domingo, 17 de febrero de 2019

Tensei Shitara Ken Deshita 287


Capítulo 287. El Curso de Magia de la Señorita Fran

Evidentemente, el banquete había agotado bastante a Fran. Ella salió de la cama un poco más tarde de lo habitual al día siguiente. No había nada en particular que Fran pudiera hacer, así que comenzó a deambular por la aldea después de comer
Todos aquellos que pasaban a un lado de Fran se inclinaban ante ella. La acción fue una clara indicación de su reverencia. Este respeto fue más evidente en la gente mayor, dado que muchos incluso se arrodillaron en el momento en que pusieron sus ojos sobre ella.

[Seguro que es tranquilo por aquí.]
(Nn. Solo campos, nada más.)
Schwartzekatze es una aldea agrícola. Los muchos gatos negros viviendo aquí pasaban sus días labrando los campos. Sólo unos pocos elegidos son cazadores; la mayoría de la carne de la aldea proviene de vendedores y comerciantes ambulantes. Y como el pueblo es pobre, no pueden comprar mucho, así que la mayoría de sus miembros básicamente acabaron siendo herbívoros.
Los jóvenes son especialmente delgados y frágiles. Su figura carece tanto de carne que me preocupa si realmente ellos serán capaces de vivir dado lo infértil que es la tierra circundante. No parece que ellos serán capaces de resistir demasiado.
La mayor parte de los gatos negros más viejos había vivido durante el reinado del Señor de las Bestias anterior. Aunque aún son cobardes, sabían que iban a ser utilizados como señuelos o escudos de carne, por lo que al menos aumentaron su masa muscular y todo. Son diferentes a los jóvenes, sabían que nunca tendrían que pisar un campo de batalla. Y aquello, combinado con el hecho de que pensaron que eran débiles, les había robado totalmente la voluntad de fortalecerse.
Por eso habían pasado su vida lentamente labrando los campos. Y por ello nunca habían aprendido acerca de la ambición. Ninguno de ellos siquiera había considerado intentar evolucionar antes del advenimiento de Fran.
Aquellos que deseen evolucionar necesitaran matar a mil Seres Malvados. Pero, por supuesto, esa no es la única restricción, esa es simplemente la que se les impuso como castigo. Aún necesitan alcanzar el Nivel 45 antes de que puedan realmente despertar. Y tal como he visto, ninguno de los miembros de la tribu había adquirido la convicción de pasar por tantos combates.
A pesar de eso, Fran no está preocupada, y por una buena razón. A diferencia de mí, ella ya conocía el problema desde el principio. Estoy seguro de que Fran no solo lo pensó, sino que también llegó a la conclusión de que es imposible que la actitud de la tribu tome un cambio repentino de 180°. Tal parece que no espera que ningún otro gato negro evolucione en los próximos años. Es posible que incluso tome varias décadas cumplir todas las condiciones necesarias.
(Quiero hacer una cosa.)
[¿Qué?]
(Quiero enseñar el método de entrenamiento para magia.)
[Tiene sentido.]
Todo lo que necesitan hacer para evolucionar es matar a mil Seres Malvados y alcanzar su límite de nivel. Pero todo lo que ellos harían sería convertirse en un Tigre Negro. Para convertirse en Tigre Negro Celestial, es necesario no solo aprender Magia [Rayo], sino también aumentar las estadísticas de MAG y AGI. Aumentar esas estadísticas no es demasiado difícil. Todo lo que necesitan hacer es incluir algunos segmentos específicos de entrenamiento en su rutina, y más o menos estarán en camino. La Magia [Rayo], sin embargo, es mucho más difícil de obtener. Utilizar Magia [Rayo] requiere no solo una afinidad con el elemento, sino también altos niveles en ambas Magia [Fuego] y Magia [Viento]. Es muy poco probable que otro Tigre Negro Celestial apareciera a menos que la Tribu Gato Negro entrene a sus miembros más jóvenes en el arte de la magia. Fran sabe que dejar atrás las técnicas requeridas para ese acto beneficiaría enormemente a su especie.
[Sí, no veo por qué no. Ve por ello.]
Amanda nos había enseñado todo lo que necesitábamos conocer sobre el entrenamiento orientado a la magia. Confiaba en que podríamos transmitir ese conocimiento siempre y cuando lo agrupáramos con algunos ejemplos prácticos. Y así, Fran comenzó a buscar al jefe de la aldea. El pueblo es bastante pequeño, por lo que ella no tardó mucho en verlo discutiendo algo con un grupo de los miembros más jóvenes de la tribu, una expresión seria decoró su rostro todo el tiempo.
[Jefe. Buenas.]
[Buenos días, Princesa del Rayo Negro.]
[¿Algo mal?]
[Todo está bien, gracias. Algunos de los jóvenes me dijeron que querían comenzar a entrenar, así que acudieron a mí en busca de un consejo y charlamos sobre eso.]
Los jóvenes en cuestión son aquellos cuyos rostros reconocía. Son miembros del grupo que se unieron a Fran en su expedición para asesinar goblins.
[¡Q-Queremos ser fuertes!]
[No sé si alguna vez conseguiré evolucionar, pero quiero intentarlo. Estoy harto de solo huir.]
[En cuanto a mí, me gustaría ser lo suficientemente fuerte como para protegerme a mí mismo y a todos los demás a mí alrededor.]
Tal parece que Fran realmente tuvo éxito en influirlos.
Al escuchar sus opiniones, mi compañera con orejas de gato asintió alegre antes de abrir su boca para hablar.
[Entiendo. Buen tiempo. Tuve idea.]
[Podría estar presionando nuestra suerte, pero ¿tal vez esté dispuesta a entrenarlos?]
[¿Más o menos? Enseñaré cómo aprender magia.]
[¡Qué maravilloso!]
La Tribu Gato Negro en su conjunto había olvidado durante mucho tiempo las técnicas necesarias para despertar sus talentos mágicos. Y debido a eso, sus miembros pensaron que ganar la habilidad de convocar magia sería similar a vivir un sueño.
[¿E-Es realmente posible para nosotros aprender magia?]
[Probablemente. No todos tendrán afinidad.]
[Sí, pero algunos la tendrán, ¿cierto?]
[Nn. Viento y Fuego probablemente sean comunes.]
La Magia [Rayo] es efectivamente la especialidad de la Tribu Gato Negro, así que tiene sentido que muchos de sus miembros poseen una afinidad hacia el fuego y el viento.
[¿Alguien ya puede usar magia?]
Si esa persona existiera, podríamos facilitarnos esta tarea convirtiéndolo en el instructor de magia de la aldea. Desafortunadamente, nuestras esperanzas eran demasiado altas. El jefe había respondido diciéndonos que simplemente no había manera de que una aldea tan rural como Schwartzekatze fuese el hogar de un mago. Los magos se encuentran con alta demanda en todas partes. No había ninguna razón para que alguien con tanto talento permaneciera en un área rodeada de nada más que tierra infértil.
[De acuerdo. Entonces reúna a los aldeanos.]
[¡D-De inmediato! ¡Agarraré a todos los disponibles!]
[Espe--]
Fran intentó decirle al jefe que no había problema en esperar hasta que los aldeanos hubiesen terminado con su trabajo del día, pero él se fue antes de que pudiera hacerlo.
Sólo tardó diez minutos en regresar. Acabó reuniendo a casi 200 gatos negros. Estaban reunidos y sentados alrededor de Fran, con los ojos llenos de esperanza y anticipación. Todos y cada uno de los aldeanos están presentes, excepto aquellos que no pueden dejar sus puestos.
[Enseñaré cómo entrenar magia.]
[¡Sí, Señora!]
La mayoría de los gatos negros respondieron a la vez. Sus voces resonaron por toda la aldea con un volumen que nunca imaginé posible de un grupo tan tímido como ellos.
[Fuego primero]
Y así, comenzó la lección de Fran. Su contenido reflejó bastante bien lo que Amanda le había dicho cuando apenas ella estaba comenzando. Les dijo que trabajaran con fuego y llamas a diario, que lo miraran fijamente, se acercaran e incluso lo tocaran mientras tenían la resolución de quemarse. Ella les explicó a los miembros de la tribu que debían acostumbrarse al fuego hasta el punto de verlo en sus sueños si deseaban lanzar magia de fuego.
Escuchar su explicación había provocado que toda la tribu gato negro se callara.
Supongo que el entrenamiento debe haber sonado demasiado duro y fanático.
El único que habló fue el jefe.
[¿Y-Y hacer eso nos permitirá aprender cómo lanzar magia de fuego?]
[Nn. Sí afinidad.]
[Entendido. Prepararé un lugar para que así los miembros de nuestra tribu entrenen de inmediato.]
Pensé que Fran tendría que dar un poco más de información sobre la teoría para que los miembros de la tribu realmente le creyeran, pero estaba equivocado. Todos habían sido convencidos fácilmente. Ellos no se preocuparon por si serían o no realmente capaces de tolerar el entrenamiento. Tampoco se preocuparon por su eficacia. Simplemente tomaron cada palabra que Fran les dijo y la creyeron.
[Siguiente, Viento.]
Fran continuó explicándolo todo en su tono habitual. La tribu se estaba emocionando a pesar del hecho de que ella misma no parecía particularmente emocionada o entusiasta. Ellos continuaron escuchándola hasta que su lección terminó, sus ojos se llenaron de una ferviente pasión por todo lo que ellos habían escuchado.