Desarrollando un Nuevo Producto.
El orfanato
ha tenido un gran comienzo.
Incluso desde
la clase de cocina, han estado haciendo un montón de sopa, y a medida que ellos
se han ido acostumbrando cada vez más al proceso, gradualmente se están
volviendo más rápidos y su técnica con el cuchillo está mejorando también. De
vez en cuando, uno de los niños intenta añadir algunos ingredientes extraños,
pero los demás niños saltan inmediatamente para detenerlos, es bastante
divertido de verlo.
Creo que
todos lucen más tranquilos en estos días, quizás porque sus vientres están más
llenos de lo que habían estado antes.
Por ahora, ellos
se han acomodado en su nueva rutina diaria: por las mañanas, hacen su trabajo
en el templo y por las tardes limpian el orfanato y hacen sopa.
Afortunadamente, en unos pocos días, el día libre de Tory se va a alinear exactamente
con el de mi Padre. Benno acaba de regresar del viaje a otra ciudad en la cual
ha estado durante los últimos días, así que me dirijo a hablar con él para
pedirle que me preste a Lutz.
“¡Señor
Benno! ¡Por favor, présteme a Lutz un par de días!”
“Por
supuesto, pero serás mía al día siguiente.”
“... ¿Por
qué tiene esa perturbadora mirada en sus ojos?”
“Completamente
tu imaginación.”
...Ciertamente
no lo es.
Su mirada aún
fija me pone un poco en guardia, pero ya que cualquier manera, obtuve el permiso
para pedir prestado a Lutz, mi siguiente paso es hacer que Tory y mi Padre se
suban a bordo.
“¿Podrían por
favor llevar a los niños del orfanato al bosque?,” Les pregunto. “Papi, si
estás con ellos, entonces nadie hará preguntas cuando un montón de niños que
nadie ha visto antes intenten pasar por las puertas, ¿verdad?”
“...No me
importa, pero ¿estás segura de que está bien que salgan los huérfanos?”
“Ya conseguí
el permiso del Sacerdote Principal, ¡así que está bien!”
No parece
que él entienda por qué me las arreglé para conseguir ese permiso, pero como lo
hice, está de acuerdo con ello. Tory dijo que ya había planeado ir al bosque de
todos modos, por lo que tampoco le importaría ir.
“Los
llevaré conmigo,” Tory me dice, “pero ¿qué piensas hacer que hagan ellos?”
“Voy a
pedirle a Lutz que les enseñe cómo hacer papel, pero me gustaría que aprendan a
ir a buscar comida, también. Nunca han estado en el bosque antes.”
Tory,
después de pasar un tiempo con los huérfanos enseñándoles cómo hacer sopa, ya
sabe que los huérfanos viven en un mundo donde nuestro sentido común no se
alinea en absoluto con el suyo. Ella tuvo que enseñarles cómo utilizar tanto
los cuchillos comunes como los cuchillos de cocina.
Ella frunce
su ceño “Si esta es la primera vez que irán al bosque, ¿no sería mejor tener
más personas para guiarlos?”
“Sí, probablemente
tengas razón, pero desde que vamos a mostrarles cómo hacer papel, quisiera
mantenerlo en la familia si puedo.”
“¡Está bien!
Lo tengo. Te ayudaré.”
“¡Woohoo!
¡Gracias, Tory!”
Y así ambos
acordaron llevar a los huérfanos en la edad pre-bautismal o aprendizaje al
bosque. Los sacerdotes adultos quieren ir también, sin embargo, esta vez los
necesito para defender el fuerte y ocuparse del trabajo en el templo. Los niños
necesitan salir a primera hora de la mañana; de lo contrario, no tendrán suficiente
tiempo para trabajar en la fabricación del papel.
Además de
cestas, cuchillos y hojas similares a hachas para cortar árboles, traen ollas y
vaporeras. Lutz les enseñará cómo fabricar papel como ambos solíamos hacerlo
antes de nuestro bautismo: reunir ramas de folin,
cocerlas al vapor y pelar su corteza. Mientras la madera está siendo hervida al
vapor, Tory y mi Padre les enseñarán a recolectar comida.
Sin
embargo, queremos evitar darles a los huérfanos demasiada información, desde
que existe la posibilidad de que sea filtrada. Les enseñaremos cómo reconocer
la madera que estamos utilizando, pero no su nombre, y por ahora no les diremos
nada sobre la ceniza o el agente adherente que estamos utilizando. No tengo
miedo de que alguien termine copiando nuestro producto. No, lo que me asusta es
la posibilidad de que alguien intente venderlo y acabar atrapado en el contrato
mágico que nosotros tenemos.
“Hermana
Maine,” Gil me dice, “¡Me aseguraré de que aprendan absolutamente todo!”
“Asegúrate
de prestar atención tanto a la fabricación del papel como a la recolección de
comestibles,” le digo.
Los ojos de
Gil brillan cuando él parte hacia el bosque, dejándome atrás, atrapada en el
templo. Voy con Fran para ver al Sacerdote Principal, donde trabajo
diligentemente a través de la pila de papeles, a continuación tengo una oración
tras otra metida en mi cabeza mientras el Sacerdote Principal crítica sin cesar
los detalles más finos posibles de mis pasos y las posiciones de los dedos.
Desde el
exterior, esto parece un día tranquilo y normal, pero en mi cabeza un tornado
está fuera de control. No, quizás no sea un tornado. Es mi situación
financiera.
El
equipamiento de mi habitación, mi cocina y el orfanato me costó mucho dinero.
Fue un enorme deterioro para mis finanzas. No tengo idea de en qué tipo de
cosas nobles me veré obligada a gastar dinero en el futuro, y no tengo idea de
cuánto eso va a terminar costando, así que realmente quiero averiguar si puedo
asegurar una fuente de ingresos.
“Ya vendí los
colgadores, y la cocina tomará un poco más de tiempo... Hmmmm, sería bueno si
el restaurante pudiese abrir, en cualquier caso... ¿tengo algo, huh? Acaso hubo
algo de lo que hablé con Lutz antes que pudiese ser comercializado, ¿quizás?
Hmmm...”
“Hermana Maine,”
Fran me dice, “tal parece que usted ha estado pensando en algo por algún
tiempo, ¿no es así?”
“Solo,
recaudar dinero...”
Desde que
es hora de que los niños regresen de su primer viaje al bosque, nos dirigimos
hacia la entrada del templo para darles la bienvenida. A través de la puerta,
escucho el sonido de niños hablando alegremente cada vez más cerca, y poco
después una multitud de niños entra en estampida.
“¡Hermana
Maine! ¡Hemos regresado!”
“Todos, bienvenidos
de regreso,” les digo. “¿Tal vez han reunido mucho?”
“Hemos
traído toneladas de corteza,’ un huérfano me dice.
“¡Yo fui
quien más trajo!” Otro dice.
“Ya veo,”
le contesto. “¡Muy bien! Ahora, tal vez deberíamos llevarlo todo al taller para
que se seque. Lutz, ¿si podrías hacerlo?”
“¡Por
supuesto que sí!”, Lutz responde.
En el
taller, Lutz cuelga la corteza para que se seque, mi Padre repasa los puntos
finos de cómo cuidar un cuchillo y Tory les enseña a todos cómo comer todo lo
que trajeron consigo.
“Ahora
bien, todos,” digo, “vamos a mostrarle nuestro agradecimiento a sus profesores
por todas las cosas que ellos les han enseñado hoy.”
Mi
intención, al menos, era que todos dijeran “¡muchas
gracias!” y envolver las cosas cuidadosamente desde allí, sin embargo, esto
es el templo. En su lugar, todos caen sobre sus manos y rodillas, inclinándose
profundamente mientras gritan “¡nosotros le damos gracias a nuestros
profesores!”
Mi Padre y Tory
retroceden por el shock.
“...Umm,
así es como ellos muestran su agradecimiento en el templo, entonces, les están
tan agradecidos como a los dioses, supongo...”
“Sí, lo
había imaginado,” mi padre dice. “Lo imaginé, pero... me sorprendió.”
Después de intentar
explicarles las cosas a ambos, los niños, habiendo terminado de expresar su
gratitud, comienzan a regresar a sus dormitorios.
“Los
sacerdotes que permanecieron aquí están haciendo sopa para ustedes justo
ahora,” les digo mientras se marchan. “Asegúrense de lavar sus manos antes de
cenar. Además, asegúrese de tomar un baño antes de irse a dormir esta noche.
Hoy fue muy caluroso, así que deben haber sudado bastante, ¿cierto?”
“¡Sí, Hermana!”
Ellos corean, arrastrando sus pies hacia sus dormitorios.
Después de
despedirme de ellos, dejo escapar un enorme suspiro.
“Lo siento.
¿Podrían esperar aquí, por favor? Necesito ir a cambiarme también.”
Fran y yo
regresamos a mi habitación, y Delia me ayuda a cambiarme la ropa. En los días
en que planeo pasar por la tienda de Benno, vengo al templo vistiendo mi ropa
de aprendiz, por lo que solo es necesario quitarme mi túnica azul, pero hoy
vine con la ropa de calle para concordar con Tory y los demás que fueron al
Bosque, por lo que necesito quitarme la blusa con sus mangas ondeantes y
cambiar mi ropa.
“Necesita
tener unas cuantas túnicas azules más para que las use alrededor del templo,” Delia
se queja. “Sus túnicas terminan cubiertas de polvo después de bajar al sótano.
Quiero lavarlas, así que por favor consiga un repuesto.”
Estas túnicas
están hechas de una tela de muy alta calidad similar a la seda. Si también necesitan
ser ajustadas, entonces sin duda eso va a ser extremadamente costoso. Parece
que necesitaré tomarme en serio la recaudación del dinero.
“¡Gracias
por esperar!”
Recién
cambiada, regreso al taller. Cerramos todo, le entrego la llave a Fran para que
la guarde, y todos comienzan a dirigirse a casa.
“Maestro
Lutz,” Fran dice, sosteniendo una tablilla de madera, “aquí está el informe de
hoy sobre las actividades de la Hermana Maine.”
Él leyó su
informe, detallando lo que había hecho durante el día y cómo se encontraba mi
condición física. Mientras lo observo, un pensamiento repentinamente se me
ocurre. Él tiene que entregar un informe cada vez que vengo aquí, pero como es
difícil sacar un bolígrafo y abrir una botella de tinta cuando estamos afuera,
si algo sucediera, entonces no podría anotarlo.
... Hm, si
hiciera algo como eso, ¿no sería muy útil?
El papel
sigue siendo muy costoso, así que las libretas de notas no son una idea
popular. Sin embargo, creo que probablemente habrá una demanda de ellas. Existe
la posibilidad de que algo similar ya exista en el mercado, pero al menos sería
un regalo perfecto para Fran y Lutz.
Mi Padre me
toma, colocándome sobre sus hombros y nos dirigimos hacia nuestra casa. Estoy
tan perdida reflexionando sobre cómo hacer estas cosas y qué tipo de materiales
podría utilizar que arribamos a la plaza central antes de siquiera pudiese
notarlo.
“¡Lutz,
Lutz!” Le digo, llamándolo mientras él camina junto a Tory.
“¿Qué ocurre?”
“El Señor
Benno tiene contactos con un taller de metalurgia, ¿cierto?”
“Él... sí,
pero... ¿se te ha ocurrido algo?”
“¡Sí! Pero
primero quiero pedirles a Ralph y a Zeke que hagan un trabajo con madera.”
Sin
importar lo bueno que Lutz sea con sus manos, sus habilidades en la carpintería
no son rival para Ralph y Zeke, trabajadores profesionales quienes laboran en
un taller de carpintería. Eso lo aprendí muy bien después de que me ayudaran
con los colgadores. Además, lo que quiero que hagan esta vez será un regalo
para Lutz, por lo que creo que sería mejor si él no tuviese que hacerlo él
mismo. Debería preguntarle a Ralph o Zeke.
“¿Qué?",
Mi padre dice, sonando herido, “¿no vas a preguntarle a tu papi?”
“¡Ya
trabajaste muy duro para mí hoy! Así que está bien.”
“Podría
hacer un poco más, ¿sabes?”
“¿En serio?
No irás a tomar una copa e ir a dormir ¿cierto?”
Lo miro,
haciendo pequeños pucheros. Desde que ya pasó el día guiando a los novatos por el
bosque, estoy bastante segura de que está en camino a ir a casa, beber un poco
de alcohol y dormir.
“…Estaré
bien.”
“No puedo
confiar en ti cuando dices eso,” Tory le dice, repitiendo las palabras en mi
corazón. “Definitivamente iras a beber y dormir.”
Mi Padre hace
pucheros malhumorado por haber sido señalado.
“Ir a la
casa de Lutz en este momento tampoco es grandioso,” le digo, “así que mientras
prometas hacerlo antes de beber, puedes hacerlo.”
“Tomaré mi bebida
más tarde, así que estaré bien, ¿de acuerdo? Santo dios, ustedes dos son como
su madre.”
“...Pero ellas
son tan lindas que no puede evitarlo, ¿cierto, Señor Gunther?,” Lutz se ríe,
encogiéndose de hombros. “Al menos eso es lo que usted me sigues diciendo.”
Le pido a
mi Padre que mida la mano de Lutz, y luego nos dirigimos a casa.
“Entonces,
¿qué voy a hacer?”
Después de
regresar a casa, mi Padre soporta una cena sin beber una sola copa, luego se
dirige al almacén y comienza a hurgarlo buscando una madera apropiada y sacar
sus herramientas.
“Bueno,
pregunta,” le digo. “¿Qué sería más fácil: tomar una tabla gruesa y rectangular
y cavar su interior, o tomar una tabla más delgada y clavar un borde alto a su
alrededor? De cualquier forma, estaré vertiendo cera en el agujero.”
“Hmm, creo
que agregar un borde sería más simple, ¿no?”
¿La cera no
va a filtrarse?”
“Depende de
cómo lo hagas, pero creo que debería estar bien.”
Desde que
se hizo cargo de mí, empecé a hurgar en la pila de madera, buscando piezas del
tamaño correcto.
“Entonces,
me gustaría que hicieras algunas tablillas con este grosor. ¿Podría conseguir dos
del tamaño de mi mano, dos tan grandes como las de Lutz y dos tan grandes como
las tuyas?”
“¿Qué tan
alto quieres el borde?”
“Tan grueso
como mi dedo, yendo por todo el camino alrededor de la tablilla para que así la
cera no se derrame... Ah, y voy a querer agujeros a lo largo de un lado para
poder atar una cuerda o hacer un anillo, ¿podrías también perforar esos
agujeros? Así,” digo, dibujando un diagrama en mi pizarra mientras lo explico.
Mi padre
asiente, acariciando su barbilla y luego comienza. Mientras él trabaja, Tory y
yo nos bañamos. Desde que los días más calurosos del verano se acercan más y
más, me puse bastante sudorosa, solo haciendo papeleo todo el día, y Tory
quiere limpiar toda la suciedad que la cubre después de pasar todo el día en el
bosque.
“Y bien, Maine,”
ella me dice, “¿qué estás haciendo?”
Recoge un
poco de agua desde el lavabo, al cual ya le he agregado un poco de nuestro Rinsham hecho a mano, sobre mi cabeza, y
comienza a introducirlo en mi cabello. Disfruto la sensación del masaje en el
cuero cabelludo cuando respondo a su pregunta.
“Un memo.”
“Entonces,
te refieres a un tipo de memo diferente al que intentaste hacer con el papel estropeado
que trajiste a casa, ¿verdad?”
“Sí,” le
digo, sonriendo, “pero en algún momento realmente quiero intentar utilizar un
buen papel para uno de esos.”
Limpio todo
mi cuerpo y seco mi cabello. Cuando termino con eso, cambio de lugar con Tory y
desde que es mi turno de lavar su cabello.
“Realmente
se llama algo como ‘tablero de escritura’
o ‘libro de tablillas’ o ‘díptico’, sin embargo, puedes pensar
que esto es algo sobre lo que puedes tomar notas que serán difíciles de borrar,
a diferencia de una pizarra.”
“Entonces,
¿por qué quieres que el Señor Benno te lleve a un taller de metal?”
“Quiero que
ellos me hagan algunos ‘estiletes”
◇◇◇
Al día
siguiente, puse las tablillas que mi padre hizo para mí en mi bolso, el cual
hago que Lutz cargue por mí, y ambos partimos hacia la tienda de Benno como
siempre lo hacemos. Dado que tomé prestado a Lutz el día de ayer, prometí permanecer
con Benno por un día a cambio, así que este es el momento perfecto.
“Buenos
días, Señor Benno,” le digo. “¿Usted podría decirme dónde podría encontrar una
tienda que venda cera y también un trabajador de metales?”
“¿Qué estás
maquinando esta vez?”
“Decir ‘maquinar’ me hace sonar tan poco confiable...
Tengo una idea para regalos que me gustaría entregarles a Lutz y Fran, pero no
puedo hacerlos yo misma, por lo que me gustaría que me presente a algunos
talleres. Podría hacer eso por mí.”
“... ¿Para
mí?,” Lutz dice, mirando hacia abajo mi bolso de mano, frunciendo su ceño a las
tablillas que contiene.
“¡Es
correcto! Es un regalo de agradecimiento por todo el duro trabajo que tú y Fran
han estado haciendo por mí.”
“¿Qué hay de
Gil?”
“Él todavía
no puede escribir, así que creo que será mejor para él y para Delia obtener un
par de pizarras, en cambio.”
“Ahh…”
Cuando una placentera
sonrisa se extiende por el rostro de Lutz, Benno frunce su boca.
“Hey. ¿No
estás haciendo nada para mí?”
“Creo que
cuando usted vea el producto terminado, vas a querer uno, pero pienso que el suyo
debería hacerse profesionalmente, en un taller de carpintería. No creo que le
guste algo hecho por un aficionado.”
Benno es el
propietario de una tienda importante quien está rodeado por productos de muy alta
calidad de toda clase, así que él utilizando un díptico hecho a mano se
sentiría completamente fuera de lugar. Estaría bien como un regalo de
agradecimiento, pero por mi parte no quisiera utilizarlo si no hubiese sido hecho
por un artesano experto.
“¿Una
tienda de cera y un taller de metales? Está bien, vamos.”
Benno primero
me lleva a una tienda que hace y vende velas, donde les pido que llenen los
depósitos en el centro de cada tablilla con cera. Observo el mostrador mientras
el hombre alinea las seis tablillas que mi padre hizo para mí, luego vierte la
cera derretida sobre cada una de ellas. No le llevó mucho tiempo. Esperar que
la cera se endurezca lo suficiente como para poder trasladarla llevó mucho más
tiempo.
“Es realmente
simple de hacer,” el vendedor de cera me dice, mientras esperamos, “pero es un extraño
proyecto el que tienes aquí. ¿Qué estás haciendo?”
“Umm, estoy
haciendo ‘dípticos’.”
“¿Qué’son
esos?,” Él me dice escépticamente.
Intento
explicarlo, sin embargo, parece que él no lo entiende. Aunque no es realmente
inesperado; ya que no es el tipo de cosas que a alguien que no tuvo que
escribir afuera le resultaría útil. Ahora que lo pienso, existe una gran posibilidad
de que estos dípticos no sean realmente un buen producto para vender.
...Es
posible que necesite pensar en otras ideas.
Después de
esperar a que la cera se endurezca lo suficiente como para trasportarla, nos
dirigimos al taller de metales. Me sorprende cuan fácil ha sido conseguir esta
vez lo que quiero. Realmente puedo ver cómo tener activos y conexiones es súper
importante. Esto es completamente diferente de todas aquellas pruebas y errores
que cometí en casa justo después de convertirme en Maine.
Arribamos a
un taller a lo largo de la ruta de los artesanos y Benno abre la puerta.
“¿Está el
capataz?,” Benno dice adentro. “Soy Benno, de la Compañía Gilberta.”
Una ráfaga
de aire caliente, más caliente que el calor del día de verano, sale de la
puerta abierta. Dado que esto es, después de todo, un taller de metales, es
natural que estén haciendo uso del fuego, pero la gran intensidad de este me
sorprende.
Cuando miro
con entusiasmo, tratando de ver qué tipo de trabajo hacen, veo que la parte más
caliente del taller está bien cerrada detrás de otra puerta. Aquí hay un
aprendiz que parece estar atascado mirando la parte frontal de la tienda, un
mostrador que parece que también sirve como una mesa para tomar pedidos, unos
taburetes de madera simples y no mucho más.
Cuando miro
los alrededores de la parte frontal la cual no tiene productos en exhibición,
un hombre muy corpulento sale de lo más profundo. Sus dos brazos son más anchos
que mi cintura, y el grosor de su barba solo se compara con la delgadez de su
cabello. Sus grandes ojos fijos dan un poco de miedo.
“Hey,
Benno. ¿Qué’estás buscando? ¿Más botones para la nobleza?”
“No hay
botones esta vez,” Benno responde. “Escucha lo que esta niña está buscando.”
“¿Esta
pequeñita niña? Muy bien, déjamelo a mí.”
“Uh, ¡umm! P,
primero, me gustaría algunos anillos circulares para juntar dos tablillas, algo
como esto.”
En mi
pizarra, esbozo un diagrama de cómo los anillos deben conectar las dos tablas.
“Eso es
fácil,” él responde.
“Y luego,
también me gustaría algunos ‘estiletes’,
también.”
“Estil-tes”,
Él repite, inseguro.
“Como
esto.”
Borro la
imagen que había dibujado del díptico y empiezo a dibujar el estilete que quería
que hiciera. Un extremo está afilado como un lápiz mecánico para rascar
palabras en la cera, y un extremo es plano como una espátula para borrarlas. Si
es posible, me gustaría que hubiera un clip en él también para poderlo unir a
los anillos vinculantes.
“Me gustaría
tres de estos, por favor”
“¿Qué’son
esos?,” Él dice escépticamente, inclinando su cabeza. “Eso llevará un trabajo muy
preciso. … ¡Hey, Johann, tengo una orden para ti!,” Grita por encima del
hombro, llamando a alguien más allá de la puerta cerrada del taller.
Brevemente
después, un adolescente con el cabello muy rizado y naranja brillante sale.
Parece que tiene entre catorce y dieciséis años.
“Este es mi
aprendiz, Johann,” el capataz dice. “Puede que aún sea un aprendiz, pero hace
un trabajo muy preciso. Sus habilidades son reales.”
Le muestro
mi pizarra y le doy la misma explicación que le hice al capataz. Johann saca
una tablilla de madera y comienza a dibujar algo como un plano. Es mucho más
exacto que mis garabatos. Como era de esperar de un artesano.
“¿Qué tan fina
necesitas que sea su punta?”
“Por favor
afílelo tanto como una aguja de coser. Aunque, podría ser difícil de sostener;
¿podría hacer que la parte que vamos a sostener sea tan gruesa como una pluma?”
“Eso no es
muy exacto,” él interviene.
Johann
suspira, deja el bolígrafo y a continuación vuelve a desaparecer en el taller. Él
regresa momentáneamente, cargando consigo una serie de varillas con diferente
grosor. Las coloca sobre el mostrador, haciéndome un gesto para que intente sujetarlas
una a una.
“¿Cuál de ellas
es la más fácil de sostener?,” Él me pregunta.
“Umm, esta
es la más fácil para mí. ¿Qué tal para ti, Lutz?”
“Si voy a
usarla como un bolígrafo, esta se ajusta perfectamente a mi mano.”
Como mi
mano y las de Lutz son de diferentes tamaños, el grosor y el peso de nuestros
lápices tendrán que ser diferentes si queremos que sean fáciles de sostener.
Miro hacia
Benno. “¿Podría elegir uno para Fran?”
“...Esta,” él
dice, después de un momento. “Haz dos de estos, uno para mí también.”
“¿Huh?
Pero, incluso si tiene su ‘estilete’
si no tiene un ‘díptico’, ¿no podrá
usarlo?”
“Está bien,
ya que tendré uno de esos hechos. Trabajar con metales lleva mucho tiempo, así
que es mejor ordenar por adelantado.”
Asiento con
mi cabeza, luego me vuelvo hacia Johann. “¡Cuatro de ellos, entonces, por
favor!,” Digo, sacudiendo mi cabeza vigorosamente.
“Entendido,”
dice. “Ahora, ¿podrías describir esta parte plana? ¿Para qué será utilizado?
¿Qué tan ancho le gustaría? ¿En qué ángulo debería estar esta parte? ¿Qué es
este ‘clip’ aquí? Ah, ¿le gustaría
que se enganche a los anillos? En ese caso, debe coincidir con el grosor de los
anillos, ¿cierto? ¿Cuán largo le gustaría que fuera?”
Las
preguntas vienen una tras otra, pero con lo obsesivo que está, estoy bastante
segura de que entenderá exactamente lo que estoy buscando. Con mucho gusto
respondo a cada pregunta que me hace.
Mientras
tanto, el capataz habla con Benno sobre Johann. Él tiene el temperamento de un
verdadero artesano, obsesionado con los detalles más finos. Su trabajo es
impecable, pero es esta parte en la cual es muy lento. Parece que se deprime
cuando los clientes le dicen que hace demasiadas preguntas, lo cual sucede a
menudo. Es más feliz cuando alguien como yo se presenta y le da una orden tan
precisa como lo necesita, pero parece que no hay muchas personas así por aquí.
“Si él
fuera un poco más comprometido,” el capataz dice, “tendría una vida mucho más
fácil. Sin embargo, al ser testarudo, significa que puede hacer grandes cosas.
Lo que él realmente desea es un patrón que aproveche al máximo sus habilidades,
pero no conoces a nadie así, ¿cierto?”
Benno
vacila, brevemente, mirándome.
“No, esa
chica es demasiado joven,” el capataz dice. “Es difícil ser un patrón cuando no
eres adulto y no puedes gastar tu dinero libremente.”
“...Tienes
razón,” Benno le dice.
Él
interrumpe bruscamente la conversación allí, así que me quedo callada.
.. A pesar
de que técnicamente soy el jefe de un taller, realmente no tengo dinero que
pueda usar libremente, después de todo. Me gusta lo preciso que es, aunque aún
no he visto el producto terminado, pero cuando esté buscando por trabajos con
metales en el futuro, creo que me encantaría patrocinar sus servicios. Sí.
“Hey Maine,” Benno me dice. “Deja de simplemente mirar al espacio. Si has
terminado con tu pedido, nos dirigimos a un taller de madera.”
Él
repentinamente me levanta y rápidamente sale del taller de metales.
Al parecer
está lleno de emoción por crear su propio díptico.