Capítulo 233. La Mesa del Dragón.
[Supongo que
nuestro próximo destino probablemente sea el Gremio de Herreros.]
[Nn.]
Nos aseguramos de preguntar su ubicación antes de
abandonar realmente el Gremio de Aventureros, así que sabemos exactamente a
dónde ir. Nuestro destino se encuentra bastante cerca del puerto. Parece estar
construido allí para así facilitar un acceso fácil a minerales y al carbón que
a menudo son trasladados a través del mar.
Aunque se supone que el Gremio de Herreros debería ser
nuestro próximo destino, aún planeamos hacer un alto en nuestro camino.
[Está bien, vamos
a buscar un lugar donde comprar alcohol.]
[Nn. ¿Tienda de licor?]
[Sí, es eso o un
bar que te permite comprar todo lo que quieras.]
Gamud nos dijo que probablemente sería mejor para
nosotros traer uno o dos obsequios después de que le contamos sobre nuestro
próximo destino. Muchos de los miembros del Gremio de Herreros, su Maestro del Gremio
incluido, son enanos, lo que significa que ellos apreciarían un buen trago o dos.
Escuchar eso me tentó a buscar un licor de muy alta
calidad, del tipo que les quitaría los calcetines.
[Espero que encontremos
a un bar decente en nuestro camino.]
[¿La tienda de Fermus?]
[Cierto.
Recuerdo que la Mesa del Dragón está en algún lugar en esa dirección ahora que
lo mencionas.]
Parece que existe una decente posibilidad de que seamos
capaces de obtener un poco de alcohol en La Mesa del Dragón. El lugar es un
restaurante, así que es seguro que tengan uno. Además, el propietario le había
dado personalmente a Fran un cupón. Pienso que solo eso casi garantizaría que
el personal allí al menos nos escuche.
Y así, decidimos pasar por la tienda de Fermus.
[Urushi, sombra.]
[¿Ooooonn?]
[Lo siento, pero
no. El lugar no es lo suficientemente grande para ti, y ni siquiera estoy
seguro de que ellos permitan mascotas para comenzar.]
[Own…]
Realmente no creo que pudiéramos traer a Urushi con
nosotros. Por ese fin, pensé que probablemente sería mejor para nosotros darle
de comer lo que le gusta un poco más tarde para animarlo.
[Bienvenida. ¿Estaría buscando una mesa para uno?]
[Nn.]
[Por aquí, por favor.]
[Gracias.]
[Desafortunadamente, el propietario está actualmente
fuera, por lo tanto no podremos proporcionar nuestras selecciones habituales.]
El menú que la camarera nos entregó solo posee cinco
artículos diferentes enumerados en él. Es un corte brusco desde los 30 o así
recuerdo haberlo visto la última vez que los visitamos.
El aprendiz de Fermus está ocupando temporalmente los
zapatos del ex Rango A porque actualmente este se encuentra fuera de la ciudad.
Parece que el Cazador de Dragones solo le había permitido crear los cinco
platos actualmente enlistados porque no creía que el resto de las cosas de su
aprendiz fueran lo suficientemente buenas como para servirles a sus clientes.
La renombrada Sopa de Huesos de Dragón del restaurante
aún se está vendiendo, pero aparentemente es algo que había preparado Fermus
antes de partir.
[Entonces quiero todo.]
[¿Huh? ¿Acaba de decir todo?]
[Nn. Todo.]
[¿Usted está realmente segura de que le gustaría todo?
Nuestras raciones son bastante grandes.]
[Sin problema. Ya comí antes.]
[E-Está bien. En ese caso, tendré todo listo
inmediatamente.]
[Gracias.]
Fran entregó el cupón que le habíamos dado Fermus a la
camarera. Por alguna extraña razón, parecía extremadamente sorprendida; sus
ojos se habían abierto de par en par.
[Usted quizás...]
[Conseguí de Fermus.]
[¡Entonces realmente es un cupón VIP!, una ficha que indica
que tendremos que tratarla con sumo cuidado ¡Lo sabía!]
La declaración de la camarera hizo que sus
sentimientos de sorpresa se dirigieran hacia mí. No había pensado en lo que
Fermus nos había dado como algo más que otro cupón de descuentos o algo similar.
[O-O-Oh, ¡Dios! ¡¿Qué debo hacer?! El dueño no está.
¡La única persona aquí capaz de hacer comida es una idiota cuyas habilidades ni
siquiera se acercan a las del dueño! Oh no, oh no, ¡oh no! No puedo decepcionar
al cliente, ¡o correría el riesgo de que el propietario me regañe más tarde!]
Ella se puso en completo estado de pánico e incluso
comenzó a insultar al aprendiz de Fermus. En cierto modo, la compadecía y, como
resultado, no quería tomar ventaja de ella considerando la actual situación,
pero no puedo evitarlo. Ella básicamente nos dio tal oportunidad en bandeja de
plata.
[Tratamiento especial, no necesario.]
[No hay manera de que yo pueda tratarla como lo haría
con cualquier otro cliente, especialmente cuando la comida que tenemos ahora no
es tan buena como podría serlo.]
[Entonces quiero alcohol. El mejor en la tienda.]
[¿Alcohol? ¡Considérelo hecho! ¡Por favor, deme un
momento para obtenerlo!]
Aunque ella salió corriendo para traernos el alcohol que
queríamos, ella parecía haberse olvidado por completo del hecho de que también nosotros
habíamos ordenado comida. Normalmente, sería algo que haría enojar por completo
a un cliente, lo que en nuestro caso significa insultar a Fermus. Dicho eso,
decidí reservar nuestro juicio hasta después de su regreso. No había ninguna
razón para que nos enojáramos mientras sacara algo de una calidad decentemente
alta.
Le tomó alrededor de unos cinco minutos a la camarera finalmente
regresar. No parecía dejar que le molestara el hecho de que ella estaba sin
aliento, ya que inmediatamente presentó una costosa caja de madera en el
momento en que regresó.
[Este vino es el mejor que tenemos. Proviene de una
región conocida en Kranzel como uno de sus mejores productores de bebidas
alcohólicas. Esta botella, en particular, se ha conservado mágicamente durante
aproximadamente 120 años, ¡así que es una de las mejores cosas que usted podría
obtener!]
La recepcionista terminó trayéndonos algo más allá de
mis expectativas.
[Para ser honesta, no es algo que normalmente
estaríamos dispuestos a servir a nuestros clientes...]
[¿Fuente?]
[Tomé prestada una de las botellas que el propietario
guarda en su colección personal de vinos raros.]
Tal parece que tomar este vino probablemente enojaría
a Fermus. Estoy totalmente bien con que él se enoje con la camarera, pero
realmente no quiero que dirigiera su ira hacia nosotros. Dado eso, nosotros convencimos
a la camarera para que devolviera la preciada colección de Fermus a su lugar
habitual y que ella nos diera las mejores cosas que en realidad ellos tuviesen
a la venta.
Terminamos consiguiendo cinco botellas de un tipo de
bebida lo cual nos costó 1k. El precio parecía ser correcto para algo que
íbamos a utilizar como regalo para alguien a quien nunca antes hemos conocido.
[¿Está segura de que está bien con eso? El propietario
tiene una selección mucho mejor en su bodega.]
[Suficientemente bueno. Más importante, hambrienta.]
[¡Ohhhh nooo! ¡Y-Yo lo siento, lo olvidé! ¡Prepararé
tu comida inmediatamente!]
Al parecer, la camarera finalmente se dio cuenta de
que había olvidado tomar el pedido de Fran todo este tiempo. Terminó doblando
su cintura hacia adelante e inclinándose con toda la fuerza de mil postraciones
antes de correr a la cocina para informar la orden.
[¿Soy solo yo, o
crees que la hemos estresado demasiado?]
[Nn.]
La camarera parecía estar tan aterrorizada que incluso
le preocupó a Fran. Es cierto que realmente no pude pensar en eso como algo
malo porque habíamos conseguido sacar un buen par de botellas de alcohol de la
dura prueba, y por un precio bastante barato.
Fran bajó todo lo que le dieron, e incluso terminó ordenando
un poco de té para poder relajarse después de haber comido. El chef lo tomó
como una señal y nos hizo una visita mientras Fran disfrutaba de su descanso
después de las comidas.
[¿C-Cómo estuvo la comida?]
[No es bueno como Fermus.]
[Y-Ya veo... ¿Podría señalar las partes que le
molestaron?]
Él sacó una libreta e inmediatamente comenzó a
escribir cosas en ella. La camarera lo había etiquetado como un idiota, pero
para mí, se sentía más como alguien obsesionado con la cocina que con cualquier
otra cosa. (Friki-Culinario es el término
real)
Consideré decirle a Fran que fuese un poco menos
directa, pero terminé decidiendo lo contrario debido a que decírselo
directamente era más probable que lo beneficiara.
Fran terminó siendo quien dio los consejos porque yo
mismo no había comido. Dicho eso, no era como si los consejos de Fran hubiesen
sido errados de ninguna manera. Ella felizmente comería básicamente cualquier
cosa porque eso fue lo que el tiempo que ella había pasado como esclava la
había enseñado a hacer, pero eso no significa que no fuese capaz de juzgar qué
tan bueno sabía algo.
La única real diferencia es que su escala está un poco
sesgada. Si una persona normal calificaría algo en una escala del uno al cinco,
las etiquetas que usarían probablemente serían: mala, algo mala, no mala, buena
y muy buena. Las etiquetas de Fran, por otro lado, probablemente se leerían
algo más en la línea de: incomible, no malo, bueno, muy bueno, excelente.
La habilidad Cocina de Fran está al nivel máximo, y
como resultado, sus papilas gustativas son increíblemente sensibles. Ella usó esa
sensibilidad suya para describir las deficiencias del chef en detalle.
Ella pasó mucho tiempo dándole su crítica; el sol
había comenzado a ponerse cuando finalmente dejamos el lugar.
Buena suerte chico aprendiz. ¡Vive fuerte, no te
rindas!