domingo, 3 de febrero de 2019

Tensei Shitara Ken Deshita 277


Capítulo 277. Kiara

Después de adentrarnos hacia el corazón del castillo, la criada responsable de guiarnos se detuvo frente a una puerta con una alfombra roja y dio media vuelta para mirarnos.
[Nosotros hemos llegado a los aposentos privados de Lady Kiara. Por favor, esperen un momento mientras solicito permiso para entrar.]
Fran y Guendalfa asintieron mientras la criada giró sobre sus talones y tocó suavemente la puerta.
[¿Lady Kiara? Guendalfa y la Princesa del Rayo Negro están aquí para verle.]
[Sí, entra.]

Una voz desde el interior de la habitación respondió.
La criada abrió la puerta para nosotros. Hay un escritorio con una silla al lado de la ventana, un espejo de cuerpo completo al lado de un tocador, un sillón en la esquina y una cama con un tamaño para un rey en el centro. Todos los muebles y el interior están hechos con oro o recubierto con láminas de oro, aunque los diseños no son llamativos. Más bien, están cuidadosamente elaborados de tal forma que luzcan tenues y agradables a la vista. Las cortinas, la alfombra y las sábanas están hechas de lujosa tela o seda. La habitación completa se encuentra limpia y ordenada. Es obvio que su habitante está siendo tratada como una invitada de honor.
Una anciana gata negra está sentada sobre la cama. Ya sabemos que se supone que ella es una gata negra, pero ella no luce del todo así. El pelo de sus orejas y cola se ha vuelto completamente blanco. Su postura es buena, lo que indica que probablemente ella aún se encuentra activa incluso a pesar de cuan demacrado y delgado luzca su cuerpo. Ella es alta también. Parece que ella probablemente podría alcanzar los 170 cm si estuviese de pie. Definitivamente ella no da la impresión de una frágil anciana cuyo cuerpo está colapsando.
Miró a Fran con una mirada de tal intensidad que fui intimidado por un breve momento. Sentí que mi corazón se había detenido y que fui atravesado por dagas. Si todavía fuese humano, probablemente me habría postrado instintivamente en el suelo por miedo. Fran, sin embargo, estaba completamente impasible.
[¿Eres Kiara?]
[¿Y quién te dijo exactamente que podías hablarme tan bruscamente?]
[Señor de las Bestias.]
[¡Hah! Es bueno saberlo. Me aseguraré de golpearlo duramente la próxima vez que lo vea.]
Whoa definitivamente habla bastante bruscamente. Sin embargo, sorprendentemente, le queda bastante bien.
[Para responder a tu pregunta, Sí. Soy Kiara. Conozco al mocoso de allí.]
Ella apuntó su barbilla hacia Guendalfa.
[¿Mocoso? ¡Ya tengo 22!]
[¡Cállate! Todos los menores de 40 años son unos mocosos para mí. Entonces, ¿quién es la niña?]
[Maestra Kiara. ¿Usted no ha escuchado hablar de la Princesa del Rayo Negro?]
[Lady Kiara acaba de despertar este día, Durante los últimos veinte días, Lady Kiara ha permanecido en coma.]
La criada que nos guío hasta esta habitación nos dijo.
¡Santa mierda! ¿En coma por veinte días? Si ella realmente estuvo fuera tanto tiempo, no es sorprendente que ella aún no haya oído hablar de Fran.
Miré más de cerca y vi que sus mejillas estaban un poco hundidas y sus labios realmente secos. Sus brazos parecen bastante delgados y quebradizos, lo cual indicaría que habían estado fuera de uso.
[Ella es...]
La criada comentó, pero Kiara la interrumpió.
[Espera. Ven aquí querida.]
Kira le hizo un gesto a Fran después de decirle aquello con voz suave. Fran trotó hasta la cabecera.
[¿Cuál es tu nombre?]
[Fran.]
Kiara abrió sus brazos y Fran la abrazó. Al principio fue un abrazo ligero, pero después de un par de segundos, Kiara repentinamente atrajo a Fran con fuerza hacia ella.
[Todos estos años temí que la meta que buscaba fuese algo inalcanzable. Ahora tengo la prueba del éxito justo delante de mí. Gracias, Fran, por venir a verme y mostrarme que mi viaje no fue uno sin sentido.]
Kiara enterró su rostro en el hombro de Fran. Sentí que mi corazón se retorcía cuando escuché lo que ella dijo. Su susurro, llevando el peso de 50 años de duda, incertidumbre y resolución, pareció resonar a través de toda la sala.
Después de unos momentos de silencio, Kiara finalmente se calmó y liberó a Fran.
[¿Puedes darme los detalles? ¿Cómo lo hiciste? A menos que exista alguna razón por la cual no puedas decirme. No te forzaré.]
[Por supuesto. Pero escuché que la Abuela Kiara ya debería conocer el método.]
[¿Quién te dijo eso?]
[Dias.]
[¿Qué...? ¿Así que él aún me recuerda...?]
[Nn. Aurel y Rumina también.]
Los ojos de Kiara comenzaron a vacilar, y ella sonrió.
[Esos tontos. Deberían haberme olvidado y seguir adelante hace mucho tiempo.]
[No lo hicieron. Siempre la han estado buscando.]
[Lo que tengo es solo una hipótesis. Déjame ponerme más cómoda primero.]
Kiara se dio la vuelta y salió de la cama. Guendalfa frenéticamente extendió su mano, pero ella lo alejó y se sentó en su sillón.
[Todo comenzó en aquel entonces en Ulmutt. Me aventuré a las profundidades de una mazmorra, solo para descubrir que su maestra era una gata negra evolucionada. Así fue como conocí a Rumina hace 50 años. Ella era realmente demasiado dulce para su propio bien. Ella se ofreció a ayudarme a evolucionar, pero su método era demasiado forzado. Se requería que ella misma se convirtiera en un ser malvado.]
Fran parpadeó.
[Convertirse en ser malvado, ¿cómo?]
[En el pasado, uno de los jefes de la Tribu Gato Negro invocó un ritual para sumergir a nuestra especie en el poder del Dios maligno. Algo estúpido para fortalecer a la tribu. Al igual que muchos miembros de la tribu, Rumina también se había visto envuelta en los procesos del ritual. Ella también posee el poder del Dios Malvado incrustado en ella.]
Ella hizo una mueca en este punto.
[Así que ella me dijo que retrocediera, y lo hice, y de repente mi habilidad de Detectar [Presencia Malvada] enloqueció. Sentí una asquerosa presencia proviniendo de Rumina, una que solo se hizo más y más fuerte mientras la miraba. Probablemente estaba usando sus poderes como Maestra de la Mazmorra para desbloquear una parte contaminada de su alma o algo así. De cualquier forma, sabía que lo que ella estaba haciendo eran malas noticias, así que corrí y la golpeé. Y le dije que no quería evolucionar si eso significaba perder a una amiga. Y eso fue el final de eso.]
[¿Convertirse en ser malvado?]
[Quería averiguarlo por mí misma. Después de pensarlo, recordé la investigación que hice sobre la incapacidad de nuestro clan para evolucionar. Hubo mucha desinformación que se difundió en ese momento. Parte de ello fue por parte de los miembros de nuestra tribu que intentaron salvar su honor o mantener la moral de los miembros más jóvenes. Algo de eso fue esparcido por los Gatos Azules que solo quería meterse con nosotros. Y no había mucha evidencia escrita dondequiera que buscara.]
Ella suspiró.
[Uno de los pocos artículos que vino a mi mente fue un viejo pergamino roto que apenas podía leer. Las partes que pude leer dijeron que nuestra tribu invocó la ira de los dioses y fuimos maldecidos. Y necesitaríamos derrotar algo en el nivel del Dios Malvado para romper aquella maldición. Creo que Rumina estaba tratando de convertirse en esa cosa malvada. Ella quería dejarme derrotarla para que yo evolucionara.]
Kiara se cruzó de brazos y se echó hacia atrás mientras desenvolvía su explicación.
[Bueno, esa es mi teoría. ¿Cómo encaja esto con tu experiencia?]