SS: Liza la Lanza Mágica
Ocho Espadas Shiga--.
Ellos son las más fuertes espadas del Reino Shiga quienes eliminan a los
demonios.
Esas palabras me fueron enseñadas por mi padre desde que era pequeña.
Nunca habría imaginado que yo iba a tener un combate en contra de una de
las Ocho Espadas Shiga--y mucho menos, ganar en contra de una.
Yo, quien aún no puede hacer que el Maestro vaya en serio....
“Liza la Lanza Mágica, te permitiré que sirvas bajo mi
casa conde. Voy a darte el mismo salario que un caballero humano.”
“Liza-dono, deseo un duelo. Soy Kajiro del estilo Jii Gein--”
“¿Está interesada en convertirse en un caballero del ejército del reino?
Le damos la bienvenida, no como un vasallo, sino como un caballero sagrado.”
Las invitaciones para duelos y solicitudes vinieron a mí, una tras otra.
Me preocupó el Maestro cada vez que sucedió, sentí como si mi cuerpo se
encogiera.
Me pregunto ¿cómo el Maestro pensará sobre esto en esta ocasión?
Estoy preocupada que Maestro quien odio ser lisonjeado por los demás me
odie.
Calmando mi perturbada mente, practico el camino de la lanza sola en el
patio de la mansión.
El Filo Mágico ilumina el
oscuro jardín.
El Filo Mágico que alguna vez
fue algo difícil ahora es tan fácil como respirar.
Si esto lo dijese a la yo de hace un año, no hay duda de que me estaría riendo
de ello.
Me sacudo tal pensamiento inactivo y me concentro en la forma básica.
--Perforar, girar, golpear.
Después de finalizar la forma básica, continúo con el estilo autodidacta
que aprendí durante las batallas en ciudad laberinto.
Giro mi cuerpo a un lado y luego realizo un barrido de piernas con mi
cola.
Hundo mi cuerpo no sólo con mi pierna, sino también mi cola, haciendo
uso de todo mi cuerpo como un resorte, y luego apuñalo con todo mi poder.
Finalizando la forma, sentí una presencia que apareció en una esquina
del patio después de que realice el movimiento de regresar la espada a su
vaina.
“Aquello fue maravilloso como siempre.”
“Maestro--”
Nuestro Maestro apareció desde detrás de una arboleda en la cual nadie
debería haber estado.
Puedo sentir débilmente la técnica de ocultamiento de Tama, pero la técnica
de ocultamiento del Maestro es demasiado natural, no puedo sentirlo en
absoluto.
“¿Fui una molestia debido al ruido?”
“No, en absoluto. Las demás chicas están durmiendo con tales caras
felices después de todo.”
Maestro me habló gentilmente que estaba siendo tímida, como si él me afirmara
aquello.
Y, yo puse palabras crueles a esa bondad.
“Si Liza está interesada en las Ocho Espadas Shiga, estaría bien si
quieres aceptarlo ¿está bien?”
“¿Soy innecesaria ya --?”
--Tan cobarde de mi parte
Pensar que dije algo así, anticipándose a ello nuestro gentil Maestro lo
niega.
“De ninguna manera. Me sentiría solo si Liza no está aquí.”
Dejé escapar un suspiro de alivio después de escuchar eso.
“Sin embargo, quiero priorizar lo que Liza más quiere. Si aquello es lo
que realmente Liza quiere, entonces voy a respetar esa decisión.”
La bondad puede algunas veces convertirse en veneno.
Entiendo que el Maestro no necesita a nadie en el verdadero sentido de
la palabra.
--Incluso así.
Incluso así, quiero estar con el Maestro.
Juro por mi compañero, lanza mágica, que está brillando rojo recibiendo
mi determinación.
Algún día, una existencia en la cual pueda confiar el distante Maestro,
yo--.
--me convertiré en una.
No recuerdo si yo fui capaz de hablar esas palabras en el final.
Sin embargo, seguramente.
Mi lanza lo sabe.
