domingo, 3 de febrero de 2019

Tensei Shitara Ken Deshita 276


Capítulo 276. Castillo Real de Vestia

Guendalfa nos guío fuera del Gremio de Aventureros y nos llevó hacia la calle después de vanagloriarse de que nos presentaría a Kiara. Su enorme cuerpo separó a la bulliciosa multitud como el agua, por lo que fue muy fácil para nosotros seguirlo. Podíamos ver el Castillo Real desde el Gremio de Aventureros, sin embargo, aquello no significaba que estuviese cerca. Así de grande es; su puro tamaño desorienta mi sentido de la distancia. Nos tomó veinte minutos caminando desde el Gremio de Aventureros hasta la puerta del Castillo Real. Cuando nos acercamos, vimos que las paredes alrededor del castillo son tan altas y anchas como las paredes que rodean Vestia. Incluso tienen un foso cavado alrededor del castillo como una serpiente fangosa incrustada en la tierra, finalizando con un puente levadizo de madera y una portería en la parte superior.

[Este castillo ha sido diseñado como el último bastión de la ciudad. Si parece necesario, el castillo puede volverse un bastión completamente armado y fortificado. Cualquier enemigo que logre romper los muros de la ciudad tendrá que lidiar con un segundo.]
Guendalfa nos explicó. Él parecía haber decidido desempeñar el papel de guía turístico para nosotros.
Cuando nos acercamos, un guardia apareció desde una casa al lado del puente levadizo ubicada en el lado de la ciudad.
[Alto. Están ahora entrando al castillo real. Todos quienes desean pasar deben primero validar sus identidades.]
Guendalfa se acercó a la guardia.
[Soy Guendalfa, hijo del Patriarca de la Tribu Rinoceronte. ¡Conmigo se encuentra la Princesa del Rayo Negro misma! Yo responderé por su identidad en mi honor. También llevo una carta de recomendación del Maestro del Gremio de Vestia.]
Él le entregó una tarjeta negra y una carta sellada al guardia. Después de abrir la carta y leer cuidadosamente el contenido, el guardia nos miró con incredulidad.
[Podrías conseguir una audiencia con el Rey con esta carta.]
¿Audiencia con el Rey? ¿Qué clase de recomendación nos dio ese Maestro del Gremio? Ha puesto demasiada fe en nosotros por completar una misión de entrega.
Bueno, esto tendría sentido si el Maestro del Gremio hubiese planeado darle a Fran esta recomendación desde un principio utilizando la solicitud como un pretexto para dársela. El Gremio probablemente quiere construir lazos con el primer Gato Negro que evolucionó desde la caída de su tribu. Fran bien podría ser una leyenda viviente, y debido a eso, el gremio quiere obtener su favor temprano. Del mismo modo, el Señor de las Bestias le había entregado una cresta con su insignia personal grabada en Ulmutt justo después del torneo. Probablemente pensando lo mismo.
En realidad, considerando su personalidad como cabeza de músculo, probablemente no. Pero Royce, su ayudante, definitivamente habría pensado que establecer una relación de trabajo con Fran rápidamente era prudente dadas sus circunstancias.
Insté a Fran que le entregara al guardia la cresta. Esto probablemente sea una forma de identificación más confiable, pensé que no había ningún daño en mostrarla.
[Nn.]
[¡Esto es...!]
Los ojos del guardia se ensancharon de sus cuencas. Guendalfa también miró las dagas en la cresta.
[P-P-Por favor, espere un momento, señora.]
El guardia tartamudeó y corrió de regreso al interior de su estación de guardia. Lo vimos sostener la cresta por encima de un fragmento de cristal, el cual destelló brevemente tras su activación. Después, el guardia corrió de regreso hacia nosotros y cautelosamente le devolvió la cresta a Fran.
[A-Aquí está regreso su identificación, señora. Todo está en orden. ¡Por favor entre!]
Señaló a sus espaldas y las puertas del portal cruzaron lentamente el puente levadizo.
[¡Increíble! Incluso tenía con usted la cresta del Señor de las Bestias. No me necesitaba en absoluto. Debería haber dejado a alguien como yo atrás.]
[No es verdad.]
Fran tenía razón. Incluso si nosotros no hubiésemos necesitado a Guendalfa para pasar por las puertas, él realmente ayudó a suavizar el proceso escoltándonos e interactuando con el guardia en nuestro nombre. Más importante aún, su compañía nos había hecho lucir como el auténtico asunto. Estoy seguro de que los guardias habrían dudado más de nosotros y habrían pasado más tiempo investigando nuestros motivos si él no hubiese estado presente. Tengo que admitir que el cambio en su actitud realmente nos había beneficiado. El comportamiento de Guendalfa había sido una sorpresa, pero de ninguna manera no tenía precedentes. Goldalfa también se había vuelto más respetuoso con Fran después de perder con ella en un combate individual.
Después de pasar a través de las puertas del lado del castillo, Fran y yo notamos otro conjunto de paredes establecidas en el camino.
[¿Otra pared?]
[Sí. El castillo está justo detrás de ella.]
[¿Por qué dos paredes?]
[La pared delante de nosotros separa a los nobles y las personas comunes. El exterior está designado como habitaciones para guardias y sirvientes. Y también funciona como un lugar para que los comerciantes realicen sus negocios. Detrás de la pared es donde encontrarás a todos los nobles.]
[¿Cómo entrar?]
[Permítame mostrarle. Por favor sígame.]
Caminamos a lo largo de la pared y encontramos una masiva puerta tan grande como la entrada a la ciudad. Hay lo que parece ser una gran mansión construida junto a la puerta. Guendalfa nos condujo hacia el interior. El vestíbulo del edificio es enorme. Contiene suficiente espacio para alojar cómodamente a varias docenas de personas, además de los numerosos guardias y otros miembros del personal que ya se encuentran estacionados. El rinoceronte nos llevó hasta el mostrador y habló con una recepcionista.
[Soy Guendalfa, y conmigo está la Princesa del Rayo Negro. Estamos aquí para solicitar una audiencia con mi maestra, Kiara.]
[Muy bien, nosotros procesaremos su solicitud. Por favor, permítanos guiarlo a una sala de espera privada mientras tanto.]
La mirada de Fran se movió con curiosidad de un lado a otro mientras un guardia nos guiaba a través de la mansión. Subimos escaleras y pasillos, pasando por muchas salas de espera decoradas antes de llegar finalmente a nuestro destino.
[Como ve, la familia real hizo construir esta mansión como una extravagante sala de espera junto a las puertas. Ellos querían tantos salones y habitaciones privadas como les fuese posible. Con una seguridad tan alta como está, llevará tiempo procesar incluso la solicitud de entrada para una sola persona. Y realmente, no podrían mantener a nobles haciendo fila como si esto se tratará de un puesto de un festival, ¿verdad?]
Guendalfa nos dijo, retomando su papel como nuestro guía turístico,
El guardia se detuvo frente a una puerta intrincadamente esculpida y la abrió. Dentro se encuentra la habitación más espléndidamente decorada que hemos visto, completa con un sofá y dos sillones alrededor de una mesa para café. También contiene una chimenea, un escritorio adornado con una silla a juego, una estantería y una ventana que deja que la suave luz del sol se filtre. Fran y Guendalfa se sentaron en el sofá, y Guendalfa se hundió un poco más en los cojines que Fran. Después de un par de minutos, alguien llamó a la puerta. Una criada entró con un carrito con té recién hecho y una variedad de pasteles. En el momento en que la criada puso la comida sobre la mesa para café, Fran lanzó sobre ella. Guendalfa hizo lo mismo después de esperar un momento a que Fran tomara el primer bocado. Ambos compañeros hambrientos devoraron los bocadillos que fueron presentados en menos de un minuto.
Después de dejar escapar un suspiro de satisfacción, Guendalfa una vez más comenzó a hablar.
[Realmente usted es algo, Princesa del Rayo Negro.]
[¿Nn?]
Fran dijo, tomando una taza de té.
[Como ve, esta habitación fue hecha para entretener a las personas de noble nacimiento. Normalmente, personas comunes no se sentiría muy bien permaneciendo en un lugar tan elegante, pero usted luce como si estuviese en casa. La comida también. Las cosas que nos trajeron era algo de clase alta, pero usted las tomó como si fuesen algo común.]
[Igualmente.]
[Bueno por supuesto. Soy un noble, así que esto es bastante normal para mí.]
Fran y yo nos quedamos mirando.
¡Pero qué demonios! ¡¿Él tiene sangre azul?! ¿Cómo demonios aún tiene nobleza dada la actitud con la cual vaga por ahí?
[¿Qué? ¿Por qué usted está tan sorprendida? Sé que no parezco un noble, pero mi padre es técnicamente el Patriarca de toda una tribu de hombres-bestias, por lo que yo estoy acostumbrado a todas las campanas y adornos que vienen con el estatus.]
Después de esa sorprendente revelación, alguien llamó a la puerta.
[Perdónenme. Madame Fran, Señor Guendalfa, Lady Kiara los verá ahora.]
La puerta se abrió y dos criadas estaban esperando por nosotros. Nosotras las seguimos a lo profundo del castillo, pasando por grandes salones de banquetes y amplios salones de baile en el camino.
[Solía poder encontrarla en los campos de práctica en las afueras del castillo. Pero últimamente su salud ha empeorado, por lo que ha estado confinada en su habitación.]
[¿Mala salud? ¿Estará bien?].
[También estoy preocupado. Ella se está volviendo muy vieja. Pero el hecho de que nos dejen verla significa que ella está bien.]
No se puede evitar. Ella ya tiene 70 años.
[Finalmente es la hora de conocer a Kiara.]
(Nn.)