Capítulo 281. Acerca del Intento Fallido de Tomar la
Vida de la Princesa del Rayo Negro.
Regresamos
caminando a Greengoat con los dos aventureros restantes colgando de la boca de
Urushi. Fuimos recibidos por uno de los guardias cuando nos acercamos a las
puertas.
[¿No
acababa de irse ya?]
[Nn. Lidiar
con asuntos.]
[Espere...
¿Qué ocurre con esos dos tipos siendo arrastrados por su lobo?]
[Asunto. Me
atacaron. Aquí para entregarlos…]
[¡¿Fue
atacada?! ¿Se encuentra herida de alguna manera?]
[No.]
El guardia
dio un suspiro de alivio.
[¡Gracias a
Dios! Aunque es definitivamente extraño. Ya no debería haber bandidos en estos
lugares. El Señor de las Bestias los subyugó a todos el año pasado.]
[No
bandidos. Asesinos. Vinieron específicamente por mí.]
[¡¿Asesinos?!
P-Por favor espere un momento. Necesito notificar inmediatamente a mis
superiores.]
Él se
volvió hacia el otro guardia.
[¡Ve por el
líder de escuadrón inmediatamente!]
[¡Sí
señor!]
El segundo
guardia corrió. Entregamos a los dos aventureros al guardia restante, quien los
ató, los arrastró a la torre de guardia y los arrojó a una celda. Para cuando
regresó, también lo había hecho su compañero acompañado con su jefe.
[¡Princesa
del Rayo Negro! ¿Se encuentra bien?]
[Nn.
Ilesa.]
[Es una
buena noticia.]
A
continuación, se volvió hacia el guardia que había permanecido en el lugar.
[¡Tú!
¡Reporta el estado de la situación!]
El guardia
le contó a su jefe todo lo que le contamos y que había arrojado a los asesinos
a la cárcel.
[Ya veo.]
El líder
del escuadrón se volvió hacia Fran.
[Tenga la
seguridad de que encontraremos a los responsables de tal despreciable ataque de
inmediato. También le enviaré este asunto al señor de la ciudad de inmediato.
¿Puedo servirle un poco de té mientras tanto?]
[Nn.]
Fuimos
guiados hasta la torre de vigilancia y nos hizo pasar por la entrada principal.
Después de subir un conjunto de escaleras, nos sentamos en una sala de
recepción. Comparada con la mansión de recepción en la capital, la habitación está
bastante deteriorada, pero probablemente sea la mejor habitación que ellos
tienen.
[¡Oi tú!
¡Trae el mejor té que tenemos! ¡Y algo para que ella coma!]
[¡Sí
señor!]
Uno de los
guardias en la entrada corrió escaleras abajo. Unos minutos después, regresó
con una bandeja con una tetera, una taza de té de porcelana, un poco de té de
primera clase, y una variedad de mermeladas y miel. El guardia sirvió una taza
de té y se la dio a Fran junto con la miel y una cuchara.
[¿Es de su
agrado?]
[Nn. No
está mal.]
[¡Muchas
gracias!]
Dos
guardias más entraron en la habitación con una bandeja grande con una cubierta
de plata justo cuando Fran estaba terminando su primera taza de té. Colocaron
suavemente la bandeja frente a Fran y retiraron la tapa.
¡¿Qué
demonios!? ¿Qué pasa con ese bistec masivo? ¿En serio piensan servirlo con té?
Nadie más
en la habitación parecía compartir mi incredulidad. Fran felizmente comió el
bistec mientras el resto de los guardias hombres-bestia permanecieron en el
lugar por si acaso Fran tenía alguna petición. Al parecer, para los
hombres-bestia, bistec junto con el té son una pareja natural.
Supongo que
ser glotón es un rasgo de los hombres-bestia, y no algo exclusivo de Fran.
Esperen un segundo, Fran probablemente podría derrotar en ello a dos o tres de estos
tipos, por lo que probablemente ella es considerada un glotón incluso entre los
hombres-bestias.
Fran se
acercaba a su último bocado cuando oímos el ruido de pasos pesados subiendo
por las escaleras. Los pasos se detuvieron antes de llegar a la puerta, y luego
la persona tocó reservadamente la puerta, como si hubiese recordado sus modales
en el último momento.
[Entre.]
[Por favor,
disculpe mi intrusión. ¿Usted es la Princesa del Rayo Negro?]
[Nn.]
[Soy
Marmanno, Señor de la ciudad de Greengoat.]
El hombre
habló con una voz fuerte que llenó la habitación. Un hombre grande con sus
músculos abultados y con una gran espada colgando desde su cintura. Rápidamente
usé Evaluación sobre él y vi que pertenecía a la Tribu Cabra Verde (Green Goat).
¿Qué
diablos? No parece una cabra. ¿Y nombró el maldito pueblo por él mismo?
[Recibí
noticias de lo que sucedió y decidí echar un vistazo a la situación
directamente.]
Se volvió
hacia el líder del escuadrón.
[¿Cuál es
la última actualización del estado?]
[¡Señor!
Mis subordinados han informado que actualmente se encuentran interrogando a los
sospechosos.]
[Bastardos
basharianos. Estoy seguro de que fueron ellos.]
[Concuerdo.]
[¡Haz que
hablen incluso si tienes que quitarles sus uñas para hacerlo! No dejes escapar al
autor de esto. Captúralo por todos los medios necesarios si lo encuentras. ¡Tuvo
el descaro de atacar a la Princesa del Rayo Negro, una verdadera heroína, asegúrate
de hacerle pagar el precio!]
Wow, ¿este
tipo corpulento considera a Fran una heroína? Ni siquiera es un Gato Negro.
[Entendido
ese señor. Ya he enviado soldados a la escena del crimen.]
[Muy bien.
¿Qué hay acerca de buscar personajes sospechosos en la ciudad?]
[Eso.... Ya
envié dos escuadrones a lugares en la ciudad donde se sabe que se reúnen los
rufianes, sin embargo, en estos momentos no tenemos la mano de obra necesaria para
buscar por toda la ciudad. La mayor parte de nuestra guarnición ha sido desplegada
a la frontera de Basharian.]
[¡Malditos
sean esos bastardos basharianos! Despliega a los caballeros. ¡Haz que peinen
esta ciudad de arriba a abajo!]
[¿Eso
estará bien señor? ¿No comprometería la seguridad del castillo?]
[¡Es de
poca importancia! ¡Se atrevieron a dañar a la Princesa del Rayo Negro! ¡Yo haré
pagar a esos bastardos Basharios! ¡Sin importar el costo!]
Dudo que por
buscar en la ciudad aparezcan pistas adicionales. Si todo lo que quería hacer la
mente maestra era acosar a Fran, entonces ya debe haber abandonado la ciudad.
Sin embargo, parece que el señor y sus guardias se encuentran entusiasmados, así
que probablemente sería mejor que contenga mi lengua por ahora. Sería grosero
de mi parte frenar su entusiasmo.
[Entonces,
Princesa del Rayo Negro ¿se quedaría con nosotros hasta que terminemos de
investigar a estos asesinos? La hospedaré en mi mansión y le proporcionaré el
más lujoso alojamiento que puedo ofrecerle. Podemos cenar juntos e intercambiar
historias del campo de batalla. ¿Qué dice?]
(Maestro, ¿qué hacemos?)
[Creo que deberíamos rechazarlo. Él parece un
tipo honesto, pero no tenemos tiempo para sentarnos y esperar a que atrapen a
un criminal que probablemente ya no esté en la ciudad.]
(Nn. Bueno.)
Fran
declinó suavemente y salimos de la torre de vigilancia y cruzamos las puertas
de la ciudad. Una vez afuera, Fran sacó a Urushi y lo montó.
[Parece que nos hemos retrasado un poco, pero
como sea. ¡Vamos!]
[Ohh!]
Urushi
comenzó a acelerar hacia el norte desde Greengoat. Él corrió más rápido de lo
normal intentando recuperar el tiempo perdido. Después de viajar por unas
horas, vimos un río al pie de la cordillera.
[Maestro.
Allí arriba. Ese río.]
[Sí. Justo más allá de ese río se encuentra
Schwartzkatze. Pero no deberíamos cruzarlo por el momento.]
[¿Por qué?]
[Es solo en caso de que el mismo tipo que
envió a esos asesinos nos esté siguiendo. Vamos a sacarlos de nuestro camino.]
Hice que
Urushi retrocediera dos veces y se dirigiera al sur un poco antes de girar
hacia el este y hacer un amplio círculo alrededor del pueblo. Una vez que
estuvimos al norte del pueblo, corrimos un poco antes de escondernos detrás de
unos arbustos. Luego, nos tele-transportamos a donde vimos el río por primera
vez.
[Bien. Debería estar bien. Vamos a cruzar ese
río.]
Más allá
del río, encontramos una intersección con dos caminos divergentes. Tomamos el
camino al oeste y lo seguimos hasta que encontramos una imagen tranquilizadora.
[¡Maestro!
¡Gatos Negros avistados!]