Capítulo 287. El Curso de Magia de la Señorita Fran
Evidentemente,
el banquete había agotado bastante a Fran. Ella salió de la cama un poco más
tarde de lo habitual al día siguiente. No había nada en particular que Fran
pudiera hacer, así que comenzó a deambular por la aldea después de comer
Todos aquellos
que pasaban a un lado de Fran se inclinaban ante ella. La acción fue una clara
indicación de su reverencia. Este respeto fue más evidente en la gente mayor, dado
que muchos incluso se arrodillaron en el momento en que pusieron sus ojos sobre
ella.
[Seguro que es tranquilo por aquí.]
(Nn. Solo campos, nada más.)
Schwartzekatze
es una aldea agrícola. Los muchos gatos negros viviendo aquí pasaban sus días
labrando los campos. Sólo unos pocos elegidos son cazadores; la mayoría de la
carne de la aldea proviene de vendedores y comerciantes ambulantes. Y como el
pueblo es pobre, no pueden comprar mucho, así que la mayoría de sus miembros
básicamente acabaron siendo herbívoros.
Los jóvenes
son especialmente delgados y frágiles. Su figura carece tanto de carne que me
preocupa si realmente ellos serán capaces de vivir dado lo infértil que es la
tierra circundante. No parece que ellos serán capaces de resistir demasiado.
La mayor
parte de los gatos negros más viejos había vivido durante el reinado del Señor de
las Bestias anterior. Aunque aún son cobardes, sabían que iban a ser utilizados
como señuelos o escudos de carne, por lo que al menos aumentaron su masa
muscular y todo. Son diferentes a los jóvenes, sabían que nunca tendrían que
pisar un campo de batalla. Y aquello, combinado con el hecho de que pensaron
que eran débiles, les había robado totalmente la voluntad de fortalecerse.
Por eso
habían pasado su vida lentamente labrando los campos. Y por ello nunca habían
aprendido acerca de la ambición. Ninguno de ellos siquiera había considerado
intentar evolucionar antes del advenimiento de Fran.
Aquellos
que deseen evolucionar necesitaran matar a mil Seres Malvados. Pero, por
supuesto, esa no es la única restricción, esa es simplemente la que se les
impuso como castigo. Aún necesitan alcanzar el Nivel 45 antes de que puedan
realmente despertar. Y tal como he visto, ninguno de los miembros de la tribu
había adquirido la convicción de pasar por tantos combates.
A pesar de
eso, Fran no está preocupada, y por una buena razón. A diferencia de mí, ella ya
conocía el problema desde el principio. Estoy seguro de que Fran no solo lo
pensó, sino que también llegó a la conclusión de que es imposible que la
actitud de la tribu tome un cambio repentino de 180°. Tal parece que no espera
que ningún otro gato negro evolucione en los próximos años. Es posible que
incluso tome varias décadas cumplir todas las condiciones necesarias.
(Quiero hacer una cosa.)
[¿Qué?]
(Quiero enseñar el método de entrenamiento para
magia.)
[Tiene sentido.]
Todo lo que
necesitan hacer para evolucionar es matar a mil Seres Malvados y alcanzar su límite
de nivel. Pero todo lo que ellos harían sería convertirse en un Tigre Negro.
Para convertirse en Tigre Negro Celestial, es necesario no solo aprender Magia [Rayo],
sino también aumentar las estadísticas de MAG y AGI. Aumentar esas estadísticas
no es demasiado difícil. Todo lo que necesitan hacer es incluir algunos segmentos
específicos de entrenamiento en su rutina, y más o menos estarán en camino. La
Magia [Rayo], sin embargo, es mucho más difícil de obtener. Utilizar Magia [Rayo]
requiere no solo una afinidad con el elemento, sino también altos niveles en
ambas Magia [Fuego] y Magia [Viento]. Es muy poco probable que otro Tigre Negro
Celestial apareciera a menos que la Tribu Gato Negro entrene a sus miembros más
jóvenes en el arte de la magia. Fran sabe que dejar atrás las técnicas
requeridas para ese acto beneficiaría enormemente a su especie.
[Sí, no veo por qué no. Ve por ello.]
Amanda nos
había enseñado todo lo que necesitábamos conocer sobre el entrenamiento
orientado a la magia. Confiaba en que podríamos transmitir ese conocimiento
siempre y cuando lo agrupáramos con algunos ejemplos prácticos. Y así, Fran
comenzó a buscar al jefe de la aldea. El pueblo es bastante pequeño, por lo que
ella no tardó mucho en verlo discutiendo algo con un grupo de los miembros más
jóvenes de la tribu, una expresión seria decoró su rostro todo el tiempo.
[Jefe.
Buenas.]
[Buenos días,
Princesa del Rayo Negro.]
[¿Algo
mal?]
[Todo está
bien, gracias. Algunos de los jóvenes me dijeron que querían comenzar a
entrenar, así que acudieron a mí en busca de un consejo y charlamos sobre eso.]
Los jóvenes
en cuestión son aquellos cuyos rostros reconocía. Son miembros del grupo que se
unieron a Fran en su expedición para asesinar goblins.
[¡Q-Queremos
ser fuertes!]
[No sé si
alguna vez conseguiré evolucionar, pero quiero intentarlo. Estoy harto de solo
huir.]
[En cuanto
a mí, me gustaría ser lo suficientemente fuerte como para protegerme a mí mismo
y a todos los demás a mí alrededor.]
Tal parece
que Fran realmente tuvo éxito en influirlos.
Al escuchar
sus opiniones, mi compañera con orejas de gato asintió alegre antes de abrir su
boca para hablar.
[Entiendo.
Buen tiempo. Tuve idea.]
[Podría
estar presionando nuestra suerte, pero ¿tal vez esté dispuesta a entrenarlos?]
[¿Más o
menos? Enseñaré cómo aprender magia.]
[¡Qué
maravilloso!]
La Tribu
Gato Negro en su conjunto había olvidado durante mucho tiempo las técnicas
necesarias para despertar sus talentos mágicos. Y debido a eso, sus miembros
pensaron que ganar la habilidad de convocar magia sería similar a vivir un
sueño.
[¿E-Es
realmente posible para nosotros aprender magia?]
[Probablemente.
No todos tendrán afinidad.]
[Sí, pero
algunos la tendrán, ¿cierto?]
[Nn. Viento
y Fuego probablemente sean comunes.]
La Magia [Rayo]
es efectivamente la especialidad de la Tribu Gato Negro, así que tiene sentido que
muchos de sus miembros poseen una afinidad hacia el fuego y el viento.
[¿Alguien
ya puede usar magia?]
Si esa
persona existiera, podríamos facilitarnos esta tarea convirtiéndolo en el
instructor de magia de la aldea. Desafortunadamente, nuestras esperanzas eran
demasiado altas. El jefe había respondido diciéndonos que simplemente no había
manera de que una aldea tan rural como Schwartzekatze fuese el hogar de un mago.
Los magos se encuentran con alta demanda en todas partes. No había ninguna
razón para que alguien con tanto talento permaneciera en un área rodeada de
nada más que tierra infértil.
[De
acuerdo. Entonces reúna a los aldeanos.]
[¡D-De
inmediato! ¡Agarraré a todos los disponibles!]
[Espe--]
Fran
intentó decirle al jefe que no había problema en esperar hasta que los aldeanos
hubiesen terminado con su trabajo del día, pero él se fue antes de que pudiera
hacerlo.
Sólo tardó
diez minutos en regresar. Acabó reuniendo a casi 200 gatos negros. Estaban
reunidos y sentados alrededor de Fran, con los ojos llenos de esperanza y
anticipación. Todos y cada uno de los aldeanos están presentes, excepto
aquellos que no pueden dejar sus puestos.
[Enseñaré
cómo entrenar magia.]
[¡Sí, Señora!]
La mayoría
de los gatos negros respondieron a la vez. Sus voces resonaron por toda la aldea
con un volumen que nunca imaginé posible de un grupo tan tímido como ellos.
[Fuego
primero]
Y así,
comenzó la lección de Fran. Su contenido reflejó bastante bien lo que Amanda le
había dicho cuando apenas ella estaba comenzando. Les dijo que trabajaran con
fuego y llamas a diario, que lo miraran fijamente, se acercaran e incluso lo
tocaran mientras tenían la resolución de quemarse. Ella les explicó a los
miembros de la tribu que debían acostumbrarse al fuego hasta el punto de verlo
en sus sueños si deseaban lanzar magia de fuego.
Escuchar su
explicación había provocado que toda la tribu gato negro se callara.
Supongo que
el entrenamiento debe haber sonado demasiado duro y fanático.
El único
que habló fue el jefe.
[¿Y-Y hacer
eso nos permitirá aprender cómo lanzar magia de fuego?]
[Nn. Sí
afinidad.]
[Entendido.
Prepararé un lugar para que así los miembros de nuestra tribu entrenen de
inmediato.]
Pensé que
Fran tendría que dar un poco más de información sobre la teoría para que los
miembros de la tribu realmente le creyeran, pero estaba equivocado. Todos
habían sido convencidos fácilmente. Ellos no se preocuparon por si serían o no
realmente capaces de tolerar el entrenamiento. Tampoco se preocuparon por su
eficacia. Simplemente tomaron cada palabra que Fran les dijo y la creyeron.
[Siguiente,
Viento.]
Fran
continuó explicándolo todo en su tono habitual. La tribu se estaba emocionando
a pesar del hecho de que ella misma no parecía particularmente emocionada o
entusiasta. Ellos continuaron escuchándola hasta que su lección terminó, sus
ojos se llenaron de una ferviente pasión por todo lo que ellos habían escuchado.