domingo, 19 de agosto de 2018

Tensei Shitara Ken Deshita 229


Capítulo 229. La Rumorada Princesa del Rayo Negro

[¿Todavía bien?]
[...]
[...]
Dimos media vuelta hacia los mercaderes después de eliminar a los wyverns menores que los habían estado persiguiendo, pero no fueron capaces de proporcionarnos ningún tipo de respuesta inmediata. En cambio, simplemente temblaron en el lugar mientras miraban hacia la distancia.
Ellos no parecían capaces de desviar sus miradas de la destrucción que acabábamos de causar. Honestamente, no pude culparlos realmente. Había ido demasiado lejos.

[Uh... entonces...]
[Parece que... lo hicimos...]
[Así que sobre esa recompensa...]
Los rostros de los mercaderes se descoloraron. Realmente no puedo culparlos. Lo que ellos acaban de atestiguar es algo propenso a dejar a una persona promedio en estado de shock, y el precio que indicamos claramente no ayudó. Existe una buena posibilidad de que ellos hubiesen interpretado nuestra oferta como una especie de amenaza.
[Nosotros tres tenemos aproximadamente 50k en nuestros bolsillos en total.]
Al principio, pensé que tenían una cantidad decente de dinero a la mano, pero luego me di cuenta de que esto era prácticamente la norma desde que eran comerciantes. Además, su tono de voz parecía implicar que ellos no pensaban que era suficiente para pagar los servicios de Fran.
[Suficientemente bueno.]
[¿Huh? ¿De Verdad? ¿Estás segura?]
[Nn. Atrapados en ataque.]
Nosotros terminamos utilizando el hecho de que habían terminado dentro del estallido de los vientos que surgieron por Kanna Kamui como una excusa para disminuir el costo a pesar del hecho de que los habíamos sanado después.
[¡M-Muchas gracias!]
[R-Realmente nos salvaste.]
[Hubiésemos muerto sin su ayuda.]
Ellos estuvieron agradecidos a pesar del hecho que nosotros terminamos tomando todo el efectivo que ellos tenían a la mano, lo que parecía implicar que el precio de mercado por nuestros servicios era mucho más que eso.
Nos separamos de los mercaderes y nos dirigimos por nuestro propio camino. Sabíamos que ellos vendrían por la misma dirección que nosotros, así que terminamos matando a cada una de las bestias demonio con las que nos topamos en el camino y abriéndoles una vía. Dicho esto, esto fue más algo que hicimos simplemente porque nos dio la gana, en lugar de algo que decidimos hacer debido a un espíritu de servicio.
No nos tomó mucho tiempo experimentar una segunda interrupción después de lidiar con la primera, desde que nos encontramos con un grupo de personas lo suficientemente grande como para ser considerado un obstáculo. El grupo parecía haber venido desde la dirección de Barbora, y se dirigían a Ulmutt. Me costó un poco identificarlos, dado que eran un poco demasiado organizados para lucir como aventureros y estaban demasiado poco equipados para ser caballeros.
La mayoría de ellos parecía encontrarse en el borde, y algunos incluso tenían sus armas preparadas.
Aunque los llamé un obstáculo, en realidad no estaban en nuestro camino. Podríamos simplemente pasarlos siempre y cuando así lo quisiéramos. Estaba bastante inclinado a elegir tal opción porque no quería involucrarnos en nada demasiado problemático.
[¿Tomar desvío?]
[Noh, no lo hagamos. Ellos podrían terminar malinterpretando nuestras intenciones si lo hacemos.]
La razón por la que dije eso fue porque parecían poder vernos. Y había una posibilidad de que asumieran que elegimos huir de ellos si tomamos un giro repentino. Dicho esto, realmente no conozco el propósito de este grupo, y hay muchas posibilidades de que no tuviesen buenas intenciones.
[Asegúrense de estar listos para luchar en cualquier momento si llega a ser necesario.]
[Nn.]
[On.]
Urushi disminuyó su velocidad mientras se acercaba al grupo. Al verlo cerca, el grupo inmediatamente preparó sus armas.
Algunas de las armas que habían sacado eran arcos, pero, afortunadamente, no sufrimos ningún ataque. A partir de lo que pude ver, sus acciones estaban impulsadas por dos diferentes razones. La primera fue que pudieron sentir que no estábamos generando una sed de sangre. La segunda fue que ellos habían logrado mantener su compostura a pesar de ser bastante débiles como individuos. La mayoría de ellos son tan fuertes como un Rango E promedio. Y el hombre que lidera el grupo parecía un poco más fuerte que el resto de sus miembros. Similar a un Rango D, pero escasamente logró pasar el corte.
La mayoría de los miembros del grupo se habían centrado en Urushi; ni siquiera habían notado a Fran. Pero nuevamente, realmente no puedes culparlos. Una enorme y masiva bestia demonio básicamente había corrido directamente hacia ellos, después de todo.
Tanto Fran como yo pensamos en Urushi como nada más que una linda mascota, pero eso realmente no podría ser aplicado a nadie que no lo conozca.
[Hey Fran, probablemente sea mejor que bajes de Urushi y camines un poco.]
[Nn. Entiendo.]
[En cuanto a ti, Urushi, probablemente deberías sumergirte en su sombra.]
[On.]
El acto de Urushi encogiéndose y a continuación entrando en la sombra de Fran causó que algunos de los miembros del grupo soltaran un par de gritos de sorpresa. Fran no les prestó realmente mucha atención a su reacción, desde que siguió avanzando hacia ellos independientemente de eso.
Me he preparado para tele-transportarnos en cualquier momento. Mi plan es movernos hacia el cielo para poder eliminarlos con magia si resultan hostiles.
Fran comenzó desde alrededor de los 50 metros y se acercó a un ritmo bastante rápido. El grupo no pudo reaccionar hasta que ella alcanzó la marca de los cinco metros. Solo entonces el hombre que se encontraba al frente del grupo finalmente la llamó.
[¿Q-Quien diablos eres?]
[¿Nn?]
[¿Dónde demonios está ese lobo que estaba contigo hace un momento? ¡¿Y por qué diablos no nos saludaste?!]
[Hola. Adiós.]
[¡Espera, espera! ¡Detente ahí chica!]
Esperaba poder ignorar al grupo y seguir adelante, sin embargo, no estaba seguro de si fuese la mejor opción, considerando que no teníamos idea de quiénes eran.
[¿Qué tal arreglar esa actitud tuya? ¿No sabes que somos los Mercenarios Dimuyr?]
Oh, maldita sea. ¿Todos los mercenarios son así? ¿Por qué demonios piensan que los conoceríamos?
El hombre inmediatamente comenzó a hacerle preguntas a Fran sin descanso. Preguntó quién era ella, a dónde fue Urushi y si algo había sucedido un poco más adelante.
Parecía que poco a poco él se irritaba más y más con el tiempo porque no le gustaba la actitud de Fran. Su voz gradualmente se hizo más y más alta como resultado.
(Maestro, ¿ideas?)
[Hmmm... Probablemente sea mejor que simplemente nos marchemos después de ignorarlo un poco más.]
O eso pensaba. Pero, no fuimos capaces de realmente poner en práctica mi plan porque un segundo grupo, la retaguardia, alcanzó al primero justo en el momento en que estábamos comenzando a movernos. Claramente pertenecían a la misma organización y, para nuestra molestia, terminaron en nuestro camino.
Empecé a reunir mi poder mágico mientras observaba la situación.
[¿Qué demonios estás haciendo?]
[Nada especial pá, er, Líder de División. Solo estoy interrogando a alguien que parece sospechoso.]
[¿Interrogando? ¿Por qué demonios harías eso? Nos pagan para eliminar a un grupo de wyverns menores, no por interrogar a alguien. ¿Te encontraste con un explorador de una banda de ladrones o algo así?]
Parecía que la persona que lideraba la retaguardia tenía una posición más alta que el hombre que en primer lugar se había dirigido a nosotros. Y también parecía ser el padre del primer tipo al ver cómo este lo llamó pá.
[Bueno, no, pero...]
[¡¿Entonces por qué demonios te estás molestando?! ¡Deja de jugar y perder el tiempo!]
[¡O-Oh, vamos! ¡Solo dame un segundo! ¡Estaba a punto de empezar a intimidarla para que ella abriera su boca, así que lo haré rápido!]
Bueno, bueno, bueno, ¿qué tenemos aquí? ¿Él quería intimidar a Fran? ¿He oído eso correctamente? Supongo que eso significa que deberíamos darle una paliza al tipo que nos llamó antes de utilizar al resto de su banda de mercenarios como práctica de tiro.
El líder de la división pareció darse cuenta inmediatamente de que Fran y yo estábamos ansiosos por pelear.
Empujó a su hijo y sus subordinados a un lado para que pudiese verla mejor. Su rostro palideció en el momento en que lo hizo. Inmediatamente reaccionó al volverse hacia su hijo y golpearlo en la cara.
[¡Gaahh! ¿Q-Qué demonios fue eso, pá?!]
[¡Maldita sea! ¡Eres un idiota! ¡No puedo creer que seas tan malditamente estúpido!]
[¡Rghghh! ¡Arghghh!]
El tipo jefe golpeó a su hijo una y otra vez hasta que el mercenario más joven perdió el conocimiento. Ninguno de los otros mercenarios parecía entender la causa del arrebato repentino de su líder, y como resultado, terminaron luciendo sorprendidos.
Del mismo modo, también terminamos sorprendidos porque realmente no entendimos lo que estaba pasando. Mi única conjetura fue que de alguna manera él había confundido a Fran con algún tipo de noble influyente.
[¡L-Lo siento muchísimo! Mi subordinado estaba actuando sin el permiso, le juro que no teníamos intención de convertirnos en su enemigo. Por favor perdónanos.]
Parecía que el líder de la división realmente nos había confundido con otra persona, ya que terminó arrodillándose y rogándonos que lo perdonemos.
[¡¿Qué diablos están haciendo?! ¡Baje la cabeza y póngase de rodillas en este instante! ¡Haré que cualquiera que desobedezca sea silenciado en el acto!]
Su orden fue un poco ridícula, pero contenía un sentido de autoridad que obligaba a los mercenarios a obedecer.
[Nuevamente, siento muchísimo las actitudes de mis subordinados. Por favor, Princesa del Rayo Negro, perdone su rudeza.]
Resultó que en realidad no nos había confundido con nadie más. Sabía quién era Fran y que meterse con ella significaría su fin.
[E-Espera, ¿esa es la rumoreada Princesa del Rayo Negro?]
[Escuché que no muestra misericordia a nadie que le muestre hostilidad...]
[Sí, e incluso borra a todas las personas que la desobedecen...]
Los mercenarios comenzaron a chismorrear cuando se dieron cuenta de la identidad de Fran, pero una sola mirada de su comandante terminó por silenciarlos.
[Nn. ¿Puedo irme ahora?]
[¡Por supuesto!]
[Luego me voy.]
[¡Tenga un viaje seguro!]
Sorprendentemente, el comandante de los mercenarios acabó dándonos sus bendiciones cuando nos despedía. No nos habían causado ningún daño, así que no vi ninguna razón por la cual tomar represalias. Dicho esto, tenía mucha curiosidad sobre por qué tenían tanto miedo de nosotros. Realmente quería aprender más sobre los rumores que la gente estaba difundiendo sobre nosotros.
El resto de nuestro viaje fue bastante sencillo, llegamos a Barbora sin experimentar más interrupciones.
[Bueno, ya estamos aquí. Supongo que deberíamos visitar a todos nuestros conocidos y entonces buscar al Viejo Gallus.]
[Nn.]