Capítulo 296. Resolución y Preparación.
Fran y yo
discutimos nuestro curso de acción una vez que regresamos al lomo de Urushi y
nos alejamos de Greengoat.
Ni el ejército
ni los aventureros serán capaces de actuar, al menos no de inmediato. Pero simplemente
no podemos sentarnos y observar hasta que finalmente tengamos aliados cubriendo
nuestras espaldas. Los habitantes de Schwartzekatze tienen la tendencia a ser
bastante competentes en el arte de escapar, sin embargo, no hay manera de que puedan
dejar atrás un ejército literal de monstruos. Los aldeanos seguramente serían
devorados por la horda en marcha si son dejados por su cuenta.
Hay que
hacer algo.
Nosotros podríamos
ser capaces de sacar a los más jóvenes si los pegamos a un carruaje y nos
movemos lo antes posible. Sin embargo, aquello realmente significaría condenar
a muerte al resto de las personas de Schwartzekatze, y esa sería una decisión
que Fran no está dispuesta a hacer. Conozco lo suficiente a la joven gata negra
para comprender que Schwartzekatze es efectivamente la encarnación de una de
sus muchas aspiraciones, su sueño literalmente hecho realidad. No hay
absolutamente ninguna posibilidad de que Fran los abandone. Realmente no
importa si la aldea en sí acaba quemada. Todo podría ser reconstruido y
restaurado siempre que los aldeanos se encuentren salvados.
[Las cosas parecen ser un poco difíciles en
esta ocasión... No estoy realmente seguro de que nosotros seamos capaces de hacer
mucho.]
Murmuré
mientras meditaba sobre mis pensamientos. Realmente no quiero decepcionar a
Fran. Pero tenemos que ser realistas aquí...
[¿Maestro?
¿Sucede algo malo?]
Fran
levantó sus orejas al oír el eco de mi voz.
[Escucha con atención, Fran. La única forma
en que los ciudadanos de Schwartzekatze logren salir en una sola pieza es si nosotros
luchamos. Únicamente nosotros. No habrá refuerzos detrás de nosotros. Todo por
nosotros, tú, yo y Urushi.]
[Nn.]
[Comprendes cuánto peligro vamos a poner
sobre nosotros, ¿cierto?]
[Nn. Lo
sé.]
Fran
asintió. Su expresión era seria y su resolución tan clara como el día.
[Sé muy bien lo que vas a decir, pero voy a
seguir adelante y decírtelo de todos modos. No pienso que deberías luchar.
Necesitas huir de este lugar, rápido. De hecho, incluso me atrevería a decirte
que deberíamos dejar el País de los Hombres-Bestia.]
[Lo siento,
Maestro. Pelearé. No cambiaré de opinión.]
La
respuesta de Fran fue instantánea. Ella ni siquiera se detuvo a considerar mi
consejo. Estaba claro que Fran se había fijado un objetivo y que no iba a
detenerse hasta que lo consiguiera, incluso si eso significa luchar hasta su
último aliento.
[¿Sin
importar qué?]
[¡Nn!]
Sí, me lo había
imaginado. Ella no es del tipo que abandone a los miembros de su tribu. Quiero
decir, no dolía intentarlo, pero maldita sea. Fran está tan comprometida con
esto que estoy comenzando a preocuparme de perderla.
[Muy bien entonces. Lo siento por intentar detenerte.
No te preocupes por eso, solo soy yo siendo un viejo tonto.]
Quiero
decir, ¿quién soy yo para cuestionar el alcance de la resolución de Fran...?
[Sin
problemas. Maestro no es tonto. Espada increíble.]
[Gracias.]
Es cierto. Es
cierto... ¿Cómo podría haberlo olvidado? Soy la espada de Fran. Mi trabajo es simplemente
atravesar a todos sus enemigos y apoyarla en todas sus metas, no tomar
decisiones por ella.
[Me equivoqué, tuve un desliz mental. Estoy
bien ahora.]
[Gracias,
Maestro. Lo sé. Pensando en mi seguridad. Pero no me enfocare en seguridad. Salvaré
a otros gatos negros. Y necesitaré su poder.]
[Lo tengo. Tienes mi hoja.]
[¡Nn!]
[Dicho eso... Dudo mucho que seamos capaces
de eliminar a todos esos monstruos por nosotros mismos.]
[Nn. Lo
sé.]
Podríamos
haber sido capaces de manejarlo si solo fuese una enorme horda de goblins, pero
la vida, siendo tan perra como es, nos arrojó tal estupidez. Sé a ciencia
cierta que hay monstruos mucho más grandes mezclados en el ejército.
Probablemente sea mejor planear para lo peor y asumir que el ejército tiene un
par de Rango A y B mezclados.
[Muy bien, primero lo primero, nos entrometeremos
con su vanguardia y la lanzaremos hacia un estado de desorden. Sin importar
cuántas tropas tengan. No podrán seguir avanzando si se quedan atrapados en el
tráfico.]
Dije de
manera concluyente. Er espera, eso no es cierto. Podrían simplemente pasar por
encima o aplastar a sus compañeros y seguir avanzando. Tendremos que encontrar
una manera de frenar realmente al ejército. ¡Oh, lo sé! Quizás podríamos
construir un muro.
Descubrir
una manera de detener al ejército es importante, pero pensar en los pasos que tendremos
que tomar después lo es aún más. Probablemente todo ese ejército se volverá
contra nosotros y nos atacará en el instante en que noten que nos estamos
interponiendo en su camino.
Necesitamos
descubrir qué debemos hacer para mantener al ejército ocupado el mayor tiempo
posible. Idealmente, queremos engañar al pedazo de mierda que posee el control sobre
ellos y hacer que retire a los monstruos, pero realmente no veo que eso suceda.
Y una vez que perdamos la capacidad de parar a todo el ejército de monstruos,
tendremos que cambiar nuestro plan a eliminar todo lo que se dirija en
dirección hacia donde se dirigirán los gatos negros. Una parte de mí duda de
que podamos luchar contra todos los enemigos que se nos acerquen a la vez que estamos
protegiendo a la tribu.
Fran y yo somo
muy buenos en la ofensiva, pero ni ella ni yo sabemos mucho acerca del papel de
guardaespaldas. Ni siquiera sabemos lo bien que podríamos desempeñar el rol.
[No
importa. Necesito hacerlo, así que lo haré.]
[Buen
punto.]
Estuve de
acuerdo. Una vez más, es mi papel darle forma a sus deseos, y por supuesto no estoy
dispuesto a decepcionarla.
◇◇◇
[Aldeanos
vistos.]
[Oh,
perfecto. Parece que ya han comenzado a evacuar.]
La Tribu
Gato Negro se está moviendo como un gran bulto. Parece que todo el pueblo se ha
movido en conjunto. Bajamos del cielo y aterrizamos justo delante de ellos.
[¡Bienvenida
de regreso, princesa! Estoy muy contento de verle.]
El jefe,
uno de los miembros que lideran el grupo, la saludó en el momento en que los
pies de Urushi tocaron el suelo.
[Nn. ¿Todos
aquí?]
[Por
supuesto.]
Verla había
traído una mirada de alivio a su rostro. Tal parece que su ausencia le había
causado un estrés excesivo, probablemente en parte porque estaba ansioso por
saber si Fran estaba a salvo o no. Wow, son rápidos. No pensé que ya hubiesen
llegado tan lejos. Maldición, una parte de mí incluso pensaba que todavía
podrían estar en la aldea.
Resultó que
toda la aldea había conseguido lograr de empacar poco después de que les
informáramos de la situación. Agarraron todas las cosas que podían cargar y
partieron antes del amanecer, con unos días de comida a cuestas. El grupo viajó
con los niños rodeados entre grupos de adultos para que pudieran mantenerlos
seguros en caso de un ataque. Wow uh. Realmente están acostumbrados a esto.
Dicho esto,
su ritmo general es aun dolorosamente lento. No tenían otra opción, desde que hay
niños y ancianos entre sus filas. Por lo menos, les tomará unos días llegar
hasta Greengoat.
[No puedo escoltarlos.
¿Aún estarán bien?]
[Vamos a
estar bien, Princesa. Nos hemos armado con las armas que tan gentilmente usted
nos concedió. Estamos listos para cualquier cosa.]
[Todo este
equipo es genial.]
[No seremos
los mejores luchadores, pero ya sabe lo que dicen, las plumas finas hacen finas
aves. ¡Con este equipo en la mano, incluso podemos manejar a los monstruos que
aparecen en los alrededores de estas partes!]
[Todo
estará bien aquí, ¡así que puede ser usted misma Princesa!]
Cada hombre
adulto se encuentra armado. Aún son bastante débiles, por supuesto, pero están
motivados y, al menos, capaces de defenderse contra la vida silvestre de la
zona.
[Iré
ahora.]
[Por favor,
cuídese.]
El jefe no
le preguntó a Fran hacia dónde se dirigía. Tampoco ninguno de los aldeanos. Ellos
ya lo sabían. Sabían que no podrían escapar a menos que Fran se enfrentara a
los monstruos en combate. Ellos sabían que Fran iba a pelear con todo lo que
tenía y poner su vida en peligro. Por ellos.
Y por eso
se quedaron en silencio mientras la observaban partir. Ni siquiera trataron de
impedir que ella se fuera. Consideraron que su resolución era demasiado alta como
para deshonrarla.
◇◇◇
Nos
separamos de la Tribu Gato Negro y nos dirigimos hacia el norte.
Schwartzekatze
pronto apareció a la vista. Tan silencioso y quieto como podría estar, como una
vela con su llama apagada. Una simple noche fue todo lo que se necesitó para
convertir la animada aldea en un verdadero pueblo fantasma. Es imposible decir
que, solo unas pocas horas antes, este había sido un lugar animado lleno de
canciones y risas. Ahora, el único sonido que escuché fue el del viento, soplando
por sus casas vacías.
[...Tengo
que proteger a todos.]
[Eso haremos, Fran. Eso haremos.]
[¡On!]
[El simple hecho de cargar de frente hacia
ellos sería demasiado imprudente, así que vamos a tomar un poco de tiempo para
idear un plan y preparar todo.]
[Entiendo.]
Aunque quiero
detenerlos antes de comenzar, no quiero mantenernos en ello por mucho tiempo. Podría
ser mejor para nosotros iniciar un ataque antes de que el ejército logre marchar
más allá de las llanuras. Sería mucho más fácil mantener a todo ese ejército a
raya si tuviéramos una adecuada línea de visión. El área más allá de las
llanuras está cubierta por bosques y esos árboles seguramente obstaculizaran
nuestra visión.
Por
supuesto, no exista tal cosa como algo gratis. Luchar contra ellos en esas
llanuras también significaría exponernos. Dicho esto, aún seríamos susceptibles
a los ataques sorpresa de los monstruos sigilosos incluso si decidiéramos hacer
uso del bosque, por lo que realmente hay más beneficios que perjuicios en un
combate en las llanuras.
[Sí, parece que los monstruos se dirigen en
su mayoría hacia el sur.]
[Necesitamos
apurarnos.]
[¡On!]