La Verdadera Pregunta
Los
sacerdotes vestidos con túnica gris se inclinan, y a continuación uno por uno salen
de la habitación. Arnaud, mientras tanto, ha conseguido traer un pequeño
carrito de alguna parte. Luego llena un recipiente de vidrio grueso con hojas
de té, probablemente el favorito del Sacerdote Principal. A medida que el té
comienza a inclinarse, se vuelve hacia mí, sacando un frasco de vidrio después
de un frasco lleno de hojas de té, describiendo su variedad, la región de la cual
proceden y la temporada durante la cual fueron recolectadas.
“Hermana Maine,
¿a cuál de estas le gustaría?”
...
Honestamente, no tengo idea.
“Ese parece
ser bastante excelente,” le respondo, señalando uno que parece suficientemente
bueno. A continuación, sin embargo, viene la pregunta sobre qué leche me
gustaría poner en el té. Nuevamente, él dispone una serie de frascos,
preguntándome si tengo algún tipo de preferencia por la granja o la raza de la
vaca.
...
Honestamente, realmente y seriamente, no tengo la menor idea.
Sin
embargo, debido a mi condición social, debo ser la primera en elegir. No puedo
dejar que Benno elija y entonces preguntarle qué está tomando. Súbitamente
consciente de cuán aterrador es incluso beber té para la nobleza, miro por
encima de mi hombro a Fran y hago uso de mi nueva técnica secreta de pasarle
todo mi trabajo.
“Fran, ¿qué
leche piensas que sería la más adecuada para este té?”
“Permítame
ver... le recomendaría la leche de Glauvache de Holger de tres años. Lleva una suave
dulzura la cual podría complementar mejor el sabor del tiphgaft.”
“Bien.
Entonces, ¿podría probar el Glauvache de Holger?”
El té que estoy
bebiendo hoy es tiphgaft. Lo estoy bebiendo
con la leche de un Glauvache de Holger. No tengo idea de cuándo necesitaré
saber esto, pero lo recordaré. Mientras me lo cantaba, preguntándome qué frase
nemotécnica necesitaría para realmente recordarlo, no pude evitar que mi cabeza
se incline pensativamente hacia un lado. Arnaud, mientras tanto, le preguntó a
Benno qué tipo de té le gustaría. Mientras lo hizo, el último de los sacerdotes
con túnica gris salió de la habitación.
“Su té,
Hermana”, Arnaud me dice.
“Eres
demasiado amable,” le respondo.
Tomo
cuidadosamente la copa de vidrio, cuidando de no hacer un sonido, y tomo un
sorbo. El suave sabor de esta particular mezcla de té llena mi boca,
mezclándose con la suave dulzura de la leche. Todo, desde los ingredientes
hasta la elaboración de esta bebida debió haber sido increíble. Es casi cautivadoramente
delicioso.
Arnaud,
después de haber terminado de servir el té de todos, aleja el carrito para
ponerlo en orden. Tan pronto como me doy cuenta de que se ha ido, reaparece,
cerrando firmemente la puerta de la habitación. Veo sus crujientes y vigorosos movimientos,
maravillada por cómo evita desperdiciar incluso un solo paso. Él toma su lugar
detrás del Sacerdote Principal, que entonces comienza a hablar.
“Benno,
fuiste de los primeros en apoyar a Maine, ¿no? Según mis informes, se menciona
que tienes un excelente ojo.”
“Me siento
halagado, señor.”
“¿Qué te
dice aquel perspicaz ojo sobre Maine? Hay ciertos miembros del clero que la ven
como una persona peligrosa que permite a maná correr desenfrenado. ¿Cuál es tu
opinión, como alguien que la conoce bien, sobre su carácter?”
“¿Dejar que
su mana corra desenfrenado...? Ah, eso...”
Benno me
mira, no hay siquiera el más mínimo rastro de sonrisa en sus ojos. Estoy
bastante segura de que si estuviésemos en otro lugar, él estaría gritando “¡y
no me dijiste, ¿huh?!”. Me encuentro con su mirada monótonamente, levantando mi
copa a mi boca.
“No soy más
que un simple comerciante,” Benno dice. “Y como tal, no sé mucho sobre las
complejidades de la magia. Sin embargo, puedo describir a la Maine que
conozco.”
“Hm,” el Sacerdote
Principal indica, inclinándose hacia adelante con interés. “Por favor continúa.”
De repente,
siento que estoy de vuelta en la escuela primaria, asistiendo a una reunión de
padres y maestros. Me obligo a sentarme en silencio, pero lo que realmente
quiero hacer es salir corriendo de la habitación, gritando “¡No, para! ¡No digas
nada! ¡No delante de mí!”
“Madame Maine
es un genio, por lo menos en términos de su facultad de crear nuevos productos.
Ella no tiene igual en la conceptualización de esos productos, pero al final el
chico que hace realidad sus ideas es un aprendiz en mi humilde tienda. En el
transcurso de trabajar en sus inventos, ella solo ha mostrado un leve
reconocimiento de su propio genio. En definitiva, creo que ella tiene un
carácter amable y tolerante, al igual que otros en mi tienda.”
Voy a
suponer que “amable y tolerante” es la forma en que desinfecta “distraída,
irreflexiva e inconsciente” para una audiencia noble. Honestamente, nunca pensé
que oiría que Benno me describiría de tal manera. Supongo que aquel viejo
adagio es cierto: no es lo que dices,
sino cómo lo dices.
“Espera,”
dice el Sacerdote Principal. “Dejando a un lado ‘amable’, ¿qué quieres decir con ‘tolerante’?”
El Sacerdote
Principal frunce profundamente su ceño, mirando entre Benno y yo con una expresión
de extrema duda. Esta es una reacción natural, creo. De hecho, dejé que mi maná
corriera salvaje, haciendo que el Maestro del Templo se desmayara ante un buen
número de sacerdotes. Estoy segura de que esto me ha ganado cierta notoriedad.
Además de eso, desde que el Sacerdote Principal está recibiendo informes sobre
mi comportamiento por parte de Fran, probablemente ya sabe que solté mi maná
para expulsar a Gil cuando interrumpía mi tiempo de lectura. Así que, desde el
punto de vista del Sacerdote Principal, definitivamente soy lo más alejado de ‘tolerante’. Probablemente piense que
soy peligrosa, que es probable que deje que mi magia explote ante la menor
provocación.
“Hay ciertas
cosas que ella se niega a ceder... estas serían su familia, sus amigos y,
también, los libros. Mientras nada amenace con afectar esas cosas, Madame Maine
es tolerante en un grado asombroso. Ella carece de un fuerte sentido de la
vigilancia, y cuando es engañada, en gran medida ella no aprende de la
experiencia. Un aprendiz en mi tienda que la conoce bastante bien probablemente
la describiría menos como tolerante y más como indiferente.”
Cuando él
dijo eso, escucho a Fran murmurar “indiferente... ya veo,” desde arriba. Pienso
un poco en mis acciones de esta mañana, al darme cuenta de que realmente no
tengo lugar para quejarme.
El Sacerdote
Principal tararea pensativamente, mirándome. Nuevamente vuelve a tararear.
“Maine,
¿hay algo más? Si dejas que tu maná corra salvaje ante cualquier otra cosa que
no sea tu familia, tus amigos o tus libros, cuéntamelo.”
“No puedo
pensar en nada en este momento que me parezca tan valioso,” le respondo.
“Muy bien,”
él dice, asintiendo, luciendo ligeramente aliviado.
Después de
mirar momentáneamente hacia el techo, reflexionando las palabras de Benno, el Sacerdote
Principal intercambia una mirada con Fran.
“Ah,” Fran dice.
“Si es posible, Maestro Benno, ¿podría pedirle que comparta con el Padre
Ferdinand toda la información que posea sobre la excepcional debilidad de Maine?”
“¿Debilidad?,”
el Sacerdote Principal dijo, mirándome. “Ahh, la razón por la cual requiere que
alguien controle su condición física.”
Noto que
Fran tiembla ligeramente con agitación. Parece que está recordando cómo Benno
le había hablado sobre esa tarea en el pasillo.
“Madame Maine
tiene una asombrosa falta de fuerza física y resistencia,” Benno responde. “Si
detalles tales como su complexión, la cantidad que habla, la rapidez con que
camina y lo lejos que viaja no son monitoreados cuidadosamente, entonces corre
el riesgo de colapsar repentinamente, sin importar qué tan enérgica pueda
parecer. Después, ella está indispuesta durante varios días mientras se
recupera, a menudo con fiebre. Por el momento, no conozco a nadie que sea capaz
de controlar su condición además del aprendiz del cual ya he estado hablando.”
“Ese
aprendiz es el chico llamado Lutz, ¿supongo? ...Fran, ¿crees que puedes hacerlo?
Cuando el Sacerdote
Principal hace su pregunta, los ojos de todos en la habitación se fijan en
Fran. Sus ojos se mueven agitadoramente por la habitación por un momento, y
entonces deja colgar su cabeza avergonzado.
“No, todavía
no... esto es inexcusable.”
Cuando miro
por encima de mi hombro, viéndolo elevarse por encima de mí, noto que su puño se
encuentra tan apretado que su mano está temblando. Siento una gran simpatía por
cuan horrible que él debe estar sintiéndose, por no poder cumplir con las
expectativas del hombre al que admira tanto.
“Fran fue
asignado como mi asistente meramente esta mañana,” les digo. “Pedirle que sea
capaz de entender mi condición tan rápido es pedirle que sea capaz de hacer lo
imposible. Incluso Lutz tuvo que pasar varios meses junto a mi antes de que él
pudiese reconocer por completo las señales de advertencia.”
“Sería
problemático si llevara tanto tiempo,” el Sacerdote Principal dice, volando a
través de mi seguimiento cuidadosamente elaborado con una sola réplica. “Probablemente
la orden de caballeros sea convocada en otoño. Fran, necesitarás poder
controlar su condición para ese entonces. ¿Entendido?”
El Sacerdote
Principal mira seriamente a Fran, quien inhala lentamente, luego responde con
un gesto claro.
“...Como usted
desee, Padre. Definitivamente aprenderé cómo hacerlo para otoño.”
Juzgando la
forma en que fue capaz de hacerse cargo de la entrada, y por la habilidad con
que pudo juzgar el té, es obvio que Fran es un chico que puede hacer grandes
esfuerzos si es por el bien del sacerdote principal. Creo que dado que acaba de
recibir una orden directa, abordará la tarea de aprender a manejar mi condición
con la mayor seriedad. Si nada más, estoy contenta de que en adelante, al menos
uno de mis asistentes esté interesado en tratar de proteger mi salud.
Benno echa
un vistazo mientras silenciosamente suspira de alivio, luego mira al Sacerdote
Principal con una expresión de preocupación en su rostro.
“Padre,
Madame Maine es terriblemente inteligente para un niño de su edad. Sin embargo,
ella tiene poca experiencia en la sociedad, y no sabe nada del conocimiento
común dentro del templo. Peor aún, ella ha vivido una vida muy distante de la sociedad
noble.”
“Ah, soy
consciente. Por favor, no te preocupes. Es por eso que le he asignado a Fran.
Él es uno de los asistentes más excelentes entre mi personal. Si ella tiene
alguna pregunta, será más que capaz de responderla. Por supuesto, yo mismo
también intentaré participar en su educación.”
Detrás de
mí, puedo escuchar el aliento de Fran en la garganta. Cuando yo instintivamente
miro por encima de mi hombro hacia él, veo que sus ojos se abren en
incredulidad mientras mira al Sacerdote Principal.
¿Huh?
¿Pensaba que el hecho de que lo reasignaran para ser mi asistente era un
castigo por su falta de habilidad? Si ese es el caso, ¿significa esto que todo
lo que necesitaré hacer para ponerlo de mi lado es decir algo como “trabajemos
juntos para que así podamos serle útiles al Padre Ferdinand"?
Mientras
trago otro sorbo de té, contemplando cómo podría ganarlo, el Sacerdote Principal
dirige una mirada hacia adelante y hacia atrás entre Benno y yo, entrecerrando sus
ojos.
“Por
cierto, Benno. ¿Qué significa que las personas digan que Maine es tu diosa del
agua? Parece que te preocupas mucho por ella, pero ¿realmente eres un hombre con
tales gustos?”
Benno
grita, su taza cae de sus dedos para chocar con fuerza contra su platillo. El Sacerdote
Principal frunce su ceño preocupado, cruzando una pierna sobre la otra mientras
observa a Benno sumirse en un evidente pánico.
“Con qué
tipo de ojos miras a Maine, ¿me pregunto? Por favor dime.”
“¿Con qué
tipo... me pregunta...? Yo, uh, yo mismo, realmente no entiendo, por qué las personas
a mi alrededor, insiste en decir eso. Padre.”
De hecho,
es un poco gracioso ver cuán agitado está Benno a pesar de que por lo general
es muy compuesto, pero en realidad no entiendo a qué se refiere el sacerdote
cuando habla de una ‘diosa del agua’.
Ahora que lo pienso, recuerdo que Otto dijo algo así una vez y Benno se enojó
por eso.
Inclino mi
cabeza en confusión. “Um, me disculpo por la interrupción, pero ¿a qué se
refieren cuando ustedes hablan sobre una ‘diosa
del agua’?”
Miro
alrededor de la sala en busca de respuestas, pero no importa a quién mire, cada
una de ellas se niega a mirarme a los ojos. Todos parecen estar deseando que le
pregunte a alguien más. Es una situación extremadamente incómoda.
Cuando
vuelvo a inclinar mi cabeza, frunciendo mi ceño con preocupación, Benno me da
otra nota. ‘Cállate’, dice esta vez.
Decido interpretarlo como si me estuviese diciendo que no hable tan fuerte, así
que me dirijo a Fran y le susurro en voz baja.
“... Esto
es un asunto de los dioses, así que está relacionado con el templo, ¿no es así?
Fran, ¿podrías decirme qué significa?”
“Ah, um,
uhh...”
Fran gira
desesperadamente hacia el Sacerdote Principal, esperando ayuda. Benno suspira,
agarrándose la cabeza con las manos. El Sacerdote Principal, con una gran mueca,
responde a regañadientes.
“La persona
en tus pensamientos. Tu amor. Quien hace que tu corazón lata. Aquellos son los
significados típicos por los cuales las personas utilizan dicha frase.”
¿La persona
en tus pensamientos? ¿Tu amor? De ninguna manera. Benno es un hombre de
principios quien ha seguido siendo soltero desde que murió su verdadero amor. Aun
así, si nos miran a mí y a Benno, es extraño pensar que algo como eso podría
estar pasando.
“...Bueno, Padre,
tal cosa es simplemente imposible. Maestro Benno es lo suficientemente mayor
como para ser mi padre, después de todo.”
No fui
capaz de retener mi objeción. Benno, también, de inmediato se aferra a lo que
digo, agregando su fuerte negación también.
“Es
exactamente como dijo Madame Maine. Eso es simplemente imposible.”
El Sacerdote
Principal lo mira, todavía con su ceño fruncido. “No es raro que un hombre se
case con alguien lo suficientemente joven como para ser su hija, ¿verdad?”
En Japón,
en mis días como Urano, yo definitivamente escuché historias sobre celebridades
que se casaban con personas mucho más jóvenes que ellos, pero no había
escuchado nada acerca de ello desde que me convertí en Maine.
Después de
todo, incluso si se trata de un segundo matrimonio, si alguien se casara con
alguien lo suficientemente joven como para ser su hijo, esa persona terminaría
necesitando ayuda de los hijos de su cónyuge en muchas cosas. Además, desde que
esto efectivamente estaría aumentando la cantidad de dependientes en una
familia, esto generaría discordia con los hijos del sostenedor de la familia.
Y, por supuesto, este mundo no es lo suficientemente amable como para que el
cónyuge más joven pueda vivir con sus propias ganancias.
“Nunca
había escuchado hablar de nada sobre eso, sin embargo. ...Ah, ahora que lo
pienso, ¿quizás las diferencias entre las edades no son poco comunes en este
templo? Una de mis asistentes me dijo que ella desea tener tal relación con el
Reverendo.”
Traté de
cubrir a Benno al implicar que el Sacerdote Principal podría ignorar cómo
vivimos los plebeyos, sin embargo, otro extraño silencio cayó en la habitación.
Benno me pasó otra nota, esta vez diciendo ‘por
favor, cállate’. Justo como me solicitaron, cerré mi boca, pero ahora nadie
dice nada, y el silencio se vuelve cada vez más opresivo.
“......”
“......”
“......”
Todo lo que
nosotros hacemos es tomar frecuentes sorbos de nuestro té, intercambiando
miradas interrogativas. Es desagradable. Me está volviendo extremadamente
incómoda.
“... Padre
Ferdinand, soy consciente de que es extremadamente importuno que un sirviente
como yo pregunte esto, pero ¿puedo permitirme agregar mi propio comentario?”
Aquel que
finalmente rompe este extraño y pesado silencio es Mark. El Sacerdote Principal
mira sorprendido, y cuando se vuelve hacia Mark, está claramente escrito en su
rostro que no le importa quién haga algo acerca de esta situación, siempre y
cuando lo haga. Él levanta rápidamente ambas manos.
“Lo
permitiré. ¿Qué es?”
“Confesaré
que estoy diciendo esto en parte porque me gustaría proteger el buen nombre del
Maestro Benno, pero quiero aclarar que el significado común de ‘diosa del agua’ no se aplica del todo
en este caso. Estoy seguro de que usted ya está enterado de esto, Padre, pero
los productos que Madame Maine ha estado creando constantemente han impulsado
al Maestro Benno a comenzar nuevas empresas. Ella ha estado causando que florezcan
nuevos proyectos dentro de una compañía que anteriormente solo trabajaba con
ropa y accesorios. Quizá sea más correcto describir a Madame Maine como la diosa del agua no meramente del Maestro
Benno, sino que para todo nuestro humilde establecimiento.”
“Hmm, ¿era
eso lo que significaba? Entiendo, entonces. Ahora, por último, sobre el Taller
de Maine...”
No parecía
que él entendiera en particular la respuesta que le fue dada para la pregunta
que había sido mencionada por él, pero no profundizó en el asunto, sino que en
cambio, decidió cambiar el tema de la conversación.
“¿Cuánto de
sus ingresos está dispuesto a donar? Hemos acordado discutir su promesa de la
porción de sus ganancias que nosotros recibiremos, ¿cierto?”
Benno
asiente con su cabeza, pone su mano sobre su barbilla mientras hace un alarde
de reflexionar sobre el tema. Su larga y colgante manga cubre su regazo, pero
puedo ver varios trozos de papel que ya tienen cosas escritas en ellos.
¿Son…
esos…?
Repentinamente
me doy cuenta de que los trozos de papel que Benno me ha pasado son las mismas
notas que Mark había escrito durante el viaje en carruaje a aquí. Mi rostro se
pone rígido por el shock.
¿S...Señor
Mark? ¿Fue usted quien escribió ‘idiota’
en ese papel? ¡Pensaba que usted era un perfecto caballero! ¡¿Cómo pudo escribir
todas esas crueles palabras?!
Sé que él estaba
escribiendo cosas que Benno podría querer decir, pero todavía es un shock
enorme darme cuenta de que fue quien escribió cosas como ‘idiota’ y ‘cállate’.
Realmente desearía que él no me hubiese dado la misma sonrisa tranquilizadora de
siempre cuando se encontraba escribiendo todo eso, también.
Mientras me
desplomo en mi silla, Benno me pasa otra pequeña hoja de papel. ‘Mantén tu boca cerrada,’ dice esta vez.
“...Eso dependerá
del producto siendo producido,” dice en voz alta al Sacerdote Principal. “Estoy
seguro de que está al tanto de esto, pero no es posible garantizar una cantidad
fija de dinero dentro de un intervalo fijo. Además, actualmente nosotros estamos
en el proceso de desarrollar nuevos productos, y aún estamos en un estado en el
cual no estamos obteniendo ningún beneficio, ya que seguimos invirtiendo dinero
en nuestras inversiones iniciales.”
“Eso puede
ser así, pero--”
“Considerando
el dinero que nosotros debemos gastar en mantener el taller y desarrollar los nuevos
productos, creo que nosotros deberíamos poder donar el diez por ciento de nuestras
ganancias netas al templo.”
Benno
interrumpe al Sacerdote Principal, presentándole inmediatamente la cifra del
diez por ciento. El Sacerdote Jefe frunce el ceño ante el número.
“El diez
por ciento parece bastante pequeño, ¿no?”
“...Me
disculpo por mi impertinencia, pero el diez por ciento es en realidad una suma
casi excesiva. Hay costos relacionados con la distribución del producto, la
adquisición de las materias primas y los salarios de nuestros trabajadores,
ninguno de los cuales podemos disminuir.”
“Pero tú--”
“Hay
momentos en que uno aún debe vender los productos, incluso si los márgenes son
escasos, sin embargo, no puedo imaginar que usted desearía que el Taller de Maine
se viera obligado a operar con un déficit, ¿verdad?”
El Sacerdote
Principal permanece en silencio. Él probablemente no quiera poner esa carga
sobre nosotros. Después de todo, el templo en sí actualmente se encuentra en
rojo.
Además, podría
ser difícil para él realmente objetar esto. El templo obtiene su trabajo de los
huérfanos en los orfanatos, y sus ingresos provienen del Señor de la tierra y
las familias de los sacerdotes vestidos de azul. Los ingresos y los gastos del
templo son fundamentalmente diferentes a los de una empresa. Creo que el Sacerdote
Principal podría no tener idea de cómo se organiza una tienda o qué salarios se
pueden pagar.
“Madame
Maine es ciertamente libre de donar tanto de su propia parte de los beneficios
del taller al templo como quiera, pero hay poco de los ingresos del taller que
podría ser donado al templo sin afectar su capacidad de hacer negocios.”
“…Ya veo.
El diez por ciento será, entonces.”
Benno tomó
el control de la conversación gracias a presionar constantemente al Sacerdote
Principal en busca de respuestas, y rápidamente estableció la cantidad que
estaría pagando al templo. La parte de Benno, por supuesto, es del treinta por
ciento, por lo que no puedo evitar admirar cómo fue capaz de mantener tan
calmadamente la parte del templo en diez. Al maravillarme con este giro de los
acontecimientos, Mark retira suavemente un trozo de pergamino de contrato,
extendiéndolo sobre la mesa.
Los
términos instantáneos fueron acordados, él produce el contrato. El rol de Mark
en esta transacción es mucho más moderado que el rol de Benno, pero sigue
siendo increíble. Él absolutamente coincide con estos asistentes quienes han sido
entrenados para servirles a los nobles sacerdotes vestidos de azul.
Desde que
el templo es una organización de nobles, el contrato extendido sobre la mesa
es, por supuesto, un contrato mágico. El contrato se llena rápidamente,
indicando que el diez por ciento de las ganancias netas del Taller de Maine deberán
ser donados al templo, que el representante del templo es el Sacerdote
Principal, que la jefa del taller seré yo misma, y que mi tutor, quien deberá
tener la tarea al entregar los informes financieros al templo, será Benno. Cada
uno de nosotros, en turno, firmará el contrato y lo sellará con su sangre.
¿Sangre
otra vez? Realmente odio los contratos mágicos...
“Maine,” El
Sacerdote Principal dice, “¿qué estás mirando? Es tu turno.”
Incluso
después de todo este tiempo, yo aún no me puedo acostumbrar a la idea de tomar
un cuchillo para cortar mi propio dedo. Sin embargo, a instancias del Sacerdote
Principal, extiendo mi mano temblorosa para recoger el cuchillo. Mientras lo
hago, alguien detrás de mí se acerca para tomarlo.
“Por favor,
desvié sus ojos, Hermana Maine,” Fran dice.
“Fran...”
Aprieto mis
ojos cerrados, y un fuerte pinchazo de dolor se dispara a través de mi dedo.
Cuando abro cautelosamente mis ojos, una gorda gota de sangre se está
acumulando en la yema de mi dedo. Fran sostiene el contrato para mí, y cuando
presiono mi dedo contra él, la misma llama dorada que siempre se extiende a
través de él, lo quema en chispas de luz.
“Esto era
todo lo que tenía que decir hoy,” el Sacerdote Principal dice. “Este fue el uso
más fructífero de mi tiempo. Te agradezco, Benno.”
“Su
gratitud es innecesaria, Padre.”
Mientras el
Sacerdote Principal y Benno intercambian sus cumplidos, Mark organiza los
implementos para el contrato mágico, Fran despeja las tazas de té y los
utensilios sobre la mesa y Arnaud extiende una alfombra.
“Ahora,
ofrezcamos nuestras oraciones y nuestra gratitud a los dioses por su guía en esta
reunión y en este contrato.”
Hace un
gesto para que Benno y yo nos paremos en la alfombra. Mientras tomamos nuestro
lugar, miro a Benno y Mark, tratando desesperadamente de evitar reírme.
Entonces
ahora, ¿Benno y Mark harán la Pose Glico? ¡Necesito verlo! ¡Realmente necesito
verlo! ¡Pero mis costados absolutamente cederán!
Mi cerebro
ya está conjurando la imagen de ellos alineados y posados perfectamente.
Mientras lucho valientemente para mantener un rostro serio mientras esa explosiva
imagen detona en mi cerebro, toda la fuerza repentinamente abandona mi cuerpo.
“¡¿Hwah?!”
Un ruido
extremadamente poco femenino emana desde mi boca. Caí de rodillas y, después de
un momento, el peso de mi cabeza me arrastró por la parte superior de mi cuerpo
hacia el suelo.
“¿Hermana Maine?”
Fran Grita detrás de mí.
Todos se
vuelven para mirarme. El Sacerdote Principal deja salir un suspiro de asombro,
mirándome mientras estoy acostada sobre un monte.
“Maine,
levántate, por favor. Esto es muy desagradable.”
El Sacerdote
Principal no necesitaba decirme eso. Ya he intentado varias veces levantarme de
nuevo, pero no puedo mover mis brazos. No puedo levantar la cabeza.
…¿Qué
demonios?
“Umm, mi
cuerpo se siente extraño. No puedo mover nada ahora mismo. Pero realmente no
siento que tenga fiebre. Mis manos y mis pies se sienten realmente fríos. Señor
Benno, ¿qué está pasando?”
“¡¿Por qué
iba a saberlo?!” él grita. “¡No me preguntes!”
Él se
inclina para recogerme. Intento agarrarme a su ropa para que me sostenga como
lo hago usualmente, pero realmente no puedo mover mis brazos. Están
completamente lacios, colgando pesadamente de mis hombros. Es como si ni
siquiera fuesen mis brazos.
“Padre Ferdinand",
Benno dice, “no me puedo disculpar lo suficiente por este disturbio. Le pido
perdón, pero estaría muy agradecido si pudiéramos acortar nuestras despedidas
en este momento.”
“E... Es...
Está bien,” el Sacerdote Principal dice, con su rostro fantasmagóricamente
pálido mientras me mira. “Cuida de Maine.”
Benno
rápidamente marcha. Incluso después de todo esto, todavía no siento ninguna de
las señales de que vaya a tener fiebre. De hecho, me siento comparativamente fría.
De hecho, a incluso pesar de que es el comienzo del verano, parece que mi
cuerpo se está enfriando rápidamente.
Mark
termina frenéticamente preparando todo para irse, y Arnaud y Fran se adelantan
para abrirle la puerta a Benno mientras él me saca de la habitación del sacerdote.
Benno, sin embargo, caminó un poco demasiado rápido y se vio obligado a
detenerse, chasqueando su lengua con impaciencia, mientras esperaba que la
puerta se terminara de abrirse.
A
diferencia de cuando usualmente colapso, no me he desmayado. Mis brazos y
piernas se sienten un poco extraños, dado que cuelgan sin fuerzas. Mientras mi
pesada cabeza se agita, solo un penoso pensamiento cruza por mi mente.
...No fui
capaz de ver a Benno y Mark haciendo la Pose de Glico.