar.
[¿Necesitan ayuda?]
[¡Sí por favor!]
[¡Definitivamente!]
[¡G-Gracias!]
Dudo que salvarlos genere recompensas, pero decidimos
ayudarlos independientemente de eso debido a que abandonarlos probablemente
pesaría en nuestras conciencias.
[Tomaré materiales.]
[¡Suena bien!]
[¡Incluso te daremos una recompensa extra!]
[Aunque probablemente no sea mucho...!]
[¡Cállate, idiota!]
[Si morimos porque ella se va, ¡será por tu culpa!]
[Dices eso, ¡pero es una aventurera de rango alto!
¿Qué diablos se supone que debemos hacer si no podemos pagar su tarifa después
de que nos ayude?]
[B-Bueno... supongo que tienes razón. No puedo negar
que no tengo suficiente para pagarle a un aventurero de rango alto...]
Los mercaderes comenzaron a discutir mientras corrieran
por sus vidas, posiblemente porque se sintieron aliviados de que todavía podrían
evitar su deceso. Una parte de mí sospechaba que estaban intentando hacernos
sentir lástima por ellos, pero realmente no pensé demasiado en ello de todos
modos.
Nosotros estábamos dispuestos a ayudarlos gratis, pero
no iba a rechazar ningún tipo de recompensa. En todo caso, podría ser mejor
para nosotros exigir una. Existe una buena posibilidad de que seamos acosados por
las masas si se corre la voz de que estamos dispuestos a ayudar a los débiles
de forma gratuita.
Mi único problema con toda esta configuración es que
realmente no sé lo que se podría considerar como un pago justo, por lo que
simplemente le dije a Fran que dijera algo aleatorio que pareciera ajustarse a
la situación.
[Se preocuparán por la recompensa más tarde. Pediré
dinero equivalente al valor de su vida.]
[¿Huh? Eso--]
[Muévanse o serán golpeados.]
Fran y Urushi saltaron hacia los wyverns menores sin realmente
prestarles atención a los mercaderes. Ellos solo lograron apartarse del camino
a tiempo debido a que reforcé sus piernas con un hechizo de apoyo.
[Detent--]
[Espera--!]
Los mercaderes parecieron entrar en pánico en
respuesta a la oferta de Fran.
Pensar en ello un poco me llevó a darme cuenta de las
implicaciones que tenían nuestras palabras.
Una Aventurera Rango C básicamente les había dicho que
pagaran lo que pensaban que valía su vida. Probablemente sintieron que
terminaríamos difundiendo rumores sobre lo baratos que son si no nos dan una
cantidad que pueda satisfacernos y que básicamente pusimos su reputación como mercaderes
sobre la línea. Hubiese sido mucho mejor para nosotros simplemente pedirles que
pagaran el precio de mercado.
De cualquier manera, decidí dejar de lado tal pensamiento
y simplemente enfocarme en los wyverns menores por el momento.
Aunque se encuentran objetivamente en el lado más
débil, los wyverns continúan siendo bestias demonio salvajes. Inmediatamente estos
se percataron de que Fran y Urushi eran amenazas, y como tal, eligieron rodear
al par en lugar de perseguir a los mercaderes.
Dejaron de moverse después de que se organizaron en
círculo, como si se hubiesen dado cuenta de que morirían independientemente de
si avanzaban o retrocedían.
[Maestro]
[¿Que sucede?]
[Quiere probar.]
[¿Qué tienes en
mente?]
[Kanna Kamui.]
[Hmmm... Sí,
creo que veo hacia dónde va.]
Nosotros solo hemos aplicado el hechizo en espacios
confinados, a saber, la mazmorra de Rumina y el campo de batalla cerrado del
torneo. Nunca lo habíamos utilizado en un entorno más grande y abierto.
No hay ninguna razón real para no intentarlo en el
exterior.
[Está bien.
Prepararé el hechizo. Asegúrate de que los mercaderes consigan realmente
evacuar.]
[Nn.]
Kanna Kamui es extremadamente difícil de controlar. De
hecho, puedo hacer un mejor uso del hechizo que Fran.
Mis habilidades Pensamiento Acelerado, Procesamiento
Paralelo y Mago hacen que mi Kanna Kamui cause el doble de destrucción que
ella.
Además, utilizarlo le daría un gran dolor de cabeza.
Su primera invocación del hechizo incluso había hecho que su sangre comenzara a
gotear desde su nariz. Es bastante obvio que carga pesadamente el cerebro del
usuario. De hecho, es tan malo que deseo evitar que Fran lo utilice, si es
posible. No puedo evitar sospechar que cada invocación podría simplemente estar
reduciendo la esperanza de vida de su usuario.
Acumulé un montón de maná mientras Fran y Urushi
intimidaban a los Wyverns para impedir que escaparan.
[Todo está listo
en mi lado.]
[Nn. Los mercaderes se movieron.]
[¡Kanna Kamui!]
Un blanco y espeso rayo cayó lloviendo sobre los
wyverns menores en el momento en que pronuncié el nombre del hechizo. El área
abierta a nuestro alrededor nos sirvió para demostrar el alcance completo de su
poder destructivo.
Bajos y retumbantes rugidos siguieron los brillantes
destellos blancos mientras estos atravesaban nuestro entorno. Es casi como si
un Dios enojado hubiese descendido sobre el área por el simple hecho de volverse
un poco violento.
Tanto Fran como Urushi ya se encontraban preparados
para ser asaltados por una serie de sonidos increíblemente potentes, así que
cubrieron sus orejas con anticipación. Los mercaderes, sin embargo, no, por lo
que terminaron gritando y presionando sus manos contra sus orejas.
Mierda. Nosotros les habíamos dicho que se retiraran,
pero tal parece que aún estaban relativamente cerca. Tal parece que tendremos
que ir a curarlos un poco más tarde con la esperanza de que nos perdonen.
[¿Nn?]
[¿On?]
[Uh... Podría
haberme ido un poco por la borda.]
Esperaba que nuestros rayos simplemente dejaran a los
wyverns menores carbonizados, pero parece que terminaron haciendo tanto daño
que provocaron que se evaporaran por completo.
El hechizo había creado un cráter de 15 metros de
ancho, y dañó potentemente el área boscosa a su alrededor.
Todo dentro de un radio de 50 metros del cráter había
sido totalmente arruinado por el impacto de Kanna
Kamui. Ya no hay árboles en nuestra vecindad inmediata. Los que están un
poco más cerca de la marca de los 50 metros aún se encuentran presentes, pero
se han caído, y algunos aún están en llamas.
[Sí uhh...
probablemente deberíamos evitar usar Kanna Kamui a menos que tengamos que
hacerlo.]
El hechizo probablemente acabará aniquilando a
cualquier compañero que tengamos. De hecho, estoy bastante seguro de que los
mercaderes solo permanecen ahora porque les habíamos dicho que se retiraran
antes de tiempo.
Ellos habían sido enviados a rodar debido a la onda de
choque, pero, al menos todavía se encuentran vivos, ¿cierto?
[Bueno, fue
demasiado para reunir materiales y piedras mágicas.]
[Desperdicio.]
[On.]
Urushi parecía bastante decepcionado de que el ataque
hubiese destruido toda la carne de wyvern.
[Oh, bueno,
supongo que es así.]
[Nn.]